Ocho normas
Disclaimer:
Los personajes de YYH no me pertenecen, son propiedad de Yoshishiro Togashi, yo sólo los he usado para mi entretención y para que ustedes se diviertan.
Notas:
Primero, he de pedirles disculpas. Hace años que me retiré del fandom, pero siempre tuve esa pequeña espina de querer finalizar mis escritos, porque siempre me dije que no sería de esas autoras que dejan sus historias inconclusas. Nunca creí que me convertiría en una de ellas.
Por ello, poco a poco iré retomando, corrigiendo escritos y publicando aquellos que nunca llegaron a ver.
Solo advertiré unas cosas:
El fick que leerás a continuación contiene escenas tipo romance-sexual entre chico-chico así como lenguaje muy subido de tono. Pediré de favor si no te gusta estas relaciones o la pareja que salgas del fick; otra cosa, quería un Hiei atrevido, y quería un Kurama muy sexy.
Con cariño para quien lea.
Besitos.
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Primera parte: Hiei Jaganshi
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Norma 1
Morder:
Un demonio jamás roe ni te besa el cuello, eso es de humanos.
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Hay cosas peores que ser un youkai de fuego, tener 18 años y ser homosexual, por ejemplo, ser humano, tener 19 años y estar enamorado de ese demonio homosexual.
Kurama así lo sentía, Hiei no se enteraba del caso.
-¿Quieres no sé, hacer algo divertido?- para Kurama ya era una costumbre hacer la pregunta, Hiei sabía que luego de escuchar la respuesta a esa pregunta se iría a encerrar en el armario del zorro o a saltar de la ventana del cuarto para huir de él.
También sabía que si no respondía nada, Kurama lo interpretaría como que no le interesaba escucharle, y como él era su mejor amigo tampoco podía quedarse callado.
-No sé, dime tú- dijo, el otro le quedó mirando. Kurama sabía también que cuando Hiei contestaba de esa manera era para distraerle, pero había hecho esa pregunta casi diez veces en distintas ocasiones; por ende, esta vez no sería tan fácil que se fugara.
Y es que también, hay cosas peores que ser humano y estar enamorado de ese demonio, por ejemplo, sentir como tus manos quieren quitarle la ropa y tus labios quieren roerle el cuello cuando bien sabes que él no está ni ahí contigo, si no que le interesaban chicos más interesantes que tú como el odioso de Yusuke Urameshi.
Pero si se comparaba con Yusuke, este no era ni tan guapo ni tan bueno como él en la cama. Así que podríamos dar por hecho que él, como Kurama, tenía una oportunidad con el körime aún.
-¿Y si tenemos sexo?- listo, pregunta formulada, si pensaba rápido podía deducir que la respuesta de Hiei sería algo como -¿Quieres morir verdad kitsune?; O ¿y supongo que tú me follarás a mi porque eres más experimentado Kurama?; no gracias, no es mi estilo- A diferencia de lo que pensó Hiei sonrió de lado.
-Eso es muy aburrido-
-¿Y que sugieres tú?-
-Ya verás zorro- dijo, Hiei se levantó de la alfombra color azul de su habitación, sonreía de lado muy extrañamente, y es que hasta donde Kurama recordaba Hiei nunca sonreía tanto tiempo, ni mucho menos dos veces en una tarde. Vislumbró cuando las manos del otro le pusieron cerrojo a la puerta de la habitación y luego en menos de dos segundos estaba junto a su persona otra vez.
-¿Y?-
-¿No puedes imaginártelo acaso baka?-
-No- con Hiei esas cosas eran difíciles, porque en primera Hiei estaba enamorado de Yusuke –o eso le decía casi siempre que le invitaba a salir- y segunda, la imaginación de Kurama va más allá de un beso con lengua.
-Muérdete los labios- y justo, cuando quiso preguntarle porque había dicho eso, experimentó como el otro le desabrochaba la camisa color caqui que traía puesta y le dejaba los pectorales y el abdomen al descubierto, y luego, con furia arrojándole desde la cama de donde estaba a la alfombra azul se disponía a lamerle uno de los pezones.
-Hiei, esto…-
-Tú querías hacer algo divertido- mejillas sonrojadas mientras sentía como el calor comenzaba a invadirle la entre pierna. Mierda, esa no había sido la idea que tenía, porque hasta donde sabía Hiei no tenía tanta personalidad como para hacer eso.
Si lo pensaba y se limitaba al acto de morder, esperaba comenzase por el cuello.
Esperaba le lamiese la piel, le llevase para atrás, le recorriese con la boca desde ese punto hasta los pectorales, y luego que bajase lentamente, no al revés.
Oh, merlín, ¡pero que bien se sentía que comenzase al revés!
-¿No sabes que se comienza por el cuello Hiei?- le dijo, con el aire que apenas le salía del pecho, voz en gemido notorio mientras el otro degustaba del sabor de sus pezones.
-Eso es aburrido, los humanos se muerden los cuellos, los demonios no mordemos cuellos, mordemos algo mucho mejor- otra vez sonrió sarcásticamente.
Ahora sabía que podía esperarse cualquier cosa de Hiei.
-Con un demonio-
Gimió cuando una mano se coló después por su pantalón, bajando la cremallera de la prenda color negra en tela ajustada, y cuando los dientes del otro le mordieron con fuerza como en un intento de arrancarle la blanca piel desde el pezón al ombligo, cuando la saliva quedó entre sus marcados abdominales, cuando los dientes fueron recorriendo hasta llegar más abajo.
Cuando, por un minuto Hiei comenzó a morderle con poca fuerza la punta de su miembro caliente y él sentía como el corazón se le salía del pecho, como las manos le imploraban por hacerle algo a Hiei ahora.
-¿Te parece bien esta manera de pasar una aburrida tarde zorro?-
Se echó a reír, pero tuvo que volver a tragar aire cuando la boca de Hiei comenzó a lamerle el miembro, cuando llevaba para adentro y fuera de su garganta su pene, cuando, por un segundo, quizás dos experimentó como el corazón bombeaba más sangre hasta sus mejillas. Las manos comenzaron a sudarle ante la visión de Hiei chupando su miembro entre sus piernas, arrodillado, ojos cerrados y mejillas tan rojas como las de él.
Oh mierda, ¡Hiei si que sabía como hacer una buena mamada!
Y es que tuvo que morderse un labio con más furia, dejar caer un hilillo de sangre y entornar las cejas cuando el otro, comenzó a lamerlo con lentitud, pasando la lengua caliente por los bordes de su miembro y luego volvía a chuparle como si fuese una buena bebida.
Ahora sabía, que para Hiei había algo más divertido que follar, para él era más divertido tener el miembro de Kurama en su boca, porque cuando la tenía era para Kurama Dios.
Y es que en la mente del pelirrojo no había conocido a nadie que pudiese excitarlo tanto con sólo una lamida.
Para cuando el zorro volvió a visualizar al otro, se encontró con el miembro apunto de estallarle en la cara a Hiei, pero antes de que pudiese, Hiei se lo llevó a la boca de nuevo, para sentir salir el semen en medio de la garganta y en los labios.
En seguida el pelinegro le besó con rabia en la boca, dejando que degustase de su propia saliva y del ardor que yacía en los labios por el tamaño del miembro que antes había yacido en su boca.
Merlín, ahora le gustaría que Hiei le dejase a él hacerle una mamada.
-Te llamaré…cuando esté aburrido- exclamó, mientras seguía disfrutando de las lamidas de esa lengua, y de las manos que le estaban pellizcando la piel de los pezones.
-Yo vendré cuando esté aburrido baka kitsune- con esa frase, supo que Yusuke había pasado a otro plano, porque Yusuke era según su punto de vista demasiado virginal para Hiei y él, era hasta donde sabía igual de insaciable que Hiei.
-Sólo debes recordar cuál fue tu respuesta kitsune- dijo, Kurama tomó nota en su cerebro.
-Sería idiota si olvido lo que te dije-
-Hn, un reverendo y gran idiota-
Anotaría en algún lado de su cerebro o su diario que cuando Hiei le dijese "Muérdete" el otro seguro le llevaría hasta el extremo de su cuarto para improvisar lo que sea que fuese para pasar una aburrida tarde.
Porque si lo pensaba, morder, era, sin duda una de las cosas que a Hiei le parecían más divertidas.
Y que le mordieran era, sin duda, una de las cosas que más excitaban a Kurama.
Continuará-
Próximo capítulo: Norma 2 "Moda"
No tengo más que agregar, solo espero les haya gustado esta historia, la cual, debo decir se me ocurrió una vez terminé de leer el libro de Sex and the citty.
Muchas gracias por leer, espero nos veamos pronto.
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...Amo los pantalones alrededor de tus pies...
...Amo la suciedad que hay sobre tus rodillas...
...Me gusta el modo en que todavía dices porfavor mientras me miras levantando la vista...
...Tu eres mi favorita condenada enfermedad...
-Figuret you out-
Nickelback
