Disclaimer: Los personajes de este fueron creados por Stephenie Meyer y no me pertenecen. Yo sólo juego con ellos.


"No juegan a amarse; es el amor quien juega con ellos."

Rosalie es superficial, ácida e indiferente, y siempre quiere que las cosas pasen como ella quiere. Emmett, sin embargo, la considera la persona más hermosa y perfecta que jamás podrá conocer.

Emmett es musculoso, despreocupado y muchos lo consideran vacío. Rosalie, sin embargo, lo conoce más que él mismo y sabe, más que nada en este mundo, que Emmett no es todo músculos, que Emmett es cariñoso, divertido y transparente; él es el amor de su existencia.

Emmett la observa todas las noches mientras ella se cepilla delicadamente su larga cabellera dorada, admirando la belleza inigualable de su compañera; la contempla en silencio, tratando de que Rose no lo note y no le propine una risita burlona; Rose sí que da cuenta pero a pesar de eso, no voltea, sigue pasando sutilmente el cepillo por sus cabellos y por dentro sonríe, porque con Emmett es feliz. Él disfruta verla, porque la dicha no le cabe en su amplio pecho al notar que tienen toda la eternidad para acompañarse. Por siempre.

Rose lo abraza y lo besa en la mejilla, incitándolo a que empiece su juego. Él se anima y la partida comienza.

-Te ves hermosa. – Le respira Emmett en el oído, moviendo su primera pieza. Sabe que por más bajito que hable, todos en la casa se enterarán de su travesura, al igual que el resto de los días.

Rosalie se ríe nerviosa, y Em se siente mejor que nunca. Solo él puede poner nerviosa a Rose, eso le encanta.

Los brazos de ella se enredan en su cuello; las manos de él se pierden mientras recorren apasionadamente las perfectas curvas de la rubia; ambos disfrutan y se inhalan en el aire el exceso de lujuria y pasión, caen en la cama, se tocan, se besan. Sus besos son apasionados, fuertes, únicos; sus lenguas se conocen y se agradan, se atacan sin parar hasta que Emmett busca con urgencia el cuello de Rosalie. La besa, tratando de seducirla, y lo logra mientras por su mente pasan los acostumbrados pensamientos impuros que desata su compañera rubia. Las risas de Emmett sacuden la cama; Jasper y Edward deben estar volviéndose locos.

Rosalie empieza a calentarse, sus respiraciones, a pesar de ser vampiros, se agitan, eso lo hace más divertido. Gemidos brotan de sus perfectos labios carnosos al tiempo que inspecciona cada centímetro del cuerpo de él con su boca; el juego cada vez avanza con más rapidez.

Las manos de ambos, que ya no pueden detenerse, se pierden en el cuerpo del otro y poco a poco se van acercando cada vez más a la parte interesante, ambos sonríen.

Sin dudarlo, las cosas suceden de manera natural, al igual que el resto de las veces; surgen jadeos aunque sean silenciosos, el movimiento de ella contra él se vuelve constante y cuando Emmett abandona el cuerpo de Rosalie suavemente, se acarician con dulzura. Por último se sellan su encuentro con un último beso, de los verdaderos; esos que transmiten pasión y amor, rudeza y delicadez, todo al mismo tiempo.

Porque ellos se aman; sus encuentros son intensos, no son perfectos y no viven diciéndose palabras de amor, ella es orgullosa, el es despreocupado, y juntos no son Romeo y Julieta; pero se aman.

Él le guiña un ojo pícaramente.- Jaque mate.- Susurra divertido, y su risotada particular hace eco en la habitación.


So, aquí está. Algo que hice algún tiempo pero que tuve el valor se subir hoy. (: Pueden darme sus opiniones, críticas o lo que sea con tan sólo darle al botoncito de abajo, lo agradecería mucho. ^^
Besos, CristinaL.