Hola! Bueno, para empezar quiero decir que no poseo a ninguno de los fulanos que aparecen en la historia, estoy segura de ello porque no soy inglesa, no tengo más que cinco pesos en un frasco, y hablo español. Creo que son razones bastante válidas... uds no?
En un oscuro salón iluminado por algunas antorchas se ubicaba una sola gran mesa. Rodeándola y sentados en sillas se encontraban los más importantes Mortífagos.
Entre ellos se destacaban Lucius Malfoy, quien había tenido un desconcertante accidente cuando buscaba a su mujer para asistir a la reunión al notar que la marca en su brazo quemaba; la antes mencionada Narcissa, quien había estado en medio de enterarse que su prima segunda engañaba al marido con un mago de otro país; Bellatrix Lestrange quien, al momento de setir la quemazón en su brazo había estado en medio de un baño y salido con la espuma en el pelo y todo; su marido, quien estaba medio dormido al momento en que su mujer desnuda le había aparecido en frente y se había caido de la cama por la sorpresa; Crabbe, quien se había quedado en medio de una interesantísima discusión con Goyle sobre si las papas y las patatas eran lo mismo...
En fin, a todos los había tomado por sorpresa, ya que su señor no solía hacer ese tipo de llamados sin razón alguna a mitad de la mañana. Después de todo, ¿Qué tipo de Señor Tenebroso llama sin motivo aparente a las ocho de la mañana?
En ese momento Severus Snape Apareció, llevaba el pelo más feo de lo usual: había estado a punto de quitarle cincuenta puntos a Gryffindor por un incidente en medio de las clases, en el que los tontos estudiantes habían estado pasando notas en vez de prestar atención a la poción, cuando su marca tenebrosa había comenzado a arder y había tenido que excusarse a sí mismo, dejando su clase a cargo de Slughorn, quien obviamente no iba a quitar los cincuenta puntos como había sido su deseo.
-Estúpido Dumbledore: "Debes seguir como espía" Si tanto quería un espía por qué no se metía él mismo, mira que venir a las ocho de la mañana, y el loco de Voldemort ni se había presentado todavía.
Y es que era verdad, mientras los magos y brujas cuchicheaban acerca de qué podría haber querido su señor y los ultimos chismes de la semana, Voldemort ni se había molestado en aparecer todavía.
Y como si lo hubieran invocado, el Señor tenebroso y su tenebrosa serpiente aparecieron por las tenebrosas puertas del tenebroso salón, llamando la atención de los tenebrosos magos presentes.
-Mi señor, -comenzó a hablar el chupamedias de Malfoy, antes de que Voldemort levantara una mano y lo hiciera callar. Vaya a saber uno qué clase de alabanza se le podría dar: "Su cabello se ve radiante esta mañana" sería una buena idea, pero el hombre no tenía cabello. Colagusano venía detras, siguiendolo con cuidado, como para no hacerlo enojar.-
-Me alegro que hayan podido venir, mis más fieles Mortífagos... -empezó él, mientras se sentaba en la silla ubicada en la punta de la mesa y observaba alrededor. Por un momento había estado por decir "mis más inteligentes y fieles mortífagos", pero se había arrepentido cuando había visto que Crabe y Goyle estaban presentes.- ¿Por qué llamé a esos dos, de todos modos? Supongo que se preguntarán, por qué los llamé a esta hora.
-¿Ha pasado algo, mi Señor? -preguntó la loca de Bellatrix, que ni le importaba tener el pelo lleno de espuma ni los comentarios de su cuñado al respecto, siempre y cuando se le presentara la oportunidad de matar a alguien.-
-En efecto, tengo una misión muy importante para ustedes. -continuó, ignorando el aspecto extraño de sus Mortífagos en ese momento. ¿Era eso un yuyo en el cabello de Lucius? ¿Acaso Rodolphus tenía tierra en la cara? ¿Lo qué cubría el pelo de Bellatrix era espuma, verdad?-
-Ha de ser muy importante. -Concluyó con su inteligencia de persona a las ocho de la mañana Rodolphus, comenzando a despabilarse.-
-Sí que lo es. Verán, he encontrado una herramienta, una que puede darnos todas y cada una de las respuestas a nuestras preguntas. Toda la información acerca de cada persona que exista con un atisbo de vida social. Puede darnos los más ínfimos detalles de la vida de Harry Potter, y cualquiera que tenga algún tipo de relación con él. -explicó, retenendo la atención de sus Mortífagos. Crabbe levantó la mano-
-¿Esa cosa puede decirnos por qué no se toma el agua salada? -Esta pregunta causo suspiros de exasperación alrededor de la mesa.-
Decidiendo ignorar la pregunta del idiota, Snape habló- ¿Y cual es esta herramienta, si se puede saber?
-¿Cómo la encontró, mi señor? -preguntó Narcissa, decidiendo que era momento de hacer alguna pregunta, puesto que nunca hablar en las reuniones podía hacerle creer al Señor Tenebroso que sólo asistía por obligación, y eso no se podía permitir.-
-Les explicaré. -Dijo Voldemort, comenzando a narrar su historia- Todo comenzó anoche, estaba tranquilamente con mi Nagini, pensando en alguna forma de destruir a Potter, aunque comienzo a olvidar por qué rayos debería hacerlo. Es bastante complicadito deshacerme de él.
Sin encontrar una solución a mi problema, porque cada vez que trato de hacerlo ver como un loco para destruirlo emocionalmente hay alguien que le sigue creyendo; decidí salir.
Fui a un barrio muggle, dónde un sangre sucia con su esposa vivían. Entré a su casa. Naturalmente, el sangre sucia y su mujer quisieron resistirse, pero después de divertirme un rato con la maldición cruciatus me aburrí y los maté.
Me dieron ganas de hacer, así que comencé a recorrer la casa, creyendo que, sangresucia o no, debía tener un baño. Así que aproveché a usarlo.
Cuando iba a retirarme me encontré con que en una de las habitaciones, un jóven muggle estaba sentado, frente a un aparato que yo desconocía. Llevaba unas cosas en los oídos y tecleaba rápidamente el aparato.
Aparentemente, esas cosas que llevaba en los oídos, que después me dijo se llamaban "auriculares", bloqueaban el sonido, por lo cual el muy idiota ni se había enterado que acababa de matar a sus padres.
Iba a asesinarlo, pero primero le hice unas preguntas.
Me dijo que el aparato se llamaba "computadora" y que él había estado "chateando" con sus amigos. Me explicó que una cosa llamada "internet" le permitía comunicarse con ellos. Al parecer era un Squib, porque sabía que yo era un mago.
Claro que él estaba aterrorizado porque yo había matado a sus padres, así que me tomó un tiempo hacerlo hablar. Iba a dejarlo vivir como recompensa por haberme enseñado esas cosas, peroel tontito me distraía con sus lloriqueos, así que también lo maté.
Ya que nadie me molestaba decidí tratar con el aparato muggle. La pantalla me mostraba una página, que aparentemente se llamaba "Google", y me ofrecía buscar cualquier información para mí.
-¿Qué hizo entonces, Señor? -preguntó el confundido Lucius Malfoy, no entendiendo mucho el punto detras de todo eso. ¿Sería prudente decirle que sus túnicas estaban particularmente grises esa mañana? No podía permitir que la loca de su cuñana siguiera superándolo.-
Voldemort lo miró como si fuera un total idiota y después continuó -por supuesto, lo primero que busqué fue "Harry Potter". Hubieron millones de resultados, pero muchos de ellos hablaban de cosas totalmente distintas.
Cuando de repente vi unas palabras en azul, que decían "¿Buscas a Harry Potter? ¡Tu amigo está en Facebook!"
-¿Qué hizo entonces, Señor? -preguntó intrigada Bellatrix, tan loca como siempre y atenta a lo que el otro loco le decía.-
-No sabía por qué esa cosa creía que Harry Potter era mi amigo, pero asumí que el aparato todavía pensaba que aquel muchacho la usaba, y quizás éste sí era amigo de Potter-
-Es posible. -opinó Rodolphus, ignorando la interrupción Voldemort prosiguió.-
-Pero de todos modos hice lo que el muchacho habia estado haciendo, y en la pantalla apareció una foto de Potter, alguna información acerca de él, como que era hombre, su país, etc.
Iba a continuar revisando cuando los "polacos" muggles, creo que es así como ellos llaman a sus aurores, comenzaron a aparecer, así que tuve que irme.
Después de unos momentos de silencio sin que nadie dijera nada, Snape decidió hablar.- Entonces, ¿Cuál es esta misión de la que nos habla?
-¿Hay que matar a alguien? -preguntó Bellatrix, mientras se ponía contenta y los demás escuchaban atentamente.-
-Voy a necesitar de ustedes, mis más fieles mortífagos, para que busquen otra de esas "computadoras" muggles, no importa a quien deban matar, sólo traten de no llamar mucho la atención.
-Sí, mi Señor. -contestaron los presentes, mientras Lord Voldemort y Nagini se retiraban, dejando a los demás cumplir con las órdenes dadas.
Una vez cerrada la tenebrosa puerta, el tenebroso señor comenzó a hablar.
-Muajaja, ¡ahora podré matar a Potter, Nagini! -chilló con una voz demasiado femenina para un Señor Tenebroso, haciendo que sus Mortífagos vieran a la puerta con una ceja levantada.-
-Bueno... -comenzó Severus, tratando de terminar con el incómodo momento producido por las exclamaciones en voz aguda por parte del Señor Tenebroso. Miren los traumas que se tenía que aguantar por culpa del barbudo de Dumbledore.-
-Bueno... -le contestaron los demás, nunca había pasado algo semejante, por lo que ninguno sabía muy bien cómo reaccionar.-
-¿Por dónde comenzamos? -preguntó Goyle, terminando con el incómodo silencio, mientras los demás comenzaban a discutir cómo conseguir la dichosa computadora.-
-Snape, una pregunta, ¿Has probado con el Head and Shoulders para tu cabello? -preguntó Lucius, mirando a Snape con curiosidad.-
-Será un día largo... -Pensó Severus, no sabiendo qué demonios debía responder a esa pregunta-
Bueno, tampoco soy dueña del Head & shoulders...esa gente ha de tener maletines...y trajes... yo no u.u
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