Disclaimer: Naruto y sus personajes son autoría de Masashi Kishimoto. La historia es mi creación, con el fin de presentar la pareja SasuSaku.

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PRÓLOGO

Recipientes de diferentes tamaños se encontraban a lo largo de una habitación casi en penumbras, cada frasco contenía un líquido extrañamente amarillento, pero lo más sobresaliente, eran las diferentes formas amorfas que flotaban en aquel líquido. Se podía reconocer en algunos, extremidades o cuerpos pequeños, que a simple vista daban una imagen grotesca y aterradora. Los recipientes estaban conectados a largos cables, que seguían una serie de complejidad y se conectaban unos con otros, hasta llegar al final del cuarto, en donde se conectaban a una fuente de energía.

Al otro lado, una serie maquinas que parpadeaban luces se enfilaban por toda la pared, y al centro un monitor registraba el estado de cada recipiente, letras formaban palabras y las palabras oraciones, infinidad de números aparecían en cada momento, sus significados eran incomprensibles para cualquier humano, de echo todo el cuarto era incomprensible, casi irreal.

La oscuridad se fundía en toda la habitación, dándole un aspecto aún más lóbrego y siniestro. Sin embargo, una figura se alzaba ante el monitor y observaba atentamente su contenido, poseía un brillo en sus ojos, lo cual significaba que lograba comprender todo lo que aquella pantalla le mostraba.

Una perversa sonrisa asomo por su rostro, dio media vuelta y se acercó a uno de los recipientes que reposaba en una mesa y medía la mitad de su tamaño. Sumergido en un líquido se encontraba la figura completa de un bebé humano, pero con una alteración. Sus orejas no estaban en el lugar correspondiente, sobresalían por la parte superior de su cabeza con la forma puntiaguda y pequeña, como las de un animal salvaje, las de un cánido o felino, cubiertas por cabellos de finas hebras oscuras. La criatura tenía los ojos cerrados, parecía que dormitaba o aún más, que nunca se abrirían.

- Un poco más, solo un poco más y lo habré logrado- se escuchó la voz ronca del hombre con la sonrisa perversa aún en sus labios.- Serás la creación perfecta, después de tantos errores.

Los ojos amarillos del hombre se desviaron de la criatura hacia otro de los recipientes y al mirar una masa amorfa frunció el ceño.

- No más experimentos fallidos. Con el tiempo lograré perfeccionarlo.

El hombre se alejó con pasos tranquilos hacia la única puerta del lugar, al abrirla un pequeño haz de luz se adentró al cuarto, iluminando momentáneamente a la criatura, y en segundos, salió dándole una última mirada, cerró con un poco de fuerza. No necesitaba usar llaves, aquella puerta tenía un sistema de seguridad con código de acceso, práctico y seguro.

El cuarto de nuevo se sumergió en la oscuridad. Solo la pequeña luz del monitor iluminaba un poco el lugar. Y en él se podía ver un código.

S-012606.

Ese mismo código estaba marcado en aquel recipiente que contenía la criatura.

Criatura que acaba de moverse.

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