Déjeme enseñarle

Capítulo 1

Me ofrezco

El ruido de la bofetada resonó por toda la habitación y los únicos dos espectadores abrieron sus ojos en expresión de sorpresa.

—Me decepcionas —dijo despectivamente el hombre que estaba en medio de la estancia.

—Lo siento mucho, padre. —la muchacha estaba frente al hombre autor de sus días tirada en el suelo.

—Levántate.

Hyuuga Hinata se levantó temblorosamente del piso y miró a Hyuuga Hiashi. El hombre le devolvió la mirada demostrándole con ella la rabia y la frustración que sentía hacia su primogénita. Después de que ella entrara a la academia, era la primera vez que le había hecho tener un entrenamiento con él y, aun que sus progresos no eran pocos, no eran lo suficientemente buenos para quien en unos años se convertiría en la cabeza del Clan.

La primogénita del Clan Hyuuga tenía ya dieciséis años cumplidos y se había convertido en una hermosa señorita. Su cabello, antes bastante corto, le llegaba casi hasta la cintura; su cuerpo ya no era el de la niña que una vez fue, era delgada a causa del entrenamiento ninja, pero tenía bien formadas las curvas que una mujer debía tener; desde que llegase su decimosexto cumpleaños, su padre la obligaba a usar la vestimenta que una Dama Hyuuga debía llevar y eso solo hacía que se viera más hermosa ante los ojos de cierto muchacho. Y por último, sus ojos blanquecinos denotaban cierta seguridad pero al mismo tiempo inocencia y timidez que solo los hacían verse más bellos.

—Con su permiso, Hiashi-sama —un joven de diecisiete años se acercó al nombrado, haciendo una respetuosa reverencia al estar a su lado.

Hiashi se giró a su sobrino y lo miró con una mezcla de resentimiento y disculpa.

—Habla.

El joven se inclinó aún más hasta que quedó arrodillado a los pies del jefe de su clan.

—Quería pedirle su autorización para regresarle el favor que usted me concedió hace cuatro años.

— ¿A qué te refieres? —inquirió Hiashi indicándole a su sobrino que se levantase y lo viera a los ojos.

Por su parte, Hyuuga Neji estaba hecho un atractivo muchacho: su cabello tenía exactamente el mismo largo que tenía de niño, y sus facciones se habían vuelto aún más masculinas; su cuerpo estaba contorneado con los marcados músculos aun adolescentes, pero eso hacía que se viera más varonil; Sus ojos seguían pareciendo indiferentes a lo que les sucedía a los demás pero él y otras personas sabían a la perfección que eso no era así, ya que con el tiempo sus sentimientos negativos hacia su familia más cercana se habían suavizado hasta convertirlos en recelo, serenidad y respeto.

—Me gustaría devolverle el favor de haberme entrenado —repitió —. Me ofrezco a brindarle, si usted autoriza, entrenamiento a Hinata-sama.

Ante esto, la tez de la muchacha palideció desmesuradamente y un leve temblor se apoderó de sus manos. También los ojos de una niña instalada en un rincón de la habitación miraron con aprensión a la mujer a quien llama hermana.

Sin embargo, Hiashi sonrió y posó una mano cariñosamente en el hombro de Neji, complacido con su ofrecimiento.

—Es lo menos que esperaba de ti, Neji. Por supuesto que sí, puedes entrenar a mi hija —se giró a ver a Hinata y su mirada se tornó dura —. Alégrate, serás entrenada por el genio del Clan Hyuuga.

—S-sí.

Al escuchar la respuesta de su hija, el hombre que era la cabeza del Clan salió lentamente de la amplia habitación.

De repente, Neji se sintió terriblemente incómodo. Miró a su prima, quien había cerrado sus ojos evitando así encontrarse con los de Neji. Entonces fue que sintió una pesada mirada desde el fondo de la estancia y dirigió hacia el lugar donde supuso que estaría la persona que lo miraba de esa manera. Al hacerlo se encontró con los ojos de su otra prima Hanabi mirándolo con reproche.

Imitando a su tío, Neji salió del lugar, con la diferencia de que sus pasos eran mucho más rápidos. Al escuchar cerrarse la puerta corrediza, Hinata calló de rodillas, temblando inconteniblemente. Hanabi se levantó del lugar en donde estaba sentada y corrió hacia la muchacha de cabellos con destellos azulados.

—Hermana…

—Hanabi-chan, yo… —murmulló Hinata dejándose abrazar por su pequeña hermana.

—Vamos, te llevaré a tu habitación —dijo Hanabi ayudando a su hermana mayor a levantarse de nuevo.

Sin decir una palabra y aun temblando como si estuviera en el País de la Nieve, Hinata siguió a Hanabi-chan hasta el lugar que era casi como su santuario: los delicados ramilletes de flores que ella misma había confeccionado esa mañana se encontraban esparcidos haciendo parecer a la habitación un jardín con una cama bien tendida en el medio; unas velas de colores colgaban del techo lo suficientemente bajas como para que su dueña las pudiera prender fácilmente y un portarretratos metálico lo suficientemente grande como para albergar dos o tres fotos era lo único que se diferenciaba del ambiente natural del lugar. Era ahí donde Hinata se sentía en casa y podía expresarse a ella misma sus emociones.

Hanabi se detuvo en el marco de la puerta dejándole libre el paso a su hermana, quien entró lentamente y se sentó en la cama. Enseguida se llevó las manos a la cara y dejó escapar un sollozo.

—No sé por qué me siento de esta manera, Hanabi-chan —en el momento que escuchó su nombre, la niña de once años cerró la puerta tras de sí y se acercó nerviosa a la muchacha —. Se supone que perdonar es olvidar y dejar atrás ese miedo de ser lastimada, pero…

—Es algo normal, hermana. Él te lastimó, traicionó tu confianza. —sentenció la chiquilla.

—Lo sé. Pero… pero ya lo perdoné, le perdoné herirme incluso antes de que lo hiciera. Y sé que lo haré si me vuelve a herir, mi corazón dio su sincero perdón, sin embargo… — retiró las manos y miró los ojos de su hermanita —… mi mente se niega a olvidar e infunde el miedo de volver a ser lastimada.

—Yo pienso igual… —Hanabi desvió la vista hacia la ventana de la habitación.

— ¿Eh?

—Yo creo que no lo debiste haber perdonado, así como él no te perdonó ser parte del Souke. Yo no le perdono lo que te hizo.

— ¡Hanabi-chan! ¡Cuatro años es mucho tiempo!

— ¿Enserio? Él odió al Souke durante diez años, dejando de lado que todavía nos odie. –dijo la niña demostrando un temperamento completamente diferente al de su hermana.

—Hanabi-chan, por favor, no seas tan radical —le reprochó Hinata mientras se limpiaba la única lagrima que había dejado caer.

—Deberías hacer que nuestro padre cambiara de opinión. No entrenes con él —dijo Hanabi tomando la mano de su querida hermana —. Nuestro padre entenderá que tú tienes miedo, cambiará de parecer y no permitirá que Neji… —paró en seco al escuchar unos pasos fuera de la habitación.

Las dos muchachas miraron la puerta aprensivas esperando que la persona que estaba afuera pasara de largo. Sin embargo, la puerta corrediza del cuarto de Hinata se abrió lentamente.

—Buenas tardes Hinata-sama, Hanabi-sama —saludó el intruso —, y disculpen la intromisión, pero Hiashi-sama solicita que acompañe a Hanabi-sama a realizar los deberes de la academia.

— ¡Oh, sí! —Hanabi depositó un tierno beso en la mejilla de su hermana para después irse con el junnin que habían interrumpido su conversación.

Hinata suspiró. Al menos tendría un momento para pensar antes de la cena. Se recostó y dejó su mente volar.

No llevaba ni cinco minutos en esa posición cuando percibió que otra persona se acercaba a su puerta. Rápidamente se sentó y arregló un poco el arreglo floral que tenía mas cerca.

—Hinata-sama —el muchacho de ojos albinos asomó su cabeza a través de la puerta —. He venido a informarle a qué hora empezará nuestro entrenamiento.

— ¡Sí, por supuesto! —contestó Hinata con una tímida sonrisa.

—La espero mañana a primera hora en el bosque. —dijo Neji fríamente.

— ¿M-mañana? ¿T-tan p-pronto? —pero antes de que terminara de pronunciar estas palabras, su querido primo ya la había dejado sola.

Notas de la autora: ¡¡Holaaaa!! ¿Que tal? Bueno este es mi primer fic en esta página y espero que continue con muchos más. Deseo ser bienvenida y que me dejen rewiews con su opinión sobre esta recien comenzada historia.

Aun me parece increible que halla preferido publicar un fic de Naruto antes que cualquier otro, ya que este anime no pertenece a la lista de "Mis Cinco Animes Favoritos", pero bue... la pareja sí que lo es y por eso esta este primer cap arriba.

Gracias por leer y nos vemos en la próxima actualización, que está prevista dentro de tres días.

Maranine