Una vez más
Prólogo
Estaba feliz, su rostro solamente mostraba una hermosa sonrisa y sus ojos azules tenían un brillo que nunca había logrado tener. Se detuvo unos minutos para mirar el resultado por quinta vez: Positivo.
Tal vez en un tiempo las cosas habían estado algo distantes con su esposo, pero a pesar de eso las pequeñas muestras de amor que se daban eran sinceras y estaba segura de que con aquella noticia lo pondría más que feliz.
-Quita esa sonrisa si realmente quieres darle una sorpresa- Fueron las palabras de su prima Rapunzel, agradecía que ella pudiera acompañarla por sus resultados ya que Ana, su hermana, tenía algo importante que atender junto a su marido Kristoff.
-Lo sé, pero no puedo evitarlo… ¡Estoy embarazada!- La castaña sólo sonrió ante las palabras de la ojiazul, realmente se veía dichosa.
Unos pocos minutos después se encontró en la entrada principal del edificio donde trabajaba, Rapunzel insistió en que subiera sola ya que esa noticia era algo que sólo ellos debían compartir, la rubia asintió caminando a paso tranquilo al elevador. Jamás, aquel transcurso de escasos minutos se le hizo tan eterno, cuando estuvo frente a la puerta de la oficina de su esposo se extrañó de no ver a la secretaria del mismo, no prestó importancia para entrar sin ser presentada como solía hacerlo, cuando entro su esposo tampoco estaba pero escucho sonidos raros procedentes del baño hicieron que caminata hasta donde él; algo parecido a un gemido la hizo retroceder un poco pero la curiosidad y temor la ayudaron a seguir, movió la perilla pero no fue capaz de avanzar más allá del marco de la puerta; frente a ella, su marido tenía a su secretaria sobre el lavabo con la falda hasta la cintura y el penetrándola de forma ruda sin ser capaces de ver su alrededor.
-Jack…- Alcanzó a susurrar la rubia llamando la atención de ambos amantes, el platinado se puso aún más blanco de lo que su color de piel se lo permitía, mientras que la chica en sus brazos escondía su rostro en el cuello masculino.
-Elsa yo…- Pero la rubia no agregó nada más, dio media vuelta para correr hasta el elevador y abandonar aquel lugar con su rostro repleto de lágrimas- ¡Elsa, espera!- Sin prestar mayor atención a nada más que su esposa, abrocho rápidamente su pantalón para tratar de alcanzarla pero sólo fue capaz de ver como los números del elevador descendían, sin pensar en nada más fue donde las escaleras bajando lo más rápido que podía.
-¡Rapunzel!…- Grito la rubia a donde estaba su prima, quien asustada por el grito se acercó a ella- Vámonos, por favor- La castaña aunque confundida no replicó, simplemente subió a Elsa al auto alejándose de ahí.
Tan sólo fueron dos minutos de diferencia los cuales tardó el chico en llegar a la salida pero no había señal de su esposa, sin darse tiempo para pensar en nada corrió hasta el estacionamiento para ir a su casa, lo más probable es que la encontraría en ese lugar. Que
imbécil era, un total estúpido, aquella mujer llevaba mucho tiempo intentando seducirlo, pero se resistía sin embargo aquella seducción lo atraía cada vez más, pero la imagen de su esposa lograba regresarlo de aquella tentadora situación, iba a cambiar a la muchacha de área ya que no deseaba tratarla más, amaba a su esposa y odiaba estar en esa situación, pero todo se le fue de las manos al sentir como aquella pelirroja unía sus labios a los suyos, por más que lo trataba de recordar no se daba cuenta en que momento habían llegado al baño hasta que escucho la voz de la rubia en la puerta… Ahora en tan sólo un minuto de debilidad su perfecta vida se fue al carajo. Su linda y amada esposa lo más probable es que lo estuviera maldiciendo y odiando en ese momento pero debía explicarle todo, tratar de arreglar aquel terrible error que había cometido.
No supo cuánto tiempo tardó hasta llegar a su hogar, pero en cuanto llegó comenzó a gritar el nombre de su esposa y buscar por todas las habitaciones pero nada, no había rastro de ella… Se quedó pensando unos momentos, era obvio que ella no iría a su casa en ese momento, así que volvió a salir para buscar en cada lugar donde podría estar Elsa.
Rapunzel no daba crédito a lo que escuchaba, ¿Realmente el hombre del que hablaba su prima era el mismo que ella le había presentado tiempo atrás? Era imposible, pero ahí estaba la rubia sentada en el sillón de su sala apretando con fuerza sus puños, las lágrimas se negaban a dejar de salir pero ¿Qué podía decir?
-Tranquila Elsa, puede hacerle daño al bebe- La rubia sólo escucho aquella frase y respiró profundamente, con todo lo que había pasado se había olvidado de aquella hermosa noticia.
-Lo siento –
-No tienes por qué sentirlo- El timbre comenzó a sonar de forma desesperada, ambas se daban una idea de quien se trataba.
-Enciérrate en la habitación y no salgas para nada- Elsa asintió mientras que Rapunzel tomaba aire para así evitar golpear al hombre del otro lado de la puerta -Hola Jack- Saludo como si no supiera nada.
-Disculpa que te moleste a esta hora Rapunzel, pero... ¿Has visto a Elsa?- Realmente tenía intenciones de golpearlo pero no podía, no debía dejar que el supiera que ella estaba ahí.
-¿Acaso no sabes dónde está tu propia esposa? Vamos Jack, me enteré que estabas algo distante pero no creo que sea para tanto- Al ver como bajaba la mirada llena de arrepentimiento tuvo que morderse la lengua, no debía de seguir actuando- ¿Hay algo que tengas que decir?-
-Por favor, si la ves dile que es necesario que hablé con ella y dile… Que la amo y mucho… Que es lo más valioso e importante que tengo en mi vida- Apretó sus puños son dejar de ver en sus pensamientos aquellas lágrimas que llenaban los ojos azules que tanto amaba.
-No te preocupes, se lo diré- Jack asintió comenzando a alejarse de ahí, fue cuando Rapunzel pudo azotar la puerta con ganas de que está se hubiera incrustado en la dura cabeza de aquel tipo- Es un reverendo imbécil-
-Debo irme…- Susurro la rubia llamando la atención de su prima.
-Pero que dices, no te dejaré salir de aquí y menos así como estas-
-No te preocupes, no iré a mí…. Perdón, a la casa de Jack-
-Entonces-
-Iré con Ana-
-Pero Elsa-
-Por favor Rapunzel, no tengo deseos de volver a ese lugar y mucho menos verlo, iré con Ana y de ahí a casa de mi abuelo, estoy segura de que podrá recibirme… Jamás creí que el fuera capaz de esto…- La castaña la miro comprendiendo lo doloroso que debía de ser todo eso para ella.
-Quieres que haga algo por ti-
-Te daré las llaves de la casa, ¿Puedes traerme algo de ropa?-
-Por supuesto, ¿Deseas otra cosa?-
-Sólo una… Te daré los papeles del divorcio y quiero que hagas que Jack los firme-
-Pero Elsa…Tú eres…-
-Por favor, sólo… No quiero verlo-
-Lo hare- Puso una mano sobre su hombro para que está pudiera verla a la cara- ¿Qué pasará con él bebe?-
-El tomo la decisión de mandar todo al demonio por una zorra… Entonces este es sólo mi bebé y él no tiene por qué entrometerse ni saber de su existencia… Ahora entiendo porque estaba tan distante de mí-
-¡Pero es el papá de ese bebe Elsa!-
-No importa, prométeme que no le dirás nada, por favor- La castaña no estaba de acuerdo con ese plan en nada, pero entendía el dolor que sentía en ese momento.
- Está bien Elsa… Te lo prometo-
La idea me estaba rondando la cabeza en estos días así que decidí ponerla, dudo que sea un fic muy largo, pero aun así espero les guste nwn.
