Hola de nuevo a todos, he vuelto después de mucho tiempo, esta es una nueva historia que como podrán ver incluye nuevamente a mi campeón favorito Yasuo, esta vez trataremos con un universo donde no existe la liga y podrán ver como el caos dará lugar a situaciones que cambiaran el destino de muchos campeones a como lo conocemos, el tiempo en el que se sitúa la historia es una época en que los campeones aún se hallaban en juventud, así que en este nuevo mundo de campeones que están apenas puliendo sus habilidades o descubriéndolas aflorar un montón de historias de amor y emoción, espero que les guste.
Historias del Viento
Prologo
Soledad
La mañana lo despertaba con infinita quietud, los rayos de sol entraban tenues por el lado de la cortina que tapaba la ventana, las casas de madera hechas al estilo tradicional Joniano daba una apariencia similar a la de un cuadro a esa preciosa aldea escondida entre los altos bambús al norte de Jonia, el chico se levantaba sobando sus ojos sabiendo que al salir vería a su hermano meditando como de costumbre frente a su padre, ambos recostados sobre la misma piedra que se hallaba a unos metros de su casa rosando el rio, el muchacho que se hallaba junto al hombre de su misma estatura estaba con los ojos cerrados y llevaba su pelo atado en una coleta, el chico se acercó a donde ambos y les dio una palmada en la cabeza, el muchacho en reacción a la acción del chico lo agarró del cuello colocándolo entre el espacio interior de su codo y su abdomen y ahí froto sus nudillos contra la cabeza del chico. El hombre mayor, padre de los dos, se levantó y hablo:
-suficiente Yasuo, le dije a tu hermano que nos desconcentrara de la meditación cuando despertara, hoy el recibirá su espada- dijo el hombre con los brazos cruzados y los ojos entrecerrados
-vaya vaya, pero mira quien empezara a recibir palizas con acero en vez de madera- dijo Yasuo
-ja! Ya veras, te superare- dijo Yone
-ya basta de tonterías, Yone, ven conmigo, Yasuo quiero que vayas a afilar tu espada y a meditar después de eso, quiero que aprendas a ser un hombre de calma, no quiero que el incidente del torneo pasado se repita- ordeno el hombre
-entendido padre- dijo Yasuo
-nos vemos luego hermano- dijo Yone caminando detrás de su padre mientras que movía el brazo de lado a lado en lo alto para despedirse
Yasuo sabía que el camino hacia el centro de la aldea se demoraría un rato, ellos vivían un poco alejados de la aldea ya que el padre de ambos había quedado traumatizado después de que en una invasión de la orden de las sombras al haber estado en una de las casas principales del pueblo fueron uno de los primeros objetivos de la orden, ya que en aquel entonces solo Yasuo y su padre podían pelear, la madre de Yasuo murió protegiendo a Yone quien en aquel entonces no sabía nada acerca de combate, hasta ahora el recuerdo atormenta a Yone en ocasiones pero su padre y su hermano siempre lo han apoyado para que el recuerdo no lo consuma en culpa.
Yasuo entro a la casa y tomo su espada que se hallaba colgada en un estante en la pared, salió de esta y cerro con fuerza la puerta, salió caminando hacia la cascada que daba origen al rio que pasaba cerca de la casa de ambos, ahí el padre de él tenía un pequeño taller construido con madera y usando piedras del rio en el cual afilaban sus espadas, Yasuo se sentó en medio de la pequeña estructura de madera y usando una de las piedras especiales de su padre empezó a afilar su espada, después de algo de tiempo ahí sentado haciendo lo que le fue ordenado, se quitó su camiseta, su bufanda y su pantalón (si muchachos antes de que Yasuo anduviera por ahí el solía tener camisa según yo jajaja) en interiores se colocó debajo de la caída de la cascada y en una pose característica de meditación se quedó debajo de esta (lo sé, lo sé, que cliché… pero bueno, es cool) el muchacho alcanzo un punto de relajación total y pudo ver como toda la tensión de su mente y cuerpo se disolvieron en el aire a su alrededor, siguió con esta sensación hasta que un olor familiar lo saco de su trance, ese olor a quemado, humo, una nube espesa de humo negro se levantaba varios kilómetros en la distancia entre los bambús, eso no era nada bueno.
Yasuo salto del lugar donde se hallaba sentado hasta la orilla y rápidamente cambiando sus interiores con otras que el solía tener en la cabaña se vistió, agarro su espada salió corriendo hacia su casa, la noche ya se hallaba levantada sobre el cielo y las luces de la casa se hallaban apagadas, su padre y su hermano aún no habían llegado. Yasuo entro con apresuro a la casa y esperando lo peor entro a su habitación y se colocó su armadura, él aunque no lo pareciera por su juventud, era el espadachín más habilidoso de la aldea y uno de los guerreros más fuertes de Jonia, la gente lo reconocía en combate por su armadura de un color azulado con bordes plateados ( imaginen la armadura de Yasuo completa, con una pechera, una pieza de hombros también en su lado derecho pero que es mucho más pequeña que la del lado izquierdo, y obviamente esa especie de falda en armadura que suelen portar los samurái) El muchacho se alisto lo más rápido que pudo y salió corriendo desesperadamente, se sentía increíblemente ligero, aun llevando la armadura se sentía mucho más ligero que corriendo sin ella.
El joven samurái llego a la horrible escena un montón de ninjas de la orden de las sombras se hallaban destrozando la aldea y tomando todo lo que se encontraba dentro las viviendas, pero esta vez la situación era mucho más grave, el mismísimo señor de las sombras se había hecho presente en el ataque, se sentía su tremenda presencia en todo el ambiente, Yasuo miraba horrorizado a los espadachines de su aldea combatiendo con todo lo que tenían contra los ninjas pero no tenían esperanza, los ninjas tenías tres ventajas, la noche, la cantidad y el factor sorpresa, Yasuo corrió a ayudar a uno de sus compañeros de combate y choco espaldas con el diciéndole:
-Rance te cubro la espalda!- dijo Yasuo
-me alegra verte, te demoraste un poco- dijo Rance
-estaba meditando no contaba con esta inesperada visita- dijo Yasuo mientras que bloqueaba el ataque de uno de los ninjas de la orden
-ya me preguntaba porque llevaban tanto tiempo sin saludar- dijo Rance rebanando la cabeza de un oponente
-oh ya sabes cómo es Zed, es tímido solo viene cuando tiene muchas ganas de hablar- dijo Yasuo mientras atravesaba a uno de sus enemigos
-Yasuo, ve a buscar a tu padre lo vie que estaba con tu hermano, yo puedo con estos bastardos- dijo Rance mientras que chocaba su espada contra las cuchillas retractiles de dos ninjas
-ya vuelvo- dijo Yasuo corriendo alejándose de su amigo
-no mueras!- fue lo último que alcanzo a escuchar Yasuo mientras corriera entre la aldea en llamas buscando a su padre entre la cacofonía de acero que se oía a su alrededor
Yasuo corrió todo el camino hasta el centro de la aldea donde se halaba el palacio del líder donde su familia solía residir, vio que había una cantidad inusual de ninjas alrededor de la edificación así que entrando por la fuerza abriéndose paso con su espada llego hasta donde se hallaba su padre
-Padre!- grito Yasuo al ver a su padre combatiendo y su hermano sosteniéndose al margen de los ninjas a duras penas
-Yasuo no! NO VENGAS! NO ES SOLO LA ORDEN ESTA VEZ! HUYE!- grito el padre de Yasuo mientras sostenía su espada contra las cuchillas de un ninja
-no iré a ninguna lado padre- dijo mientras seguía abriéndose paso entre los ninjas inferiores, asesinándolos con golpes certeros, desmembrándolos en ocasiones
-NO YASUO!- el padre de Yasuo grito una vez mas
Yasuo sintió un empujón de la nada y después de eso dolor, había sido un par de cuchillas que le hicieron un corte rasgando su armadura y cortando parte de su piel
-el honor es algo de necios- se escuchó la profunda voz del maestro de las sombras hablar mientras que el chasquido de la sangre golpeando el piso se escuchaba fuertemente en la cabeza de Yasuo
-MALDITO!- el padre de Yasuo se abalanzo hacia Zed pero este rápidamente en un movimiento uso su habilidad definitiva sobre el hermano menor de Yasuo no para hacerle daño pero para posicionarse detrás de él y colocar su cuchilla sobre su garganta
-no no viejo enemigo, hoy no, suelta tu arma o le rebano el cuello al chico- dijo Zed apretando su cuchilla contra el cuello de Yone
-tsk…- el padre de Yasuo dejo caer su espada y se arrodillo en el piso
-vamos a ver qué pasa primero, si te suicidas para salvar a mueres después de que lo mate?- dijo Zed con esa voz neutral y sin emoción alguna de siempre
-eres un cobarde!, no tienes honor! Asqueroso ninja!- dijo el padre de Yasuo
Yasuo apretó con fuerza su espada ya que se hallaba perplejo y antes de que pudiera si quiera moverse vio como el cuello de Yone derramo un poco de sangre –da un solo paso joven ignorante, un solo paso y veras su cabeza rodar- dijo Zed mirando ahora a Yasuo
-hijo mío, por favor guarda la calma, júramelo, júrame que nunca dejaras que esa ira que llevas dentro te consuma- dijo el padre de Yasuo
-está bien padre, lo juro- dijo Yasuo entre lagrimas
-cuida bien de tu hermano- dijo el padre de Yasuo mientras que tomaba su espada con ambas manos y mirando a sus dos hijos una última vez les dijo –los amo, cuiden del otro- y al mencionar la última palabra, enterró su propia espada en su estómago frente a sus dos hijos, Yone rompió en llanto y Yasuo contuvo lo que más pudo sus emociones.
-jajajajaja! Patético- dijo Zed mientras que le hizo un corte en el cuello a Yone dejándolo desangrarse, a Yasuo antes de que pudiera moverse para actuar al respecto lo taclearon entre varios miembros de la orden de las sombras y empezaron a golpearlo de manera frenética, partiendo su armadura, destrozaron todo lo que protegía sus órganos vitales a golpes y partieron su hombrera derecha (dejándolo tal y como lo conocemos en su splash art original solo que aquí es mucho más joven ya saben), Yasuo se hallaba ensangrentado de la cantidad obscena de golpes que acababa de recibir, imposibilitado de moverse después de haber recibido tanto daño vio como cada uno de los miembros sobrevivientes de la orden de las sombras se marchaba junto con su maestro, Yasuo se arrastró hasta el cadáver de su hermano y su padre y vio como el edificio en el que estaban se consumía por las llamas, sabiendo que tenía que salir de ahí, se arrastró hasta la salida no sin antes haberse quedado un poco la espalda y la parte trasera de los hombros con quemaduras graves por el fuego.
Yasuo logro salir del edificio arrastrándose por las escaleras hasta llegar al suelo empedrado donde vencido por el agotamiento no pudo moverse más, vio como todo a su alrededor ardía, todas y cada una de las personas que conocía yacían muertas ahí. De la nada en un giro dramático del clima empezó a llover repentinamente, la lluvia limpiaba la sangre de todos sus cortes y heridas, la sangre no paraba de brotar de entre cada uno de los lastimados de su piel.
Apoyándose de la madera mojada de una edificación cercana que acababa de ser apagada por la lluvia, se trató de levantar consiguiendo únicamente caminar casi completamente agachado, tambaleándose dio cinco pasos y cayendo rendido ante su condición se dejó caer una vez más, se sentía muy cansado, sentía sueño y ganas de dormir.
No podía dejarse vencer, no podía perder ante aquel canalla que causo esto, que causo lo que a partir de ese día seria la infinita marca de su soledad.
