Titulo: Rechazo

Capitulo 1: Declaración

Pareja: Gray Fullbuster y Juvia Loxar

Fandom: Fairy Tail

Derechos: Fairy Tail no me pertenece, es de Hiro-san, solo tomo sus personajes para crear historias alternas y divertirme yo y mis lectores.

Advertencias: Capítulos cortos y concisos.

Sumary:

RECHAZO

Declaración

Esa mañana, había tomado la decisión de por fin decirle a aquel chico cuanto era que lo amaba, iba a confesar sus sentimientos aunque le costara demasiado trabajo, y es que de verdad que ya ansiaba el declararle la verdad, ansiaba el que él le dijera que también gustaba de ella.

Porque no, iniciar una relación a su lado.

Últimamente, el chico de sus sueños, se preocupaba por ella, si no tanto como a ella le gustaría, por lo menos ponía en su persona algo de atención, le preguntaba como estaba, le hablaba, le sonreía.

Se sentía parte de su universo y eso a ella le ilusionaba demasiado, dándole a entender que podía suceder algo entre ellos.

Con esa idea, se levantó de la cama, se metió a la bañera a tomar un agradable baño que le calmara los nervios y se preguntó que debía vestir, para ella, este día iba a ser especial, así que decidió sacar uno de sus atuendos favoritos.

Del guardarropa, eligió un hermoso vestido entallado en colores azules, desde el azul hielo hasta el azul rey intenso, en rayas horizontales que le llegaban hasta medio muslo, la parte del escote era en una V con los hombros descubiertos, y decidió no llevar un gorro en su cabeza, esta ves, el adorno de mariposa, la dejaría en su cabello que naturalmente dejó suelto a su espalda.

Se maquilló como siempre, discreta, un lápiz labial de color neutro y apenas si retocó sus hermosas pestañas negras, roció en su cuello y parte de su pecho un poco de su perfume favorito, se colocó sus botas azules y decidida, agarró su bolso dispuesta a salir al gremio.

Ese día iba a decírselo.

Cuando llegó a su destino, se detuvo en la entrada y suspiró hondamente, nerviosa, ansiosa, emocionada y unos pasos se detuvieron detrás de ella.

-¿Juvia?- la mencionada se giró para encontrar los ojos violetas que la miraban con detalle.

-Erza-san, buenos días- le regaló una bella sonrisa, había conocido a la chica pelirroja quien era como la "capataz" del gremio, sabía también que era demasiado fuerte, sin embargo imaginaba que ella en una pelea con Erza, podría tener una ventaja… pero recordó el examen Clase S.

Erza la iba a destrozar.

-Buenos días, Juvia, se me hizo raro verte aquí con ese atuendo, comúnmente no eres provocativa, esa es Lucy –comentó retomando su andar para adentrarse al gremio, invitándola a entrar con una mirada.

Juvia sonrió, Erza podría dar miedo, pavor, pánico, pero también era bondadosa, amable y sobre todo hermosa.

-¡¿Se están peleando de nuevo?- el grito desde adentro del gremio, hizo que a Juvia le saliera una gotita en la cabeza.

-¡Aye!-

Pero Erza nunca dejaba de dar miedo.

Con paso decidido, se adentró al edificio y vio que todo estaba semidestruido, sin embargo, para ella era normal el verlo así, su nuevo hogar, su familia Fairy Tail era así, si no había destrozos, peleas, no era su gremio escandaloso.

Pero de alguna forma se sintió intimidada, y es que muchas miradas repararon en ella, y recordó las palabras de Erza, ¿de verdad su atuendo era tan "llamativo"?

-¡Juvia, Buenos Días!- una voz alegre de una chica rubia la hizo girarse para saludar con una sonrisa, y se quedó ahí, sus ojos chocaron con los grises de su amado, la miraba atento, ella se sonrojó.

-¡Te gussssta!- Happy y Lucy le hicieron burla al pelinegro, quien negó con vehemencia completamente sonrojado, Juvia sonrió complacida.

A pesar de todo, y que la rubia era su rival en el amor, los apreciaba a todos.

Se sentó al lado de Gray quien comenzaba a quitarse la camisa y le gritaba un par de groserías a Natsu a espaldas de Erza, quien le contestaba con provocaciones a peleas.

El día pasó con tranquilidad – la tranquilidad que puede dar Fairy Tail-

Esa noche, Juvia se quedó hasta tarde para poder encontrar a su amado a solas, había decidido que ese día, sin importar que ni como, iba a declararse, por su parte, Gray se había quedado en el gremio junto a Erza y a Mira, platicando de cualquier cosa.

Cuando ya todos comenzaron a despedirse, Juvia se acercó a Gray con timidez.

-Ehh… Gray-sama… espere- el mencionado se detuvo y se giró extrañado a la maga de agua.

-¿Qué pasa, Juvia?, ¿Sucede algo malo?- ella negó con un descomunal sonrojo.

-P-podemos habar en pri-privado, por favor- Gray levantó una ceja, accedió mientras la seguía por la calle hasta una pequeña plaza donde había una hermosa fuente.

Juvia se detuvo frente a la fuente que era hermosamente iluminada, el agua danzaba armoniosa, Gray se detuvo detrás de ella.

-¿Juvia?- la chica se tensó y se giró a verlo con la cara completamente roja.

-Ahh Ju-Juvia tiene algo importante que decirle… -Gray se preocupó.

-¿Paso algo?, Juvia estás preocupándome –ella negó con la cabeza y sus ojos se llenaron de determinación.

-Juvia quiere decirle que ella… -tragó en seco, sus ojos chocaron con los de Gray- Que ella está…esta… -el tenerlo en frente, que le estuviese mirando, y encima que no tuviera su camisa puesta, el nerviosismo era demasiado.

Sus piernas temblaron, sus ojos brillaron.

-¿Juvia, estás bien? –las manos de Gray en sus hombros, sus ojos preocupados, embellecidos en la mente de la maga de agua, sonrió.

No soportó más, simplemente tomó con cuidado las mejillas del mago de hielo, este se quedó tieso.

-¿Ju-Juvia?- no podía negarlo, el tenerla tan cerca, lo ponía nervioso.

Se acercó más, los labios de ambos se rosaron, Juvia estaba perdida en los ojos de él y le selló los labios del mago de hielo, cerró sus ojos, se dejó llevar.

Gray primero se quedó estático, no se esperaba que Juvia le besara, era tierno el beso, era suave, era delicado y cálido, no era molesto y respondió, por alguna razón sus labios se movieron solos, sus ojos se cerraron para disfrutar las sensaciones, sus manos cobraron vida propia, la abrazó.

Se besaron, y aunque no era apasionado, Juvia se sentía entre las nubes, Gray se sentía extraño, se quedó atontado y cuando sus labios se separaron, ella le sonrió sonrojada, con todo el valor que tuvo se confesó.

-Gray-sama… Juvia siempre lo ha querido, siempre ha deseado estar a su lado –el chico la soltó lentamente, aún con las emociones al límite, su corazón latía con fuerza, no supo por qué, pero se alejó de ella.

-Juvia, yo… mira…-no supo que decir, estaba como ido, confundido, debía aclarar su mente.

-Juvia le puede dar el tiempo que usted necesite –la voz de la maga se escuchó apagada, estaba algo decepcionada.

-Gracias… -la chica, al escuchar al mago de hielo, se dio la media vuelta, apretando su bolsa entre sus manos, caminó lentamente para perderse entre las calles, Gray la dejó ir.

Confundido, solo se sentó en la fuente, mirando el agua, ¿Qué había sucedido?

Gruesas gotas de lluvia anunciaban una tormenta, Juvia caminaba por las calles con el corazón al borde del colapso, Gray había respondido su beso y al mismo tiempo le había cortado sus alas. ¿Qué debía creer?

La lluvia empapaba su cuerpo, ella se detuvo mirando el cielo nocturno empañado por la lluvia, y un relámpago apagó el grito de desconcierto que dejó salir de su garganta.

Gray por otro lado, dejaba que la lluvia lo bañara ahí en la fuente, miraba a la nada, su mente recordaba la vez que conoció a su compañera peliazul, cuando pelearon, como la venció, como lloró cuando vio el cielo azul, cuando los acompañó sin siquiera pedírselo a la torre del paraíso…

Cuando se unió al gremio.

Suspiró hondamente, él nunca le había dado pie a que ella se enamorara de él ¿verdad?

Alguien como él.