Hellboy y sus personajes no me pertenecen. Son propiedad de Mike MignolayGuillermo del Toro.
Piece by Piece
Y ahí, estaba su padre, el Rey Balor, frente a uno de los lideres de los humanos, quien ya había dejado caer al suelo su escudo y espada, y en lugar de empuñar su arma, ahora le daba la mano al rey del mundo con el que habían tenido una de las guerras mas sangrientas y brutales, mientras el ejercito de humanos aglomerado en lo bajo de la colina gritaban emocionados y agitaban los brazos al aire celebrando.
Su padre quedo satisfecho con el final de una guerra tan atroz. Ni los humanos ni el mundo de los seres mágicos gano la guerra, las batallas ganadas resultaron ser vacías y lamentables, y en lugar de gloria, dominación o expansión, se perdieron a muchos de ambos bandos. No podía existir gloria en semejante barbaridad. Una tregua y un trato inquebrantable bajo un juramento sincero era la única opción viable que podría traer paz, y con ello la fragmentación en tres partes de la corona del Ejercito Dorado. Dos de las partes se quedarían con la familia real, y una parte para los humanos, y ambos mundos juraron que se mantendrían lo más separados posibles. Cada quien en su lado, los humanos en sus aldeas y ciudades y sus propios agujeros insaciables, los seres mágicos en los bosques, la naturaleza y la tierra misma, y esa tregua se pasaría de generación en generación, advirtiéndole a cada miembro de cada mundo cual era su lugar.
Nuala también estaba satisfecha y sumamente aliviada de que la guerra terminara al fin. Se había derramado tanta sangre, se habían escuchado tantos gritos y se había despilfarrado tanta crueldad que era difícil creer que todo había sido tan real. Todo el mundo celebraba la tregua que se supone traería paz finalmente, pero en cuanto su padre tomo la mano del humano sellando aquel acuerdo, Nuala sintió como si le hubieran dado una apuñalada en el pecho, que la hizo sobresaltarse y le dificulto la respiración por un segundo. Esa punzante sensación que sintió dentro de ella era la furia de su hermano Nuada.
La punzada se mantuvo volátil en su pecho y se expandió hasta su torso y su cuello como si estuviera rellena de humo y vapor caliente. No se atrevió a mirarlo, a unos pasos atrás de ella, pero podía sentir el fulgor de su ira y su desconfianza, la decepción que su padre le había causado en ese momento, y no fue hasta segundos después que tuvo el valor de mirar hacia atrás para verlo, y se encontró a su hermano alejándose. No alcanzo a ver su rostro lo suficiente, el único indicio físico de alguna emoción en él solo se reflejaba en sus puños tiesos.
Nuala observo impresionada, pero en calma, como su hermano le decía con vehemencia a su padre que no confiaba y que nunca confiaría en las promesas de los humanos, siempre tan arrogantes, vacíos y despiadados. Tanta avaricia junta y cruda solo podía infectar el alma corrupta de cada ser humano, ¿Cómo se podía creer en seres como esos? A pesar del profundo enojo de su hijo, su padre no peleo con él. No tenia caso pelear o discutir por una decisión que ya estaba tomada y no importaba lo que pensara su hijo, no cambiaria de parecer.
Nuada, al verse ignorado, finalmente se calmo un poco, y concluyo diciendo que se iría al exilio, y juró que sólo regresaría el día en que su pueblo más lo necesitara, y dicho eso, frente a las miradas sorprendidas y los murmullos de los espectadores salio, del Salón de Consejo dispuesto a irse al exilio, solo y con su inseparable lanza.
Nuala bajo un poco la cabeza, y al igual que su padre, también decepcionada por la decisión que había tomado su hermano, y levantando un poco los ojos, lo vio pasar a su lado y salir por la puerta después, y espero a que su hermano tan siquiera la mirara… pero no sucedió nada, simplemente se largo y la paso de largo como si no existiera. Hasta ella podía sentirse encolerizada, y sin estar dispuesta a soportar aquello, decidió hacer algo y también salio de la sala tras él, y si tenia algo de suerte, hacerlo cambiar de parecer… si no podía hacerlo… entonces, simplemente se quedaría sola.
Su hermano caminaba demasiado rápido a pesar de saber que detrás de él trataba de detenerlo su hermana. Parecía ansioso por irse y dejar a todos atrás, y Nuala apenas pudo alcanzarlo corriendo y medio tropezando con su vestido.
-¡Nuada!- lo llamo al fin alcanzándolo, y en un acto demasiado osado y desesperado lo detuvo tomándolo firmemente de la muñeca con ambas manos. Su hermano se detuvo sin mirarla, esperando que lo soltara para seguir su camino, pero ella no lo hizo. De todas maneras eso no era un impedimento, la fuerza con la que su hermana lo sostenía no se comparaba con la suya, sin embargo, algo mucho más fuerte que él lo obligaba a detenerse ahí mismo aunque quisiera irse de una vez. Tal vez… sólo tenia que despedirse al menos de ella… y también, dejarle bien claro que lo mejor era que él se fuera.
-No puedes irte- le dijo ella, mas como un ruego que otra cosa. Escucho la respiración entrecortada de su hermano, que seguía dándole la espalda, y segundos después, finalmente se volteo hacia ella con la cabeza baja y solo así Nuala lo soltó muy lentamente, a pesar de saber que al tocarlo estaba rompiendo las propias reglas que su padre les había impuesto hace mucho tiempo, pero, ¿Qué importaba ahora?
-No puedes irte Nuada- le dijo por segunda vez su hermana implorándoselo con la mirada. Nuada pudo sentir en él la angustia de su hermana Nuala y a la vez la desesperación por quedarse "sola". Desde niños habían estado juntos, todo el tiempo, de una manera indescriptible e inquebrantable a pesar de los intentos de su padre por mantener el corazón de Nuala alejado del de Nuada. Incluso en las ocasiones en que cada quien estaba de su lado, ya se que él estuviera entrenando o ella en la biblioteca, la conexión que tenían desde su nacimiento los unía aunque no pudieran verse, hablarse o tocarse. Era como tener tu propia mente en la mente de otra persona y viceversa, sin embargo la idea de pasar un tiempo indefinido (y seguramente largo) sin poder verse y sin acercarse uno al otro era demasiado angustiosa para ambos. La idea a Nuada tampoco le gustaba, pero estaba dispuesto a soportarlo como pudiera, después de todo, las emociones no pueden matarte a menos que lo permitas. Ya encontraría la manera de sobrellevarlo, y su hermana… también… así tuviera que obligarla.
Eso era algo que tenia que hacer. Él sabía muy bien que algún día los humanos se rebelarían, romperían su promesa entre tanta arrogancia y atacarían a su pueblo, temerosos de tener entre ellos a seres superiores con poderes e inteligencia, y sin duda tratarían de acabar con ellos, fruto de sus miedos de inferioridad, y con ellos a su hermana. No podía permitir que algo le sucediera a ella especialmente, la única opción que creía posible era prepararse más que lo suficiente, hasta la perfección, y después acabar con ellos... y luego, regresar por su hermana.
-Querrás que me vaya- le aseguro su hermano suavemente, mirándola con una dulzura sumamente discreta más poco usual en él y acariciando la mejilla de su hermana apenas por encima de la piel pálida. Ella lo miro confundida, era como si no la estuviera escuchando o no entendiera. Apenas murmuro un "¿Qué?" y estuvo apunto de responder cuando de pronto y sin aviso, la mano de su hermano sobre su rostro la aprisiono con brusquedad y la otra tomo su brazo y la jalo hacia él tan rápidamente que ella ni cuenta se dio, y sin darse tampoco cuenta en que momento sucedió, él simplemente la beso, como si besar a tu propia hermana fuera la cosa mas normal del mundo.
Una mescolanza de ligera repulsión culpable le golpeo las entrañas, y un ansia tibia y trémula, paralizada, se incrusto en sus labios. Nuala perdió los estribos de todo comportamiento o regla y se quedo en un inútil shock mientras su hermano la besaba, apenas ligeramente, con cuidado y sin exceso, un beso quizás demasiado casto, muy a tientas, con un destello de vergüenza y expectante de una respuesta. Nuada esperaba su reacción con ansias mientras mantenía sus labios sobre los de su hermana. Las pocas milésimas de segundo que pasaron después, comenzaron a dejarlo cada vez mas avergonzado y abrumado por lo que estaba haciendo, pero no sucedía nada de lo esperado, ella simplemente no respondía al gesto que se supone estaba rotundamente prohibido entre ellos. A Nuala la impresión la dejo atónita y con los ojos bien abiertos, picando bajos sus parpados, como si fuera a llorar de puro horror y sorpresa. Pocos segundos después que retomo los estribos, ella cerro los ojos con fuerza y finalmente empujo a su hermano obligándolo a soltarla, ahogando un gritillo, como si al momento de separar sus labios, él se hubiera llevado consigo un pedazo invisible y etéreo de su alma que de pronto se había quebrado y fragmentado dentro de ella, mientras se tapaba la boca con una mano.
-¿Cómo pudiste?- murmuro momentos después, mirándolo espantada, sobrecogida por lo que había pasado. Era tan irreal y a la vez lo veía tan cerca, casi lo esperaba, que le resultaba creer que fuera cierto, que de verdad sucediera finalmente lo que tanto tiempo trato de ignorar y acallar con tantos años y tiempo invertidos. Tanto esfuerzo de autocontrol se había ido al carajo gracias a su hermano.
-¿Cómo te atreviste?- le reclamo con la mirada impregnada en una furia determinante y la asquerosa culpabilidad que había comenzado a golpearla como un certero látigo en su espalda, y una consternación airada e hirviente en sus doradas orbes lo miraban descolocada por sus acciones.
-Ahora querrás que me vaya- le dijo su hermano con la respiración entrecortada, tal cual siempre respiraba cuando se impresionaba demasiado. Sí, se había impresionado incluso de lo que él había hecho. Su hermana y él tenían una línea determinante y un muro transparente que entre los dos habían construido entre si con el paso de los años. Nuada jamás pensó que llegaría a tener las agallas (o la poca y descarada vergüenza) de atreverse a sobrepasar la línea. Ante su propia decepción solo atinaba a bajar la cabeza... mas sin embargo no estaba arrepentido.
Nuala pudo sentir martillarle en la cabeza la vergüenza y decepción que sentía su hermano hacia si mismo al usarla como un vulgar pretexto de escape, para dejarla. Ella se quedo estupefacta de su crueldad y por un momento se arrepintió de ser su hermana y estar conectada de esa forma inevitable hacia él. Le dieron ganas de agarrar una daga y desgarrar de un tajo el vinculo entre ellos, así le costara la vida a él y a ella.
-Perdóname Nuala- le susurro apenas, levantando la cabeza sin atreverse a mirarla por completo. Suficientes osadías vulgares se habían vivido ya como para tener la suficiente decencia y valor de verla a los ojos después lo que había hecho. Después, Nuada simplemente se dio la vuelta y siguió su camino, al cual se le unió el Señor Wink. Nuala lo vio alejarse… tan lejos ahora, y a la vez tan cercanos los dos, para siempre… desesperada, culpable y ansiosa, arrepintiéndose después de perder la que seria seguramente su única oportunidad de demostrarle lo que realmente sentía a su hermano. Pasaría mucho tiempo antes de que cualquiera de los dos se atreviera a sobrepasar de nuevo esa miserable línea… pasaría demasiado tiempo, que seguramente morirían antes, y ella no volvería a tomar una oportunidad como esa para desahogar tanta pena con la propia fuente de su angustia… y tal vez así era mejor.
Tal vez había personas que aunque estuvieran destinadas a estar juntas, que siempre habían estado juntas, mientras más cercanas, más lejanas. Era como pagar el precio de un sentimiento tan egoísta como lo era el amor. Quizás no había otra opción mas que resignarse a la mediocridad del miedo y la aparente comodidad, y sintiéndose más culpable que nunca, tan áspera y hostil consigo misma, sin poder soportar tanto peso sobre sus hombros, Nuala se dejo caer de rodillas sobre el suelo, pensando, como siempre lo había hecho, en su hermano; ahora, en ese beso, tan breve y tan miserable… tan anhelado y doloroso, y era una gama tan increíble y extensa de emociones, de profundidad y grado de color, que Nuala sintió asco y comenzó a sollozar débilmente, mientras un par de lagrimas resbalaban por su rostro desfigurado de pena, tratando de acallarse con ambas manos.
Era hora de expiarse, de atreverse a olvidar a su hermano para siempre. Si él se había atrevido a tocarla, ella se atrevería a olvidarlo… donde más le doliera, tal y como a ella le dolía en ese momento.
Incluso la dulzura podía volverse amarga.
Aquí estoy de nuevo con un fic de mi pareja favorita de Hellboy. Mi otro fanfic "If yo dare" no alcanzo para llenar mis ganas de escribir sobre esta pareja. Pase mucho tiempo pensando en hacer otra historia y pensando en alguna idea, finalmente vi en YouTube un AMV de Nuada y Nuala con la canción de "Piece by piece" de Katie Melua, y la letra simplemente era perfecta para la relación entre estos hermanos. Si desean ver el video, aquí les dejo la dirección: .com/watch?v=HlES8EHhQqE (solo pongan al principio youtube, porque la pagina corta las direcciones)
Este fic solo será de dos capítulos, en el siguiente, retratare lo que dice la canción (pero no será un songfic, después de todo ni siquiera están permitidos en la pagina) pero me inspire en la letra para escribir esta historia. Este primer capitulo es como una introducción de las razones de Nuala para olvidarse de su hermano poco a poco, tal y como dice el titulo de la canción que en español seria "pieza a pieza". Luego entenderán mejor de que estoy hablando.
Por cierto, este fic se supone debió haber sido publicado ayer 30 de enero, porque cumplí dieciocho años, pero la estúpida pagina no se que chingados tenia que no aceptaba el documento y pues me paso a fregar, y yo que quería que dijera abajito: Published: 1-30-10. Como mis padres descubrieron que estoy comprando las respuestas de los exámenes, como castigo no me regalaron nada para Navidad y mucho menos para mi cumpleaños (y aquí entro en mi fase de Drama Queen), así que decidí hacerme mi propio regalo (y aun me suena patético como suena, pero es cosa mía), y que mejor que con un fic de Twincest que tenia tantas ganas de escribir.
No tengo nada más que comentar, salvo que espero les haya gustado el primer capitulo a pesar de lo corto, y espero no haya quedado el asunto del beso muy forzado o ridículo, o peor, en OoC (aun temo eso), pero trate de retratarlo como la ultima oportunidad que toma Nuada de hacer algo que siempre quiso hacer, y casi poder darse el lujo de irse en paz con aquel pretexto y darle a su hermana una razón para odiarlo solo un poco y dejarlo ir sin sentirse tan culpable de dejarla, por así decirlo, sola. Tampoco me pareció adecuado hacer el beso súper apasionado con lengua y toda la cosa, y por eso lo deje así como breve y un poco casto, muy apenas. No soy muy buena con eso de describir besos, nunca me he enamorado (mas que de mi misma sinceramente) y pareciera que no soy capaz de sentir amor por alguien, por lo tanto jamás he besado con un sentimiento sincero salvo conveniencia, aburrimiento, o burla, pero bueno estaré gustosa de escuchar sus opiniones a quien quiera dejar un review.
Por ultimo, gracias a Darkpat que me dejo un review en "If you dare" y a los que me dieron su opinión sobre el fic.
Me despido
Agatha Romaniev
