Falsa realidad.

Naruto ha logrado traer de vuelta a Sasuke, pero en el intento ha caído en coma, ahora el Uchiha se verá obligado a hacerse pasar por el rubio, por lo que tendrá no solo que fingir ser el Hokage, sino también ser el esposo de Hinata Namikaze. ..-Me niego- la mirada del Uchiha se poso sobre la ojimiel. – No seré Naruto, no seré Hokage, y mucho menos seré el esposo de una extraña.

.

.

Los personajes de Naruto son solo propiedad de Masashi Kishimoto.

.

.

Amistad

-¡Dobe!- sus pies saltaban de una rama a otra, sentía por primera vez en su vida el cansancio en su cuerpo. Todo era culpa de aquel estúpido rubio, ¡no!, decir aquello era mentirse a sí mismo, la culpa no era de nadie mas que de su absurdo orgullo Uchiha, si no hubiera sido tan necio probablemente no tendrían que estar huyendo de unos simples maleantes.

El rubio quien le llevaba unos centímetros de ventaja, jalo del brazo de su ahora nuevamente mejor amigo.-¡Teme deja de maldecir!- omitió olímpicamente la mirada nada agradable que el Uchiha le envió, sin perder tiempo entro junto a Sasuke a una cueva subterránea que había visto desde hace unos minutos, sus instintos ninjas le aseguraban que aquellos bandidos no pertenecían a ninguna línea de sangre.

Una vez adentro esperaron escuchar los pasos alejándose, tal como lo habían presentido, se fueron, el rubio dio un suspiro largo y pesado, no podía creer que a estas alturas tuviera que huir de unos simples ladrones.-¡todo es culpa tuya idiota!- menciono el ojiazul señalando acusatoriamente al azabache, vaya que era su culpa, si tan solo no hubiera puesto resistencia a volver a la aldea, nada de eso hubiese pasado.

El azabache olvido por completo la posibilidad de que lo escucharan, olvido su cansancio, olvido que necesitaba un trago de agua, olvido absolutamente todo, y como siempre hacia frente a Naruto: solo actuó por impulso. ¡¿A quién carajo le echas la culpa, estúpido dobe!- el rubio retrocedió un poco nerviosos ante la mirada asesina que su querido amigo le enviaba.

-Hehehe- Naruto se limito a rascarse la nuca, gesto que se hacia cada vez mas habitual frente a los demás.- vamos, era una broma- sin verdaderamente pensarlo le dio una palmadita afectuosa en la espalda al azabache, olvidando que el Uchiha estaba seriamente herido en aquel lugar.

-¡Naruto!- los ojos del ahora demonio número dos, pues aquella mirada ya la había visto en su querida esposa, (demonio numero 1), parecían querer matarlo lentamente.

El rubio se alejo despacio del Uchiha, lo mejor sería descansar un poco en aquella cueva antes de volver a Konoha.- iré a buscar agua- los ojos del Uchiha se posaron sobre el.- ni se te ocurra moverte- Sasuke lo miro con una sonrisa prepotente estampada en sus labios.

-como si tuviera fuerzas par a huir, maldito- fue el turno de Naruto para sonreí.

-Te lo dije, me haría dueño de cualquier truco y te traería de vuelta, teme- el Uchiha no le respondió, se quedo perdido en sus recuerdos, hace unos años, la cuarta guerra había terminado, el resultado fue inesperado, ya que Konoha logro sobrevivir a la tempestad que se presento en ella.

Incluso se atrevía a asegurar que el futuro le sonreía a las aldeas en el mundo ninja, por lo menos hasta en este momento, la paz todavía reinaba. Aun recordaba que hace más de dos años que no veía al rubio escandaloso, la última vez habían compartido el campo de batalla y también al enemigo.

Sasuke había terminado luchando para Konoha, Hebi había ayudado en gran parte a combatir tanto a Kabuto, como a Madara Uchiha, las alianzas entre las aldeas que cierto rubio consiguió daban frutos, pero aun así, Sasuke siempre se dijo que una buena acción no repararía todos sus errores, por lo que así como apareció, desapareció de la que alguna vez fue su aldea.

Naruto nuevamente comenzo una búsqueda por su amigo, quien demostró que merecía volver y ser un ninja de la aldea de la hoja. Sin embargo, le había tomado dos largos años dar con su paradero y cuando lo había hecho, el Uchiha y el entablaron una pelea que duro casi los dos días, pero como ninguno peleaba a matar, solo estaban gastando fuerzas, así que cuando estaban completamente cansados decidieron tomar un pequeño descanso, antes de seguir peleando, aunque ni siquiera había razón lógica para continuar con la pelea.

Pero sus planes se vieron arruinados por la intervención de unos ladrones que al mirarlos indefensos desearon sacarles cualquier objeto valioso, empezando por el anillo de bodas de rubio, quien rápidamente saco fuerzas de donde no las tenía para proteger el símbolo del amor entre él y su esposa.

Hasta ese momento Sasuke fue consciente de que el Uzumaki estaba casado, y por como exponía su vida por ese absurdo objeto, estaba seguro que el tonto de su amigo estaba muy enamorado.

Pero por culpa de su estúpido amor tuvieron que salir huyendo, pues eran tan patéticos que ni siquiera tenían fuerzas para derrotarlos.

-idiota..- había huido de Konoha y su pasado, porque se sentía culpable, pero ahora que se le presentaba la oportunidad de volver, regresaría, no por el rubio, sino porque reviviría a su clan y daría un giro a la historia de los Uchihas.

Sasuke comenzo a planear y seleccionar a una afortunada para revivir a su clan, seguramente Sakura era la esposa del rubio, pues aquellas expresiones felices y de un estúpido enamorado solo las producía la pelirosa, así que tendría que encontrar otra digna esposa, quien le daría un sucesor del cual se sintiera orgulloso.

Su mente divaga recordando a alguna mujer aceptable, pero en la única que recaía era absolutamente imposible, no podía esperar que aquella chica aceptara, jamás pertenecido a su absurdo club de fans y si fuera poco toda su vida estuvo enamorada de Naruto no de él, por lo que la Hyuga quedaba totalmente descartada, además de ser demasiado torpe y débil.

Un ruido escandaloso le trajo de nuevo a la realidad, sus piernas y su cuerpo le comenzaban a responder de manera adecuada, el dolor y el cansancio quedaron olvidados, pues presentía que algo malo había pasado.

Al salir de la cueva los rayos solares le lastimaron obligándolo a bajar por un momento la mirada, cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, busco inmediatamente a Naruto. Pero por más que lo intentaba localizarlo no encontraba rastro de él. – Perfecto, seguramente se ha metido en líos- el Uchiha frunció el ceño, justo cuando estaba dispuesto a irse por otros dos años, sus ojos se abrieron ante la sorpresa y el miedo, el rubio se encontraba recostado frente a una cascada, su cuerpo estaba bañado en sangre, solo por impulso, como hace muchos años lo había hecho en el país de las olas, se acerco a su ¨hermano¨, porque aquel rubio no podía ser solo un simple amigo, porque se había ganado un lugar en la vida del azabache aun mayor que el de un simple amigo, por ello sin importarle que aun estaba débil, tomo a Naruto, sin pensar que probablemente no sería recibido en Konoha, lo llevo para buscar una solución, para buscar ayuda…

.

.

.

Los ojos miel de la ahora cabecilla del consejo lo miraron analizándolo, buscando algún defecto, alguna señal de nerviosismo, buscando en su mirada la verdad. Pero no encontró nada, y no encontraría otra verdad mas autentica que la que Sasuke había dicho.

El Uchiha no se sentía incomodo, como tampoco le importaba que la ex Hokage no creyera en el, pese a que había ayudado a Konoha en la Guerra contra Madara.

-comprenderás que no es tan fácil aceptarte de nuevo, ¿verdad?- la voz de Tsunade salió cansada, precisamente por eso dejo de ser Hokage, para pasar su tiempo sin hacer ninguna cosa mas que beber Sake y apostar. Pero precisamente se le ocurrió la grandiosa idea de darle el puesto a Naruto, un problema o como ella prefería llamarle; estorbo, con su relación con el Sake.

-no es mi deseo regresar- el Uchiha no se humillaría ante Konoha. Su orgullo era lo bastante grande como para impedírselo.

-lo harás- los ojos negros del joven se posaron de manera retadora en los miel de Tsunade.- Naruto ha caído en coma- se podría decir que sus ojos se salieron de sus lugares correspondientes.

-¿q…Que?- la sorpresa del azabache fue tan visible que incluso la rubia no se espero aquella acción por parte del Uchiha, durante sus años como Hokage, nunca vio en el la expresión de miedo que ahora le mostraba.

-Al parecer el propio zorro lo ha puesto a dormir- Sasuke retrocedió unos pasos.- esta intentando salir del cuerpo de Naruto….otra vez.

-¿pero, como es eso posible?-el Uchiha no comprendía el ¿por que? ni el ¿cómo.?

-no lo sé.- la mirada de la rubia se dirigió al joven.- al principio pensé que fue tu culpa, cuando te vi con el desangrándose en tus brazos, pero comprendí que algo que ni siquiera tu sabias, había sucedido, así que preferí darte la oportunidad de que me lo explicaras.

-¿puede ayudarlo?- miedo, eso era lo que invadía al Uchiha, por eso se alejo del rubio, de Konoha y de todo aquel que lo quisiera, porque la presencia de Sasuke solo podía significar una cosa; dolor.

-no.- la rubia suspiro cansada.- pero por lo tanto necesito poner a un Hokage y …- los ojos de ojimiel se posaron en Sasuke, analizándolo, sin siquiera darse cuenta que el azabache fruncía el ceño.- Tú eres una persona inteligente, fuerte y organizado, también alguien que no tiene un lugar donde quedarse, pues tus territorios están en reconstrucción. Además que estoy segura no intentarías nada extraño.

-¿eh?- los ojos del azabache la miraron confundido, a que venía el que le hablara de sus virtudes.-no estará pensando nada extraño ¿verdad?-menciono el joven observando la extraña actitud que la rubia tenia hacia su persona.

-bien, Sasuke Uchiha, ahora que eres un ninja de la aldea de la hoja, te daré tu primera misión, te convertirás en Hokage, durante el tiempo en que Naruto Uzumaki este en coma, y lo reemplazaras durante el embarazo de su esposa.

-espere…. No pedo ser Hokage….¡¿Qué?- aquella rubia y Naruto eran similares, ambos tenían el don para sacar al Uchiha de sus casillas.- ¿de que rayos está hablando?- la respiración entrecortada del Uchiha no mostraba alguna aceptación.

-remplazaras a Naruto en su puesto de Hokage y en su función como esposo, ya que el estado de su esposa es delicado no podemos darle la noticia, así que en lo que se recupera el Hokage, tu fingirás ser Naruto, tu misión fracasa si alguien se da cuenta, espero que no sea un imposible para un uchi..

-Me niego- la mirada del Uchiha se poso sobre la ojimiel. – No seré Naruto, no seré Hokage, y mucho menos seré el esposo de una extraña.- sus palabras salieron de su garganta firmes y fuertes, comunes de un Uchiha.

La ojimiel rio para sí misma, realmente nunca se hubiera imaginado encontrarse en aquella posición, pero esto realmente comenzaba a gustarle.- ¿no lo harás?... vaya, así que deseas continuar lastimando a Naruto, sabes muy bien que el responsable de esto eres tú, y aun a pesar de ello.- la mujer se preparo para fingir llanto y dolor.- a pesar de ello, solo piensas en ti, ¿Cómo crees que la aldea tomara el hecho de que Naruto, no el Hokage anteponga a un asesino del libro Bingo, a su aldea?, ¿Crees que su esposa no correrá el riesgo de perder a su hijo?, dime Sasuke, realmente lastimaras a Naruto quitándole dos de sus tres tesoros mas valiosos, considerando que tu eres ese tercer tesoro…

Maldita vieja… realmente esa frase retumbo en todo su ser, sus dedos se apretaron fuertemente, formando un puño que lograra contener su rabia, ¿Por qué demonios tenía que ser él?, ¿Cómo fingiría ser el dobe?, quedaba mas que clara la diferencia entre ambos, pero, el realmente todavía le debía mucho al Uzumaki. – Ni siquiera piense que me comportare como un idiota enamorado.- era su manera de aceptar aquella misión.

La sonrisa de victoria que los labios delgados de la rubia formaron, estuvieron a punto de hacer retractarse al Uchiha, pero un Uchiha nunca retiraba sus palabras, maldito orgullo Uchiha, se dijo para sí mismo antes de seguir a la rubia, quien le explicaba de todo un poco y de un poco demasiado,,..

.

.

.

.

El maldito orgullo Uchiha podría irse a la basura, al igual que todas las tontas leyendas acerca de que él era un demonio, pues en aquel momento sus piernas le comenzaban a traicionar, sus sentidos lo confundían y sus propias emociones peleaban entre si. –No puedo- su voz afligida y con un toque de nerviosismo salió de sus labios rosados y deseables para cualquier mujer.

– Mierda, ni siquiera puedo tocar la puerta- cerro sus ojos, para respirar profundamente, los abrió nuevamente y exhalo, repitiendo esta acción mas de diez veces, cuando sentía que la fuerza Uchiha volvía a él, miro por el rabillo la esquina que conectaba la casa del Hokage con la torre Hokage, y allí estaba, aquella femenina imitación barata de su ruidoso amigo, observándolo y mirando detalladamente cada uno de sus pasos.

No te preocupes, ya he arreglado todo, tu solo encárgate de actuar normal…

Normal, esa palabra no existía en el amplio vocabulario del Uchiha.

Sus pasos se movieron lentamente, demasiado lento como para no escuchar la fricción de sus pies con el suelo. Sus dedos temblorosos tomaron la perilla y la giraron un poco, sin embargo, antes de cualquier movimiento, observo que la perilla desaparecía de sus manos; al parecer había alguien en casa.

-¡Naruto-kun!- el peso de un cuerpo extra lo hizo tambalear, no porque sus reflejos fuesen malos, sino que sus nervios dominaban su cuerpo. –Has regresado, ¡que alegría!- definitivamente Sasuke Uchiha era declarado hombre muerto aquel día, y aquel que sería su verdugo seria quien lo busco por tantos años…

Claro que era lo mas razonable, después de todo que excusa podrías darle a tu mejor amigo, -¨he besado a tu esposa porque tú estabas en coma y yo necesitaba hacerme pasar por ti,¨- aquello era tan lógico.

Cuando sus labios dejaron de ser prisioneros de los besos de aquella joven, a la que aun no había podido observar , se retiro un poco del cuerpo de ella, pues necesitaba saber si era Sakura la mujer que se le había abalanzado, pero cuando descubrió quien era abrió sus ojos y dio dos pasos hacia atrás..

¡Imposible!-la mirada del azabache era un poema-…. Tu- tu….- sus ojos se desorbitaron, ¿aquello podía ser real?...la esposa de Naruto es…¿ Hinata Hyuga?

Y nuevamente antes de que pudiera darse cuenta, un nuevo beso era plantado a sus labios casi vírgenes.

.

.

.

.

.

.

.

.

¨Amistad es compartir…¿o no?..¨

Mangetsu-san.