Hola, soy yo con otra historia que espero les guste, se preguntaran ¿porqué no he actualizado "Luchando por encontrar el amor"? pues no se preocupen, estoy trabajando en un capi gracias una idea que me dio mi amiga Kiwiset n.n ya que mi inspiración se había ido de vacaciones ¬¬" pero afortunadamente ya está de regreso y mientras escribía se me vino esta pequeña idea a la mente, espero les guste

Disclaimer: Inuyasha y sus personajes no son de mi propiedad, le pertenecen a Rumiko T. yo solo los tomo prestados un ratito sin fines de lucro, con el único fin de entretener.

¿Podremos ser felices?

Kagome Higurashi era aparentemente feliz, una hermosa chica de tez blanca, cabello azabache, estatura mediana, un cuerpo espectacular y unos hermosos ojos marrones que hechizaban al instante. A sus 25 años era una de las diseñadoras más importantes en la industria de la moda, tenia tiendas de ropa exclusiva en la mayoría de los países del mundo y desde hacía dos años estaba felizmente casada con un importante empresario de las telecomunicaciones, Sesshomaru Taisho de 28 años.

Con una melancólica sonrisa adornando su rostro, la azabache se giro a la mesa ratona que estaba a su derecha, donde se podía observar una foto en un marco sencillo pero elegante, en ella, una joven de cabello azabache vestida de blanco y levemente maquillada sonreía mirando al frente mientras era sostenida de la cintura por un hombre más alto que ella, de cabello plateado y ojos ámbar, mas el no veía al frente, sino a la mujer a su lado, su rostro estaba sin expresión pero su mirada transmitía cierta calidez. Eran ella y Sesshomaru el día de su boda. Cualquiera diría que ella tenía todo lo que podía decir, y hasta cierto punto así era, ella amaba a su esposo, mas no olvidaría aquella conversación que tuvieron semanas antes de su boda.

Flashback

Kagome se encontraba en los jardines de la mansión Taisho, donde vivía su futuro esposo, se había organizado una recepción para que unos familiares lejanos de Sesshomaru la conocieran, ellos casi no venían de visita, pero era una ocasión memorable, conocerían personalmente a la futura esposa del hijo de Inu No Taisho. La azabache salió a dar un paseo a los jardines en busca de un poco de aire fresco, llevaba un hermoso vestido largo color beige, era de un solo hombro y tenía una cinta de color negro a la altura de la cintura, su rostro estaba levemente maquillado, resaltando sus hermosos ojos marrones, su cabello estaba suelto y caía libremente por sus hombros y espalda. Ella no podía estar más feliz, estaba enamorada de Sesshomaru y pronto se casarían, ella había notado lo distante que solía ser con todos, incluso con ella, mas lo atribuyo a su personalidad, supuso que la delicadeza con la que la trataba era porque sentía lo mismo que ella. Pronto sabría cuan equivocada estaba…Sintió pasos acercarse y pronto percibió un perfume con aroma a eucalipto combinado con notas cítricas, sonrió al darse la vuelta sabiendo de quien se trataba

-Sesshomaru.-se dirigió Kagome al recién llegado que solo la miraba indiferente, pero por una fracción de segundo pudo ver en sus ojos un rastro de culpa.

-Tenemos que hablar-dijo seriamente el platinado frente a ella, asintió con un movimiento de cabeza alentándolo a proseguir- sé que tu estas enamorada de mi y esto que te voy a decir no será fácil de asimilar-por un momento Kagome se detuvo a analizar las palabras de Sesshomaru "tú estás enamorada de mi" eso quería decir que él…-ellos no han querido que te lo diga pero considero que he de ser sincero contigo-prosiguió el platinado cortando la conclusión apresurada que bullía en su mente-nuestro matrimonio ha sido algo concertado por el bien de ambas familias que se lograra con la unión de ambos capitales, te aprecio, siento cariño por ti-al escuchar sus últimas palabras sintió como su corazón se encogía en su pecho-pero no te amo.- aquella última frase había destrozado su corazón y sus ilusiones, bajo la mirada y su flequillo ocultaba sus ojos ahora enrojecidos a causa de las lágrimas que luchaban por salir, así que a eso se refería mi padre cuando dijo que tenía todas sus esperanzas puestas en mi, se dijo a sí misma mientras apretaba sus puños con rabia, ahora todo encajaba, las empresas de su padre habían quedado en una mala situación económica después de los malos manejos de su tío Naraku, quien había estado hasta hace poco a cargo de todo, y su padre la casaría con Sesshomaru para obtener el respaldo de la fortuna de los Taisho, quiso decir algo pero sentía un nudo en la garganta.-entenderé si te niegas a seguir con esto, explicaremos lo de la cancelación y no habrá nada de qué preocuparte, pero si aceptas seguir con esto, podrás contar conmigo, tendrás apoyo, protección de mi parte pero no me pidas amor porque es algo que no puedo darte.-dijo para luego darse la vuelta y regresar por donde vino, dejándola destrozada.

Fin flashback

Sintió como la tristeza se abría paso en su corazón, tal como aquella vez pero sacudió su cabeza intentando alejar esos pensamientos. Ciertamente ella y Sesshomaru compartían una pasión arrebatadora, él había sido el primer hombre en su vida y el único que quería que estuviera con ella de esa forma y todas las posibles, pero parecía que solo en la cama era donde conseguía que él no se mostrase ajeno a lo que ella sentía por él, porque fuera de eso todo seguía como había sido desde aquella noche en que Sesshomaru le dijo la verdad, el no la trataba mal, al contrario estaba al pendiente de ella y nunca le había reprochado el porqué siguió adelante con los planes de boda a sabiendas de que él no la amaba, pero Kagome bien sabia que más allá de ese cariño que sentía por ella no había nada, no había amor. Cuando ella dio el "sí, acepto" el día de su boda se dijo que lucharía cada día con todas su fuerzas para tratar de que el cariño que su esposo sentía por ella diera paso a algo más, y lo hacía, ponía su esfuerzo en cada momento a su lado, pero luego de estos dos años una pregunta rondaba su cabeza constantemente:

-¿Podremos ser felices? -susurro para sí misma sin ser consciente que alguien más la escuchaba. Se levanto del sofá y se dirigió a la habitación.

Se sintió un miserable al escuchar la voz llena de tristeza de su mujer y la pregunta que se hizo a sí misma. Era tarde en la noche y entro en completo silencio para según el no despertarla porque supuso que estaría dormida, cuando la vio ahí en la sala se quedo en el recibidor por lo que pudo escuchar su corto monólogo, sabiendo que ella iría a la habitación se dirigió en silencio al despacho, donde dejó su maletín en el sofá frente al escritorio, se aflojó la corbata y luego de servirse un trago de whisky se dedicó a mirar por la ventana el jardín ahora sumido en penumbras. Sabía que ella no se merecía esto, pero él no podía ofrecerle otra cosa, nunca había amado a alguien, el único vinculo establecido era en el aspecto físico. Más allá de eso el mismo se reprochaba lo que le estaba haciendo porque ella nunca le había fallado y en cambio el bien sabía que cuando llegaba tarde no era por exceso de trabajo como le decía a ella, el motivo de sus llegadas tarde tenia nombre y apellido, Sara Matsuno, era por así decirlo, su amante de turno, solo esperaba que Kagome no se enterase de aquello, poder terminar su "amorío" con ella y dejar todo como estaba antes, la verdad desde que había estado con Kagome había dejado de frecuentar a sus "amigas" pero de repente Sara regresó y puso su vida patas arriba, terminó liándose con ella y ahora debía terminar con esto antes de que su mujer se enterase.

(A la mañana del día siguiente)

Esa mañana Sesshomaru había salido muy temprano a trabajar y ella ya acostumbrada a la rutina, se había duchado y alistado, ciertamente había algo que le inquietaba, ella se estaba cuidando, Sesshomaru, su esposo era el único hombre con el que ella haba estado y ellos obviamente tenían relaciones frecuentemente, lo que la llevaba de vuelta al presente, tenía dos semanas de retraso en su periodo, extraño ya que ella era muy regular y además tomaba la píldora, sólo una vez en el corriente mes había olvidado tomarla…Para sacarse la duda decidió ir al ginecólogo, así que ahí estaba ella esperando turno para una consulta cuyo resultado podría cambiar al completo su vida.

-Taisho Kagome-escucho que le llamaban, con las manos sudando a causa de los nervios se puso de pie y siguió a la enfermera. Al llegar con el médico, este le hizo las preguntas de rigor en esos casos y luego le mando hacerse unos exámenes en sangre y de orina para confirmar si estaba o no embarazada, según le dijo, los resultados estarían esa misma tarde.

Luego de haberse realizado los exámenes salió de la consulta del médico y fue a un pequeño restaurante cerca de ahí para desayunar. Pensó en llamar a Sesshomaru pero decidió que esperaría los resultados y luego iría ella misma a darle la noticia ya que era algo importante para ambos. Para matar el tiempo se fue de tiendas compro unas cuantas cosas y vio algunas otras que quizás necesitaría si sus sospechas eran ciertas, ropa premamá, ropa de bebe, y esas cosas. El tiempo se le paso volando y cuando se dio cuenta ya eran las 1:30 pm, en media hora estarían sus resultados. Condujo con cuidado hasta la clínica y a las 2:20 ya estaba con el doctor quien tenía en sus manos un sobre blanco con el sello del laboratorio.

-Ya he leído los resultados pero dejare que lo averigües por ti misma Kagome-dijo el doctor tendiéndole el sobre a la azabache que lo recibió con manos temblorosas.

-Gracias-dijo Kagome sin despegar los ojos del sobre, lo abrió a prisa y de sus ojos brotaron un par de lágrimas cuando leyó el resultado "POSITIVO" instintivamente sonrió y poso una mano en su aun plano vientre. Se despidió del doctor y salió rumbo a la empresa de su esposo, había pensado en llamar pero decidió mejor sorprenderlo. Una hora después se encontraba estacionando su coche en el parqueo de Shikon, la empresa de su marido. Luego de entrar tomo el ascensor y marco el piso más alto, donde se encontraba la oficina de Sesshomaru, al salir se sorprendió de no ver allí a Ayame, la secretaria de su esposo, seguramente él le habría dado la tarde libre, optó por abrir la puerta sin avisar y lo que vio la descolocó, una mujer de corto cabello café, más baja que ella misma pero un tanto más curvilínea se encontraba con los brazos alrededor del cuello de Sesshomaru mientras este la sostenía por la cintura y compartían un intenso beso, al querer echarse hacia atas y salir sin ser vista Kagome empujo la puerta haciendo que esta se cerrara tras de ella. Sesshomaru al percatarse de la intromisión soltó sin delicadeza a la mujer entre sus brazos y se giró para enfrentar a quien hubiese irrumpido en su oficina, mas todo rastro de furia se fue al ver quien estaba frente al él, era Kagome, su mujer quien lo miraba dolida y furiosa, con los ojos llenos de lágrimas que pugnaban por salir pero que ella valientemente retenía, quiso avanzar un paso en su dirección pero ella retrocedió.

-¿Así que "esta" es tu esposa?-dijo Sara a Sesshomaru rompiendo así el silencio que se había instalado en la habitación. Por su parte el platinado la miró furioso, no le agradó esa forma de referirse a Kagome.

-Lárgate-le dijo con la voz fría pero con la secreta advertencia de que si no lo hacía la iba a pasar muy mal, Sara recogió su bolso y paso por el lado de Kagome dedicándole a esta una sonrisa burlona antes de salir y cerrar la puerta tras de sí.

-Kagome…-

-¡Cállate, no me digas nada! ¿No es suficiente ya con lo que acabo de ver?-le gritó furiosa dejando que sus lagrimas fluyeran libres por su hermoso rostro, Sesshomaru iba a hablar pero ella le cortó la intención-¡Te odio!-dijo dándole una bofetada y luego girándose para salir de allí pero algo llamó su atención, aquel sobre que sostenía en su mano derecha, ahora un tanto arrugado por la presión ejercida, se dio la vuelta hacia su esposo-dudo que te interese más que "tu amiguita"-dijo con voz herida para luego aventarle el sobre y salir de allí. Condujo a su casa, al llegar Kaede, el ama de llaves le pregunto qué sucedía pero ella pasó de largo, sabía que era descortés, que la anciana solo estaba preocupada por ella pero no quería hablar con nadie así que se encerró en su habitación.

Por otro lado Sesshomaru estaba furioso, sobretodo consigo mismo, se suponía que es tarde terminaría todo con Sara, no quería seguir con eso pero cuando se lo dijo ella se lanzo a besarlo tomándolo desprevenido, justo en ese momento había llegado Kagome y ahí supo que se había complicado todo, miró al piso, topándose con el sobre que antes Kagome le había lanzado, lo tomó y vio que tenía el sello de un laboratorio reconocido, se pregunto si ella estaba enferma y era eso lo que había ido a decirle. Abrió el sobre y lo que leyó lo dejó atónito, Kagome estaba embarazada a su mente vino como un rayo el recuerdo de aquella vez que luego de una gala, al llegar a la mansión él se había ido con deseo sobre ella y cuando esta le advirtió que debía detenerse porque no había tomado la píldora, él le respondió que no importaba y con sus caricias convenció a una reticente Kagome e hicieron el amor hasta entrado el amanecer. Miles de recuerdos pasaron por su mente, todos ellos muestra del amor y dedicación que Kagome le profesaba aunque no le fuese retribuido; al final del día ella siempre lo recibía con una sincera y cariñosa sonrisa y las preocupaciones se iban, ella le trasmitía paz y ese "¡Te odio!" salido de sus labios momentos antes le había dolido mucho más que la bofetada recibida y es que recién ahora que analizaba en retrospectiva las cosas se daba cuenta de la verdad, el amaba a esa mujer, siempre lo había hecho, por ello no se opuso al matrimonio habiendo tenido la oportunidad de hacerlo, por ello tampoco había aceptado la sugerencia de ella de divorciarse, pero se había escudado en su supuesta falta de sentimientos por su necedad de no cederle la razón a su padre cuando le dijo que solo Kagome Higurashi era la mujer indicada para él, además no quería salir lastimado como su padre cuando Izayoi, su segunda esposa con la que se caso luego de que su madre muriera lo dejo por otro hombre.

-¡¿Cómo pude ser tan estúpido?!-se reprendió a sí mismo el platinado al tiempo que golpeaba con furia el volante de su coche, porqué justamente ahora tenía que haber tanto tráfico, el necesitaba hablar con Kagome y estaba perdiendo tiempo valioso, ¿irónico no? Él tenía dos años de haberse casado con ella, que siempre estaba para él, que siempre lo esperaba y ahora que quería hablarle, le faltaba tiempo. Cuando finalmente llegó a su casa, ni siquiera se preocupo por bajar sus cosas, se encamino a la casa siendo recibido por una preocupada Kaede

-¿Y la señora?-preguntó a la anciana ama de llaves

-Llegó ya hace un rato señor, tenía signos de haber llorado mucho, no quiso hablar con nadie y se encerró en su cuarto, desde entonces no ha salido de ahí-finalizó Kaede mientras miraba como Sesshomaru iba escaleras arriba, supuso que a la habitación que compartía con Kagome.

-Kagome-toco la puerta y nadie respondía-Kagome ábreme-aun no había respuesta, fue con Kaede le pidió llave, además le dijo que se retirara y no volviera hasta mañana. Subió de nuevo y abrió la puerta de la habitación haciendo uso de la llave que Kaede le dio, vio a Kagome dormida en posición fetal aferrándose a una almohada. Con cuidado cerró la puerta y se acercó a ella, en su rostro se apreciaba aun los rastros de lagrimas, sintió ganas de golpearse a si mismo pero tenía algo mas importante q hacer, debía hablar con ella…

Ya había anochecido para cuando Kagome despertó, se incorporo despacio y parpadeó un par de veces para que sus ojos se acostumbrasen a la semioscuridad de la habitación, solo iluminada por la lámpara de su mesilla de noche, pero lo que realmente la sorprendió fue ver a Sesshomaru ahí, estaba sentado en una pequeña butaca frente a la cama y tenía la cabeza entre las manos, parecía muy atribulado. Kagome supuso que quizás él al final habría aceptado su sugerencia de divorciarse pero al haberle mostrado ella los análisis que se practicó, quizás le había complicado un poco su decisión al ponerlo sobre aviso de su embarazo, se golpeó mentalmente por ser tan impulsiva.

-Despertaste- esa voz varonil sacándola de sus cavilaciones, levanto la mirada chocando con un dorado intenso que mostraba un mar de emociones que ella no había visto antes en esos ojos normalmente fríos.

-Sesshomaru yo…-el ambarino iba a detenerla pero ella levanto su dedo índice indicándole que la dejase continuar, si no lo hacía ahora que había juntado valor, no lo haría nunca- lo siento, sé que he armado una escena y seguramente te he estropeado las cosas con la mujer que veías en tu oficina, soy consciente de que acepte estar a tu lado a sabiendas de que no me amabas y que cabía la posibilidad de que encontraras a alguien a quien sí amaras, si es ella lo entiendo y lamento que las cosas salieran así, yo-hizo una pequeña pausa-la propuesta del divorcio aun sigue en pie si es lo que deseas…en cuanto a mi embarazo, estaremos bien, tendrás tus derechos y no es motivo para que te veas imposibilitado de buscar tu felicidad-finalizó apretando las sábanas que la cubrían, ella sabía todo lo que dejaba, todo aquello que sacrificaba, también sabía que si ella fuese cruel y egoísta podría negarse a darle el divorcio y tenerlo siempre a su lado, pero ella deseaba que él fuera feliz…aun si era lejos de ella.

- Tienes razón, no es motivo para eso-dijo mirándola a los ojos, Kagome suspiró, seguramente el se iría y haría su vida con esa mujer-no es motivo para eso porque tú no has estropeado nada, he sido yo quien lo ha echado a perder todo, te he fallado-las palabras dichas por el peliplata la descolocaron, chocó su mirada con la contraria y solo encontró sinceridad en él-si encontré a alguien a quien amar, pero de nada sirve el haberme dado cuenta demasiado tarde-dijo acercándose a ella-y lo único que te pido aunque no tengo derecho de hacerlo es una segunda oportunidad, porque ahora será distinto, hemos dejado atrás las barreras pero este es el momento de decidir, ¿nos quedaremos con lo que hemos vivido hasta ahora? o ¿nos daremos una nueva oportunidad para ser felices?-finalizó extendiendo su mano hacia ella en una muda invitación.

-Yo…-Kagome dudaba, tomar su mano significaba que estaba dispuesta a recorrer un nuevo camino a su lado, sabía que no sería fácil pero tampoco imposible, no aceptar suponía perder la oportunidad de intentar ser feliz y condenarse a sí misma a una vida sin el hombre que amaba, lentamente extendió su mano hasta que sus dedos se entrelazaron con los de su esposo quien le dio un firme apretón a su mano y luego la atrajo hacia si para darle un beso lleno de anhelo, pasión, pero había algo mas, había amor.

-Si podremos ser felices, Kagome-dijo Sesshomaru respondiendo en un susurro a la pregunta que su mujer se había hecho hace tiempo atrás.

¿Qué les pareció? Originalmente es un one-shot, pero si me vienen mas ideas le puedo agregar uno o dos capítulos más, pero ya veremos. Si son tan amables y me dejan un review me ayudaran a saber si les gusta o no lo que escribo y en que podría mejorar n.n

Bye nos leemos pronto