¡Hola a todos! La verdad es la primera vez que escribo un fic, debo confesar que al leer varios me di cuenta de que yo también quería y podía hacerlo así que me atreví, por favor sean amables conmigo puesto que es mi primera historia (y espero hacer muchas más) y si les gusta dejar sus Review para seguir actualizando. Debo señalar que todos los personajes nombrados en esta historia son de propiedad de Naoko Takeuchi y está historia tiene como único fin entretener, sin fines de lucro. Espero que les guste.

Capítulo I: La Boda

¿De verdad me quieres mucho? – Preguntó una hermosa joven de cabellos rubios.

Sí - contestó un bello joven de cabellos azabache.

¿De verdad? – Insistió ella

Si

¿Cómo cuando? – replicó ella.

¿Por qué me preguntas eso ahora?

Dime, ¿Cómo cuanto?

Bien te lo diré, mi amor por ti… Es más grande que el universo…

Ya han pasado casi tres años y Serena recuerde ese momento en el mirador como si fuera ayer. Ella ya ha salido de la preparatoria y se encuentra estudiando su primer año de pedagogía en la universidad, mientras Darien se encuentra trabajando en el Hospital General de Tokio, en ese momento una frase hace que la bella chica vuelva a la realidad…

Serena Tsukino, aceptas a Darien Chiba como esposo.

Si, acepto – contesta dichosa la rubia – y se funde con su amado en un profundo y tierno beso. Todos los presentes aplauden frenéticos y felicitan a la feliz pareja de casados.

Muchas felicidades – dice Amy con lágrimas en los ojos.

Que romántico – exclama Lita – ojalá pronto encontremos el amor nosotras también.

¡Si…! – responde Mina con corazones en sus ojos.

Ya chicas – replica Rei – Serena, déjame decirte que te vez hermosa.

Gracias Rei – contestó la bella rubia un poco sonrojada. Serena lucia un hermoso vestido blanco, muy similar al de neo reina Serenity, sin mangas, con una gran cola con destellos dorados y un velo largo como su vestido, con bordes en color dorado y finas rosas adornándolo cubría su larga y rubia cabellera que en esta ocasión no estaban tomados con los clásicos chongitos de la rubia, más bien tenía su cabello tomado a lo alto con un gran moño, donde nacía el velo dejando caer solo unos pequeños mechones de cabello en su cara, que le daban un aire coqueto y tierno a la vez, maquillada ligeramente, solo lo suficiente para destacar sus hermosos ojos azules; Darien por su parte no se quedaba atrás, vestía un traje muy parecido al que usa cuando se transforma en Tuxedo Mask solo que de color blanco, destacando el bello azul cielo que emana de sus ojos.

Las horas pasaban en la gran fiesta, todos sus amigos incluyendo a las inner y outer Sailor scout y familia estaban ahí, mamá Ikuko sonreía dichosa al ver a su hija tan feliz y papá Kenji solo lloraba.

Llegó la hora de despedirse de los invitados y lanzar el ramo, todas las solteras se adelantan para intentar atraparlo, y de las chicas Mina y Rei se pelean por la primera posición; Serena lo lanza y este cae… a los pies de Luna, todas ríen mientras la gatita se sonroja.

¡Disfruten su noche de bodas pillines! – exclama Mina.

¡Mina! – gritan todas las chicas riendo.

¡Es cierto, deben crearme pronto, ya quiero nacer! – exclamó la pequeña Rini, quien viajó desde el futuro para compartir ese bello momento junto a sus futuros padres.

Todas las chicas rieron al unísono.

La bella rubia solo sonrío levemente sonrojada y se despide animadamente acompañada de quien ahora es su esposo.

Darien… - dice la bella rubia suspirando – al fin estamos casados, ahora estaremos juntos para siempre.

Así es amor – responde el joven con los ojos iluminados – al fin llegó el día, ahora jamás te dejaré sola y estaré para ti siempre, te amo – dijo, sellando el momento con un hermoso beso.

Pasados los minutos llegaron al exclusivo cuarto del hotel para celebrar su noche de bodas y su primera noche juntos.

Darien tomó a la bella rubia entre brazos para entrar a la habitación, la chica observó la habitación con mucha admiración, viendo los hermosos decorados, la cálida chimenea y al centro, una gran cama cubierta desde el techo con túnicas blancas y decorada con pétalos de rosas, la chica sin poder evitarlo se sonrojó.

La pareja estaba feliz, aunque igualmente nerviosa, para ambos era su primera vez, lo deseaban tanto, pero habían decidido esperar y al fin su espera había terminado. Darien, quien aún sostenía a la chica entre sus brazos comenzó a besarla suavemente, mientras se acercaba lentamente a la cama.

Te amo tanto Serena – susurró Darien, con voz ronca y entrecortada.

Y yo a ti, más que a mi propia vida – contestó la rubia cerrando sus ojos disfrutando del momento.

Darien la bajo suavemente quedando ambos de pie frente a frente a un lado de la cama. Le tomo suavemente el rostro con ambas manos y comenzó a besarla suave y lentamente, como descubriendo poco a poco sus exquisitos labios, luego de unos momentos el beso se fue haciendo más intenso y apasionado, mientras sus manos comenzaron a deslizarse lentamente, recorriendo el bello cuerpo de la chica, sacando suspiros de esta entre cada caricia, ella cerraba sus ojos y tomaba el cabello azabache de su amado entrelazándolo entre sus dedos, sus respiraciones se volvían cada vez más agitadas y un calor los invadía poco a poco, el pelinegro la tomó con uno de sus brazos firmemente de la cintura, aprisionándola como si fuera a desaparecer, separo sus labios con los de la chica por breves segundos observándola fijamente a los ojos y comenzó a bajar suave y delicadamente el vestido dejando al descubierto la blanca y hermosa piel desnuda de su amada, recorrió esa hermosa visión fijamente como grabando cada detalle de su cuerpo en su memoria, comenzó a besar su cuello, bajando lentamente hasta llegar a su pechos, sacando pequeños gemidos de la rubia quien comenzó también a desnudar lentamente a su amado.

Luego del juego de besos y de deshacerse hasta de la más mínima prenda que cubría sus cuerpos, el joven tomó a la rubia entre sus fuertes brazos y la depositó suavemente en la cama, separándose nuevamente para observarla con una mezcla de ternura e infinito deseo, la chica extendió su brazo sonriéndole para que se acercara. Comenzaron nuevamente a besarse, transmitiendo en es beso todo el deseo y la pasión contenida, el comenzó a besar su cuello y el lóbulo de su oído, mientras con sus manos recorría cada centímetro del cuerpo de la hermosa rubia, sacando fuertes suspiros en ella.

Eres tan hermosa princesa, ni siquiera en sueños imaginé lo hermosa que te ves ahora – susurró el pelinegro.

Ella levemente sonrojada por el comentario, solo lo observaba a los ojos recorriendo delicadamente sus manos en el torso fuerte y marcado del joven. Darien… - dijo en un suspiro – hazme tuya hoy y para siempre… y rodeando la cintura del pelinegro con sus largas piernas comenzó a besarlo apasionadamente, sus respiraciones comenzaron a acelerarse cada vez más, mientras sentían el roce de sus cuerpos desnudos, entre besos y caricias gozaban de las nuevas y exquisitas sensaciones que recorrían cada rincón de sus cuerpos, hasta que él lentamente tomando sus caderas, comenzó a adentrase en ella, primero suave como una caricia y luego cada vez más fuerte fundiéndose entre gemidos, besos y caricias, ella entrecerraba sus ojos enloquecida de placer, gimiendo su nombre y enterrando sus uñas en la espalda del pelinegro.

Te amo – repetían ambos, mientras sus lenguas replicaban lo que sus partes más íntimas estaban haciendo hasta que llegaron al punto en el que el exterior desaparece y se dejaron llevar por el clímax de su unión, finalizando con un beso su juramento acto de amor infinito, y así se quedaron unos momentos, ella apoyada en su pecho besándolo tiernamente, mientras el pelinegro acariciaba suavemente su espalda, quedándose dormidos por primera vez juntos.

¿Quién está ahí? – gritó asustada la rubia.

Nada se escuchó, solo un silencio que calaba en los huesos.

¿Por qué me sigues, quien eres?

Nada se escuchaba, solo un respirar agitado y una gran energía maligna que acechaba, como esperando el momento justo para atacar.

¡¿Qué quieres de mí? – despertó agitada la bella rubia, con sudor en sus rostro y claramente asustada en los brazos de su amado.

Sólo fue un sueño – suspiró – pero lo sentí tan real ¿Será que nos espera una nueva batalla? - Se dijo a sí misma, mientras observaba tiernamente a su amado esposo dormir junto a ella.

Debe ser mi imaginación – se dijo nuevamente a sí misma levantándose suavemente para no interrumpir el sueño de su amado y dirigiéndose al balcón – como suele decir Rei tal vez sea la falta de actividad como Sailor la que me hace imaginarme cosas – mirando fijamente la hermosa luna llena que se imponía en el cielo oscuro – Todo está bien ahora y por fin he cumplido uno de mis sueños junto a Darien – dicho esto sintió como unos fuertes brazos rodeaban su delgada cintura.

¿Qué haces aquí amor? – preguntó dulcemente el pelinegro.

Nada en especial, solo observaba lo hermosa que esta la luna esta noche – mintió ella.

Ni siquiera la luna puede opacar tu belleza – replicó él con una hermosa sonrisa y volteando a su amada – aunque debo confesar que a la luz de la luna te vez mucho más hermosa, vamos a la cama – y diciendo esto la tomó en sus brazos besándola suavemente para volver a sumirse en el extasiado juego del amor.