Título: Y ahora que

Una historia siempre es difícil de escribir pero de unos personajes tan complejos como los de de esta serie se hacen las cosas mas difíciles, sin embargo voy a intentarlo y vamos a ver como me sale.

Resumen: han pasado casi cuatro años desde Haru, algunas cosas de los OVAS, un destino que no pudo cambiarse, una pareja que muchos esperan, un personaje nuevo, cambios drásticos, yuri, yaoi, lemon, análisis de las relaciones, separaciones sorprendentes, decisiones que se deben asumir y la gran pregunta que algunos se hacen ¿Aun hay oportunidad para aquellos que no fueron valientes y afrontaron sus verdaderos sentimientos?

1.- Un día normal en la vida de Yumi Fukuzawa

Al despertar, percibió otro cuerpo al lado del suyo en la gran cama, por lo visto si pudo llegar en la madrugada tal como le comento en la corta conversación telefónica que mantuvieron la noche anterior, su brazo rodeando su cintura, de tal forma que su espalda estaba contra su pecho, sentía su respiración tranquila y pausada en la nuca, con la poca movilidad que le dejaba su pareja vio la hora en el pequeño reloj que tenia cerca, lanzo un fuerte suspiro y haciendo una serie de trucos logro salir de la cama, esperaba que no se molestara pero no podía quedarse en la cama ese día, tenia un examen y una presentación en la universidad y si de casualidad se le ocurría faltar sus compañeras le asesinarían sin contemplaciones.

Con rapidez se vistió y arreglo, estaba cerca de los 21 años y sin embargo, para algunos seguía teniendo un aspecto infantil, pero antes de marcharse se acerco con suavidad a la cama y deposito un beso rápido en la frente de la hermosa mujer de cabello rubio platino que dormía profundamente entre las sabanas negras, y al incorporarse una rápida mano la sujeto, en unos segundos estaba debajo de la rubia que la miraba con esos ojos grises que a veces parecían verdes, esta sonrió con lujuria y comenzó a besarle el cuello.

-Buenos días, Yumi-dijo la rubia mientras sus brazos la estrechaban con fuerza sin importar que le arrugaba la ropa

-Buenos días, Saeki-respondió mientras intentaba desasirse del fuerte abrazo al darse cuenta las intenciones que tenia su pareja-No puedo, tengo una presentación y debo llegar temprano a clase-Y con una agilidad sorprendente logro desprenderse del abrazo y lanzándole un beso a la hermosa mujer que se quedaba en la cama llena de deseo, huyo antes de que su amante le hiciera cambiar de planes porque ya conocía su enorme poder de persuasión, no en vano llevaba viviendo un año con Saeki Nakamura.

Las clases estuvieron llenas de trabajos, estaba cerca de terminar su segundo año en la Universidad de Lillian en la carrera de Publicidad, y por lo visto se lo iban a poner mas difícil que en primer año, la presentación le salio muy bien, tanto que logro un reconocimiento de la severa profesora de medios, por lo visto valía la pena tanta esfuerzo.

En el descanso para almorzar, fiel a su costumbre se quedo en uno de los muchos salones vacíos, aunque le encantaba pasearse por los amplios jardines que poseía la universidad, no tenia ganas de ver a Sachiko Kashiwagi con su habitual grupo de seguidoras, aunque extrañaba tener una conversación con su querida amiga Sei, sabia que esta estaba mas que ocupada en su ultimo año en la universidad y tratando de mantener su naciente relación con Mizuno Youko, algo que sabia le resultaba muy difícil por su habitual coqueteo con toda la población femenina y que Youko casi no le pasaba.

Al final del día, cuando termino el examen y su tercera reunión en la biblioteca con sus compañeras de grupo, emprendió el camino al departamento, en la salida de la universidad se encontró con Rei-sama que le saludo con muy poco animo, algo que era muy habitual en ella desde hacia dos años. Sin embargo, se decidió a tratar de animarla por lo que se quedo un rato mas buscando conversación, y cuando logro una pequeña sonrisa, decidió despedirse, se sentía observada pero no vio a nadie, así que tranquilizándose mentalmente se dirigió a la parada que le llevaría al metro.

Cuando llego a su casa, vio que seguramente Saeki le dejo algo para que cenara y comió con rapidez, se asomo al cuarto y vio a la rubia dormida, tomo un baño y se preparo para dormir, al acomodarse en la cama e ir a besar a su novia, fue apresada nuevamente por los ansiosos brazos y labios que tan bien conocía, y antes de que pudiera decir algo se encontró respondiendo con la misma fuerza.

Y mientras se hundía en ese aroma, en esa piel, en ese calor no pudo evitar dedicarle un fugaz pensamiento a esa chica que había… sido su primer amor, a la que a pesar de todos sus esfuerzos no podía borrar de su mente.

2.- Mi triste realidad

Como siempre tuvo que hacer un esfuerzo para salir del auto, su chofer estaba acostumbrado a que la hermosa joven, tardara mas de lo necesario, conocía el sufrimiento de la joven señora, pero fiel a las costumbres de la servidumbre no decía ni hacia nada, al fin cuando ella salio espero sus instrucciones, que mas o menos siempre eran un frió buenas noches y nos veremos por la mañana.

Y espero con su habitual paciencia a que caminara como si tuviera el peso del mundo sobre sus hombros, y en cierta forma lo era por la gran mentira que mantenía, hasta que se adentro en la enorme mansión en la que convivían dos personas que para el mundo eran la pareja mas hermosa, elegante e inteligente de la alta sociedad japonesa, pero que la verdad eran dos extraños, que estaban juntos solo cuando su presencia era requerida por sus padres, porque el resto del tiempo el esposo viajaba por motivos de trabajo, pero también para olvidar su amor no correspondido que se traducía en aventuras con jóvenes o compañeros de trabajo.

Por su parte la hermosa esposa repartía su tiempo entre la empresa que poco a poco aprendía a administrar, la universidad en la que iba por los conocimientos pero también para ver a cierta chica de cabello castaño pero siempre de lejos, porque esta dejo de hablarle cuando se caso y en los compromisos sociales que Suguru no podía atender por estar de viaje, siendo para todos una mujer admirable que sin duda hacia honor al alto apellido con el que nació.

Dejo su abrigo en la puerta con su ama de llaves, y sin ganas de nada fue hasta su ala de la mansión, todo el personal de la casa sabia que ella jamás compartía la cama con su marido, mas bien parecían un par de extraños que vivían juntos, el ama de llaves vio a esa hermosa joven que se estaba consumiendo poco a poco, por la tristeza y el dolor que le traía la decisión que hacia dos años tomo frente a un altar al unir su vida a alguien que no amaba.

Al llegar a su cuarto, no pudo mas, el verla compartir su maravillosa alegría con su otrora amiga, haciendo muestra de su nobleza al tratar de animarla, fue demasiado y mas sabiendo que esa noche dormiría en los brazos de esa mujer que era su pareja desde hacia mas de un año. Se desplomo en el suelo y comenzó a llorar, de rabia, de desesperación, por todo lo que perdió y para que, por un estúpido legado familiar que estaba basado en mentiras, desde sus abuelos, y ahora ella fiel a la tradición, sacrificando lo que en verdad era importante, alejando de su lado los verdaderos afectos para vivir una existencia llena de falsedades. Continuo llorando, hasta que se agoto y haciéndose un ovillo en el suelo, se quedo dormida.

3.- En donde estas mi corazón

Como casi siempre hacia por las noches en su departamento a oscuras, se sirvió un té y contemplo las calles, era su pasatiempo favorito desde hacia años, seguramente dentro de poco recibiría la acostumbrada llamada de su antigua onne sama, para después sentarse a hacer su trabajo de la universidad, la carrera de económicas que estudiaba le exigía bastante dedicación algo por lo que muchas veces daba gracias al cielo, porque de lo contrario se sumiría en una depresión terrible.

Su infierno particular, su gran pecado, amar a su prima, su amor distaba mucho de ser fraternal, su amor por Yoshino era apasionado, intenso, posesivo, lleno de variados matices y el que ella le correspondiera no le ayudaba, pensó que con el tiempo se le pasaría, que cuando ella estuviera mejor de salud, su preocupación disminuiría, pero no fue así, en cambio los sentimientos fueron creciendo, y su prima con sus celos y su posesión hacia ella en lugar de molestarla le encantaba.

Cuando se graduó de la escuela espero que la distancia disminuyera lo que ocurría entre ellas, pero su pequeña prima no parecía dispuesta a dejar que eso pasara, porque en las vacaciones estuvo a su lado la mayor del tiempo, causando una cantidad de situaciones muy chistosas pero que cuando la broma pasaba, terminaban con las dos a punto de besarse.

Ni que decir el espectáculo que le armo Yoshino cuando supo que se mudaría a un piso sola, al empezar la universidad, sus padres tenían muchos problemas y la verdad no querían que eso la perturbara en sus estudios, así que le ofrecieron pagarle el departamento lo cual ella acepto, pensando que sus padres a lo mejor arreglaban las cosas sin que ella estuviera por casa.

Pero Yoshino grito, lloro y la amenazo por si alguien iba a su departamento sin pasar antes por su aprobación, y en medio de la pelea, que resultaba muy incomoda para ella, al ver a Yoshino mas alterada que de costumbre, la vio tan bonita, tan deseable que lo único que se le ocurrió fue besarla para callarla, y lo mejor fue que Yoshino le correspondió, con ganas, con muchas ganas, solo se separaron por un momento de lucidez que ella tuvo. Ambas quedaron muy avergonzadas y casi no hablaron de lo ocurrido.

Ella se mudo a ese piso, e intento alejarse, no quería problemas para Yoshino, pero no sirvió de nada, a las pocas semanas de estar en la universidad, una tarde libre se fue a su departamento, quería descansar un rato y cuando estaba a punto de quedarse dormida, el timbre le saco de su letargo, y al abrir se sorprendió de ver a Yoshino en el uniforme del colegio, ni siquiera pudo saludarla, porque esta se lanzo a besarla y abrazarla, intento resistirse pero no pudo, demasiado tiempo conteniendo el deseo que compartian, sus ropas cayeron poco a poco, y se entregaron la una a la otra.

Después de esa tarde, Yoshino se volvió oficialmente su novia, no lo decían en el ámbito familiar, porque sabían que nadie lo aprobaría, pero para las demás Yoshino dijo claramente lo que eran y parecía dispuesta a liarse a golpes con la primera que hiciera o dijera algo en contra de su relación, sin embargo las reacciones fueron totalmente opuestas, Noriko y Shimako dijeron que ya era tiempo, Eriko sama solo comento que esperaba que su relación no perjudicara sus estudios y después salio con unos comentarios muy extraños acerca de las parejas, Sei sama las felicito, Youko sama solo sonrió con algo de tristeza, Yumi simplemente dijo que las envidiaba para seguir con lo que estaba haciendo en ese momento, Touko y la petite soeur de Yoshino quedaron un rato ligeramente shokeadas pero no hicieron ningún comentario, y por decisión unánime decidieron no comentarle nada a Sachiko.

Ella siguió con su carrera y feliz de estar con la persona que amaba, pero algo le indico que no podía relajarse, así que siempre estaba alerta, y tuvo razón porque un día todo se vino abajo.

El día que Yoshino y las demás se graduaron fue genial, todas estaban allí, sus padres y familiares, y al terminar la ceremonia, en la que sobraron felicitaciones, hubo un momento que se quedaron a solas, y Yoshino aprovecho para besarla, a pesar de su habitual precaución se dejo llevar, no se dio cuenta que alguien de su familia las vio, después los padres de su prima ataron cabos, Yoshino al llegar a casa tuvo una pelea terrible con sus padres al defender su relación, y los padres de ella le reclamaron, pero al final la apoyaron, pero no pudieron hacer nada cuando Yoshino fue enviada al extranjero sin revelar su destino.

Allí comenzó su duelo, lo intento todo pero le fue imposible, la localización de su prima era un misterio, y por mas indagaciones que hizo no encontró nada, así llevaba dos años, sola, y extrañando a rabiar a la persona que amaba, algunos días eran mejores que otros, pero el dolor siempre estaba allí, solo el estudio y el ejercicio constante le permitían agotarse, de tal forma que podía conciliar el sueño por unas pocas horas.

El ring del teléfono le saco de sus cavilaciones, ya era la hora de su terapia diaria, mas que todo para complacer a esa persona, antes de levantar el teléfono se hizo la pregunta de siempre ¿Dónde estas mi corazón? Levanto el auricular.

-Buenas noches, Eriko-san-dijo con cansancio

-Buenas noches, Rei. Cuéntame que tal tu día-respondió la otra calmada como siempre.

Sin saber que a miles de distancia, una chica de cabellos chocolates despertaba de un agitado sueño y su primer suspiro al incorporarse solo se escuchaba un nombre.

-Rei-mientras las lágrimas resbalaban de sus ojos

4.- Es difícil decir "Te amo"

La vista era impresionante, el esbelto cuerpo de su novia apenas cubierto por una corta camiseta blanca y un pantalón de pijama de seda negro, rodeada de una cantidad impresionante de libros, apuntes y su laptop donde escribía a ratos o consultaba cosas, por lo visto el fin de año también se ponía intenso para los estudiantes de derecho, sin embargo al observarla tan atareada no le recordaba la cantidad de cosas que debía hacer, porque de lo contrario Kei le miraría mal y le insultaría por los siguientes seis meses, acusándola de que el sexo no le permitía pensar con claridad, y que le prestara mas atención a sus estudios,

No sabia como el novio de Kei la soportaba, pasaba mucho de los hombres, pero el tipo de verdad que era un santo, lo que le hacia merecedor de su admiración. Pero lo que mas le molestaba a Kei, seguramente era su facilidad para hacer todo desde ensayos hasta trabajos completos, bueno para algo debía tener talento, aparte de meterse en problemas, se decía mentalmente.

Decidió portarse bien, y servirle la cena que compro a la concentrada estudiante que ni siquiera hizo caso de su presencia, tal vez estaba molesta porque no pudo llamarla en todo el día, o quizás la vio hablando con la chica de la cafetería, era tan difícil mantener una relación estable, mas con su forma de ser.

(Recuerdo compartido)

Su relación tuvo un comienzo algo fuera de lo común, ocurrió en el matrimonio de Eriko, Youko había llegado sola, luciendo el vestido más sexy que podía usar en su vida, sus hormonas andaban algo revolucionadas, después en la fiesta los hermanos de Eriko parecían dispuestos a echarle el guante a la ya no tan pequeña amiga de su hermana, intento distraerse con Yumi y las demás, pero esta se encontraba muy concentrada en estar alejada de Sachiko y bailar con su hermano.

Se salio un rato a descansar y respirar un poco aire fresco, necesitaba relajarse, que la excitación que sentía por Youko se le pasara, pero esta al parecer tuvo la misma idea, porque también salio a tomar el fresco, se acerco a saludarla y charlar, pero se encontró con que Sei estaba molesta por su look tan sexy y por su coqueteo con toda la población masculina de la fiesta, comenzó una inesperada pelea entre ellas, y ninguna de las dos estaba dispuesta a perder, al final Sei se marcho a su auto, pero Youko no estaba por dejarse ganar, así que fue detrás de ella, cuando Sei iba a abrir la puerta de su Bettle amarillo, el brazo de Youko la cerro de nuevo y le hizo enfrentarla.

Sei bajo la mirada, pero cuando Youko la obligo a encararla, lo único que se le ocurrió hacer fue besarla, para enojarla y que le dejara ir en paz, pero se sorprendió cuando Youko le correspondió, se dejo llevar por el beso, que se hizo mas y mas profundo, sus manos se movieron por si solas, para acariciar lo que permitía el escote del vestido, Sei lo hacia conciente de que se estaba buscando una buena cachetada ante su audacia, pero por el contrario Youko estaba mas que dispuesta a que las caricias siguieran y se hicieran mas audaces, a dejarse a hacer de todo, porque las manos de ella también la estaban explorando debajo de la camisa que se había puesto, porque fiel a su costumbre había ido de chaqueta y pantalón con aspecto algo varonil, se separaron un instante para darse cuenta el estado en el que estaban, las ropas desarregladas, el maquillaje ligeramente corrido y el cabello revuelto, el aura de deseo insatisfecho se hacia presente entre las dos, y antes de que pudieran darse cuenta, se metieron en el auto sin pronunciar palabra, donde se besaron de nuevo, pero la incomodidad del sitio se no les permitió besarse como querían y se aguantaron hasta llegar a la casa de Youko que era la que estaba mas cerca.

Apenas abrieron la puerta del apartamento, Sei la recostó contra la pared y volvió a besarla, sus manos retomaron su exploración por el escote del vestido, pero Youko le hizo quitarse chaqueta y desabrochar la camisa, luego Sei la arrastro al suelo, y lo hicieron allí mismo en la entrada del apartamento de Youko.

Las inhibiciones de ambas se fueron a quien sabe donde, porque gimieron ante las atrevidas caricias, se hicieron daño al perder el control, y gritaron sin importarle lo que dijeran los vecinos al llegar al orgasmo que fue abrumador.

Luego al descansar un rato, se fueron a la cama de Youko donde se dedicaron a acariciarse hasta la extenuación, la una porque desde hacia mucho tiempo su cuerpo necesitaba el alivio que proporcionaba el sexo y la otra porque se había armado de valor al ponerse ese vestido con el fin de ver que reacción causaba en Sei que seguía soltera y ahora estaba muy interesada en ella, así solo fuera una por una noche. Al final cayeron agotadas y se quedaron dormidas.

Esa mañana despertó desnuda en su propia cama, con dolor en todo el cuerpo, y al observarse con detenimiento, vio marcas en su pechos, al recordar lo que había ocurrido la noche anterior, lo que hizo y se dejo hacer enrojeció de vergüenza, pero al ver que estaba sola en su cama, estuvo a punto de ponerse llorar, así que antes de hacerlo prefirió meterse en la ducha a fin de que el agua borrara ese olor de su piel, aunque sabia que por mas que lo intentara no lo podía sacar de su memoria.

Mientras el agua caía por su esbelto cuerpo estaba tan concentrada que no escucho el correr de la puerta del baño, solo el silbido la saco de sus pensamientos, para encontrarse a una sonriente Sei vestida únicamente con la camisa que llevaba la noche anterior mientras le dedicaba una mirada llena de admiración.

-Sabes es malo bañarse sola, se ahorra mas agua cuando son dos, no lo sabias-dijo tranquilamente, pero en sus ojos se veía deseo.

No sabia que hacer pero antes de que pudiera responder, Sei se quito la camisa quedando en iguales condiciones que ella y se metió a la ducha, ni que decir que aprovecharon el dia para explorar su recién descubierta compatibilidad sexual.

Después de esa vez, Sei siguió buscándola, al principio parecía solo algo basado en el sexo que resultaba fantástico, pero les faltaba mas, así que de repente se encontró teniendo llaves del apartamento de Sei, por lo que ella también se las dio; después escapadas los fines de semana a románticos sitios, o simplemente se quedaba con ella para dormir o hacerle compañía cuando debía estudiar hasta tarde, y por último una vez que se consiguieron con Shimako, Sei la presento como su pareja.

No obstante, a pesar de que tenían un compromiso, pasaban por momentos difíciles, en primer lugar el constante coqueteo de Sei, que no sabia si lo hacia por fastidiar o porque en verdad quería algo mas, en segundo lugar el tema Sachiko/Yumi, debido principalmente a la desaprobación de Sei a la actual pareja de Yumi y según ella era por culpa de la reina del Hielo, sobrenombre que le gustaba usar para referirse a Sachiko, por lo que ella se sentía en la obligación de defender a su antigua hermana pequeña, y por ultimo la incapacidad de ambas para decir te amo.

Eriko les había insultado por separado, cuando les preguntaba por como marchaban las cosas, al obtener siempre la misma respuesta, les decía que cual era el miedo y les regañaba por expresar sus sentimientos y arreglar las cosas. No obstante ninguna daba el brazo a torcer y se conformaban con lo que tenían.

(Fin del recuerdo compartido)

Volviendo al presente arreglo el plato lo mejor que pudo, por suerte prefería comprar antes de ponerse a cocinar, a pesar de que Yumi le decía que lo mejor era cocinarle a la persona que estaba junto a ella. Se acerco con suavidad a Youko y le presento el plato, esta le sonrió en agradecimiento y comenzó a comer, al terminar fue a la cocina a dejar su plato, mientras aprovechaba a darle un vistazo a su novia, porque la verdad le inquietaba cuando esta se quedaba quieta, porque no sabia que haría a continuación, se distrajo arreglando la cocina, cuando de repente unos brazos le rodearon por la cintura, se asusto bastante, a pesar del tiempo Sei continuaba siendo silenciosa y le sorprendía con la guardia baja.

Hizo que le encarara, le sonrió para calmarla, satisfecha de que aun podía asustarla, pero al mirarse a los ojos no pudo evitarlo y se inclino para darle un suave beso en sus provocativos labios, pero después de uno, siguió otro un poco mas intenso, después otro y otro, cuando se dio cuenta, sus manos ya estaban bien ubicadas debajo de la ropa de Youko, dejo sus labios para juguetear con su cuello, mientras los gemidos de Youko iban incrementándose.

Sabia que tenia que safarse, pero una cosa era saberlo y otra muy distinta hacerlo, las manos de Sei tocando partes de su cuerpo que solo ella conocía, que sabia muy bien la volvían loca.

-Tengo que estudiar-alcanzo a susurrar en el oído de Sei, mientras los hábiles dedos de la rubia se hundían en su intimidad haciéndola gemir.

-Lo se, pero solo será un rato-respondió esta concentrada en darle placer-Después nos pondremos a estudiar, pero ahora déjame sentirte, por favor Youko.

Ya no era capaz de pensar con coherencia, ante las caricias de esa mujer que la volvía loca en todos los sentidos, a la que amaba con todo su corazón, pero que sabia que podía ahuyentar si le decía de sus sentimientos, así que para no traicionarse, se dedico a corresponderle, la beso en los labios y sus manos se entregaron de lleno a la labor de desnudar a su amante.

Solo pararon un momento para ir al cuarto y allí terminaron de desvestirse, para dedicarse la una a la otra por entero, pero a pesar del placer que pudieran compartir ambas sabían que faltaba algo, que se reducía simplemente a dos palabras, que ambas se sentían incapaces de pronunciar.

5.- Conversación a media noche

Las luces estaban bajas en aquel club solo para ejecutivos, el constante ir y venir de camareros, solo se oían risas y conversaciones que podían ir desde tratos importantes de negocios a cosas sumamente banales.

En el medio de todo esto un hombre muy atractivo, alto y de unos ojos oscuros que siempre parecían burlones, miraba desinteresadamente el lugar, volvió a concentrarse en su copa, reviso la hora una vez mas, estaba cansado, solo estaba allí porque necesitaba hablar antes de volver a su "perfecta vida".

De repente un hombre cercano a los treinta se sentó a su lado y ordeno lo de siempre, una copa de coñac que Suguru sabia duraría toda la noche, porque de lo contrario el novio de Higashi se molestaría mucho.

-Buenas noches, Suguru-san

-Buenas noches, Higashi-san-respondió educadamente

-Por lo visto no tienes muchos ánimos de hablar hoy, normalmente siempre me regañas por mi tardanza-dijo el otro

-No hay forma de que cambies asi que para que sigo enojandome, si creo que después te burlas de mi-menciono con tranquilidad

-En cuanto a lo de cambiar lo veo difícil, ni siquiera Takato ha podido hacerlo, solo ha ganado en una cosa-dijo mientras bebia un sorbo de su copa-y eso porque no me gusta dormir solo-sonriendo ladinamente

-Asi que eso es en lo unico que ha logrado cambiarte, aunque yo creo que no es lo unico, porque tengo entendido que no has podido serle infiel con nadie, ni siquiera conmigo y eso que te convenia-comento con tranquilidad.

Hisashi ante el comentario tosio un poco, y bebio un poco mas de su copa, mientras le echaba una mirada apreciativa a Suguru, que este capto enseguida, mientras sonreia burlonamente.

-Pues la verdad no estas nada mal, pero acertaste de nuevo, no quiero mandar al diablo una excelente relación solo por una noche de placer, por mas conveniente que sea para mi negocio-respondio Hisashi mientras rememoraba su existencia hasta hacia un año, cuando en una noche de absoluta borrachera acabo en el campus de la universidad de Kioto, y fue salvado por un joven de apenas 18 años, en todos los aspectos no solo a de enfermar de pulmonía sino de la locura que era su vida, desde que Kenji era su pareja, impuso orden en su vida, y cuando el queria desobedecerlas, el chiquillo porque asi le decia Suguro, mas al saber la diferencia de edades, no le hablaba o simplemente se negaba a dormir con el, lo que era el peor castigo que le podian imponer. Abandonando sus recuerdos volvio a prestarle atención a su particular amigo.

-no tienes animos de volver, cierto-afirmo con tranquilidad-lo digo porque pareces un condenado a muerte, y esta vez llevas mas tiempo de lo que normalmente te quedas en la ciudad

-Bueno, al menos no has perdido el toque, si a todo, tengo unas "enormes" ganas de volver a mi ciudad donde todo el mundo me vigila, a mi linda casa en la que me siento un extraño, a mi amante y hermosa esposa con la que me comunico por medio de mi ama de llaves, a mis "maravillosos" padres que son incapaces de ver lo que hice por ellos y…-en ese momento comenzo a llorar, se desinflo, fue incapaz de seguir con su discurso al pensar en ese chico de cabellos castaños

El otro entendio a la perfeccion las acciones del pelinegro, lo conocia por casi dos años, cuando los dos aparte de ser hombres de negocios, eran gays en un mundo donde aun no existia una total tolerancia, pero a diferencia de Suguru, el no tuvo que casarse para demostrar lo contrario, simplemente su vida privada estaba muy lejos de la profesional, no llegaron a nada simplemente porque se encontraban muy entretenidos con sus respectivos "amantes", y cuando quedaron libres el conocio a Kenji, después algo extraño ocurrio y terminaron siendo amigos.

Hisashi fue por un tiempo el tipo que sacaba a Suguru de los lios que este se buscaba, y cuando por fin se harto, tuvieron una amarga discusión, después Suguru le conto toda su historia, y aunque en un principio quiso golpearle por arruinar su vida de esa forma, se dio cuenta que nada se ganaba asi que opto por ofrecerle una amistad sincera con el compromiso de que este no siguiera destruyendose.

Asi que iniciaron una relacion en la que Suguru se dedicaba a hablar o mas bien quejarse de su vida, y el simplemente le escuchaba hasta que este se cansaba, le consolaba cuando lloraba, y una que otra vez lo obligaba a dormir, porque a veces tenia miedo de que Suguru cometeria una estupidez, sus conversaciones normalmente tenian lugar pocas horas antes de que el señor Kashiwagi se marchase a su perfecta vida en la ciudad de Tokio.

Suguru se bebio de golpe su copa, tratando de frenar el llanto, si al menos ese Yuki le hubiera dado una esperanza, pero aquel chico siempre le miro con miedo y después de su ultimo intento de forzar las cosas, Yuki simplemente se nego a salir con el. Y para terminar, se busco la universidad que estuviera lo mas lejos posible de él. El queria tiempo, quiso buscarlo y explicarle, intentar reparar las cosas, pero el anuncio repentino de su compromiso, su boda y el viaje de luna de miel tan repentino, no le permitio hablarle.

Suguru comprendio muchas cosas, es muy diferente efectuar planes con la fuerza y la despreocupación de la juventud, a verlas de otra manera al convertirte en adulto que tenia que cumplir muchas funciones y responsabilidades, en algunas ocasiones se cuestionaba al pensar que con todo el poder que tenia, no era feliz y el horizonte se vislumbraba cada vez mas negro para el y Sachiko.

Existen ironias en la vida, realmente que en algunas ocasiones pueden dar risa, Sachiko y el se parecian en muchos aspectos, los dos delgados y atractivos, educados en los mas exclusivos colegios de japon, siempre distinguidos con los mas altos honores y por sus naturales dotes, e increíblemente los dos enamorados de dos hermanos tan diferentes que sin embargo los completaban en totalidad.

La tesitura y rigidez de Sachiko encontró relajación, cariño y risas en Yumi y por su parte, su locura y cinismo halló un contrapunto exacto en la serenidad y paciencia de Yuki, que sabia imponerse ante su lado burlón.

-Dos años, no puedo creer que ya hayan pasado dos años-musito entre dientes, con un dolor muy profundo en esas palabras, mientras las lagrimas menguaban, termino su copa e hizo una seña para que le pusieran otra ronda.

Hisashi entendió las acciones del pelinegro, en cierta forma buscaba la manera de aturdirse antes de marcharse a su ciudad natal, donde el horizonte se vislumbraba cada vez más triste. Por esta vez, el alto hombre decidió no intervenir, dejaría que el joven se dejara caer en el fondo del vaso y después lo escoltaría a su solitaria habitación de hotel, donde lo dejaría profundamente dormido y el se iría después a casa, agradecido de tener a Takato en su vida.

Después de varias copas, Suguru se encontró tan perdido que cualquiera que tuviese ganas de aprovecharse, podría haber tenido suerte, no obstante Hisashi pago la cuenta, y haciendo gala de fuerza y paciencia lo llevo a su hotel. Al dejar el cuerpo inerte del poderoso Kashiwagi, no pudo reprimir un suspiro de lastima por aquel joven hombre, con solo 23 años, era quizás el tipo más infeliz que había conocido en sus treinta años de vida, y el tenia en su haber muchas experiencias infelices pero lo de Suguru parecía irreparable.

Decidió no seguir contemplando y pensando en el cuadro que tenía enfrente, arropo al hombre y asegurándose que estaba bien dormido se marcho de la hermosa suite. Pero, como estaba preocupado hablo con el encargado del piso y por medio de un estimulo económico, le pidió que de vez en cuando le echara un vistazo, a lo que el hombre al ver los billetes accedió amablemente. Y algo más tranquilo con su conciencia se fue a su casa.

……..