Título: Emboscada

Calificación: NC-17

Género: Het.

Pareja: Dean Winchester/Bela Talbot

Resumen: conjunto de relatos escritos para 10pairings. Diez relatos, diez parejas distintas.


Pareja: Dean Winchester/Bela Talbot

. & .

Emboscada

Eligió su mejor vestido para el encuentro. Seda oscura, dos centímetros sobre la rodilla, cinturón del mismo género, ciñendo su estrecha cintura y luciendo un escote modesto. Su perfume favorito y el cabello suelto. Ella sabía que el Winchester no podría negarse a una mujer bella, y sin presumir, vaya si lo era.

Llegaron a la habitación que ella alquilaba cerca de las doce y media de la noche. La puerta se abrió dando paso a los dos cuerpos entrelazados que cayeron sobre la cama ahogados en un mar de besos y respiraciones cortadas.

Bela sujetaba los cortos cabellos del rubio, intentado llevar el ritmo, marcar la pauta, pero la mano cálida deslizándose sobre su muslo, levantando su vestido, la hacía estremecerse. Era demasiado tarde para dar marcha atrás, cuando después de tanto tiempo había conseguido mantener una conversación cortés con el muchacho. Continuó con su plan, desprendiendo los botones de su camisa, desnudando esa espalda ancha y fuerte que se imponía avasallante sobre su delgado cuerpo.

Cuando Dean se deshizo de su diminuta ropa interior, se retiró, cambiando de posición. Se sentó sobre la cama y la subió sobre su regazo como si se tratara de una muñeca de trapo, maleable y deshecha. La besó con pasión y sus manos recorrieron su cuerpo con ansia pero a la vez con una dulzura que Bela no podía explicarse.

Sintió sus dedos sobre sus senos, suaves y expertos, reconociendo cada uno de sus rincones antes de desnudarla sin prisas, de la misma forma que se internó en ella, despacio y con calma, saboreando su boca y su piel, con un maremoto de emociones desgarrándola por dentro, confundiéndola y haciéndola enloquecer en partes iguales.

No hablaron cuando Dean se recostó a su lado y la observó, con el cabello hecho una maraña y las mejillas tan encendidas como un incendio forestal en plano Amazonas. Tampoco se besaron, porque eso, en medio de las circunstancias, sería poco más que ridículo, pero la falta de una palabra de ironía o desprecio entre ellos, sin duda significaba un cambio catastrófico en los planes de ambos.

A las dos de la mañana, Bela despertó en brazos de un desconocido. Le llevó un momento superar el ataque de pánico cuando el sopor del sueño se disipó y le permitió recordar. Se levantó de la cama sigilosamente, cogió su celular y se encerró en el cuarto de baño.

Lo tengo comiendo de mi mano. Sam no será un problema.

Escribió, enviando el texto a un número que había preferido no registrar en su agenda.

Sin duda no hubiera querido llegar a exponerse de esa manera, pero era una operación decisiva. Solo debía acercarse a Dean y el resto sería pan comido… y después de verlo de etiqueta en aquella fiesta, no era como si le hubiera costado un gran esfuerzo, por lo menos en lo que se refiere a lo físico, aunque le sorprendió enteramente la cortesía del Winchester.

Regresó a la habitación dispuesta meterse en la cama nuevamente, a seguir con su trabajado papel de damisela en apuros. Encendió las luces rápidamente al notar que la cama estaba vacía.

—Tranquila, cariño —exclamó Dean, de pie a unos metros junto a la ventana, terminando de vestirse—. Lindo vestido.

La mujer se apresuró a alcanzar las sábanas blancas y cubrir su cuerpo desnudo. Hasta podría haber sonreído por el comentario, simplemente carente de maldad, si no fuera porque dos segundos después divisó su caja fuerte abierta.

—Desgraciado —siseó.

—Y tú, una ilusa. Me parece asqueroso cobrar por sexo, pero me quedaré esto en parte de pago —le dijo, asiendo la antigua Colt entre sus dedos, antes de coger su chaqueta y desaparecer tras la puerta de entrada.

*** fin ***