Detrás de escena
Prologo
Todos tienen una vida, nadie lo niega. Cada uno, incluso, hasta los personajes de "The Loud House" la tienen, detrás de cada escena.
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Audicionando
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-¡Warren cariño, es hora de que despiertes! –Fue el grito de la madre del pequeño Warren llamándolo desde abajo para que despertase, por quinta vez. Esto se repetía cada mañana, Warren no acostumbraba a levantarse temprano, y lo peor de todo, es que siempre tenía problemas para dejar la cama.
Con algo de pesadez y desgaste, sus ojos comenzaban a recibir la luz solar que traspasaba la ventana. Al levantarse, lo primero que hizo fue caminar al baño de su habitación y como era de costumbre, contemplaba por varios segundos su rostro en el espejo con algo de curiosidad. Si se comparaba el cómo se veía en la tarde a como se veía en la mañana, la diferencia seria extremadamente grande.
Una vez que se lavó los dientes, se aseó y se vistió, miró a un lado suyo. –Oh, ahí están, bienvenidos a la casa Loud. Una casa en donde la palabra "paz" no es conocida por nadie… Bueno, creo que lo hice bien. –Warren dejó de hablar solo y bajó a tomar el desayuno.
-Entonces, ¿estuviste practicando toda la noche?
-Exacto, no cualquiera podría interpretar a un chico agobiado por diez hermanas. –Tomó una pequeña copia de un guion que había recibido hace tiempo. Luego, encendió la televisión y comenzó a buscar un canal en particular.
-Estamos a las afueras del estudio nickelodeon donde en pocas horas se llevará a cabo el casting para los papeles de la próxima serie live action de nickelodeon, The Loud House.
Warren no podía creer la gran cantidad de personas que estaban asistiendo al casting para el futuro programa, lo que si podía creer era que había más chicas que chicos, seguramente para interpretar a las hermanas del único varón de la familia. El niño de doce años, había escuchado del anuncio por parte de Nick en una entrevista hace más de un año. La historia le había llamado la atención, un chico que tenía que sobrevivir a diez hermanas cada día de su vida, que llevaba por nombre Lincoln Loud. Esa era la razón por la que había estado practicando, para las audiciones de The Loud House.
Quizás ser actor de televisión no le haría mal, quizás sería la oportunidad perfecta para hacer lo que más le gustaba: actuar.
-Warren termina tu desayuno, debemos irnos para tu audición. –Warren escuchó lo que su madre dijo, y se apresuró a terminar.
Saliendo de casa, Warren saludó a su vecino. Un hombre llamado Ted que era una buena persona, amigo de su madre desde hace muchos años[u1] .
-Oye Warren, escuché que vas a audicionar para un programa.
-Así es Ted, espero ser el papel principal. –Le decía mientras se subía al auto.
-Espero que si chico, te deseo suerte, de todas formas, eres muy bueno en la actuación. –Le dijo desde el otro lado de la acera.
-Gracias por desearnos suerte señor Ted. –Le dijo la madre.
-De nada Estela, cuídense. –Fue lo último, para que el auto se alejara de la casa e ir al casting.
El camino no fue tan largo, Warren tenía la ventaja de vivir cerca de los Estudios por lo que se ahorraron la espera por la enorme cantidad de personas que estaban en fila para la audición.
-Ok Warren, guarda la calma, si te preguntan algo, solo respóndeles con normalidad.
-Lo se mamá.
-Siempre actúa con naturalidad, que las ansias no te invadan.
-Mamá, estuve practicando mucho para este papel. Ni me lo recuerdes. –Warren meses antes estuvo practicando junto a un actor/productor relacionado a la producción de la serie que era amigo de su madre y el mismo que le saco una copia del guion del piloto de la serie.
-Flashback-
-¡Y repite, yo soy Lincoln Loud! –Gritó en la habitación del chico.
-Eh, ¡yo soy Lincoln Loud! –Dijo de manera confusa.
-¡NO! Debe salir, del corazón y de la mente… ¡Yo soy Lincoln Loud!
-¡Yo soy Lincoln Loud!
-¡No, no no no! Con ganas, tienes que ser más sentimental. –Mientras explicaba hacia poses un tanto raras para Warren.
-Disculpe señor, pero este no es un papel en donde deba resaltar el sentimiento o la mente, solo es una interpretación normal, de un simple chico con una actitud regular. Es todo.
-No Warren. –Se apagaron las luces de la habitación, y un pequeño foco fue lo único que iluminó al hombre. –La actuación no es un juego, es algo, que se hace con el alma y con la actitud del ser. –Y al terminar de decirlo, terminó en el suelo de rodillas, con una mano levantada y una lagrima saliendo de uno de sus ojos.
-Ok… –Warren se sintió un poco incómodo con lo que veía.
-Ahora di, ¡Soy el chico con el plan! –Volvió a gritar. –¡Soy Lincoln Loud! ¡Soy Lincoln Loud!
-Gracias por tu visita, Charlie, te agradezco por… practicar con mi hijo… –Acompañaba al actor hasta la puerta después de haber practicado con Warren para el papel toda la tarde.
-¡Una vida en la saca Loud! ¡Un chico, diez chicas!
-Ok… –La señora lo llevaba hasta la puerta. –Adiós, jeje…
-¡Yo soy Lincoln Loud, el hombre con el plan! –Gritaba mientras se alejaba de la casa.
-Fin flashback-
-Enserio, el sujeto me estaba volviendo loco… –Dijo Warren mientras tenía un pequeño escalofrió por todo el cuerpo.
-Sí, eso jejeje. –Reía la madre.
-Ja ja ja ja, gran historia. –Escuchó una risa femenina delante de él. Al ver hacia delante, Warren vio a una chica de su misma edad, con pelo suelto color castaño, vestida con una blusa y short que la hacía ver un tanto atractiva.
-Mi nombre es Lynn Mitchell, un gusto conocerte Warren.
