Bueno espero que le deis una oportunidad a la historia, este primer capítulo prácticamente es para presentar a los personaje y para poneros en situación, pero la cosa irá mejorando lo prometo, solo dadle una oportunidad. Es completamente AU aunque ambos mantienen su profesión.

Capítulo1

Richard Castle

Es un escritor de fama mundial, un hombre conocido por ser un playboy, un hombre soñador, conocido por su agilidad con las palabras, por ser un genio de lo macabro. Pero Richard Castle más que todo lo demás es un niño en el cuerpo de un hombre, un buen hombre en definitiva, un hombre que sueña con tener una familia. Después de toda una vida solo con su madre, Rick siempre había soñado con tener una gran familia, una madre, un padre algún hermano con el que poder jugar, ahora que se ha hecho mayor quiere formar esa familia, quiere ser un buen padre. En este momento llevaba dos años en una relación con una actriz algo mediocre, que soñaba con llegar a Hollywood, de momento se conformaba con ir del brazo de un famoso escritor de fiesta en fiesta, pero Meredith solo buscaba el triunfo, la fama que de momento tenía por ser novia, pareja de…

Se habían comprometido hace apenas un par de meses, Meredith no estaba saltando de alegría cuando se lo pidió pero…tenía que hacerlo a pesar de que lo primero en su vida era la fama, lo quería mucho, quería a Richard Castle y por eso termino aceptando, cuando empezó con él sabía sus deseos de crear una familia y no podía dárselo, por eso si que no podía pasar si se quedaba embarazada toda posibilidad por triunfar como actriz se habría acabado. Así que lo único que pudo hacer fue engañarlo, decirle que no podía tener hijos, claro que le obligo a hacerle un montón de pruebas, que tuve que falsificar, pero que no consigue el dinero. Llevaban unos meses bien, parecía que había olvidado el tema, y estaban preparando la boda, una gran boda en los Hampton en la gran casa que Rick había comprado para irse a vivir con su familia. Pero la tormenta llegó un día a la casa de Richard Castle, sus deseos seguían ahí y ya no quería esperar más.

KATE BECKETT

Kate era una mujer de 22 años de edad que a los 15 años se quedó huérfana tras la muerte de sus padres asesinados en un atraco que salió mal, aparte de ellos murieron otros dos rehenes más. Los asesinos de sus padres fueron detenidos unas horas después por la policía, Kate empezó a ver en ellos el modelo en el que quería fijarse para el resto de su vida, y por eso ahora estaba en la Academia de Policías de Nueva York, quería convertirse en una buena policía y atrapar a los asesinos para que las víctimas y su familia encontraran la paz que les había sido arrebatada, como a ella. Desde los 15 años, y al no tener más familia ha estado en un orfanato, por culpa de la avanzada edad que tenía nadie se fijaba en ella, normalmente la gente que va a esos sitios se fijan en niños menores de cinco años, que no tenga tantos recuerdos de su vida pasada. El resto se quedan en el orfanato hasta que son mayores de edad es lo que le pasó a Kate. La mayoría no saben sobrevivir tras salir de allí, y acaban en la calle y metidos en drogas, pero Kate tuvo suerte sus padres le dejaron una buena herencia que le ha permitido poder vivir durante este último año mientras estaba en la Academia sin ningún problemas, además los fines de semana trabajaba de camarera en un pequeño bar del centro para sacarse algún dinerillo más, que iba integro para el orfanato donde se había criado. Seguía yendo por lo menos tres veces a la semana, lo que la Academia le permitía, allí había muchos niños que le tenían un gran aprecio pero en especial, había uno; Alexander. Era un niño de seis años, un poco tímido lo que le hacía destacar poco para los posibles padres que pasaban por allí a diario para adoptar niños. Kate le tenía un cariño especial porque le recordaba mucho a ella en sus momentos primeros que paso allí metida, después poco a poco y al ser una de las mayores ayudo al resto de voluntarios con esos pequeños que de un día para otro se habían quedado solos, sin nadie en la vida.

POV RICK

Estaba nervioso, acababa de discutir con Meredith, estaba enfadado porque lo que más quería en el mundo era tener una familia, y pensándolo bien quizás me precipite con la elección de la que iba a ser la mujer de mi vida. Sabía que teníamos ideas distintas sobre tener una familia pero pensé que pasado el tiempo yo… joder me llené el vaso de wiski hasta arriba y me lo tome de un trago. Acabábamos de recibir el último análisis de Meredith no podía tener hijos, sabía que debía ser un momento difícil para ella, todas las mujeres aunque no lo crean tiene un instinto maternal ¿no?, dios que coño, pensé que conocía bien a las mujeres pero no conozco nada de ellas. Sería mejor descansar mañana sería otro día pero no quería estar en este momento con ella, así que cogí y me senté en mi escritorio y encendí el ordenador, pero ni si quiera lo estaba mirando estaba metido en mis pensamientos. Vi encima del escritorio unas cartas que antes no había abierto, fui pasando una a una hasta que llegué a una en espaecial,distinta, la abrí y era una invitación a una gala benéfica para ayudar a los orfanatos de Nueva York que estaban llenos a rebosar de pequeños y necesitan medios para poder mantenerlos. Había demasiados niños esperando para encontrar una familia en el mundo pero no había que ir tan lejos en Nueva York había mucho orfanatos llenos de niños. Esto tenía que ser una señal, si Meredith no podía tener hijos podíamos darle una familia a uno de esos niños. Me levanté y me fui a la cama con esa idea en la cabeza, mañana lo hablaría con ella para intentar convencerla por lo menos para ir a la gala benéfica y de ahí para visitar las infraestructuras para poder ayudarlos.

Me desperté y sentí a Meredith acariciándome con sensualidad, y besándome el cuello.

-Rick te he echado de menos-dijo besándome con pasión, nos volqué quedando encima de ella y le hice el amor.

Mientras ella se duchaba yo empecé a preparar el desayuno había consultado con la almohada lo de decírselo a Meredith o no, y quería hacerlo. Quería ir a esa gala, hablar con la gente que trabajaba allí, ayudarles y conocer a esos niños, luego ya vería si decidían o no adoptar un niño, pero de momento quería ayudar. Al poco tiempo apareció por la puerta recién bañada, se acercó a donde me encontraba y me besó en la mejilla suavemente. Se sentó enfrente de mí y le coloque delante su plato y una taza de café.

-Meredith esta noche vamos a salir a una cena benéfica.

-Oh, entonces tendré que salir a comprar un traje nuevo-dijo sonriéndome, ni si quiera me había preguntado a favor que era, y no pensé en decírselo total si para ella no era importante para que decírselo, le di mi tarjeta y con un beso la dejé allí sentada y fui a tomar una ducha y a llamar a mi agente para confirmar la asistencia a la cena.

POV KATE

Era de día pero estaba completamente reventada, había estado toda la noche patrullando con mi compañero por las peores zonas de Nueva York. Era sábado y esta noche había una cena especial para conseguir dinero para los niños del orfanato, y no podía faltar, para ello tenía todo el día para descansar, pero le había prometido a Alexander que iba a ir a verlo esta mañana, así que me di una rápida ducha y me dirigí hacia el orfanato. Cuando llegué estaban desayunando y cuando Alex me vio salió corriendo a abrazarme.

-Has venido.

-Lo prometí.

-Sí, pero…

-Ya sé que hay gente que te ha fallado, que no están aquí contigo Alex, pero yo siempre estaré cuando me necesites.

-Lo sé-dijo abrazándome fuerte.

Cuando el resto de chicos me vieron llegaron corriendo a abrazarme y saludarme, cuando acabaron de desayuna nos fuimos todos al patio a jugar, como niños que eran tenían sus discusiones pero como eran niños puros nunca duraban mucho, en seguida estaban de nuevo jugando sin parar como si nada hubiera pasado, era algo que envidiaba de ellos que no les afectaba las cosas como a los mayores, que no tenían que aceptar y vivir con las consecuencias de lo que hacían. Alex me vio pensativa y se acercó corriendo a donde estaba.

-Kate, ¿estás bien?

-Sí, solo un poco cansada.

-Ummm.

-¿Qué haces?

-Jugar con los chicos pero juegan al fútbol y no me gusta.

-No tienes ningún libro.

-Ya me he leído todos.

-¿Todos?, la semana pasada te traje tres libros.

-Ya…me gusta leer-dijo avergonzado.

-Mañana te traeré más, vale.

-Bien. Mañana Lanie nos ha dicho que vendrán padres a vernos.

-¿Estás contento?

-No me van a elegir.

-No pienses eso Alex, eres un chico increíble si la gente no lo ve, es su problema.

-Si soy tan increíble ¿porque no eres mi madre?

-Alex ya hemos hablado de eso.

-Si ya.

-Alex para mí sería un honor ser tu madre, pero no puedo…no podría darte la vida que te mereces, mereces tener una familia que te quiera y pueda pasar el mayor tiempo contigo, sabes que yo…

-Tienes mucho trabajo, tienes que salvar el mundo.

-Eso es pequeño-dije acariciándole la mejilla-pero ya sabes que siempre seré tu hermana grande.

-Sí, Kate si tuviera unos papas, ¿podría seguir viéndote?

-No pienses en eso ahora vale, ven vamos a ver a Lanie a ver si tiene algún libro-y agarrándome de la mano me siguió hacia dentro sin saber que su vida iba a cambiar dentro de poco.

CONTINUARÁ…

Gracias por leer, y darle una oportunidad, el lunes tendréis el segundo capítulo, mientras tanto tenéis mi historia de A salvo para disfrutarla.

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XXOO

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