¡Buenas! Los personajes que vais a ver a continuación no son míos, se los he cogido prestados a Masashi Kishimoto por una buena causa.

Como de costumbre, espero que disfrutéis al leerlo tanto o más que yo al escribirlo.

¡Un saludo!

PROBLEMÁTICA

El sol comenzaba a despuntar sobre los tejados de Konoha. Tumbado en uno de ellos, un muchacho moreno hacía girar un zippo distraídamente entre sus dedos. Desde la marcha de Naruto, la aldea se había sumido en un estado de tranquila inquietud. La reunión estaba próxima, y el momento en que tendría que asumir el liderazgo de un grupo, inminente. Sin embargo, era muy consciente de cuál era el pensamiento silencioso que inundaba las mentes de todos.

Konoha estaba llena de ninjas fuertes y habilidosos, pero jóvenes. Para ellos la guerra era algo lejano, que formaba parte únicamente de los libros de historia. A él todo aquello le parecía algo muy problemático. Destapó el mechero y observó cómo la pequeña lama temblaba en contacto con el aire.

"¿Qué harías tú?", pensó.

Una conocida voz femenina lo sorprendió por la espalda.

- ¿Se puede saber qué haces aquí? ¡La reunión está a punto de empezar!

- Se volvió para sonreír a la ninja de la arena, que le observaba con el ceño fruncido.

- ¿Es que no puede uno fumarse un cigarro tranquilamente?

- Esa porquería acabará matándote.- La sonrisa del moreno se ensanchó al reconocer las palabras de la mujer de su maestro. -Y bien, ¿cuál es el problema?

- ¿Crees que estamos realmente preparados para una guerra?- preguntó sin rodeos.

- Somos ninjas, es nuestra obligación, para lo que se nos prepara desde el momento en el que ingresamos en la academia.

- Pero esto no es una misión más.

- No, cierto. Es algo mucho más serio- la joven puso los brazos en jarras- ¿Cuál es el verdadero problema?

- ¿Y si no valgo como líder?

- La kunoichi se inclinó y colocó su rostro frente al de él, mirándolo fijamente a los ojos.

- Yo te seguiría al fin del mundo si me lo ordenaras.

El muchacho juntó su nariz a la de la rubia.

- Sí que eres problemática.- Ella se apartó con una sonrisa en los labios por toda respuesta.

Se dirigieron en silencio hacia el lugar de reunión, con la sombra del ninja de Konoha apretando la mano de la sombra de la chica.