Bien, esta es mi nueva historia. Espero que les guste.
Los personajes no me pertenecen, son de Kishimoto. La historia es de mi creación.
La dama y la bella.
capitulo 1.- La búsqueda del Kyubi.
Se acerco lentamente hasta donde él se encontraba, le temblaban las piernas y se sujetaba fuertemente las manos contra el pecho. Otro paso más en su dirección, la respiración se acelero al máximo. Un ruido en el fondo llamo su atención, pero ella no se rendiría, tenía que encontrarlo si quería seguir viva.
En el siguiente cruce tomo hacia la derecha, se dejo conducir por un suave presentimiento. Al final ya cuando la oscuridad se encontraba en su alrededor, volvió a oírlo otra vez, ahora más cercano y por detrás. Se giro rápidamente, pero ya era tarde. Una poderosa garra la azoto contra la pared de la oscura caverna. Por un segundo creyó ver un par de hermosos ojos celestes antes de perder el conocimiento.
Cuando volvió a despertar ya no estaba en las penumbras, a su alrededor cientos de llamas ardían embravecidas, se erguían orgullosas radiando calor a grandes cantidades. Apenas y sosteniéndose sobre su codo, pudo darse cuenta que no estaba sola. Una respiración profunda se dejo escuchar al fondo de la habitación donde se encontraba. Se enderezo un poco y noto como una forma se movía acomodándose en el suelo frio de la caverna.
Se puso de pie, sintió como la sangre volvía a sus piernas con un molesto cosquilleo, pero eso no la detuvo. Anduvo hasta el final de la caverna y frente a ella se encontraba un hombre.
Tenía el cabello dorado y a pesar de que no estaba segura, se podía apreciar que era alto y musculoso. Se arrodillo para quedar más cerca y por un impulso, coloco su mano contra la suya. Estaba cálida al contacto. Lo miro por unos momentos más, pero se dijo que estaba perdiendo demasiado tiempo.
Hinata tenía una misión, encontrar al poderoso Kyubi y pedirle que salvara a su país.
Había escuchado desde niña que el poderoso Kyubi, era la criatura más poderosa que había existido desde siempre y que sus poderes superaban a cualquier guerrero que se le enfrentara Hinata deseaba que fuera así, porque la situación en la que se encontraba todo el país del fuego no era nada buena.
Solo hace un par de meses una poderosa y oscura asociación había invadido las tierras del norte, Akatsuki era su nombre y su misión era el poder total.
Se separo del hombre, pues lo que estaba buscando era una criatura no a un ser humano. Camino sin rumbo a través de la infinidad de la caverna y sin darse cuenta se encontró de nuevo donde el joven dormía.
-he estado dando vueltas todo este tiempo- se dejo caer en el piso helado y un impulso incontratable de echarse a llorar la azoto.
-¿Por qué lloras pequeña niña?- La voz provenía desde el fondo, y era una voz de hombre.
Se giro asustada pero no pudo ver más allá de sus manos, pues la oscuridad se había hecho completamente solida a su alrededor. Después un fino flujo de un líquido escarlata se acercaba lento y pausado, destellando un brillo ligero del mismo tono. Hinata se alejo a su paso, pero se dio cuenta que todo a su alrededor se encontraba invadido por el fluido que se acercaba cada vez más. Un ruido, más que un rugido quedo, suspendido aquí y allá.
Se llevo las manos al pecho, fuertemente apretadas, hasta que de nuevo una voz la saco de sus temores, pero esta voz, que se reía sin parar, no era la misma que minutos antes le había hablado.
-¿Pequeña mocosa, vienes aquí a tratar de vencerme?-
No lo podía creer, pero ella sabía que la voz que ahora le hablaba era la del poderoso Kyubi.
-Yo... yo... n... no he venido con esa intención Kyubi-sama-
-..¿Sama has dicho?- una poderosa carcajada siguió después de esa frase - Nadie me ha hablado así, desde hace siglos- Unos enormes ojos rojos se filtraron entre el espesor de la noche perpetua de la caverna. -Dime muchacha ¿a qué has venido?-
Hinata miraba intimidada hacia esos poderos ojos que no la perdía de vista.
-Yo... Nosotros...-
-¿Nosotros has dicho?-
-Si... señor-
-¿quienes son nosotros exactamente?-
-Pues el país del fuego señor-
-ahh... el pobre país del fuego, ¿qué quieren?-
-pues... verás... esta siendo atacado por...- Se detubo, porque de la nada la cara del Kyubi empeso a desvanecerse. Hinata estaba confusa, había estado hablando con el kyubi y ahora presentía que algo fuera de lo común se iba a presentar.
-Basta, vamos mocoso, deja que termine la chiquilla- El kyubi no se dirigía a ella esta vez, se hablaba así mismo. -Está bien... tu ganas-
Un luz rojiza cubrió completamente a lo que quedaba del Kyubi, lo envolvía como una larga tela que fue enrollándose a su alrededor, de un lado al otro. En un segundo cuando el kyubi ya estaba completamente envuelto, el nudo se deciso en una ráfaga de poderoso aire que hizo que Hinata cerrara los ojos y tuviera que inclinarse para pelear con el viento que la golpeaba en todo el cuerpo.
-Lo que tú nos pides, no es nada fuera de este mundo, pero solo con una condición te ayudaremos-
La voz que le hablaba ahora no era de la bestia sino la de un hombre y aunque ella tratara de encontrarlo la oscuridad se había vuelto a adueñar de toda la caverna.
-¿Quién eres tú?-
-Yo soy el portador del Kyubi, son el jinchouriki de la bestia de las nueve colas y tú quien eres pequeña-
-yo... yo soy Hinata Hyuga de la aldea de Konoha-
-¿De Konoha eh...?- La voz que había utilizado, obligo a Hinata a que levantara la cabeza, pero de nuevo se encontro con lo negro de las profundidades. -Están de acuerdos los estúpidos ancianos en convocar a una bestia que estuvo a punto de destruir Konoha no hace más de 50 años?-
-Los mismos ancianos me han enviado, es por tu poder, que casi nos destruyo, el que quieren utilizar para salvarnos de Akatsuki-
-Así que Akatsuki aun sigue funcionando-
-¿Lo conoces?- pregunto a la nada.
-Claro que si, esos malditos aun siguen- Una silueta a travesó la inmensa negrura - ellos son tan antiguos como yo pequeña-
-¿Entonces nos ayudaras?- Preguntó, mientras que la sombra iba tomando forma frente a sus ojos.
El mismo hombre al que había apreciado mientras que dormía se presentaba ante ella con una sonrisa siniestra en el rostro. Era alto y tenía los hombros anchos, su pelo rubio sobresalía entre las tinieblas y su ropa de tonos anaranjados.
-Te he dicho que solo con una condición- él le dirigió una mirada picara desde su lugar -Quiero una esposa-
- ¿una... es...esposa?- No lo podía creer, que el jinchouriki pidiera tal cosa era conmocionarte.
-Sí, lo hemos pensado bien durante todo este tiempo, el Kyubi y yo ya no somos tan jóvenes, pequeña-
-Pero una esposa, no creo que alguien acepte eso-
-Es verdad, no crees que es gracioso. Es perfecto así no tendré que hacer nada por ustedes- se dio la media vuelta y empezó a alejarse, cuando giro la cabeza con una sonrisa de medio lado luciendo en su masculino rostro -Tráeme a una esposa, de preferencia una doncella virginal y prometo que salvare a tu aldea, a tu país y hasta el mismo mundo si así lo desean.-
Bueno aqui termino el primer capitulo de esta historia, espero que me sigan y tratare de actualizar constantemente. Aprovecho para pedir una disculpa para aquellos lectores que me han estado siguiendo en mis fics... lamento el retraso de mis historias, pero descuiden no me gusta dejar un fic sin terminar. Con el fic de la belleza de ser ninja, descuiden lo terminare, pero ahora la historia esta paralizada, completamente.!!!... GOMEN!!
Pero las demás continuan, con un poco de retraso, pero continuan.
