El milagro que une 2 almas
1. El regreso.
¡Mami¡Mami! Se escuchaba la voz de los niños jugando en el parque, corrían de un lado a otro fascinados por el lugar, para ellos era un lugar nuevo, cada cosa que veían era fantástica para los pequeñines, caminado detrás de ellos iban dos mujeres hablando…
-Como han crecido, me parece que fue ayer cuando los vi caminar, dice una de las mujeres.
-Mis pequeñines, son lo único que tengo mamá, si algo les llegara a pasaralgo, yo me muero, dice la otra chica.
-Hija, no pienses eso, más bien piensa que mañana vas a volver a ver a tu hermano, dice la mamá de la joven.
-Como lo he extrañado! Me ha hecho una falta increíble, dice la joven, ella se detiene en seco.
-Hikari ¿Qué sucede hija? Ven sentémonos un rato mientras los niños juegan, dice su madre.
-Es solo que no quiero regresar y verlo de nuevo, dice Hikari.
-No te preocupes, tu hermano me prometió completa discreción sobre el asunto, dice su mamá.
-Me duele recordar lo que me hizo, dice Hikari.
-Entonces no lo recuerdes, Hikari no te puedes seguir atormentando por lo mismo siempre, dice su mamá.
-Ya te he dicho que no me llames así, dime Kari, es más corto, dice Kari sonriéndole a su madre.
-Como quieras hija, dice ella.
-Te voy a extrañar, dice Kari.
-Yo también hija, aunque no te voy a negar que me alegra regresar a Japón, dice su madre.
-(se ríe) No pudiste adaptarte a Italia ¿verdad? Pero entiende que este es mi mundo ahora, es mi vida, dice Kari.
-Le diré a Tai que vengamos de vacaciones, dice su mamá.
-Sabes que aquí los recibiré con los brazos abiertos, dice Kari.
-Cuando se lo dirás a a ya sabes quien, él tiene derecho a saber sobre sus hijos, dice su mamá.
-No lo se, no he pensado en eso, dice Kari.
-Mis nietos tienen 3 años y medio, pronto comenzaran a preguntar por su papá y que les dirás, dice su mamá.
-No quiero pensar en eso todavía, dice Kari y alza la mirada al cielo, de pronto escucha un llanto, uno de los pequeñines estaba llorando y se acercaba a ella.
-Mami¡Mami! Me caí muy duro, dice el pequeño de overol azul oscuro acercándose a Kari, tenía los ojos azules y el pelo café, su piel era completamente blanca y de estatura muy pequeña.
-Que te paso mi dulce niño, dice Kari alzando a la pequeña criatura y poniéndolo en sus piernas, el niño se había raspado la rodilla y estaba sangrando un poco la herida.
-Es que… es que… es quemi hedmanitaintentaba subidse al columpio y se desbalo y yo pod que no se pegadá la tuve y caí adodillado y me raspe la roilla, dice el niño de 3 añitos.
-Y donde esta tu hermana? No la dejaste sola o si, dice Kari buscando con la mirada a su pequeña hija.
-(calmandose un poquito) OH OH, dice el niño.
-Mamá, cuida de Daniel por favor, dice Kari dejando en los brazos de su madre el pequeño y saliendo a buscar a su hija, no camino mucho cuando vio a la pequeña caminado en frente de ella y saliendo de unos arbustos, estaba persiguiendo a un pajarito.
-Con que aquí estas mi tierna Laurita, ven, no te separes de tu hermano, me preocupaste chiquita, dice Kari y alzando a la pequeña de ojos azules y tez blanca, de pelo cafe claro y con un vestido azul clarito, regreso al lado desu mamá.
-Ya son las 6:00pm, esta haciendo frío, lo mejor es regresar ya a casa, dice su mamá.
-Tienes razón, además hay que curar la herida de mi soldado favorito, dice Kari.
-Como va esa herida campeón, dice la señora Yagami.
-Aun me duele mucho, dice el niño.
-Me asustaste Laurita, no lo vuelvas a hacer, dice Kari.
-En Japón hay padques mami, dice Laura.
-Por supuesto que si, donde vive tu tío Tai y tu abuelo al frente hay un parque, es grande, muy grande y tiene toda clase de árboles y muchos juegos, dice Kari.
-Si escuchaste Daniel, hay muchos padques en Japón, dice Laurita emocionada.
-En serio mamita? En Japón hay padques, dice Daniel dudando.
-Por supuesto que si mi chiquito, dice Kari y le pide a su mamá que le pase a Daniel.
-Mami tengo mucho sueño, dice Laura bostezando.
-Yo tengo mucha hambe, dice Daniel.
-Con que tienen hambre y sueño mis pequeñines, eh? Pues aguanten un poquito más que lleguemos a casa y les prepare… ¿Qué quieren que les prepare? Escucho opciones, dice Kari jugando con sus hijos y haciéndolos reír.
-El parque no quedaba muy retirado del apartamento donde vivía Kari, así que pronto llegaron, Kari llevo a los niños a la habitación y les puso la pijama, los acostó y se fue a prepararles la comida junto con su mamá…
-Pareces una niña de 11 años cuando estás con los niños, dice la señora Yagami.
-En serio? Ellos me hacen reír y me hacen ser feliz, dice Kari.
-Son unos ángeles, desde que llegaron a tu vida te devolvieron la sonrisa, dice la señora Yagami.
-Si, es cierto, bueno me voy que se deben estar muriendo del hambre, dice Kari y sale de la cocina, ella entra al cuarto de los niños y ve reír a Laurita por las muecas de su hermano, - pensé que ya los había acostado, dice Kari sentándose en la cama de Laurita y dándoles los biberones a cada niño.
-Mami, cuéntanos una historia sobre los niños elegidos, dice Daniel acabando su tetero.
-Si! Por favor mami cuéntanos una historia, dice Laurita emocionada.
-Esta bien, no hace mucho, cuando yo tenía 12 años un mal se apodero del digimundo, muchos digimon fueron sometidos al régimen del emperador de los digimons, comienza a relatar Kari haciéndoles muecas y gestos, su mamá la miraba desde la puerta y luego de un rato escuchando las historias de su hija fue a prepararle la maleta a Kari.
-Ay hija! Ojalá ahora haya paz en nuestras vidas, dice la señora Yagami empacando la ropa de su hija.
-Al final… el emperador de los digimons se dio cuenta de que había hecho mucho daño y se disculpó y la paz volvió a reinar en el digimundo, termina Kari y le da un beso en la frente a cada uno de los pequeños,- que duerman mis chiquitines, mañana es una largo día, dice Kari y se pone a empacar las cosas de Laurita y Daniel.
Mientras Kari y su mamá arreglaban todo lo del viaje, Tai y su papá arreglaban todo lo de la llegada de ellas a Japón, ellos le habían avisado a todos, a Sora, a Mimi, a Izzy, a Codi, a Yolei, a Davis, a Matt, a Ken y a Jou, a todos le habían encargado algo para contribuir con la fiesta de bienvenida, mientras Tai, Matt y el señor Yagami arreglaban la casa, alguien toca a la puerta…
-(se ríe) Tranquilos yo abro, dice Matt y abre la puerta.
-Matt¿Que haces aquí? Pensé que estabas en tu departamento.
-(se pone blanco de la sorpresa) T…T…T…Tk hola, tartamudea Matt.
-Hola hermano, parece como si hubieras visto a un fantasma, dice Tk al ver la cara de susto de -Matt.
-Que haces por aquí? Pensé que estabas en casa, dice Matt.
-Eso te dije hace 1 minuto, dice Tk.
-En serio? Que despistado soy, no pues yo estoy visitando a… a… a Tai, dice Matt nervioso.
-Si yo también venía a visitarlo y a seguirle insistiendo que me diga donde encontrar a Kari, dice Tk.
-Sabes hermanito, no creo que sea conveniente que hables ahora con él, tiene un ánimo terrible, esta que se come al primero que se le atraviese en el camino, dice Matt
-(le cae una serpentina a Matt en la cabeza) Yupi! Estamos de fiesta papá ¡hey Matt! Quien es, se escuchaba a Tai hablar y reír.
-Si tiene un ánimo pero no como el que me planteas, dice Tk.
-(ríe nerviosamente) Tú sabes como es Tai, cambia de humor fácilmente, dice Matt.
-Si, eso parece, dice Tk sin entender el comportamiento de su hermano
Detrás de Matt aparece Tai lleno de serpentinas y bombas y con un pito en la boca que se le cae al ver quien estaba en la puerta.
-¿Tk que haces aquí? Por favor vete, dice Tai intentando ponerse serio.
-Tai, por favor dime donde está Kari, dice Tk.
-Tk ya te lo dije, no te lo voy a decir, lo siento mucho Tk, pero no puedo decirte nada, sigues siendo mi amigo, pero no te lo voy a decir, dice Tai.
-Puedo seguir? Si no es molestia, dice Tk.
No lo tomes a mal Tk, pero no puedes seguir, oye lo mejor es que no te sigas haciendo daño y te olvides de mi hermana, que tengas buena noche Tk, dice Tai cerrando la puerta.
-Lo mismo, dice Tk yéndose.
-No te da pesar verlo así, dice Matt sentándose en el sofá junto con Tai.
-Claro que si y más pesar me da negarle lo que me pide, dice Tai triste.
-Pobre de mi hermano, pero si él no hubiera sido tan torpe, nada de esto estuviera pasando, dice Matt.
-Mejor sigamos decorando la casa, sino no vamos a terminar nunca, dice Tai y se ponen manos a la obra.
Tk entro a un café, se sentó en la mesa más alejada del lugar y pidió un capuchino, pronto las lágrimas cubrieron su rostro, aun recordaba ese fatídico momento en el cual la había perdido para siempre, por no escuchar a su hermano, por no ponerle un fin a eso, perdió lo que más quería y de la manera más dura que había en el mundo.
Holas! bueno no he terminado aun las otras historias, pero desde hacia rato quería hacer un Takari, espero que haya quedado bien y que les guste. ¡dejen reviews por fa! y cualquier consejo sera bienvenido, suerte y ojala que haya quedado buena la historia.
