Se que la espera fue demasiada. Ya que empecé y empecé trabajos sin terminar los comenzados. Entre ellos esta historia que fue una de las primeras con la cual me inicie como "escritora en esta pagina". Les agradezco a las personas que cuando las publique me dejaron reviews. Gracias a ellas e tomado la decisión de reescribir todos los capítulos y los que le siguen.

Las siguientes personas tendrán mi agradecimiento eterno:

RukiaxUchiha

alecita122

Euphrasie Elessar

liss-33

chofisima

SSofiXX

AngelyLove-Jiburu Maker007

Alex

moongirlanime

kisa kuchiky

Nelira

Kia

Keisi

Hessefan

Nath-chan Shifer

¡Mil gracias!

Solo me queda por decir, que los próximos capítulos serán subidos aproximadamente cada semana y si se puede en menos tiempo ¡Que bueno!


Mis dos reyes

»»»»»»»»»

Por: mokona-kuchiki

»»»»»»»»»

Primer capitulo: ¿Él vendrá?


Siempre pensó… ¿Como seria su mundo interior? Pero jamás imagino que se encontraría con eso.

Tenia tiempo que al cerrar los ojos por la noche y disponerse a recuperar las energías gastadas en el día, terminaba en ese lugar. Pareciera que sus ojos no estuviesen abiertos y siguiera soñando. Pero no. Entendía que sus ojos estaban abiertos y lo que veía no era mas que la propia oscuridad de su alma.

¿Dónde estoy?

Sentía el suelo debajo de sus pies, húmeda y áspera pero no le lastimaba en lo absoluto. Camino unos pasos sin saber exactamente a donde se dirigía y mas importante aun… que encontraría si seguía con su intento de salir de su propia oscuridad.

Entonces… lo sintió. Ese dolor en su pecho que hiso que su cuerpo se retorciera de dolor. Pero lo más raro era que no había sido atacada, ni herida por algún hollow o menos. Tampoco sentía el fluir de su sangre sobre sus manos que oprimían el lugar del dolor como si el corazón se le saliera de tal lugar.

"Rukia… eres mi amiga, ¿Verdad?"

Aunque el dolor era sofocante y aturdía todos sus sentidos. Escucho a lo lejos.

-¿Quién es?- Logro hablar entre cortado por el dolor permanente en su pecho.

Más sin embargo la voz dulce como la había percibido, no volvió a aparecer. Logro tomar la postura de antes pero al verse incapaz de dar un paso mas…

-¡Responde!

Entonces… la oscuridad desapareció

-¡Rukia-chan!

Sus ojos se abrieron rápidamente y la luz del astro sol actuó sobre sus pupilas dilatadas. Se incorporo de manera automática quitándose la suave sabana que le brindo calor n es noche que mas bien fue una pesadilla. Como en los últimos días.

Se percato de la mirada confusa de la hermana pequeña del Pelos de Elotes y entendió quien fue la que la despertó de su pesadilla de cada noche.

-Rukia-chan ¿Estas bien?

Su rostro estaba cubierto por pequeñas gotas de sudor y estaba completamente segura que su rostro no dejaba en duda el estado en el que estaba.

-Claro, es solo que…- ¿Qué debía decir en ese momento? No es nada normal que una chica de preparatoria tenga pesadillas como una de cinco. Y mentir ya no servía de nada- solo fue una pesadilla.

-¿Tan feo es?- La vio cruzar sus delgados brazos sobre el pecho y el signo de preocupación se acentuó en su rostro. Por trabajo estaba en esa casa y por trabajo se iría. Mientras eso sucedía no quería causar más molestia de las que ya había causado a la familia Kurosaki.

-No sabría decirte si es feo – Afirmo- ni siquiera logro entenderlo.

Se formo un silencio incomodo entre ellas. Una sin poder deprender la vista de la mujer sobre la cama, y la otra sin podre describir lo que se formaba en su interior cuando recordaba la aterciopelada voz.

-Yuzu… ¿Qué horas son?- Pregunto cuando el terror lleno su rostro.

-¡Ah! ¡Se me había olvidado!

Ambas corrieron, una dirigiéndose a la cocina y la otra al baño más cercano. Perdió de vista a la peli castaña cuando cerró la puerta del baño y se dispuso a quitarse de encima tantas dudas y preguntas para que se fueran junto al agua que utilizaba para despertarse al desagüe. Termino lo más rápido que pudo, como rayo se pudo la falda gris, la camisa, las calcetas y todo lo que lleva el uniforme de la preparatoria Karakura. Lo que si le llevo tiempo fue acomodar el moño rojo perfectamente.

-¡Enana! ¡Apúrate!

Aun no quedaba como ella hubiese querido que quedara, trato de mejorar la posición y la forma pero los gritos de su peli naranja no la dejaban concentrarse ¡¿Por que tubo que despertarse tarde?!

Con rapidez bajo las escaleras abrochándose los botones que quedaban del chaleco. Miro de un lado otro, maldijo cuando se dio cuenta de que su compañero ya la había dejado atrás. Se dirigió al comedor donde comprobó que el peli naranja la había dejado, su palto estaba limpio y el baso de jugo de naranja estaba vacio, su plato, intacto, y así seguiría.

-Rukia-chan, ¿No vas a desayunar?-Pregunto Yuzu ya de pie, lista para calentar el almuerzo que de seguro ya estaba frio.

-No gracias. Comeré cuando toque receso.

Con la misma rapidez abrió la puerta y después de unas palabras semejantes al adiós, salió de la residencia Kurosaki. Apenas y pudo meter en su maletín lo que según ella ocuparía en el trascurso del día. La falda estaba arrugada, su cabello un poco rebelde, no había desayunado, cosa que la ponía histérica y para a completar… el maldito de Ichigo no la había esperado cuando ella si lo hace.

No sabia que tan lejos estaba el peli naranja de ella, a una o dos cuadras posiblemente, sus piernas largas le permitían que con un solo paso cubriera de distancia lo de cinco pasos suyos. Que deprimente.

-¡Ichigo!- Lo vio al dar la vuelta en la esquina de la tercera manzana… si que era rápido ese crio.

-¡Por fin! ¡No volverás a tomar café por la noche!- Dijo al verla posarse junto de él.

-¡No fue por culpa del café idiota!- Resoplo con gran furia- No pude dormir en toda la noche.

Debía de admitir, que desde su llegada a la casa del peli naranja se había echo de una nueva maña y vicio tan grande como el de su querido Chappy… el café. Esa bebida agria y monocroma la había dejado por las nubes la primera vez que le tomo, no durmió en toda la noche y mato a más de diez hollow en esa misma mas sin embargo, por la mañana… se sentía fatal. ¿Pero como podría culpar a la bebida mas deliciosa de su delirio nocturno?

Los minutos que siguieron los domino el silencio formado por ellos, pero para su sorpresa no era incomodo como el que se formo entre Yuzu y ella por la mañana. La presencia del peli naranja la relajaba tanto, que todo lo que provenía por parte de el aunque fuera solo su silencio era acogedor.

Le hubiera gustado seguir de esa forma, pero lo tenía que arruinar.

-Me dijo Yuzu que esos problemas de sueño… son algo repetitivos – Dijo de manera seria sin mirarla- ¿Dime que pasa?

Su problema finalmente había llegado a los oídos del peli naranja mucho antes de lo que imaginaba.

-Solo son simples sueños malos- Dijo ella de la misma manera que el chico- nada de que preocuparse.

-Pero si despiertas a todos con tus gritos- Totalmente quitado de la pena le reprocho a la pelinegra con su palabras.

-¡Yo no grito imbécil!- De manera sorpresiva le tiro un fuerte golpe en ele estomago haciendo que el peli naranja se arrodillara del fuerte dolor que le ocasiono.

El sol brillaba con gran intensidad, el aire era de lo más fresco y pareciera que todas la personas que salían des su casas, lo hacían apara disfrutar de la hermosura del día. De pensar que no tenia mucho tiempo que el terror inundaba esos días que debieron de ser de alegrías. El temible Aizen, el capitán que amenazaba con destruir el pequeño y frágil equilibrio entre los dos mundos había sido eliminado. Todo gracias al peli naranja sino hubiera estado en la primera línea de defensa y ataque, no sabría si todas la personas de Karakura podrían sonreír como lo hacían hoy.

Había rechazado el leve insulto que le había lanzado el peli naranja como ultimo ataque. El diccionario de el no era muy extenso como para pelear todo el trayecto de su casa a la escuela así que con su merecida experiencia en insultos de mas de ciento cincuenta años. Le fue demasiado fácil ganar.

-Maldita- Bufo en muestra de derrota el peli naranja.

-¿Ehh? ¿Kurosaki-san se ésta dando por vencido?- Aprovecho el leve lapso de debilidad que demostró para fastidiarlo aun mas.

-¡Mira tu…!

No pudo terminar su insulto barato ya que lo habían interrumpido, para favor de él, una mujer conocida por ellos.

-¡A pero que chicos mas raros son ustedes! ¡Se demuestran su amor con golpes e insultos!

Ambos con el rostro sonrojado a no más poder miraron como la mujer de atributos descomunales hacia referencia a ellos mientras se posaba en la punta del poste más cercano. Su traviesa risa dibujada en su hermoso rostro fue lo que provoco el sonrojo, quien sabe que cosas se podría imaginar la teniente de la 10ª división.

-Matsumoto-sama- aun con un leve color carmesí en sus mejillas pronuncio el nombre de la mujer.

-Oh, Rukia-chan, ya te dije que no hay necesidad de formalidades conmigo- de un brinco sin esfuerzos logro bajar de aquel lugar, lo bueno que los shinigamis no podían ser vistos por los ojos de seres comunes, si no fuera eso posible, ya tendían a su alrededor varias personas llamadas por el espectáculo dado por la teniente y unos cuantos llamados por su excelente cuerpo femenino.

-Pero teniente Matsumoto ¿Qué hace usted en Karakura?

-¡Ah! Ya te dije que nada de formalismos Kia-chan- miro a la pelinegra de manera graciosa y con leve puchero en su rostro dijo.

-Pero…

-No diré a que vine si no me complaces Kia-chan- de nuevo hablo demostrando su inconformidad por la forma en que se dirigía a ella la pelinegra.

-Yo no…

-¡Dile de una buena vez por su nombre!- grito a todo plumón el peli naranja aburrido por la conversación de las dos mujeres que lo ignoraban de manera muy ofensiva, dispuesto a terminar por las más que absurda discusión.

-¿Qué le diste de comer Kia-chan?- pregunto temerosamente a causa de las fuertes palabras salidas de la boca del hombre.

-Siempre tiene ese humor por las mañanas- dijo como si nada, al contrario de la teniente si se inmuto al escuchar el tremendo grito de su compañero, ya estaba mas que acostumbrada las muestras de desesperación del peli naranja.

-Bueno matsumoto, ¿Nos dirás de una buena vez que rayos viniste hacer en Karakura?

-Cálmate naranjin, que Kia-chan te tenga en abstinencia no es mi culpa-reclamó por su falta de tacto al hablarle.

-Matsumoto-sa… Matsumoto, podría decirnos a que ha venido- suplico por que la mirada de ambos se concentrara en ella y no en su contrincante de serios.

-Vine por ordenes de Yamamoto-taichou- hablo cortante, ese crio en verdad la había echo enojar.

-¿Por qué el viejo Yamamoto te enviaría?-pregunto el hombre de cabellos naranjas sintiendo verdadera curiosidad por los planes del capitán mas viejo de la sociedad de almas.

-Ya que Aizen fue derrotado, el rey de la sociedad de almas quiere conocer al shinigami sustituto- no pudo evitar hacer énfasis de ello haciendo que el seño fruncido del peli naranja aumentara y que una sonrisa maliciosa se formara en la pelinegra- y de los humanos que ayudaron al fin de los traidores.

Se formo un silencio sepulcral en donde ambos jóvenes procesaron la información dada por la peliroja hasta que…

-¡¿EL REY?!- gritaron ambos la compas.


Sin más que decir me despido

Hasta el próximo sábado

^.^

Espero que el capitulo les gustara

Atentamente

Mokona-kuchiki