Bueno, esta vez traigo un proyecto diferente, este fanfic es una traducción del escrito por Nicole The Dragon Rider, llamado "Automatic Love", espero que sea de su agrado, aún no termino de leerlo, pero lo que llevo es sin duda un muy buen trabajo, todos los derechos intelectuales y los créditos correspondientes reitero son para Nicole The Dragon Rider

Por otro lado yo sé que Fanfiction ha lanzado una herramienta de traducción, que juro intenté emplearla, pero me pareció un insulto ¿?, de tal modo que decidí hacer mi propia versión del fanfic, así que consejos, duda, reclamos, son bien recibidos.


Elsa P.O.V.

Gruño mientras pongo la sabana sobre mi cabeza para bloquear el rayo de sol que se escurre por la ventana y me ciega. Realmente no me quiero levantar para ir a la escuela, me siento al borde de la cama aun somnolienta y lazo las cobijas lejos de mí. El suelo bajo mis pies se siente frío, pero no es como que me importe mucho. Estoy acostumbrada al frío, el frío es parte de mí, o algo así.

Camino al baño para tomar una ducha rápida, para luego ponerme mis jeans celestes, una playera blanca de tirantes y mi sudadera favorita. Cepillo mis dientes y trenzo mi cabello platinado en una simple trenza francesa que dejo reposar en mi hombro izquierdo.

Me coloco mis tennis celestes, para completar el conjunto. Oh, por cierto, mi nombre es Elsa Winter en caso…, bueno solo por si se lo preguntaban, y tengo 17 años. Vivo en Arendelle con mi hermano de 6 años, Olaf, cuido de él desde hace 2 años, cuando murieron nuestros padres en un asalto callejero que salió mal.

Trabajo en Pabbie's AutoShop desde que tengo 15, para lograr sostenernos a ambos, sé que no tengo que hacerlo porque mi tía Gerda y mi tío Kai se han hecho cargo de que las facturas de los servicios sean devotamente pagadas mes con mes, y están al pendiente de nosotros por medio de visitas frecuentes.

Me gusta trabajar para Pabbie porque fue tan amable en darme un trabajo cuando nadie más lo hizo, donde le probé mi valía con mi amplio conocimiento de reparación de autos y bueno, trabajo muy bien con mis manos, ahí fue donde conocía mi mejor amigo Kristoff, bueno…Él es mi único amigo, pero está bien.

Me resulta más que suficiente con solo tenerlos a él y a Olaf, quien se lleva de maravilla con ese rubio grandulón. No confío fácilmente en las personas ni me gusta ser cercana a nadie, pero es de imaginar que sea así tomando en cuenta por todo lo que he pasado.

Entro en la habitación de Olaf para encontrarlo envuelto en las sábanas con su cabello tan blanco como la nieve en la parte superior, sonrió un poco mientras me encargo de desenredarlo de todas esas sábanas.

"Olaf, vamos, es hora de levantarse" le digo mientras lo remuevo un poco.

El protesta un poco mientras frota sus ojos para quitarse el sueño de encima, ese chiquillo albino alza la mirada para verme con esos ojos celestes y me siento derretir. No hay nada más que inocencia en esos ojos y solo quiero que siga así por siempre, Olaf es todo mi mundo y quiero mantenerlo a salvo de la crueldad que hay en cada esquina.

Él era demasiado joven cuando nuestros padres murieron, y no recuerda mucho sobre ellos. A veces creo que él me ve como su madre desde que prácticamente he sido yo quien lo ha criado la mayor parte de su vida. Amo a mi hermano y siempre cuidaré de él.

Cuando él es feliz, yo lo soy también, y esa es la mejor sensación del mundo. Olaf me observa con los brazos abiertos en mi dirección, y yo sólo puedo sonreír, sé exactamente lo que el quiere. Lo atrapo en un abrazo de oso.

"Alístate, mientras preparo el desayuno" Le digo al tiempo que los despeino un poco.

"¿Podemos comer panqueques con chispas de chocolate?" Me pregunta con curiosidad.

"Claro que si" le digo sonriendo.

Si hay una sola cosa en el mundo que Olaf y yo amamos más que nada, sería el chocolate, El chocolate es la comida de los dioses, si alguien dice lo contrario, está mintiendo. Pongo la mezcla en la sartén caliente, para después agitarla de tal modo que se cocine el otro lado.

Realmente no quiero ir a la escuela…Tengo que lidiar con deportistas molestos como Hans y descaradas porristas como Ariel y su séquito. En Arendelle High, soy conocida como la Reina del Hielo, porque no hablo con nadie.

No entiendo cómo puedo ser considerada una Reina de Hielo, si soy yo quien elige no hablar con nadie. La mitad de las personas en la escuela son unos idiotas, entonces… ¿por qué desperdiciaría mi aliento con ellos? Este va a ser un largo, largo año escolar, puedo sentirlo. Puse los panqueques en un par de platos cuando Olaf entra a la cocina con una enorme sonrisa en su rostro.

Está usando una playera de manga corta con un muñeco de nieve estampado en ella, junto a unos shorts negros, de un salto está en su lugar en la mesa, coloco el plato con los panqueques y tomo asiento enfrente de él.

"¿Estás ansioso por la escuela? Le pregunto mientras tomo un bocado.

"No puedo esperar para estar en la escuela y hacer nuevos amigos" Me dice sonriente.

Olaf puede ser más joven que yo, pero es mucho mejor haciendo amigos de lo que yo podré ser jamás. Es un pequeño trozo de sol y adora dar abrazos, cuando estás triste o sin ninguna razón. Olaf siempre ha sido como un pez en el agua para socializar, y para ser sincera eso me da un poco de envidia. Pero bueno.

No espero que este daño sea diferente o mejor a los anteriores de los que he estado en Arendelle High. Después de comer lavo los trastes y los regreso a su sitio. Tomo mi mochila y la cuelgo sobre mi hombro.

Olaf hace lo mismo y salimos de casa. Activo el sistema de alarma y me encargo de asegurar la puerta al salir. Abro la puerta trasera de mi Camaro celeste para que Olaf entre. Entro a la cabina del conductor y ajusto el espejo retrovisor para ver a Olaf colocándose el cinturón, y puedo ver ese diente flojo saliendo de su boca.

"¿Estás listo?"

Él asiente y pongo el auto en marcha. El Camaro fue un regalo por mi cumpleaños 16 por parte de Pabbie, por todo el trabajo que he hecho para él. En un principio intenté negarme a recibirlo, pero Pabbie no me lo puso nada fácil. Por cada vez que intentaba darle una razón para regresárselo el me daba una para quedármelo.

Discutimos al respecto más de 2 horas antes que accediera a aceptarlo. Y no puedo negar que es grandiosos tenerlo y mucho más cómodo que ir en el autobús todos los días. ¡Gracias Pabbie!. Después de 15 minutos llego al estacionamiento de la primaria de Arendelle. Llevé a Olaf dentro del edificio hasta la puerta de su salón.

"Ten un excelente día y se un buen chico, ¿si?" Le digo besando su frente.

"Lo seré, adiós Elsa" Dice el albino entrando al salón.

Logro ver por la ventana como Olaf anuncia su presencia en el salón y como todo se le quedan viendo. Solo puedo sonreír mientras camino de regreso al auto, lo pongo en marcha y me dirijo a la escuela, dejo el auto en el estacionamiento. Me pongo la capucha de mi sudadera, para que nadie sea capaz de verme el rostro.

Tomo mi mochila y salgo del auto, camino hasta la entrada de la escuela sin ser notada, casi llego a mi locker. Casi… ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Es mucho pedir llegar a mi locker sin ser molestada?

"Hey Lady Polla"

Sé quién es sin siquiera tomarme la molestia de girarme a comprobarlo, ¿Siempre tiene que ser lo mismo cada vez que camino hacia mi locker? Es Ariel. Al final me decido a encararla, y ahí está la porrista pelirroja respaldada por sus tres compinches que la siguen a donde quiera que va.

Sus amigas Jasmine, Aurora y Cinderella. Justo ahora probablemente se pregunten el por qué del apodo que me han dado. Lady Polla fue el sobrenombre que me gané en segundo de secundaria, cortesía de Ariel, después de un incidente en el vestidor de chicas.

Me estaba dando una ducha cuando alguien deslizó la cortina para dejarme expuesta en toda mi desnudez. Momento en el que se comenzaron a burlar de mí a causa de mi parte extra. Cuando nací, mis padres pensaron que era un niño, debido a los genitales masculinos entre mis piernas.

Me llamaron Ezra, pero eso cambió cunado cumplí 12, mis senos comenzaron a crecer, mis padres me llevaron con el doctor y él explicó que de hecho yo era una chica que nació con genitales masculinos, fue entonces que ellos cambiaron mi nombre a Elsa, He sido molestada, humillada y golpeada cada día desde el incidente.

Esto apesta, no puedo esperar por graduarme y salir de este agujero infernal para dejar a todos atrás. Eso es lo que me permite seguir, esa será mi venganza. Tomo una gran bocanada de aire que dejo salir lentamente. Ocúltalo, no sientas. Retomé mi camino hacia mi locker.

"Owwww, no te vayas, Lady Polla" Dijo Jasmine con falso dolor

Prefiero ignorarlas porque no se merecen mi atención.

"¿Qué pasa contigo fenómeno?" Percibí el veneno en la pregunta de Cinderella.

Por fin logro llegar a mi locker para tomar los libros de mis primeras dos clases y ponerlos en el interior de mi mochila, en cuanto lo cerré fui abordada por nada más y nada menos que Hans Southern, Hans es la estrella del equipo de americano, es el quarterback y el botador del equipo de basquetbol.

Es el chico más popular en la escuela y es un reverendo idiota. Hans piensa que solo porque su familia es rica el puede hacer lo que quiera, cuandoquiera y tratar a las personas como mierda. Yo lo llamo Sideburns, porque tiene esas ridículas líneas de pelo pegadas a sus mejillas. Es difícil pensar que esas cosas son reales, además es tan idiota que apuesto a que no sabe inglés, así que aunque me escuchara llamarlo así, ni por enterado se daría que hablo de él.

"Hey, fenómeno, ¿Qué crees que estás haciendo?" Dice Hans con esa mueca horrorosa en su rostro.

Prefiero callar, aunque tenga toneladas de cosas que decirle, desafortunadamente Sideburns no tomó muy bien que digamos mi silencio. El me tomó por mi sudadera y me azotó contra los casilleros, haciendo mi cabeza chocar muy fuerte contra estos

"Te estoy hablando, Reina de Hielo, te crees mejor que yo, ¿no es así? Me dijo con el ceño fruncido.

Y el comal le dijo a la olla. Es un jodido hipócrita. Yo no creo ser mejor que nadie, pero estoy segura que hay quienes piensan como él. Sé que nadie va a detener a Hans de lo que está haciendo a excepción de Kristoff, pero el rubio no está aquí ni ahora para hacer algo. Vi como Hans preparaba su puño para golpearme en la cara, cerré los ojos esperando el dolor

"Hans, ¿Qué estás haciendo?"

Abrí un ojo para ver a quien pertenencia esa voz, se trataba de Anna Anderson . Ella es la capitana de las porristas y está parada no muy lejos de donde yo estaba. Anna tiene el cabello rubio fresa que suele atar en un par de trenzas con un mechón rubio del lado derecho con las mas hermosas pecas que yo haya visto, esparcidas por todo su rostro.

Por lo que he oído sobre ella, Anna es muy dulce, enérgica y amable con todos. Anna Anderson es el corazón de Arendelle High, pero yo no lo sabía. Pasé más de la mitad de la preparatoria intentado no ser notada por nadie, pero las apariencias engañan.

"Nada, nena, solo hablaba con Don Nadie" Dijo el chico frente a mí.

"Eso no luce como una conversación, el entrenador Shang quiere verte en el gimnasio" dijo Anna frunciendo el ceño.

Él suspiró, lanzándome contra los casilleros de nuevo, antes de dejarme caer al suelo. Ariel luce decepcionada de que Hans no me golpease, ella también se fue con su séquito tras ella. El día de hoy fui bastante afortunada, así que tomé mi mochila

Alguien puso sus manos frente a mí, por lo que pude ver se trataba de Anna, ella estaba viéndome con cierta culpa en sus ojos

"¿Estás bien? Claro que no estás bien, no estaría en el suelo si no estuvieras herida, definitivamente hablaré con Hans más tarde. Wow. Tienes unos ojos muy lindos" Dijo Anna sonriente

¿Qué carajos? Bajé más la capucha de mi sudadera antes de levantarme del piso, colgué mi mochila en mi hombro para escapar de la pelirroja que estaba intentado seguirme, milagrosamente la perdí en el mar de estudiantes y me fui a mi primera clase, Cálculo, con el profesor Weaselton o como me gusta llamarlo Weaseltown.

Todos en la escuela lo llaman así y eso lo enoja bastante. Me siento al fondo para evitar ser notada. Pongo mi mochila en el suelo y me dedico a ver por la ventana, no le presté atención a ningún estudiante hasta que alguien tomó el asiento contiguo al mío

"Eres muy rápida, ¿sabías?"

Giré a mi izquierda para ver a Anna ahí, a un lado mío, de entre todos los pupitres disponibles, se sentó a mi lado. ¿Cómo carajos me encontró? ¿Por qué está hablándome? Este día se vuelve más y más raro a cada segundo.


Gracia a .dejesus

Por notar el error con el capítulo, gracias man!