Hola a todos, espero que hayan tenido un buen martes porque yo sí lo tuve– Sonríe algo despeinada. –En fin, con respecto a esta historia ya la había publicado en otra cuenta del Foro pero debido a ciertos problemas con ese perfil decidí eliminarla y subirla aquí para darle un enfoque distinto de la historia original. Aclaro de una vez que Hinata tampoco será parte del Clan Uzumaki porque tengo otros planes para ella. Sin más preámbulos disfruten el prólogo.
—Eso es mío— personaje hablando.
(—Eso es mío—) personaje pensando
—Eso es mío— Bijū hablando
(—Eso es mío—) Bijū pensando
Los personajes de Naruto le pertenecen a Masashi Kishimoto, de ser míos Neji no hubiera muerto por proteger a Hinata T_T
Prólogo
Había pasado una semana desde el ataque del Kyūbi a Konohagakure no Sato (Aldea Oculta entre las Hojas), donde muchos valientes ninjas perdieron la vida hasta que el Yondaime Hokage entró en acción dando su vida por encerrar al Bijū dentro del cuerpo de un bebé rubio recién nacido. Durante esa semana se realizaron las reconstrucciones de la aldea a buen ritmo mientras en la Torre Hokage se celebraba una reunión del Consejo Civil y Shinobi presidida por el Sandaime Hokage, Sarutobi Hiruzen, quien se vio obligado a retomar el puesto, dicha reunión era para decidir el destino del jinchūriki, Uzumaki Naruto.
El ambiente no era nada agradable en el recinto ya que los representantes gremiales del sector comercial exigían a gritos su muerte por considerarlo el monstruo que atacó y mató a miembros de sus familias, lo que demostraba claramente su ignorancia sobre el arte del Fūinjutsu. Por su parte, los líderes de clanes analizaban los pros y los contras de tomar semejante decisión, sobre todo Nara Shikaku, quien estaba con las manos juntas y ojos cerrados tratando de aclarar su mente al tiempo que evaluaba todas y cada una de las posibilidades relacionadas con Naruto.
Justo cuando el Sandaime iba a hablar, las puertas del salón fueron abiertas entrando sus antiguos compañeros de equipo y actuales consejeros, Mitokado Homura y Utatane Koharu quienes llegaron acompañados de su mejor amigo y rival de juventud, Shimura Danzō, mejor conocido como Taka no Taisen (Halcón de Guerra), dejando a todos los presentes sumidos en el mayor silencio ante la presencia de los consejeros.
Danzō, después de echar un vistazo a los presentes e intercambiar miradas con Sarutobi, caminó hasta la cuna de Naruto que lloraba como sabiendo lo que harían con él y ante la expectación de todos, el veterano guerrero alzó al pequeño Uzumaki para observarlo con su ojo visible. Fue entonces que el rubio soltó una pequeña e inocente risa la cual ablandó el duro y frío corazón del Shimura, en ese instante una fugaz lágrima solitaria abandonó su ojo y fue notada por Sarutobi.
(—Al parecer eres lo que mi amigo necesita, Naruto-kun—) Pensó el Sandaime, asumiendo que Naruto era la clave para que Danzō volviera a ser el mismo antes de la muerte de su esposa e hijos. Sin meditarlo dos veces le propuso a su mejor amigo adoptar al bebé ante la incredulidad de todos, incluido el mencionado. A pesar de todo aceptó y el caos se desató nuevamente.
—¡Hokage-sama, es inaceptable lo que pretende hacer con el Kyūbi!— Gritó un comerciante indeterminado con veneno y rencor en su voz, solamente porque el Bijū destruyó su negocio junto con las mercancías, siendo apoyado totalmente por su fracción que exigían nuevamente la muerte del pequeño Naruto quien no paraba de sonreír viendo a su nuevo abuelo, en ese preciso instante se dejó sentir un enorme, frío y aplastante instinto asesino por parte del Sandaime que enfrió la sala de reunión provocando que más de un civil se hiciera en los pantalones del miedo.
—¡Silencio! ¡Aquí el Hokage soy yo y no aceptaré órdenes de nadie! ¡A partir de ahora el Consejo Civil no tiene ni voz ni voto en las cuestiones militares de Konoha! ¿He sido claro?— Vociferó Sarutobi con voz fuerte y dura, dejando salir en cada palabra picos de su instinto asesino, los cuales helaron aún más la sangre de los civiles quienes no estaban acostumbrados a semejante sensación, todo ante las sonrisas y murmullos del plantel ninja presente. —Ahora, retomando el punto de la adopción de Uzumaki Naruto— Dijo el Sandaime con cierta alegría cuando fue interrumpido por la abrupta entrada de un Chūnin. —¿Qué sucede, Genma?—
—Hokage-sama, ¡tenemos un problema! El Clan Haruno ha sido masacrado dejando como sobreviviente a una bebé. Según la información que tenemos, Haruno Reiko cometió el asesinato de su familia, sin embargo cuando se disponía a matar a su hermana menor algo se lo impidió y terminó suicidándose. Parece ser que la niña responde al nombre de Haruno Sakura— Expresó Shiranui Genma mientras agachaba la cabeza con algo de tristeza ante tan terribles noticias que simplemente no parecian tener fin desde el ataque del Kyūbi.
Sarutobi, conmocionado por la pérdida de los Haruno, cerró los ojos para pensar lo que haría con Sakura cuando una idea iluminó su mente. Abriendo sus ojos observó a su rival que sonreía ante las risas del Uzumaki, así que se dirigió al Shimura llamando también la atención de los demás que seguían impactados por la noticia.
—Danzō, a partir de este momento tienes bajo tu tutela a Uzumaki Naruto y Haruno Sakura, pasa por mi oficina mañana temprano para hacer legal la adopción de ambos— Mencionó el Sandaime a su amigo que alzó los ojos para ver al Hokage y asintió con la cabeza. —Con esto terminamos la reunión, así que pueden retirarse— Dijo Sarutobi mientras los presentes asintieron a sus palabras y dejaron al anciano en aquel recinto en la compañía de Naruto quien terminó dormido.
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Un nuevo día llegó a Konoha y fiel a su costumbre, Sarutobi se hallaba lidiando con el papeleo cuando su rival apareció en su oficina, acompañado de Koharu y Homura quienes traían en brazos a los huérfanos. Al verlos entrar, el Sandaime dejó de batallar ferozmente con los reportes de misiones para comenzar a redactar un documento que cedía la custodia de Uzumaki Naruto y Haruno Sakura a Shimura Danzō, justo cuando iba a firmar dicho papel hicieron acto de presencia tres figuras en medio del despacho de Hiruzen. La primera era una mujer rubia de ojos dorados que estaba ataviada con un negro Kimono el cual dejaba mucho a la imaginación. A su lado estaba un joven de cabello gris y rostro pálido con ojos negros, portaba una yukata blanca al igual que un tantō (espada corta) en su cintura. Por último, una dama de cabello negro y ojos color lila, semejantes a los del Clan Hyūga, vestía un elegante Kimono gris oscuro con medias lunas.
—Vaya, al parecer llegamos justo a tiempo— Expresó la rubia mientras veía a los pequeños huérfanos en brazos de los consejeros quienes se pusieron en guardia al igual que los ANBU ocultos en el lugar. —Así que ellos son los chicos de los cuales habló Kami— Murmuró sin prestarle atención a su alrededor.
—Disculpen, ¿pero quiénes son ustedes?— Cuestionó Danzō algo estoico por fuera ya que internamente se sentía asustado debido al aura imponente que esos tres emitían. —¿Y por qué miran así a mis futuros nietos?— Tras hablar llamó la atención del peligris que entrecerró sus ojos.
—Eso no es de tu incumbencia, patético humano. En cuanto a nuestras identidades, somos dioses— Replicó el ojinegro con seriedad al tiempo que señalaba a sus acompañantes. —Ellas son Amaterasu, diosa del sol y Tsukiyomi, diosa de la luna— Al concluir la presentación ambas damas hicieron una ligera reverencia en tanto él se señaló a sí mismo. —Y yo soy Shinigami, dios de la muerte— Cuando terminó de hablar se hizo un silencio incómodo que pronto fue roto por el Hokage al toser para llamar la atención.
—Debo admitir que me sorprende el hecho de que tres dioses estén en mi oficina— Dijo Sarutobi tras encender su pipa y fumar un poco alejado de los bebés. —Sin embargo, yo también quiero saber porque están tan interesados en Uzumaki Naruto y Haruno Sakura—
—Bien, sobre ese tema no podemos especificar mucho... Pero si podemos decir que estos pequeños son los elegidos por Kami para derrotar al mal que está por venir en unos años— Fueron las palabras de la rubia mejor conocida como Amaterasu.
—Y no solamente eso, nosotros tres hemos sido designados para entrenarlos con tal de que tengan las herramientas necesarias para enfrentarse a futuros enemigos, por esa razón llegamos antes de que usted firmara ese documento, Hokage-dono— Dijo Tsukiyomi con sus pálidos ojos fijos en el Sarutobi.
Finalmente otro incómodo silencio se hizo presente en el despacho del Sandaime y éste pensó detenidamente en todo lo que los dioses expresaron mientras estos se acercaron a los bebés para observarlos, pronto una sonrisa llena de ternura adornó los rostros de las diosas debido a la inocencia que mostraban Naruto y Sakura, por su parte Shinigami se mantuvo estoico aunque tenía una ligera sonrisa de lado y los consejeros estaban preocupados de que los pequeños Uzumaki y Haruno se fueran de Konoha con autorización del Hokage. Tras unos minutos de incertidumbre, Sarutobi tosió de nuevo y todos voltearon a verlo.
—He tomado una decisión con respecto a Uzumaki Naruto y Haruno Sakura, dejaré que vayan con ustedes— Mencionó Hiruzen con las manos entrelazadas frente a su rostro. —Sin embargo, no puedo permitir que ambos se vayan solos. Naruto y Sakura viajarán acompañados de Shimura Danzō y Utatane Koharu, de otro modo ninguno saldrá de Konoha— Expresó el anciano Hokage viendo a los dioses fijamente que intercambiaron miradas entre sí mientras los consejeros suspiraron de alivio.
—De acuerdo Hokage-dono, aceptamos la condición que nos impuso— Habló Tsukiyomi en nombre de los otros dos y volteó hacia Danzō y Koharu. —Partimos hoy en la noche, así que estén listos— Sin decir más, el trío se marchó de la oficina al igual que los otros ancianos. Tan pronto se vio sin compañía, Sarutobi se apróximo hacia la ventana con su pipa encendida para relajarse unos momentos.
(—Espero estar haciendo lo correcto con Sakura y Naruto-kun—) Pensó para sí mismo antes de volver a su encarnizada lucha contra el papeleo atrasado y sin darse cuenta que en un rincón de su escritorio había una nota que decía "Secreto nivel Kage para vencer el papeleo".
–Y con esto concluye el segundo prólogo que publico esta semana con ayuda de alguien importante para mí. Konoha no Taka Senshi es una historia inspirada en Demonio, ¿o algo más? de Kurai-sho por lo que habrán algunas similitudes y no diré cuales para no arruinarles las sorpresas que tendrá este fic. Nos vemos luego que debo atender asuntos pendientes, sin más que decir se despide Kurayami– Una mano masculina se hace presente para llevársela fuera de escena. –¡Ya saben, no olviden dejar sus reviews!