Castillo Inexistente, Tercer Día - - - Diario de Xanday
Al final voy a empezar un Diario. Tiene guasa la cosa, porque se supone que en un diario pones lo que sientes, y yo, por las claras, no tengo sentimientos. Ni sentimientos, ni memoria, ni ná de ná. Ni siquiera creo tener sentido del humor.
Pero supongo que de algo servirá. Me dará una manera de recordar los hechos.
En fin, este diario está bastante bien. Tiene el logo de la Organización estampado, y es muy fino, pero Xemnas me ha dicho que, a medida que escriba, aparecerán más páginas. Y que solo yo puedo leerlo. Aunque no es que me lo crea.
Supongo que, como este diario me lo ha dado él, le debo al menos un párrafo. Y lo cierto es que no me fio ni un pelo de ese tipo. Creo que quiere ganarse mi favor. Y dudo que le interese el favor de mucha gente. Así pues, ¿Quién soy en realidad? Siento el poder en mi interior, aunque me rehuya, y creo que él también.
A su favor diré que es un buen profesor. Me ha cogido bajo su tutela personal (toda una novedad, según dicen los otros. Según yo, otra forma de atraerse mi lealtad), y el hecho es que, cuando deja de intentar aparentar emociones, es alguien conciso, directo y claro. Y ayuda el hecho de que ambos controlemos el mismo elemento, la misma faceta del mundo: La Nada. El mayor de los poderes, veloz, letal, versátil, extraño y valioso.
En fin, supongo que por hoy lo dejo ya. Voy a releer los estudios que me ha prestado Zexion, todos sobre el corazón. Curiosamente, recuerdo mucho sobre ese tema en concreto. Y no me cuesta memorizar. De hecho, podría escribir algunas de mis teorias ya, y eso que apenas he empezado a recordar las cosas. Me pregunto si ya habré hablado de este tema antes. Tengo… la impresión de que si. De que he estado muy metida en este tema. ¿Tendrá eso algo que ver con que me haya convertido en incorpóreo? Odio este vacío en mi cabeza. Me voy a dormir. Mañana recordaré algo más, me temo. O eso espero. Buenas noches.
