Título: Después de la señal.
Autor: Ring. Black (yo).
Adaptación: nop.
Género: ¿Angust?
Advertencias: bueno, muerte, claro.
Notas: Heeeeey, gente linda. Les traigo un drabble porque todavía me niego a que este fandom haya muerto. Y, mucho menos, mi pareja favorita. Así que, a disfrutrar; si les gusta, un comentario no vendría mal para mi alma. Aun si es cortito como este drabble.
Después de la señal.
Hey, soy Horo…
─Si alguna vez me dieran la elección de cómo morir, elegiría morir de amor.
─Eso es lo más estúpido y cursi que escuché en mi vida, Hoto.
─¿Más que mi propuesta de casamiento?
─No te ilusiones. Nada podría ganarle a ese momento.
─¿Por lo estúpido y patético?
─No, porque fue el día más feliz de mi vida.
─Aw, Reeeeeeen.
Si estás escuchando esto seguro es porque…
─¿Tú me amas o me odias?
─Te amo y te odio. Es como si quisiera dispararte y poder detener la bala con mi pecho para salvarte.
Horo creyó que podría morir de amor justo en ese momento.
…no lo sé, ¡me estoy por casar con Ren en una semana!...
Hacer el amor era algo totalmente nuevo. Ren jamás creyó en aquellos que supuestamente habían experimentado el amor máximo de sentirse conectado con una persona en un instante de unión sexual. Él creía que el sexo era… bueno, eso, sexo y punto.
Pero con Horo jamás era algo tan banal y despectivo. Horo superaba todas las expectativas; Horo creaba un mundo nuevo con sus caricias; lo llevaba hasta la Luna y era capaz de traerlo de regreso con un beso. Horo y hacer el amor encajaban tan bien en un oración; tan correcto y tan en su lugar, que Ren podía tocar todos aquellos espacios entre los rincones de la inconsciencia y la consciencia, sin tener miedo de volverse loco en el proceso.
─Me vuelves loco de amor.
Y sí, Ren, probablemente, estaba loco de amor.
Y estoy muy ocupado, así que, por favor…
─¿Te vas? ¿Cuándo faltan dos semanas para nuestra boda?
─Por favor, Ren, es una cosa del tra…
─¡Ah, claro, una cosa del trabajo! ¡Siempre es una maldita cosa del trabajo!
─Mira, no estoy para tus berrinches…
─¡¿Berrinches?! ¡¿Eso crees que son?! ¡Nos estamos por casar en nada, animal, y tú decides irte! ¿Y yo estoy haciendo un berrinche? ¡Vete al diablo!
Un portazo marcó el fin de la discusión.
Esa misma noche, con ojos tristes, un joven de pelo azul abordaba un avión sin haberse despedido de su futuro esposo.
Esa misma noche, Ren recibe un llamado de un número desconocido que le informa que ya no tendrá tiempo para despedirse de su futuro marido nunca más.
…deja un mensaje después de la señal.
Perdónalo, Horo, él había planeado dejarte un mensaje después de la señal, pero se le ha resbalado el teléfono de las manos y ya no podrá decirte cuánto te ama.
Fin.
¿Comentarios?
