Después de todo lo ocurrido, mis seres queridos aun siguen viviendo.

Un largo día, la misión ha tenido que ser suspendida, hubo muchas bajas, y el escuadrón de fuerzas especiales del capitán Levi, ha muerto.

Mis amigos, Eren y Armin, están bien.

La sentencia de Eren ante el comandante Zackley se retraso unos meses así que el podrá estar con nosotros un tiempo mas.

Aquel anochecer era tan frío y cruel, mas que de costumbre, decidí cambiarme, me puse el mismo atuendo de siempre, y salí a caminar a las afueras del cuartel.

Cuando caminaba por el mismo, me tope con varios soldados sentados en el suelo, con la mirada perdida, otros inundados de lágrimas, y gritando por sus colegas muertos.

Cuando llegue al bosque que estaba detrás del edificio, me senté un rato, estaba cansada.

–si no fuera por la ayuda del capitán,-suspiro– hubiese perdido la única familia que tengo– mire mi muñeca, en la cual tenia un dolor insoportable, aun así no me detuvo al momento de salvar a eren.

–¿que hace aquí recluta?

Mire hacia todos lados, pero nadie estaba presente, cuando en frente mio bajo el capitán Levi.

–¿ca-capitán Levi?¿desde cuando esta usted aquí?

–lo suficiente para escuchar el agradecimiento.

–bueno, si eso es lo que querías escuchar, me marcho.

–Ackerman, ¿no es así?

–¿si, que pasa?

El capitán se acerco hacia mi mirando mi muñeca lastimada. Enseguida la quite con fuerza, me molestaba que se acercara a mi después de todo, no me agrada.

–¿por que eres así?

–¿yo? muy buena pregunta, ¿tu alguna vez perdiste a tu familia? ¿ver a tu madre y tu padre, morir en frente tuyo?, claro seguro que no, ¡¡solo perdiste a tu escuadrón nada más!!.

–je– me agarro fuerte del brazo y me lanzo hacia un tronco de un árbol caído, no podía moverme, mi espalda dolía.

–si consideras que perdiste eso solamente no sabes lo que es el dolor de verdad.

-pues este golpe es el mas fuerte que me han dado después de unos años.

Levi agarró de los hombros y me levanto, mi espalda me mataba pero, el estaba raro, nunca lo vi de cerca, notar su cansado rostro, su falta de luz en su vida, y su inexpresividad.

Mostraba algo que yo no conocía ese rostro marcaba el verdadero sufrimiento en vida.

–¿capitán? ¿que le ocurrió?

Bajo lentamente su cabeza.

–esta vida me ha quitado todo, mi madre, mi padre, mis hermanos, mis colegas..., mi vida, nunca hubo una sonrisa, ya no se que se siente ser feliz, y ni siquiera, puedo amar.

"me arrepiento de haberle dicho eso"

Esa frase retumbaba sobre mi cabeza, una y otra vez, me sentí culpable.

–Levi, yo...lo siento.-lo deje solo, me aleje lo mas que pude, y me fui directamente a uno de los tejados del cuartel.

–mamá, papá, los extraño mucho.–lagrimas recorren mis mejillas,

Recordando mis felices dias antes de que las luces de mi vida se me fueran arrancadas de un segundo a otro.

Un par de cálidos brazos que rodeaban mi cuello.

Me senti bien por un momento, alguien me apoya, queriendo hacer desaparecer todo este sufrimiento.

seguía con los ojos cerrados, no sabia quien era, me lleve una gran sorpresa cuando senti sus labios, un beso, tan perfecto, tan suave, tan pasional, me había tapado los ojos para no saber su identidad.

–No habrás los ojos hasta que yo te lo diga–susurro suavemente, por aquella no llegue reconocer su voz.

hice caso a lo que me había dicho, espere algunos minutos, no escuche paso alguno. Abrí mis ojos,vi una sobra a lo lejos, se cubrió perfectamente su rostro, salto del techo y desapareció en el bosque.

Quede helada, ¿una aparición?, no, era un soldado, el cual no reconocía.

No concilie el sueño esa noche, me quede contemplando las estrellas en ese lugar, justo antes del amanecer, caí rendida, y me dormí.