Notas del autor: El progreso de esta historia no tiene fechas exactas para su publicación, cada capítulo se publica también en la cuenta de la persona encargada de las correcciones como mi persona. Creo que es necesario, también, que no poseo un estándar en un número de palabras por capítulo. Cualquier recomendación o observación.

Todos los personajes de esta historia son originarios del anime Sword Art Online, como fiel fanático de la saga agradezco al creador Reki Kawahara por dar vida a cada personaje. También agradezco a mi beta por su apoyo en todos los aspectos posibles, ya que es usted me dio un empujón para escribir la historia desde un punto de vista diferente en el relato el creador de la serie original; Además, tengo que decir que esta historia comienza como un pequeño regalo para mi beta, no hay muchos capítulos, ni pronto tardaré en escribir, sino que espero que haya disfrutado hasta el final.

Muchas gracias por su tiempo, espero lo disfruten.


Año 2022, 11 de noviembre.

Me encontraba revisando las noticias del día desde el ordenador de una casa ajena. Cosa extraña de mi parte ya que no suelo entrar solo a esta habitación, de esta casa en particular. Siempre estoy junto a un chico de mi edad llamado Kirigaya Kazuto, cabello corto negro, piel más blanca de lo común debido a su constante actividad bajo techo, ojos grises oscuros con un brillo particular que lo caracteriza, y su formidable forma de ser con la cual brinda confianza y amabilidad a pesar de ser un poco reservado.

Podría decirse que es mi primera vez solo en su habitación por lo que me sentía un poco nervioso y ansioso de que volviera, después de todo él salió específicamente a comprar una nueva consola, que en su opinión, revolucionaria el mundo como lo conocemos debido a su cualidad única: la inmersión total. La inmersión total es un término usado y creado por Kayaba Akihiko, creador y desarrollador principal del dispositivo llamado NerveGear, el cual es un casco capaz de bloquear los 5 sentidos del ser humano y sumergirte en un mundo creado a partir de polígonos hexagonales y algoritmos que permitían el funcionamiento y estabilidad del mundo, y la primera aplicación disponible para este nuevo dispositivo es un juego llamado Sword Art Online, o mejor conocido por sus siglas como "SAO". Un mundo de fantasía lleno de armas y monstruos en el cual no existía la magia.

Recuerdo a Kazuto hablar sobre que es una locura un juego sin magia, sin embargo, es lo que más le llamaba la atención de éste. Un juego conformado únicamente por espadachines o usuarios de hachas y dagas, sin armas de fuego ni arcos, e inclusive sin milagrosos clérigos los cuales eran en muchos MMORPG la clave para superar pruebas complicadas. Viéndolo desde la perspectiva de un jugador experimentado en juegos en línea sería un reto complicado para superar, pero para mí, era muy diferente debido a que desconocía sobre videojuegos; no, sería más fácil decir que jamás estuve interesado en videojuegos. Toda esta realidad cambió cuando conocí a Kazuto, él me enseño que existían más mundos creados, tal vez no por un dios, pero sí por hombres y mujeres apasionados por las técnicas de entretenimiento tecnológicos.

El día en que nos conocimos, fue un momento tan complicado que no podría olvidarme de ello jamás…


Mi familia fue indemnizada tras una demanda realizada por mi padre debido a un accidente en el hospital donde nací. Mi padre es un gran empresario encargado de la exportación e importación a nivel internacional de productos procesados para venta al mayor de víveres, también maneja sucursales en todo Japón, alrededor de 30 sucursales repartidas en el país para la venta de estos productos procesados. Debido al trabajo de mi padre y la indemnización, nos volvimos considerablemente poderosos económicamente ocasionando que mi vida fuera un poco más incomoda a mi perspectiva; no lograba confiar en nadie y en mi escuela era acosado por jóvenes mayores que yo, e inclusive de mi misma edad, siempre pidiéndome dinero y siendo amenazado de golpes si no se los entregaba. Tenía miedo, pero tenía más miedo a lo que mi padre fuera capaz de hacer si se enteraba de esto, por lo que evitaba cualquier conflicto solo dándole lo que querían a aquellas personas, después de todo, solo era dinero. Sin embargo, un día saliendo de la escuela fui citado por uno de estos típicos matones, tres adolescentes jóvenes para ser más específico, tal vez un año mayor que yo, con ropas un tanto curtidas manchadas de algo que parecía jugo de naranja, con perforaciones en sus orejas y el cabello teñido de colores no naturales. Como de costumbre querían dinero, decían algo sobre ir a un karaoke pero ignore los comentarios debido a que solo quería que todo terminara lo más rápido posible y me dejaran ir, pero justo en el momento en que deslice mi mano sobre la parte trasera de mi pantalón para alcanzar el bolsillo izquierdo, alguien con un tono serio y decidido se acercó diciendo.

–¿Sabían que existen los cajeros automáticos? Hay uno muy cerca a tan solo dos calles. Les recomiendo ir para allá antes de que los use para calentar, después de todo, mi práctica se retrasó y sería bueno comenzar con un calentamiento básico.

Esas palabras me tomaron por sorpresa y no solo a mí sino a los tres matones delante de mí.

Voltee rápidamente al lugar de donde venía esa voz y para mi sorpresa me encontré con un joven con vestuario deportivo negro y gris, con una espada de bambú en sus manos mientras se sostenía en una postura de combate algo irregular a lo que conocía sobre el Kendo.

Inmediatamente aquellos matones se giraron para empezar a caminar hacia él mientras se tronaban los nudillos, me encontraba petrificado con la escena, solo podía pensar en la golpiza que recibiría ese chico en mi lugar sin necesidad alguna. Sin embargo fue allí donde me equivocaba, en cuestión de segundos el joven de negro se abalanzó con una fuerte pisada de su pie izquierdo y empujándose hacia adelante con su otra extremidad, su espada se inclinó ligeramente hacia abajo a la derecha cuando se impulsó y ladeo su espada de derecha a izquierda golpeando la cadera de uno de ellos. Con el golpe el matón retrocedió tras el impacto e inmediatamente el joven de negro realizó un golpe en diagonal de abajo hacia arriba, el golpe fue propinado con gran fuerza directamente al mentón del matón, lo cual causó desequilibrio en su retroceso y cayó sentado un par de pies de distancia del joven vestido de negro.

Al ser vencido tan fácilmente uno de ellos, los otros dos fueron intimidados por la maravillosa técnica de espada que pudieron avistar en primera fila, su acción de escapar fue muy certera debido a que el joven de negro no tardó absolutamente nada de tiempo en tomar su postura inicial e inclinar su cuerpo para abalanzarse por un segundo ataque. El matón que cayó al suelo logro levantarse y correr en dirección opuesta a la cual sus compañeros habían escapado.

El joven se detuvo y devolvió su espada hacia el bolso que había soltado un metro detrás de él, con expectación me quedé mirándolo estupefacto, sin creerme lo que había pasado. Desde el mismo punto donde estaba parado desde hace un par de minutos vi como el joven se inclinaba para guardar su espada y levantarse nuevamente para luego caminar en dirección hacia mí.

–Oye, ¿te encuentras bien? –dijo mientras con sus ojos me examinaba a cuerpo completo.

Cuando escuche su voz volví a la realidad de mis pensamientos

–Eh… sí, gracias y disculpa por haberte involucrado en esto. Debería tener más cuidado…

En seguida bajé la mirada por vergüenza a lo que pudiera pensar al dejarlo defenderme de esos matones él solo. Para mi sorpresa un puño cerrado tocó mi pecho con firmeza, pero a la vez con delicadeza de no propinar daño al hacerlo, y dijo con un tono un poco molesto.

–¡Idiota! Deberías haberte defendido o informarle a alguien de esto en vez de meterte en este lío sin ninguna necesidad.

Levanté mi cabeza lentamente, cual niño regañado por un adulto, pero en vez de observar una cara llena de enojo por haber hecho algo estúpido vi la sonrisa de alguien aliviado de haber salvado a quien lo necesitaba, a pesar de que no nos conozcamos de absolutamente nada, él se detuvo viéndome a los ojos por unos segundos. Me quedé en absoluto silencio tras esta acción tan inesperada por su parte, pestañe un par de veces y separé mis labios tan solo unos milímetros uno de otro de manera inconsciente.

–¿Y bien, no piensas dar explicación alguna?

–Yo… no… no tengo ninguna explicación –dije desviando un poco la mirada en la cual me había quedado atrapado por unos instantes, deprimiéndome nuevamente.

Por el rabillo del ojo pude observar como la expresión del joven de negro cambiaba a una seria, pude sentir como el joven se encontraba decepcionado por mi respuesta vacía. Él suspiro dándose por vencido después de un poco de silencio, su mano empuñada se separó de mi pecho y la llevo hasta su bolsillo, se dio media vuelta y comenzó a caminar.

En ese momento al ver su espalda intenté llamarle para tratar de hacer cambiar esta escena tan decepcionante, pero antes de que pudiera decir nada…

–No es por nada pero, deberías aprender a defenderte. ¿Por qué no te unes al club de Kendo? Podría enseñarte defensa personal.

"¿Unirme a un club?" Fue todo lo que pude pensar.

–Nunca he peleado en mi vida... –respondí a su comentario mientras daba un paso hacia adelante y deteniéndome nuevamente.

El joven de negro giró su cabeza para observarme desde la posición en que se encontraba y dijo.

–¿Mmm? De eso se trata. ¡Aprender! –dio una sonrisa del todo sincera mientras guiñaba un ojo, se enderezó nuevamente y siguió su camino.

A una distancia considerable, una chica de apariencia menor que él hacia señas con sus manos llamando a ese joven. Solo pude quedarme quieto, repitiendo una y otra vez el momento exacto en donde expresó sus últimas palabras mientras le veía partir. Sus palabras tan cálidas recorrieron mi cuerpo y pude sentirme aliviado conmigo mismo. Sentí que había encontrado a alguien con quien podía ser yo mismo sin necesidad de ocultarme internamente de todo lo que me rodeaba.

Así fue como pude sonreír nuevamente después de mucho tiempo. Decidí inscribirme para prácticas de Kendo en el mismo lugar que él, sin embargo, mi padre me lo prohibió y mi vago sueño de aprender un arte marcial se vio frustrado rápidamente en mis pensamientos. O eso creí, hasta que en el siguiente año a ese me topé con la sorpresa de que el mismo joven de negro comenzaría a estudiar en el mismo salón de clases que yo.


Repentinamente un globo de mensaje apareció en la parte inferior derecha de la pantalla del ordenador de Kazuto, moví mi mano para darle un click y abrir dicho mensaje. Una nota con un aviso de "Sword Art Online ha abierto su servidor nuevamente" saltó en el centro de la pantalla. Perfecto, justo a tiempo como dijo Kazuto que ocurriría.

Son las 12:00pm y Kazuto aun tarda en volver. Según las noticias, una gran fila de jugadores esperando comprar esta entrega del primer VRMMORPG en el mundo se había formado en diferentes tiendas del país, muchos de ellos tal vez desde hace días estaban haciendo dicha fila. Me levanté de la silla mientras un video se reproducía sobre una entrevista a jóvenes que ya habían logrado comprar el juego. El mundo entero parecía haberse conmocionado por la noticia de SAO y mis ansias por probar el juego ya eran extremas. "¿Cómo no lo serían después de haber experimentado la inmersión total?"

Kazuto prometió que entraríamos juntos al juego y que haría lo imposible para comprar un Nervegear para mí como un regalo de navidad adelantado, a pesar de que le dije que no había necesidad de ello, insistió en que quería que entrara con él y que compartiera ese mundo junto a él para combatir mano a mano. En ese momento me hizo ilusión el pensar que podría pasar mucho tiempo junto a Kazuto sin que nadie interrumpiera nuestro encuentro, por lo que terminé aceptando su voluntad.

Inmediatamente al aceptar su proposición su felicidad desbordaba tan notoriamente que opacaba mi estado de ánimo por completo, solo pude quedarme de pie, tratando de sostener el peso de su delgado cuerpo mientras se abalanzaba contra mí, ferviente de felicidad y con una sonrisa que podría compararse a la de un pequeño niño recibiendo el regalo de navidad que había pedido.

La puerta se abrió con un sonido sordo de la cerradura del cual apenas me pude percatar, giré instintivamente para ver quién se encontraba detrás de mí. La puerta terminó por ser empujada revelando a la pequeña Suguha, la hermana menor de Kazuto, una chica de 13 años de altura media, delgada y de piel blanca al igual que Kazuto, cada vez que la veo recuerdo a Kazuto en sus ojos gris oscuros casi negros y su cabello negro liso, corto con las puntas rectas menos el flequillo. Me miraba desde la puerta asomando la cabeza e inspeccionando la habitación, a mi parecer buscaba a su hermano para avisarle de que se iría a sus prácticas de Kendo.

–¿Mi hermanito aún no ha vuelto? –preguntó enderezando su esbelto cuerpo y abriendo un poco más la puerta. Usualmente no solemos hablar mucho, según Kazuto me ve como alguien extraño debido a mi aspecto.

Mis rasgos físicos se asemejan a los de mi madre, mucho más que los de mi padre. Poseo el rubio cabello de mi madre al igual que sus ojos de color azul estrellado y la piel clara de la misma tonalidad que ella, sin embargo, los rasgos faciales de mi cara son un poco más a los de mi padre exceptuando por la prominente barbilla y las cejas más pobladas que las mías.

Agite mi cabeza en negación para inmediatamente responder a su pregunta.

–No, lo más probable es que tarde una hora en volver. Según las noticias las calles están un tanto congestionadas –exclame.

Suguha al escuchar mi respuesta hincho sus mejillas de aire generando un puchero inmaduro pero muy adorable para luego decir.

–Mi hermano debería volver a hacer ejercicios, seguramente ya estaría aquí si trotara un poco. En fin... –suspiro con decepción– Si mi hermano regresa dile que el almuerzo está preparado abajo, iré a mi práctica hoy y creo que tardaré un poco. Hasta luego –dice mientras da un par de pasos hacia atrás tomando el pomo de la puerta para cerrarla.

Finalmente la cierra y se puede escuchar como paso a paso va bajando las escaleras que llevan hasta el pasillo que conecta con todas las demás habitaciones del hogar de la familia Kirigaya. En fin, me encuentro totalmente solo en la habitación de un chico al que conozco desde hace un par de años y una familia que me trata como parte de su hogar debido a mi cercana relación con Kazuto. Aunque si supieran que tan cercana es, no sabría qué tipo de trato me daría su familia.

Despeje mi mente ladeando mi cabeza un par de veces, y comencé a caminar en dirección al dispositivo de inmersión total de Kazuto que se encontraba en una repisa completamente apartada de las demás cosas que poseía generalmente de videojuegos, el cariño que le tomó a esta nueva consola es tanto que a veces ni siquiera la toco con su permiso, sin embargo, me encuentro completamente solo y con ganas de comenzar a jugar. Esto puede que lo haga molestar, pero, la espera me está ansiando, tomare el NerveGear y creare mi cuenta echare un vistazo y saldré nuevamente para esperar a que él llegue, de esa manera no se percatara de nada. O eso pensaba en ese preciso momento.

Tomé la consola y me la coloqué con un poco de nervios, caminé hasta su cama para terminar de recostarme, conecté la consola a mi lado izquierdo y cerré mis ojos por un instante. Me imaginé a Kazuto y a mí en uno de los restaurantes con vistas al exterior de Aincrad en uno de los pisos inferiores, para ser más concretos en el piso 5 de ese castillo flotante, comiendo una torta de arándanos y tomando un vino especial que solo podía ser comprado en ese restaurante en especial, los dos solos, juntos.

Tomando aire para luego expulsarlo y despejar mi mente, dije el comando de voz para activar el dispositivo de inmersión…

–¡Link Start!

Una gran gama de colores llenaron mi visión y se podía escuchar un sonido como de ondas de radio sintonizando una frecuencia hasta que apareció un HUD en el cual me pedía mis datos personales de la cuenta. Coloqué todo lo que me pidió con facilidad y pase a la fase de creación de personaje, sin embargo, lo cree de la manera más básica posible sin cambiar mucho mi apariencia original. Me pedía un nombre para el personaje, nunca me puse a pensar en esto, así que simplemente coloque mi nombre mientras lo deletreaba en mi mente "E-u-g-e-o. Eugeo".

Tras colocar mi nombre y aceptar, un nuevo aviso apareció delante de mí.

"Welcome to Sword Art Online"

Un gran destello azul envolvió mi visión nublándose completamente para luego despejarse lentamente revelando una fuente y una enorme torre al fondo de mi vista. No hay duda, estaba de vuelta.

El pueblo de los inicios, el lugar de spawn de todos los jugadores que crean un nuevo personaje. Este pueblo circular con su piso totalmente empedrado, múltiples bancas blancas elegantemente alineadas entre ellas que rodeaban la plaza es el centro de este primer piso y a su vez el centro de toda la ciudad.

En mi visión podía ver una hora marcada al lado derecho superior, y a mi lado izquierdo superior podía ver mi barra de vida con mi nombre escrito sobre la barra, muchos destellos azules comenzaron a revelar nuevos jugadores que estaban iniciando al igual que yo.

–Fue suficiente, debo salir para esperarlo. Aunque no estaría mal revisar un poco las tiendas –dije en voz baja para mí, dudando si seguir con mi travesura o salir y esperar a Kazuto como habíamos acordado.

No tardé más de 10 segundos en decidirme y aunque mis ansias por comenzar fueran demasiado absurdas decidí esperar a Kazuto. Enseguida levante mi mano derecha y la moví apuntado con la yema de mi dedo índice al aire, seguido a eso moví mi dedo junto a mi mano hacia la derecha revelando el HUD de mi personaje con mis equipaciones actuales, las cuales estaban constituidas por la más básica armadura de Nivel 1 "Ropa de principiante", al lado derecho se encontraba una lista que comenzaba con mi bolsa de objetos y terminaba en una opción que decía "Help", con mi dedo toque la opción sobre ella llamada "System" revelando una sub-lista con el símbolo del botón de "Log Out", sin embargo, el botón de Log Out aparecía en blanco y no podía ser usado. Presione un par de veces el botón sin respuesta alguna del sistema, este error del juego no se había visto en la beta test, por lo que debería ser extraño que algo tan importante fallara sin más.

El NerveGear funciona como un bloqueo de los 5 sentidos para redirigirlos al dispositivo, es decir, se supone que el dispositivo tenga cierto control a través de ondas cerebrales puesto que la energía electromagnética produce una calibración por la cual el cerebro interprete las interacciones humanas y también la de los 5 sentidos (tacto, vista, gusto, olfato y oído), de esta forma el cerebro se convierte en la proyección de movimientos neuronales que son trasmitidos desde el sistema nervioso; por tanto, mi cuerpo no puedo moverlo por cuenta propia para retirar el casco, así que quedaré atascado hasta que solucionen el Bug, o llegue Kazuto para quitarme el casco.

En ese momento recordé, no existe forma ahora de que oculte mi pequeña travesura… Cuando Kazuto llegue a la habitación me verá tendido sin más en la cama sin poder mover ningún musculo usando el NerveGear.

–Demonios… No tengo otra opción, ya me disculpare con él. Por ahora, creo que podría jugar un poco, de todas maneras no debería tardar mucho en volver –dije mientras con mis dientes delanteros pellizcaba la punta de mi pulgar derecho y cruzaba mi brazo izquierdo por debajo del nivel del codo–. En fin, tampoco haré nada simplemente quedándome parado, lo mejor será que consiga un arma en el bazar de la ciudad –tras esta frase tomé rumbo al lado Este de la plaza.

Rápidamente atravesé los callejones de la ciudad para localizar la tienda donde pudiera comprar una espada de una mano. Aunque tenía una gran afición a un arma tipo daga, podría ser interesante.

Seguí divagando entre pensamientos durante todo el camino hasta que alcance una tienda estándar y termine comprando una espada la cual era mi opción principal. En ese momento sentí una presencia a mis espaldas, como si me observaran fijamente. A pesar de que el NerveGear bloquea los 5 sentidos esa sensación sobre natural de un sexto sentido donde logras percibir una entidad en tu área personal fue exageradamente real.

Al darme vuelta me topé con un joven con un aspecto peculiar, una bandana sostenida en su frente de color rojo, un cabello largo rojizo que resaltaba sus ojos avellanas y una ropa básica para los principiantes en SAO junto una katana guardada en su vaina al costado de su cintura.

–¿Te puedo ayudar en algo? –pregunté con escepticismo.

A pesar de ser un juego, aún tenía algo de inseguridad al acercarme a otros jugadores simplemente por el miedo de no poder ver su forma real, bien podría no ser un joven sino un adulto criminal detrás de una fachada muy conveniente.

–Un usuario de espada, interesante. Aunque, ¿porque no comprar un escudo? –dice el joven de katana respondiéndome con una pregunta.

–No estoy acostumbrado a eso, ralentizaría mis movimientos –respondí por cortesía pero dispuesto a irme sin más y olvidarme de que he hablado con él alguna vez.

–¡Eh! Entonces sí tengo razón, ¡eres un beta test! –exclamó con energía y una sonrisa en su rostro.

En ese momento supuse que me pediría un favor por la manera en que hablaba.

–Oye, ¿podría pedirte algo? –preguntó mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza con su mano izquierda.

"Lo sabía…" Dejé escapar un pequeño aire por mi nariz suprimiendo mis ganas de reírme por lo obvio.

–¿Podrías hacer grupo conmigo un rato? –dijo juntando sus palmas frente a su rostro e inclinando la cabeza en modo de rogar por algo.

–Disculpa, no es por evitarte pero espero por alguien –respondí con algo de vergüenza por mentirle, aunque no sé si podría llamarse una mentira o no, en realidad sí estaba esperando por alguien.

Su expresión de desánimo fue evidente pero no tardo más de unos segundos en levantar sus ánimos rápidamente y nuevamente exclamar.

–Está bien, hagamos otra cosa. Te propongo un trato.

–¿Trato? –pregunté con curiosidad

–Sí, un trato. Verás necesito a alguien precisamente como tú para que me enseñe cosas básicas del juego y como recompensa, guardare para ti un lugar en mi gremio. Puedes ser mi mano derecha y quedarte con cierta parte del botín si lo deseas.

–Suena interesante, pero no estoy seguro de que mi compañero quiera unirse a un gremio, y él también es un beta test así que lo más probable es que no nos beneficie en nada.

–Por favor, ¡ayúdame! Míralo como una misión de ayuda a los nuevos y te recompensaré aunque sea con oro o algo de valor que consiga en un futuro. Si no es así, entonces les invito a tu amigo y a ti una pizza con teriyaki –insistió el usuario de katana rogando de una manera muy evidente para cualquiera que pasara cerca de nosotros.

–Está bien, para de hacer eso. Te ayudaré y luego saldaremos cuentas… –suspiré.

Su celebración fue tan repentina que me exaltó por un segundo, contuve las ganas de cortarlo con la espada y me dirigí con mi nuevo compañero a las afueras del pueblo de los inicios en dirección Oeste.

Durante la caminata hasta el campo en las afueras de la ciudad, este joven solo supo hablar y hablar de sus experiencias en otros MMORPG´S en donde casi todos era el líder de su gremio, también comentó algo sobre sus amigos los cuales estuvieron haciendo fila con él durante tres días para poder comprar la consola.

Un gran campo se abría paso frente a nosotros después de un par de minutos de haber salido del Pueblo de los Inicios para dar vista de un hermoso paisaje de fantasía con algunos lagos en islas flotantes, amplios campos verdes lleno de fauna silvestre y uno que otros jabalíes los cuales eran uno de los monstruos clasificados como los más débiles del juego, ideales para comenzar a practicar. Aunque también existía una misión llamada "Calma a las bestias" la cual consistía en vencer a seis "Jabalí frenético", por como yo lograba verlo, mi compañero temporal no tenía idea de la existencia de esa misión así que decidí quedarme callado y terminar la misión en silencio ya que la había tomado en el bazar con un NPC encargado de una tienda simple, el cual habla sobre una abundante cantidad de Jabalíes que amenazan la paz del campo Occidental.

–Oye, ahora que lo vengo pensando… lamento mi mala educación, me encontraba muy emocionado que se me olvidó decirte mi nombre –el joven de katana interrumpió mis pensamientos con un comentario realmente importante.

–Es verdad, me llamo Eugeo, un placer conocerte –respondí estirando mi brazo derecho para estrechar manos con mi compañero temporal.

–Klein, el placer es mío, y gracias de nuevo por este favor. Eres una persona amable.

–No dirás lo mismo cuando cobre el favor que me debas…

–Eh tranquilo. Mi abuelo siempre decía, un paso a la vez… –mencionó soltando una pequeña risa– Mmm, también decía que si saltas con un pie también debería contar como un paso, ¡pero no es el caso!... Ignora lo que acabo de decir, Eugeo –dijo esbozando una sonrisa realmente sincera.

Reí durante un segundo ante su comentario y me quedé en silencio nuevamente para apreciar el paisaje, no obstante tardamos tan solo segundos en enfrentarnos a nuestros primeros Mobs, un "Jabalí Frenético" corto nuestro paso así que me puse en la delantera y exclame mientras sacaba de la vaina en mi espalda la espada que compre hace escasos minutos.

–Déjame este a mí, observa con atención para que puedas repetir el mismo proceso.

En ese instante pose mi cuerpo para el combate, incline la espada ligeramente hacia atrás y espere por un momento la carga de habilidad del sistema para ejecutar la habilidad de espada "Horizontal", una habilidad básica que consiste en un corte horizontal ordinario, sin embargo, al usar esta habilidad la espada se funde en un brillo de color azul suave y el sistema se encarga de ejecutar la acción de ataque impulsando el cuerpo hacia adelante y realizando dicha habilidad de manera automática.

Mi espada empezó a brillar e instintivamente me abalancé cambiando el peso de mi cuerpo para golpear y el sistema tomó control sobre mi cuerpo, realizando la acción necesaria para que el golpe fuera preciso y limpio. El brillo de la espada dejó un rastro en el aire del mismo color en el que la espada brillaba y un maravilloso movimiento rectilíneo en forma horizontal se dibujó en el aire por unos instantes cortando en la mitad al monstruo y haciéndolo explotar en polígonos hexagonales de una manera llamativa.

Luego de ejecutar la habilidad, mi cuerpo quedó frenado por el efecto de conclusión de la habilidad utilizada, lo cual genera un pequeño rango de peligro si estuviéramos peleando contra varios enemigos al mismo tiempo. Tomé un pequeño segundo para expulsar el aire contenido en mi pecho, enderecé mi cuerpo y guarde elegantemente mi espada en la funda ubicada a mi espalda.

–Eso… ¡Eso fue increíble! Entonces, ¿de eso se tratan las "Sword Skills"? –preguntó Klein mientras gritaba eufóricamente lleno de emoción.

–Bien, ahora que viste de que se trata. Es tu turno.

En ese momento un nuevo Jabalí apareció en un débil resplandor azul verdoso. Klein sostuvo su cuerpo de la manera en que lo haría un samurái del Antiguo Japón, me llamo la atención pero decidí quedarme quieto en silencio mientras veía la batalla. El jabalí hizo contacto visual con el joven samurái y se percató de su intimidante mirada que amenazaba con perturbar su renacimiento en el campo, arrastro los pies en señal de realizar una carga contra Klein y corrió a toda velocidad en nuestra dirección. Klein al ver el avance del jabalí, avanzó junto con él, dando como resultado un fallo realmente lamentable por parte del samurái.

Klein fue empujado de manera brusca e impetuosa contra el suelo tras el choque de los colmillos del jabalí directamente en su pecho. Al ser derribado el pelirrojo, el jabalí se dirigió en mi dirección para atacarme pero ágilmente esquive la carga del jabalí.

–Tal vez no me hice entender bien, mejor toma posición y copia mis movimientos según como lo describa.

Dando un pequeño salto hacia atrás ubicándome al lado derecho de Klein pose con mi espada para activar la habilidad de espada "Horizontal", Klein copio mi posición inmediatamente mientras veíamos al mismo jabalí enfurecido preparándose para cargar nuevamente.

–Escucha con atención Klein, concéntrate en llevar energía a tu espada, como si dicha fuerza viniera de la palma de tu mano. Luego, déjala libre y sentirás como recorre tu espada.

–Bien, lo intento. Solo dame un segundo –dijo frunciendo el ceño y a la vez levantando las cejas.

Efectivamente, no entendió lo que le dije. Bueno, no le culpo, después de todo para mí fue igual de complicado entender cómo funcionaba; sin embargo, me sorprendió ver un brillo color Naranja claro ser expulsado con fuerza de su espada. Al verla salte un metro hacia la derecha dándole espacio para ejecutar su habilidad sin problemas.

El cuerpo de Klein se abalanzó rápidamente hacia adelante, atravesando con un golpe recto e impecable la mitad del jabalí que terminó explotando en pedazos. Por un par de segundos todo quedo en absoluto silencio… para luego Klein estallar de alegría y vitoreo en celebración.

–Felicidades, has vencido a tu primera criatura en este juego. Lástima que solo sea un Jabalí ordinario. Puede que sea uno de los más débiles del juego entero.

–¿Lo dices en serio? Esperaba que fuera el monstruo más fuerte de esta área.

–Para nada, los monstruos en los primeros pisos se tratan de animales como tal a excepción del laberinto, el cual debería poseer Kobolds armados.

–Entiendo… Bueno, no hay nada que hacerle. Aun así he aprendido varias cosas gracias a ti Eugeo –dijo mi compañero temporal mientras estiraba su brazo con la mano empuñada.

Respondí con un choque de puños para luego caer en cuenta que habían pasado al menos 2 horas desde que entré. Suelen decir que el tiempo vuela cuando uno se divierte, sin embargo, jamás espere que estuviera tanto tiempo en inmersión sin darme cuenta.

Kazuto, él debe estar esperando a que me desconecte para hablar conmigo. Puede que entrara al juego, después de todo, solo sería conectarse desde la habitación de su hermana… No, en caso de que fuera eso cierto estoy más que seguro que me hubiera topado con él o recibido algún mensaje a este punto.

"Necesito desconectarme." Fue todo lo que pude pensar un poco angustiado por el tiempo que llevo dentro del juego y aun no tengo noticias de Kazuto.

En seguida utilicé mi dedo índice para abrir el sistema con rapidez y ágilmente me ubique en el botón de desconexión, pero, el botón seguía en blanco. Busque en las demás opciones para verificar que no movieran el botón de "Log out" de su lugar, pero nada. Seguía sin encontrarlo cuando de repente la voz de mi compañero quejándose de mi falta de concentración a sus palabras lo había hecho molestar parcialmente.

–Oye Eugeo, ¿estás escuchando?

Me encontraba tan profundamente metido en mi HUD de personaje buscando el botón de desconexión que aparté el resto del mundo de mi vista, como si me hubiera aislado en un cuarto oscuro en donde solo estábamos el sistema y yo. Sin embargo, volví al entorno natural cuando mi compañero temporal grito mi nombre con un nivel de entonación ensordecedor justo al lado izquierdo de mí.

–¡Aahh! ¿Qué ocurre? estoy al lado tuyo ¿sabes? –dije mientras cerraba las ventanas del sistema y lo miraba con un poco de irritación.

–Pues lo siento, pero, ¿tienes idea del tiempo que llevo tratando de captar tu atención? Estabas aquí, pero te sentía más lejos de lo que podría imaginar –dijo Klein mientras cruzaba los brazos detrás de su cabello largo rojizo.

–Lo siento, estaba buscando algo en las opciones del sistema… No logro encontrar el botón de desconexión.

–¿Para desconectarte dices? Déjame revisar.

Mientras Klein buscaba el botón de desconexión, volví a revisar la lista de opciones en caso de que no lo haya visto por error, sin embargo, no logré encontrarlo nuevamente. La misma casilla donde debería estar ubicado el botón, seguía en blanco.

No puedo creer que se trate de un error del sistema, después de todo sería complicado que algo tan importante tuviera un fallo como ese, además… "¿El error es tan complicado de corregir que lleva 2 horas y media sin resolverse?" No cabe duda de que algo estaba ocurriendo. Mientras me encontraba inmerso en mis pensamientos, de fondo podía escuchar a Klein quejarse de que no podía contactar con los Moderadores ni Administradores. La única forma de contactarlos es a través de un mensaje desde las opciones de ayuda para jugadores, en donde clasificas que clase de ayuda necesitas o el aporte que quieras realizar para ayudar a mejorar ciertos aspectos, aparte de eso existía la opción de "Contactar a un Moderador/Administrador".

Durante varios minutos no obtuvimos ninguna ayudar por parte de absolutamente nadie, tampoco hubo ningún pronunciamiento por parte de algún administrador por lo que nos tocó esperar un poco y rezar porque alguien nos contactara. Durante un par de horas estuvimos hablando sobre el error y como muchos deben andar desesperados por solucionarlos, y también sobre nuestros amigos los cuales estaban en proceso de entrar. No pude evitar pensar en Kazuto todo el tiempo y el porqué de que aún no haya retirado mi casco; debería haber llegado hace mucho y yo debería estar siendo regañado por él debido a que rompí nuestro acuerdo.

Luego de haberme dicho que compraría el NerveGear para mí, habíamos hecho un pacto para ingresar juntos y superar los 100 pisos de este extraordinario juego realista. Sin embargo, al quedar encerrados de esta manera, se puede determinar que existe un alto riesgo al usar un dispositivo que bloquea toda acción neuronal para redirigirla al NerveGear… podría causar una gran demanda a la empresa Argus llevándolo a la quiebra. Este pensamiento puede llegar a ser tan real que existe la posibilidad de que el día de mañana Sword Art Online no exista más. No creo ser capaz de imaginarme la cara de Kazuto si llegase a pasar algo como eso…

Un par de minutos pasaron y se comenzaron a escuchar campanadas desde muy lejos, no, se escuchaban más fuerte que eso, como si vinieran desde mi cabeza haciendo eco en el viento.

–¿Qué Ocurre? –pregunté no solo a Klein sino también a mí mismo, jamás había escuchado algo como esto en Aincrad antes.

–¿Campanas? ¿Se tratara de algún evento?

Solo podía ver a Klein ver el infinito como buscando el lugar de donde vienen las campanadas, y fue justo en ese momento en el que un gran resplandor azul celeste nos envolvió a ambos. Inmediatamente me percaté que se trataba de una tele transportación pero…– "¿Por qué?" –no hay razones para realizar una tele transportación forzada…– "A menos que…"

Antes de que pudiera terminar mi pensamiento el resplandor me envolvió por completo lanzándome directamente a la plaza del Pueblo de los Inicios, donde no solamente yo, sino también miles de jugadores, aunque no me equivocaría al pensar que tal vez son todos los usuarios que ingresaron a SAO el día de hoy.

Klein ya no estaba cerca de mí, fui tele trasportado de manera aleatoria a la plaza por lo que a lo mejor no soy el único que se quedó solo sin sus compañeros de grupo. Una chica al lado mío se encontraba atemorizada murmurando algo que no logré entender, incluyendo los murmullos de los otros cientos de jugadores alrededor mío.

Intenté visualizar a Klein en la multitud pero fue inútil, así que desistí y permanecí en silencio. Ahí fue cuando un pequeño ruido se empezó a escuchar desde la parte superior del piso 1, no, literalmente en el cielo apareció una señal de Alerta que lleno el cielo de un rojo carmesí que opacó el color natural del atardecer en el que nos encontrábamos. Seguido a eso, una especie de fluido de apariencia viscosa con un color rojo sangre empezó a juntarse en una gran esfera de dicho color, la cual fue tomando forma poco a poco a medida de que el fluido se reunía en un solo punto. Pequeños rastros de electricidad se pudieron notar durante la formación de una entidad gigantesca, finalizando con la creación de un avatar gigante parecido a los avatares de los administradores del juego los cuales todos eran ancianos con una gran túnica roja que cubría todo su cuerpo, sin embargo, a este administrador no se le veía ningún rostro, o más bien, no tenía ninguno. Se mantuvo en silencio durante un par de segundos mientras nos observaba a todos, lentamente levanto sus brazos y anunció...

–¡Atención!, jugadores… Bienvenidos a mi mundo.

Tras sus primeras palabras quedé sorprendido, y a mi mente solo pudo venir una imagen de un hombre la cual era de Kayaba Akihiko, el desarrollador del NerveGear y creador de este juego. Puede que me equivoque, pero, si es así puede que nada de lo que esté pasando sea coincidencia…

Kayaba Akihiko, un excelente investigador quien fue la primera persona en conseguir crear el primer VRMMORPG (Virtual Reality Massively Multiplayer Online Role Playing Game), lo que se considera una gran hazaña en la industria tecnológica apenas teniendo 28 años de edad. Kazuto desde que conoció a Kayaba Akihiko, quedó maravillado por sus investigaciones y proyectos, lo que le impulsó a aprender sobre su oficio incluyendo la ciencia de la computación y sus ramificaciones. Además, seguía tan de cerca sus investigaciones que a menudo lograba descifrar cosas sobre sus proyectos como si el mismo pusiera sus manos en dichos trabajos.

–Mi nombre es Kayaba Akihiko –dijo después de una pequeña pausa.

"¡Kayaba! ¿En verdad es el mismo?" Pensé e intenté decir algo a alguien, pero las palabras no lograban salir de mi boca, me encontraba en shock.

–Actualmente, soy la única persona que controla este mundo.

"Lo sabía, Kayaba está detrás de todo esto. ¿Qué diablos está tramando?"

–Estoy seguro que ya habrán notado que el botón para desconectarse no está en el menú, pero no es un error del juego –anunció mientras movía su mano para abrir el menú y señalar el lugar donde debería encontrarse el botón que mencionaba– Repito. Esto no es un error, es una característica del Sword Art Online… No pueden salir de SAO por sí mismos, y nadie del exterior puede apagar o quitarles el NerveGear.

»Si alguien lo intenta, el dispositivo de alerta dentro del NerveGear emitirá una microonda poderosa, que destruirá sus cerebros y acabara con sus vidas instantáneamente.

Solo mencionar esa última frase hizo que mordiera mi labio inferior por recordar unas palabras dichas por Kazuto hace varias semanas. Según lo que entendí, el NerveGear funciona creando ondas electromagnéticas las cuales crean una calibración que produce al cerebro la interpretación de interacciones humanas y también los 5 sentidos, además, el NerveGear posee una fuente de batería interna de modo que si se desconecta de la fuente de alimentación no se apagara. Kazuto lo mencionó como si fuera un transmisor de frecuencia de microondas de alto poder electromagnético.

Eso quiere decir que todo lo que actualmente está diciendo el gran desarrollador de Sword Art Online, es real.

Mis hombros enseguida se tensaron y apreté mis puños, aguantando mis ganas de salir corriendo debido a que aunque corriera, no existe un lugar seguro… Después de todo, no podré desconectarme. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Kayaba al anunciar algo más.

–Desafortunadamente, muchos de los amigos y familiares de los jugadores han ignorado esta advertencia e intentaron quitarles el NerveGear. Como resultado de esas acciones, un total de 213 jugadores ya no se encuentran en Aincrad y tampoco en el mundo real.

–¿213? ¡Debes estar bromeando! –pude escuchar por parte de un jugador no tan lejos de mi ubicación quejándose tras una noticia realmente terrorífica, ya que entre ellos inclusive yo pude haber estado ahí. No, no lo estaría, después de todo es Kirigaya Kazuto del que estoy hablando, si él vio esas noticias estoy más que seguro que en este preciso momento debe estar buscando una alternativa para deshacerse del NerveGear sin tener que recibir daños permanentes a mi cerebro o incluso, morir.

–Como pueden ver, los noticieros de todo el mundo están reportando el acontecimiento, incluyendo las muertes. Así que, pueden asumir que el peligro de que remuevan su NerveGear es ahora el más mínimo –dijo mientras un montón de pantallas aparecían con nombres y direcciones reales, incluyendo fotos de personas, otras pantallas mostraban las noticias de diferentes canales informativos.

–Espero que se relajen y se concentren en avanzar el juego. Pero, espero que recuerden bien esto, todos los métodos para resucitar a alguien dentro del juego han sido removidos. Si su HP llega a 0, su avatar se perderá para siempre, y al mismo tiempo, su cerebro será destruido por el NerveGear.

Impactantes palabras generaron pánico en mi interior dando a entender que a partir de este momento, esta será mi realidad. Una cruel realidad que deberé afrontar con otros 10.000 jugadores. Los vagos recuerdos de como diferentes monstruos, desde jabalís hasta bestias humanoides que me han derribado por completo de un simple ataque por falta de experticia con la espada, una señal que indica la muerte de mi avatar, y una explosión de polígonos de colores claros similar a la ruptura de un gran espejo de cristal.

El temor me consumió y antes de que pudiera decir nada Kayaba exclamó…

–Solo hay una forma de salir. Actualmente se encuentran en el piso más bajo de Aincrad, el piso 1 –mientras daba una explicación sobre nuestra única esperanza, comenzó a manipular un mapa mostrando el piso 1 del castillo flotante, para luego transformarlo en una simulación de mapas interconectados de todos los pisos con perspectiva del exterior del castillo.

–Consigan salir del calabozo, derroten al jefe que hay en cada piso y podrán avanzar al siguiente. Luego, derroten al jefe del piso 100 y habrán terminado el juego.

La conmoción llenó la plaza de voces, muchos señalando que era una idea absurda. No se equivocan, después de todo en la beta, el lugar donde solo 1000 personas fueron capaces de participar, fueron pocos los que alcanzaron el piso 10. No hubo manera de encontrar el jefe de dicho piso, por alguna extraña razón pasaron varios días y nadie fue capaz de encontrarlo. Cabe destacar que los 10 pisos alcanzados por jugadores beta testers fue en un plazo de 1 mes, tiempo en el cual estaría en funcionamiento el servidor para testear el juego.

–Por último, añadí un pequeño regalo de mi parte en su inventario. Verifiquen.

Al escucharlo por instinto moví mis manos para revisar de qué se trataba, abrí el menú y accedí a la opción de inventario. Allí pude observar los ítems que recogí tras exterminar los Jabalíes frenéticos y aparte de eso un objeto que nunca había visto en lo que conocía de SAO; se encontraba de primero en la lista con el nombre de "Espejo". Solo un roce al ítem fue necesario para invocarlo y se materializo como un pequeño espejo de mano, lo tomé durante su materialización y lo observé fijamente viendo mi reflejo. "¿De qué se trata esto?"

Mi pregunta fue respondida como si el sistema escuchara mis pensamientos al envolverme en un montón de luces azul cielo. Pasaron tan solo uno o dos segundos para cuando volví a estar normal nuevamente, sin embargo, algo había cambiado, mi avatar, ya no era el mismo que había creado… En el espejo, podía ver mi rostro real, mi cabello rubio y mis ojos azules, el largo de mi cabello y el ligero cambio de tonalidad de piel en mi avatar. Ya no era un simple avatar, era yo realmente. Pero… "¿Cómo es posible?" Justo en ese momento recordé un detalle importante, la calibración del dispositivo.

El NerveGear posee una funcionalidad de calibración la cual según permite un completo escaneo al cuerpo para poder llevar un pequeño análisis del usuario, esto para permitirte jugar y evidentemente, tal vez la calibración no la realicé yo, pero Kazuto sí, el mide la misma altura que yo o tal vez un centímetro o 2 más, pero en sí, es la misma estatura. Y la cara, la cara es escaneada por el casco. Dentro del casco existen pequeños lentes que pueden escanear el rostro completo en un ángulo periférico de 360 grados. Es impresionante, esta tecnología acaba de superar mis expectativas, sin embargo, no era momento para emocionarse por esta tecnología… Hay un problema más grande al cual debía enfrentarme.

Muchos a mí alrededor cambiaron su aspecto fantástico sacado de un anime tal cual a sus rostros reales, otros muchos con avatares mujeres fueron transformados en hombres gracias a la calibración del sistema. La proporción que yo mismo podía percibir a mi alrededor se convirtió en un 70% hombres y un 30% mujeres. Aunque era de esperarse de cualquier juego.

–Seguramente, todos se están preguntando… ¿Por qué Kayaba Akihiko, creador de Sword Art Online y desarrollador del dispositivo de inmersión total está haciendo todo esto? –el silencio lleno la plaza por unos instantes y Kayaba respondió a la incógnita que todos debemos estar teniendo ahora mismo.

»He alcanzado mi objetivo. He creado este mundo por una razón.

»Para reinar este mundo e intervenir en él… Y ahora está completo. Hasta aquí finaliza el tutorial del lanzamiento oficial del juego. Buena suerte, jugadores.

Al término de sus palabras, el avatar con la apariencia de un Game Master empezó a difuminarse, desapareciendo como si se tratara de una frecuencia mal sintonizada. La gran túnica cayó lentamente y el cielo se recompuso a su tono anaranjado y amarillo. Un profundo silencio reino durante varios segundos, todos en shock por las palabras dichas por el hombre que ahora se hace llamar el dios de este mundo. El sonido de un espejo partiéndose en mil pedazos tras impactar en el suelo y un agudo grito, probablemente de una chica, rompió el silencio. Como si de un efecto domino se tratara, miles de voces empezaron a resonar, y rápidamente se convirtió en un estruendoso grito de furia y miedo, creando una gran revuelta entre los mismos jugadores, culpándose unos a otros y maldiciendo en dirección donde Kayaba Akihiko había estado hace tan solo unas decenas de segundos.

Poco a poco me escabullí entre la trifulca para llegar fuera de la plaza, en ese momento sentí como si me faltara la respiración a causa de los recientes acontecimientos. Cerré mis ojos, tome aire y luego lo expulse lentamente… Repetí el proceso un par de veces más hasta que me relaje, en ese momento mi compañero temporal apareció de manera imprevista detrás de mí tomándome por el hombro y diciendo mi nombre. Me di media vuelta, sorprendido al ver que Klein se encontraba sereno a pesar de recibir tal noticia, detrás de él se encontraban otros chicos más.

–¡Eugeo! Viejo, al fin te alcanzo. Escucha traje a mis amigos. Sé que no es algo que deba hacer, pero, únete a nosotros. Por favor.

Durante un par de segundos, reflexioné sobre esta proposición. Teniendo en cuenta que ellos son 6 conmigo seriamos 7 y podríamos conformar un grupo de 3 y uno de 4, con esta cantidad fácil podríamos atravesar cualquier peligro, sin embargo, si los amigos de Klein son tan inexpertos como él cuándo estábamos en el campo occidental… Retrasarnos tanto por experiencia como por habilidad de avance nos dejaría sin posibilidades de sobrevivir. Pero a su vez, ellos necesitan de alguien que los ayude a superarse; con mis conocimientos tal vez puedan nivelarse rápidamente, y sus caras me muestran tal decisión de enfrentarse al peligro que por alguna razón, y por primera vez en mucho tiempo, siento que puedo confiar en un grupo de personas. Para variar, son unos totales desconocidos de alguna parte de Japón a kilómetros de distancia de mi ubicación actual en el mundo real.

Levante mi cabeza un poco y asentí en forma de aceptación para luego exclamar.

–De acuerdo, hagamos equipo tan solo por un tiempo. Sin embargo, hay que separarnos en grupos de 2. Un grupo conmigo de 3 personas y los otros dos con Klein. Necesito que presten atención a lo que les voy a explicar.

En ese momento Klein hizo una seña con su mano derecha al aire y todos los demás se acercaron sin decir absolutamente nada por lo que comencé a explicar.

–El piso 1 está compuesto por 5 grandes zonas de las cuales El pueblo de los Inicios es una, otra es el Campo Occidental, por lo que descartamos esas opciones ya que nuestra prioridad es avanzar al siguiente pueblo. Este pueblo está ubicado al Noreste de nuestra ubicación actual y es nuestra siguiente gran zona a recorrer, para un futuro seguir hasta Tolbana el cual es el pueblo más grande habitable después del Pueblo de los Inicios.

Trate de resumir mi explicación sobre las áreas y monstruos que podríamos toparnos en el camino de la manera más entendible posible. Luego me enfoque en la formación y la división de grupos.

–Si vamos todos juntos como un solo grupo reduciríamos nuestro propio espacio de combate, y debido a la inexperiencia de los otros integrantes causaríamos torpes errores entre nosotros, que terminarían siendo peor el remedio que la enfermedad.

»Como dije anteriormente nos dividiremos –con un vistazo rápido pude ver el tipo de armas que cada jugador poseía y separé al equipo de la manera más balanceada. Colocando a un usuario de espada y escudo en cada equipo, y separando a los usuarios de lanzas y hachas entre sí. Un equipo con mayor número de jugadores capaces de cargar contra un enemigo con espadas y hachas en turnos equitativos cobrarían la vida de sus enemigos de manera rápida y eficiente, siempre que respetaran sus turnos de ataques. En cambio, un lancero el cual no posee una carga poderosa en su nivel más inferior deberá atacar a un rango medio para dar la oportunidad de ataque a un compañero para poder vencer.

Ya con la formación establecida intente analizar si hacía falta otra cosa, sin embargo, es algo lo suficientemente básico como para resultar. Lo único en mi plan preocupante es la separación, y que 2 novatos junto con Klein avancen en línea recta hasta un pueblo. En fin, despejé mi mente un segundo y me levanté para anunciar…

–Listo. Eso es todo lo que deben saber, a partir de este momento el primer equipo liderado por mí partirá ahora mismo. La cuenta regresiva de 30 minutos iniciara en los próximos 35 segundos… Al término de los 30 minutos, el segundo equipo liderado por Klein tomara camino hacia el pueblo de Horunka.

–¡Entendido!

–¡Sí!

Tras su respuesta al unísono al entender la estrategia a seguir, di un paso al frente y comencé a caminar. 8 Segundos… La voz de Klein se logró escuchar diciendo.

–¡Eugeo! Ten cuidado.

Giré mi cuerpo momentáneamente sin detenerme y sonreí mientras en mi cabeza decía "Todo estará bien, te espero en Horunka". Como si mi pensamiento fuese escuchado, Klein levanto el pulgar y asintió con la cabeza en aprobación.

Regrese mi cuerpo a la posición original sin disminuir el paso, no, al contrario… Aumenté mi velocidad poco a poco y terminamos corriendo los primeros 4 integrantes dispuestos a sobrevivir a este mundo.

Cruzando la puerta del Este del pueblo, dando comienzo así a esta nueva etapa de nuestras vidas, donde una espada sería nuestra mayor aliada en este juego mortal.

"Kazuto… ¿Estarás en casa observándome?"

"¿Crees que he escogido bien mis decisiones?"

"Siendo tú el que se hubiera quedado encerrado, estoy seguro de que te aislarías de todos los demás, y exagerarías las cosas creyéndote un héroe de atuendo negro con una espada letalmente poderosa"

"¿O lucharías porque nos veamos nuevamente, con la ayuda del resto de jugadores?"

"Rompí nuestra promesa… Por eso te lo compensaré. ¡Espérame!"