- Me dejo...-
- Uh? ¿como?.
- No le importo... so-solo se fue -dijo con vos quebradiza.
- ¿Adonde? -pregunto el rumano.
- A a-américa -gimió dejandose abrazar por el ojirojizo, apoyando su cabeza en el hombro de el otro.
- Arthur... tranquilo, me tienes a mi, yo nunca voy a dejarte -dijo acariciando los cabellos de el ingles.
- No es... n-no es lo m-mismo -contesto entre sollozos- A-Alfred es un idiota p-pero somos mejores amigo... e-era c-como mi h-hermano -dijo rompiendo en llanto.
- Hablas como si hubiese muerto -comento el rumano sin dejar de acariciarle los cabellos con delicadeza.
De pronto sintió como el ingles se aferraba a su espalda y apretaba la tela de su camisa, se hundía mas en su cuello y hacia inútiles esfuerzos por contener sus sollozos. Temblaba, se estremecía y gemía con dolor el nombre de el norteamericano, y algo comenzó a doler dentro de el rumano. Fue en ese momento que comprendió el porque nunca le había agradado el mocoso con complejo de superheroe, el porque el ingles siempre era el dueño de toda su atención y también el porque de su sorpresivo interés en la magia. Y el universo tuvo sentido, y todo calzo como un rompecabezas siendo tan tan evidente que hasta lo creía irreal.
Se había enamorado de el británico...
- Damien...-llamo en un tono demasiado melancólico para el gusto de el rubio, que se giro de inmediato.
- No puedo hacerlo...-dijo cabizbajo.
- ¿Pero de que habla? solo tienes que leer lo que dice el libro -contesto el ojirojizo alzando una ceja.
- Damien...-dijo con voz ahogada- V-volvió...-
- ¿Que? -
- Alfred v-volvió..-
- ¿Y quien es ese? -pregunto extrañado.
- ¿Recuerdas cuando eramos niños? -cuestiono sin ser capaz de mirarle.
- Uh si, creo que si...-
- Mi vecino... el niño vestido de superman -contesto sin ser consciente de las lágrimas que brotaban de sus ojos.
- Si... creo que lo recuerdo, ¿que hay con eso? -pregunto inquieto.
- C-creo que le amo -dijo esta vez mirándole, con el rostro empapado pero seguro.
Y con aquella visión del ingles temblando y llorando, el chico del gorro recordó aquel 4 de julio hace seis años cuando acepto su amor por el chico frente a el, y otra vez sintió un dolor dentro, pero esta vez sabia donde y porque.
Y entonces escucho como aquello se comprimía bruscamente y luego se soltaba para romperse en pedazos, ocasionandole el peor de los males, el sufrimiento...
Miro unos segundos mas al ingles, sonrió con dolor y salio lentamente del salón. Cerro la puerta tras de si y comenzó a correr en dirección desconocida, siendo consciente del fluido que bajaba por sus mejillas.
Cuando se detuvo callo en cuenta de que había llegado a un parque, se sentó a los pies de uno de los arboles menos vistosos del lugar y abrazo sus piernas contra el pecho, hundió su cabeza y dejo fluir libremente el llanto.
Hasta que de pronto sintió unos brazos rodear su cuerpo, se alarmo un poco y al levanta su cabeza solo diviso unos ojos tan rojos como los propios.
- Lo siento, pero hace rato que no parabas de llorar y el awesome Gilbert no sabia que hacer -dijo tranquilamente el albino delante de el, y entonces el universo perdió su sentido y se abrazo de el albino, y lloro en sus brazos y este le acarició el cabello.
Fin!
Que tal? ¿Se nota mucho que amo a rumania?.
