KHR no es mio, solo tomo prestados a sus sexys personajes.
Capitulo Único.
Era una hermosa mañana en la mansión Vongola: sol brillaba, los pájaros cantaban, la brisa de la mañana era fresca… si en definitiva un bello día en la bella Italia, pero lamentablemente cierto joven no podía apreciar nada de eso ya que en esos instantes tenía sentimientos encontrados por la situacion con la que se había encontrado: en primera estaba la sorpresa por el paisaje que sus ojos podían apreciar, molestia por que nuevamente habían ignorado sus órdenes de no jugar con la bazuca de los 10 años y enojo porque notaba el desastre que había en esos lugar… lo cual se traducía a más trabajo y a más papeleo para el… definitivamente se estaba planteando seriamente hacer que sus amados científicos pasaran una temporada en el hielo.
Lamentablemente sus pensamientos sádicos y futuras torturas desaparecieron cuando un grito lo puso en alerta, pero desgraciadamente la advertencia llego muy tarde ya que no logro esquivar por lo cual el arma le dio de lleno atrapándolo en una espesa y densa nube de color rosa pastel… pero lo que mas preocupo a los espectadores de dicho acontecimiento fue que al desaparecer la nube rosa ya que ante ellos estaba su cielo junto a su versión adolescente…
Sawada Tsunayoshi, mejor conocido como el Vongola Decimo era un joven alto, de compleción delgada y algo fornido, de cabello abundante de color castaño el cual desafiaba la gravedad, ojos color chocolate, tes clara… él cual en esos instantes estaba por pasar la prueba más difícil de todas… y no hablaba de alguna sesión de entrenamiento con su amadísimo padre-tutor-espartano Reborn… si no de cuidarse a sí mismo… literalmente.
Definitivamente congelaría a Shoichi, Spaner y Gannini… pero esos pensamientos fueron opacados cuando escucho a su versión joven hablar.
- Itte… Reborn, eso doli…o… - las palabras del adolescente murieron en su boca al notar el entorno en el que se encontraba, ya que frente a él tenia a los 3 científicos con quienes curiosamente estaba hablando en una video llamada pero ahora estaban parados frente a el y se veían más grande – pero… ¿cómo…? - dijo algo asustado.
- Espero que los 3 tengan una buena explicación para esto – el adolescente se tenso al escuchar esa voz ya que sonaba muy parecida a la de él, pero en un tono mas grave, por lo que al mirar a su derecha noto a su versión del futuro parado junto a él.
- ¡Hiieeeeeeeeeeeeee! – se limitó a gritar mientras usaba todas sus fuerzas para tirarse hacia atrás.
- No grites – se quejó el Vongola Decimo, el cual se había tapado sus oídos con sus dedos – ¿en verdad siempre fui así de joven? – se preguntó el castaño mientras miraba a ver como su yo joven estaba temblando en una de las esquinas de la habitación.
- Am… debemos contestar o es una pregunta retórica – pregunto con miedo Shoichi, notando que su jefe le dedicaba una mirada asesina por lo que decidió permanecer en silencio.
- Spanner cuanto tardaran en arreglar esto – pregunto el castaño mayor ignorando el comentario del científico pelirrojo.
- Hmm… pues si es inusual que no cambiara de lugar, pero tal vez podamos regresar al joven Vongola a su época en una horas – indicio con seguridad.
- Perfecto, tiene 6 horas ni un minuto más o ya verán – indico con un tono de molestia – Tsuna acompáñeme, dejemos que trabajen – ordeno caminando a paso decidido saliendo del lugar.
- … - por su parte el adolescente aun no asimilaba lo que había ocurrido, por lo que había permanecido en su sitio.
- Etto… Tsunayoshi-kun… - noto que Shoichi le hablaba, por lo que lo miro a ver – mejor síguelo, tu yo mayor pierde la paciencia muy rápido si no acatan sus órdenes – dijo algo tembloroso.
- En verdad ese seré yo… - hablo impresionado, notando que los 3 científicos asentían.
- ¡Tsunayoshi, no lo voy a repetir! – se escucho un grito desde el pasillo, por lo que todos los que seguían en la habitación se tensaron.
- Ah… hai… - grito asustado saliendo corriendo de la habitación notando que su yo futuro estaba de pie esperándolo con los brazos cruzados – etto… perdón…
- Vamos, dejémosle trabajar – indico girándose para seguir su camino a algún lugar de la mansión – por suerte todos están fuera en una misión o esto se habría complicado – opino.
- Entonces… en verdad me convertiré en el décimo Vongola – pregunto el adolescente un poco triste al notar que pese a que siempre se negaba al final no pudo escapar de esa condena y había entrado a la mafia y arrastrado a sus amigos con él.
- Puedo imaginar lo que estás pensando, pero sabes acepte el cargo por que logre ver los pro y contras de esa situacion – indico con calma deteniéndose frente a una puerta de roble oscuro talla, la cual abrió de forma lenta.
- No le puedo ver el lado bueno a estar en la mafia – indico con enojo el adolescente.
- Ah… sabes todo en esta vida es bueno y malo – indico con diversión su versión adulta, mientras entraba a una habitación la cual conocía muy bien... esa seria o bueno era la oficina del líder de la familia, donde logro apreciar para su horror las montañas de papeleos que había sobre el escritorio – si… eso es lo que más odio – opino el mayor al notar la palidez de su acompañante.
- De solo verlo me duele la mano – opino de forma deprimente el adolescente.
- Jajajaja estoy totalmente de acuerdo – indico el mayor – el papeleo es un infierno y Reborn se encargo de hacer el papel indestructible así que no tengo escapatoria – hablo resignado.
- Por lo visto el demonio nos seguirá torturando.
- De eso puedes estar totalmente seguro – bromeo notando que su versión joven ya no se veía tan deprimido – bueno ya que estas mas calmado que tal si me sientas – le indico señalado la silla que estaba frente al escritorio mientras él se sentaba en la propia.
- Al menos no he cambiado mucho – indico algo apenado y nervioso el adolescente.
- Bueno, eso dependería de las circunstancias… pero sí creo poder afirmarte que no cambiaremos mucho – dijo con calma – bueno que tan si primero designamos como llamarnos por que suena raro usar nuestro propio nombre.
- Cierto – indio el adolescente – que propones, que te llame "decimo…"
- De ti suena extraño – indico el mayor – mas fácil tu eres Tsuna y yo Yoshi.
- Me gusta como suena eso… am.. Yoshi – indico el adolescente.
- Bueno ya que andas relajado y calmado puedes ayudarme con esto mientras pasa el tiempo – indico con calma el mayor acercándole una pila de documentos al adolescente.
- Sabia que era bastante bueno para ser verdad – comento resignado Tsuna – pero a cambio tu me contestaras algunas preguntas, ¿hecho?
- De acuerdo – indico el mayor mientras empezaba a revisar los primeros documentos que tenía a mano.
Tras eso ambos permanecieron en silencio por un par de minutos, ya que el adolescente no sabia que preguntar ya que tenia muchas dudas en su cabeza y sabia que su yo del futuro no le mentiría o evadiría el tema como lo hacia Reborn…
- Entonces… - hablo de forma distraída Tsuna – cuales serian los lados positivos de convertirnos en el décimo – pregunto, ya que realmente esa era su máxima duda y sentía que esa respuesta le ayudaría a aclarar sus dudas.
- Bueno, creo que tú mismo sabes esa respuesta Tsuna – indico el mayor sin aparatar la mirada de los documentos que leía – dime cuantas diferencias notorias ahí entre tu vida antes y después de la llegada de Reborn – indico mirando a ver de reojo a su versión adolescente.
Ante esas palabras el adolescente empezó a meditar con seriedad sobre ese tema… claro que sabia la diferencia, no era difícil ya que antes de conocer a Reborn y enterarse de Vongola era un chico solitario era el "dame-Tsuna" del cual todos se burlaban, pisoteaban, hacían a un lado, golpeaban... donde había llegado al punto de sentir que todos los insultos y ofensas que le decían eran verdades y el no merecía nada y son servía para nada; pero al llegar Reborn empezó a descubrir cualidades que el mismo desconocía de sí mismo, obtuvo amigos en el camino, era verdad que ahora estaba en un sendero difícil y lleno de peligros pero ya no estaba solo, descubrió que todos sus miedos eran mentales ya que el tenia la capacidad para superarse cada día y cada vez mejoraba como persona y hasta en los estudios.
- Por tu mirada supongo que ya encontraste esa respuesta – dijo Yoshi mientras miraba a los ojos a su versión joven notando que este asentía – entonces sabrás que todos esos elementos influenciaron en mi… nuestra decisión – hablo con calma mientras sonreía de lado – es verdad que hasta hoy en día aun pienso si fue la mejor decisión ya que involucramos a los chicos a una vida en este mundo… pero sabes al mirar cada día a mi familia junto a mi noto que mis miedos eran infundados ya que siempre puedo contar con ellos e igual me siguieron por voluntad propia.
- Cierto, yo igual le he dicho a los chicos, pero noto que ellos no se arrepienten de su decisión – comento algo apenado el castaño.
- Son algo testarudos cuando se lo proponen – indico divertido el mayor.
- Cierto… - indico divertido el menor, donde ambos empezaron a reír ante ese comentario, pero las risas cesaron cuando se empezó a escuchar el llanto de un bebe, sorprendiendo un poco al adolescente.
- Ya despertó – indico el mayor mientras se colocaba de pie y salía de la oficina.
Ante la actitud de su yo mayor, al adolescente le empezó a invadir la curiosidad por lo que a paso rápido siguió el paso de su yo futuro, quien caminaba de forma rápida por el pasillo hasta llegar a una habitación la cual estaba a unos pocos metros de distancia de la oficina.
Noto que Yoshi entraba a la recamara y se encaminaba directamente hasta el cunero que había en el lugar para luego tomar entre sus brazos a un pequeño bultito envuelto en una sabana de color amarillo pastel.
Inmediatamente empezaron a surgir nuevas incógnitas e inquietudes en la mente del mas joven ya que en esos instantes aun se debatía entre si sus sentimientos por Kyoko seguían siendo fuertes o la nueva atracción que estaba sintiendo por su guardián de la nube… tal vez, esa respuesta la obtendría si miraba al infante, pero al mismo tiempo tenia miedo.
- Ven – indico con calma el mayor mientras se sentaba en la cama que había en esa habitación, notando que su yo joven le obedecía y se acercaba sin apartar la vista del bebe que estaba en sus brazos – aun sigues confundido entre ellos, verdad – opino con calma notado que Tsuna se quedaba parado frente a el a una distancia prudente.
- Yo… tengo miedo… - dijo con sinceridad el adolescente, ya que una parte de él siempre pensó e imagino un futuro al lado de la linda Kyoko pero… últimamente y tras una serie de eventos ahora lo dudaba al mismo tiempo que un nuevo sentimiento afloraba en su interior por su carnívoro guardián, lo cual le causaba una gran confusión y lo ponía en un gran dilema – dime ¿a quien elegimos…? - le pregunto a su versión futura, aunque realmente esta frase sonó más a una súplica.
- Tsuna, eso es algo que… aunque yo te diga no te ayudara – hablo con sinceridad el mayor, mientras arrullaba al pequeño bulto que tenia entre sus brazos, quien hacia unos momentos había dejado de llorar.
- ¿Porque…?
- Recuerdas nuestra pelea con Byakuran – le interrogo notando que el más joven asentía – esta situacion es igual…
- ¿A que te refieres?
- Aunque yo te diga a quien elegí eso no significa que tu hagas esa misma elección – comento mientras sonreía de lado – ya que nuestro encuentro es algo que yo no recuerdo.
- … - ante esa información el adolescente abrió los ojos, ahora entendía… eso significaba que su mero encuentro ya había creado otra línea del tiempo – entonces… ¿este no será mi futuro? – hablo con tristeza.
- No exactamente – le dijo el mayor sonriéndole de forma cálida – este "puede" ser tu futuro, si así lo deseas.
- Cierto… pero entonces…
- Yo hice mi propia elección debido a los acontecimientos que viví y sabes, no me arrepiento porque soy el hombre mas feliz del mundo – indico Yoshi – solo te puedo aconsejar de "dame-Tsuna" a "dame-Tsuna" que cuando creas que sea el momento correcto analices la situacion y nunca dudes de lo que pienses o sientas – le dijo guiñándole el ojo.
- Cierto, muchas gracias por el concejo – dijo de forma alegre el adolescente ya que esa respuesta era mucho mejor que todos los malos consejos que le había dado Iemitsu y su madre cuando les pregunto acerca del tema del amor.
Antes de que alguno de los castaños pudiera decir algo una nube color rosa empezó a envolver al adolescente, el cual solo atino a mirar a su yo futuro el cual movía sus labios diciéndole algo antes de desaparecer.
- Itte… - se quejo Tsuna, tocándose la cabeza ya que sentía que se había golpeado.
- Deja de hacerte el vago dame-Tsuna – escucho que le regañaban seguido de un fuerte golpe que provoco que besara el suelo.
- Ash… Reborn eso duele – le grito enojado – ¿are…? Espera, donde… - indico mirando a ver el lugar donde se encontraba: estaba en el pasillo de su casa, justo afuera de su habitación.
- Juudaime se encuentra bien – escucho que abrían la puerta de su habitación del cual salió Gokudera seguido de Yamamoto.
- Ya llevabas mas de 5 minutos fuera y decidí venir a buscarte, no debes hacerte el vago cuando Nono nos pidió que nos reuniéramos para leer su carta – hablo con calma el hitman.
- Si, pero no debías pegarme… - se quejo el castaño y en eso noto algo curioso – ¿5 minutos? – pregunto extrañado.
- ¿Tsuna estas bien? – pregunto algo preocupado Yamamoto.
- Ah si perdón – indico de forma nerviosa.
- Ya deja de perder el tiempo y entra de una buena vez – le exigió Reborn al mismo tiempo que convertía a León en una pistola.
Después de ello la tarde paso de forma tranquila para el castaño entre risas de sus amigos y regaños de su tutor espartano, pero fuera de todo se sentía más calmado y relajado ya que realmente le había servido la charla con su yo futuro, ya que antes de su viaje al futuro había salido un momento de su habitación porque se sentía presionado por que en esos momentos Reborn lo estaba presionando para que tomara una decisión pero gracias a su platica ya no tenia duda de su decisión…
Una vez que sus amigos se retiraron el castaño halo con su tutor en privado.
- Reborn… dile a Nono que acepto – indico con seguridad.
- Te veo decidido, eso me gusta – opino el hitman sonriendo de lado – pero que te hizo cambiar de opinión si en la mañana aun te negabas.
- Digamos que medite los pro y contras de ser el Vongola Decimo – indico dedicándole una sonrisa sincera al pelinegro.
- Hmmm… interesante, ya luego te torturare para que me digas la verdad – opino Reborn al mismo tiempo que un brillo sádico aparecía en su mirada provocando que el castaño temblara y su cara adoptara una tonalidad azul.
- Hiiiiiieeeeeeeeeeeeee – fue el grito de terror que se escuchó esa noche, donde las personas que caminaban por la calle en la noche pudieron presenciar a un adolescente castaño correr por su vida siendo perseguido por un bebe vestido de smoking.
Durante la persecución Tsuna no dejaba de pensar en ese pequeño bebe… provocando que sonriera, bueno dejaría que ele tiempo le diera esa respuesta a esa pregunta ya que tal y como le indico su yo futuro las acciones vividas le dirían a quien escoger para ser su pareja.
Por otra parte… 10 años en el futuro, el castaño notaba que su yo joven se había marchado a su época provocando que sonriera divertido.
- Sabes ahora comprendo porque Reborn me golpeaba seguido – hablo mirando a ver al pequeño bultito que cargaba – en verdad que tu papá era un desastre de joven, no lo crees Kasu-chan – hablo divertido mientras observaba a su pequeña hija de tan solo 6 meses de edad, la cual poseía el cabello color castaño lacio y de ojos color azul metálico, la cual llevaba puesto un vestido color lila con encaje blanco.
- Herbívoro, ¿por qué te mentiste? – escucho que alguien le hablaba, dejando ver que debajo del marco de la puerta se encontraba parado Kyoya, el cual lucia una yutaka color negra y su cabello se veía ligeramente despenado y en su mano derecha tenía una mamila con leche.
- ¿Mentirme? – pregunto sin entender mientras miraba como este entraba a la habitación y se acercaba hasta donde estaba.
- Tu me dijiste que tu viaje al futuro te ayudo con tu decisión de tomar Vongola – hablo con calma mientras le quitaba a la bebe con calma y se sentaba junto a él.
- Bueno, eso es porque me conozco y si no me decía eso de seguro si hubiera cambiado el futuro y realmente me gusta como terminaron las cosas – hablo mientras sonreía y miraba a su pareja alimentar a su hija – además si me decía que terminaba enamorándome y casándome contigo de seguro me hubiera encaprichado mas con Kyoko y… huy… - dijo mientras temblaba y hacia una cara de asco – vivir con "esa" soportando sus quejas y exigencias, la verdad paso… prefiero mil veces a mi carnívoro ukeable – indico feliz… pero dicha felicidad no le duro mucho ya que Kyoya le reventó una tonfa en su cabeza.
- ¡Que dijiste Tsunayoshi! – le amenazo el pelinegro con un ligero tic en el ojo.
- Am… que hoy estas muy hermoso… - hablo con algo de miedo notando que eso solo hacia enojar mas a su pareja – y am… que te quiero mucho – hablo rápidamente evitando un segundo golpe.
- Hmm…. – se limito a decir el pelinegro mientas regresaba su atención a alimentar a su pequeña hija.
Ante esa escena Tsuna se acero y abrazo por detrás al pelinegro para luego darle un beso en la mejilla, mientras apoyaba su barba en el hombro derecho del pelinegro y se dedicaba a observar a su pequeña comer mientras sonreía y recordaba todo lo que tuvo que pasar para tener la hermosa familia que poseía ahora: ya que en un principio había decidido estar con Kyoko ya que pensaba que lo suyo con su guardián era imposible debido a que ambos eran hombres… lo había intentado con la chica pero al tratarla con mas frecuencia fue notando su verdadera personalidad, algo que no le gusto para nada l mismo tiempo que notaba que mientras estaba mas cerca de la peli naranja su guardián se alejaba de él y se notaba un poco mas molesto de lo normal… tardo bastante en comprender el porque del nuevo comportamiento de su guardián al cual estuvo a punto de perder de forma permanente pro sus tonterías y miedos… pero una vez superados y que fuera mordido hasta la muerte varias veces… logro domar a su agresiva nube y así conseguir estar a su lado.
Si definitivamente, tal vez que ese trio jugara con la bazooka de los 10 años no eran tan malo como pensaba…
