Al final de todo…
…los papeles se intercambiaron…
Solo entonces, él pudo averiguarlo, la comprensión dio paso a una nueva sensación, existía algo que no podía negar, al menos algo en medio de la absoluta nulidad, ese calor intempestivo corriendo desde la punta de sus dedos hasta su palma, desvaneciéndose al mismo tiempo que él… eso era todo, tarde pero consistente, si se puede encontrar una respuesta tan palpable ¡¿Qué importa lo demás? Ni desaparecer, ni haber fallado, ni siquiera morir… nada, volvía a su esencia, volvía a la nada, confundido en la arena blanca, sin rencores, ni pecados, ni amores, solo así con un corazón en la mano.
Solo entonces, ella pudo comprenderlo, escudriñando en su propio corazón, descubrió la verdad, aquella que se oculto en el amor infantil. Oh si, el primer amor no siempre es el verdadero, sí, puede ser el más inquietante, pero no el más intenso, ese es el amor que debes tomar, aquel que debes alcanzar, no importa si solo dura un instante. Con la mano hacia ese amor, pretendiendo acunarlo, lo vio desvanecerse. Solo basto un segundo, una mirada, una pregunta y todo se aclaro maravillosamente, inútilmente; el viento cruel la envuelve y con ello la aleja, así de fácil, del verdadero amor.
Solo entonces los papeles cambiaron…
Él, el frío hombre del que nada puede ocultarse, aquel triste y de lágrimas perennes, extendió su mano, miro aquellos ojos grises y comprendió, sintió… y antes de partir, levemente como roce de pluma dejo en ese mundo su única sonrisa.
Ella, la mujer alegre y optimista, extendió su mano y observo aquella mirada esmeralda llena de entendimiento, sintió su pecho contraerse, su corazón romperse… no dijo nada más, así en silencio intentando en vano retener las cenizas en el viento, sintió el dolor, la pérdida total y por supuesto, las lágrimas lacerantes de una tristeza más infinita que el tiempo.
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Este pequeño ulquihime lo escribi hace tiempo y al releerlo me gusto(que modesta - _-u) y espero que a ustedes tambien les guste, aunque sea un poquitín...
