Original de Michelle18 – Grains of Sand.
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Prólogo – El secuestro fallido
Algo tronó en el silencio, probablemente no más que una rama seca pero como una alarma en la tranquilidad.
Se tensó, los sentidos alerta para detectar cualquier cosa fuera de lo ordinario.
Chakra.
Rápidamente hizo las señas de manos apropiadas. –Byakugan.- Sacó su arma y movió su peso a los talones.
Tres en los árboles. Dos en el arbusto. Uno detrás…
Giró y lanzó su kunai.
Fue rechazado y de pronto estaba rodeada.
Bandas tapadas le impedían reconocer a sus atacantes, poco importaba, acabarían todos igual. No había alcanzado nivel jounin para fallar ahora.
Esquivó un puño y su palma hizo contacto con el pecho del hombre. Cayó al suelo cuando su sistema de chakra completo se apagaba violentamente.
Se dio vuelta y clavó el kunai en la muñeca de uno de ellos. Rápidamente cerró los puntos de chakra en su brazo.
Listo, el ninjutsu sería imposible para él.
Más delgado, más afilado. Concentró su chakra en un fino lazo y cortó la mano del tercero. No seré derrotada.
Un grito rompió en la mañana antes de ser silenciado por el cuarto enemigo que le clavó un kunai en la garganta al herido.
Hinata se detuvo un momento ante la falta de compañerismo mientras hacía un rápido chequeo. El primero seguía noqueado, el segundo intentaba juntar chakra sin mucho éxito, el tercero estaba muerto, el cuarto la miraba con ira detrás de una máscara y el quinto…
Sus ojos se agrandaron cuando levantó la vista para encontrar el cielo vacio antes de bajarlos al suelo. Se lanzó hacia atrás justo cuando el quinto salía del suelo. Apenas logró esquivar la patada que éste le lanzó y para esquivar tres kunai, se dejó caer al suelo.
Girando con elegancia, se detuvo sobre una mano y su sandalia hizo contacto con la quijada del ninja. Cayó con un gruñido al suelo.
Se acuclilló y sus ojos se dirigieron inmediatamente a los ninja restantes. El primero se ponía de pie, el segundo sacaba un par de kunai y el cuarto estaba en movimiento.
Tendría que acabar con ellos antes de que lograran reagruparse.
Intentaban capturarla, eso era evidente. La ausencia de técnicas avanzadas o mortíferas era suficiente prueba. O habían enviado chunnin apenas salidos de la academia o la querían viva y sana.
Tenía ventaja. No dudaría en usar los mejores ataques de su arsenal y no tenía ningún problema en dañarlos. No podía ser descuidada. No estaban correctamente informados sobre como pelear con ella y si les daba suficiente tiempo—
Se inclinó lo suficiente para quitarse de la trayectoria de un kunai y lanzó su palma hacia el corazón del enemigo.
Cayó, muerto.
Puso su atención en los últimos dos sólo para parpadear.
Estaban muertos.
Activó su Byakugan y volteó a su alrededor, confundida.
Nada, sólo unos ANBU aproximándose pero eso era de esperarse.
Alguien la había ayudado.
Pero, ¿quién?
Se mordió el labio y pensó en todos sus amigos. No es que no la ayudarían pero… era sólo que… no serían tan silenciosos sobre ello. Shino le hubiera preguntado si estaba bien y los otros la regañarían hasta que se le cayeran los oídos.
Suspiró; tendría que reportar esto a la Hokage y…
Sus pensamientos se paralizaron y su boca se abrió de golpe.
Ahí…
…justo debajo de la garganta del primer ninja…
…pequeños, al parecer inofensivos y fácilmente ignorados…
Su corazón latió dolorosamente dentro de su pecho mientras sangre bloqueaba cualquier otro sonido de sus oídos.
Ahí…
…descansando inocentemente contra la manzana de Adán del ninja…
…unos granos de arena.