Disclaimer: La saga pertenece a J.K. Rowling como los personajes; yo solo escribo e ideo con ellos.

N/A: abajo.


Capitulo Uno

No entendía porque estaba enamorada de él. Precisamente la persona más infantil que habitaba el Número Doce de Grimmaund Place.

Me frustraba el haberme enamorado de él, y lo peor de todo era que jamás sería correspondida. Y me frustraba que cada mujer que se paseaba de su brazo lo hacia por el dinero que Sirius tenía en su cuenta en Gringotts. Aunque eso era lo que él siempre buscaba… alguien que no lo amase para así no tener que comprometer su corazón

— ¿Podrías dejar de pensar en él? Oye, no me estas escuchando.

— ¿Qué?

— ¡Ves! Solo piensas en él y en lo que estará haciendo. Deberías pensar en lo que realmente harás —dijo intentando mostrarse solemne.

—Sí, claro

—Bueno dejemos de pensar en estupideces. Y concentrémonos en lo que haremos esta noche.

— ¿Ah?

— ¡Celebrar!

— ¿Y qué rayos estamos celebrando?

—Bueno estamos celebrando que pertenezco a Las arpías de Hollyhead.

— ¡Merlín! Felicidades, Gin.

— ¡Gracias Herms! Eres la primera que me felicita sin darme recomendaciones. ¡Como si yo fuese Tonks!

—Vale. No te arruinaré la noche.

Me hubiese encantado el que solo nos apareciéramos y listo pero Ginny insistía en que prefería que siquiera en una parte de su mundo, la magia no estuviese involucrada. Habíamos acordado de encontrarnos a las diez, en el departamento de Luna

Llegamos luego después de media hora. No quería insistirle a Ginny que apareciéndonos hubiésemos llegado a tiempo pero no importaba. Subimos hasta el departamento de Luna, tocamos varias veces pero parecía que Luna no estaba.

—Bueno… no está. Hay que regresar.

—Espera... Oigo algo.

Unos segundos después, Ronald Weasley apareció despeinado, sudado, rojo y con una cara de fastidio que quizá hubiese podido asustar a Voldemort. Cuando se dio cuenta de que éramos nosotras su rostro cambio a la vergüenza total, y tomo el color de un rojo escarlata intenso.

—Esto es demasiado vergonzoso —dijo intentando esconder su cuerpo vestido solo con un short.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó Ginny ligeramente fastidiada.

— ¿No es bastante obvio? —preguntó Ron irónicamente e intentando dar por terminada la conversación.

— ¡Merlín! No quería que lo insinuaras de esa forma. Mejor me voy, y pregúntale a Luna cuándo perdió el gusto —dijo jalándome del brazo para salir del edificio.

—Jamás creí que encontraría a Ronald de esa forma —dije tratando de calmar las risas.

— ¡Con Luna! ¿Cuándo se habrán juntado?

—No tengo idea… —dije sonriendo.

— ¿Irías a La Madriguera? Por favor… —dijo Gin intentando hacer cara de cachorro mojado.

—No puedo. Ya sabes que "tengo" que dormir allí todas las noches, pase lo que pase…

— ¡Y tú haciéndoselo tan fácil!

—Gin, tengo que respetar las normas.

—Anda, anda. No vaya a ser que él pida a toda la Orden que vaya a buscarte porque has "desaparecido".

—Adiós, Gin —dije riendo por lo ocurrente y exagerada que mi amiga podía ser a veces.

Al regresar a "la mansión", Harry, Sirius, Remus y Tonks conversaban acaloradamente. Daban mucha gracia porque cada uno tenía una expresión totalmente diferente en el rostro; Harry estaba aburrido aburrimiento, Sirius parecía a punto de estallar del enojo, Remus parecía no comprender su enojo y Tonks estaba burlándose "discretamente" de su adorado primo.

— ¿Dónde has estado? Te hemos estado esperando mucho tiempo, y sino hubiese sido por Luna hubiese sido una agradable y tranquila noche —dije dirigiéndome a Tonks.

— ¿A dónde fuiste? —me preguntó Sirius inquisitivamente, ¡aquí vamos!

—Eso no importa —dije.

— ¿Qué pasó con Luna? —preguntó Tonks intentando apaciguar el ambiente, ella sabía que Sirius detestaba las contestaciones, en parte podía tener razón porque vivía bajo su techo, pero él no era algo o alguien como para ir preguntando lo que él quisiese.

—Eso, te lo cuento en privado, es demasiado… Luna —dije arrastrando a Tonks conmigo hacia mi habitación, dejando a Sirius fastidiado; porque Sirius definitivamente estaba fastidiado.

Las semanas empezaron a pasar, y los estudios se me iban haciendo cada vez más pesados. Iba a ser aurora. Claro, si es que no llegaba a reprobar algún curso. Podía ser inteligente y todo lo que el mundo quisiera, pero definitivamente vivir con Sirius Black hace que dejes de parecer inteligente, y que pierdas la cordura.

Sin embargo, tenía que empezar a concertarme en mi futuro, y a olvidar las cosas no importantes. Y lo tuve que hacer.

Salía bastante tarde de la academia, y me metía a la biblioteca del ex cuartel a buscar libros y demás cosas. Me sentía más responsable, y hasta tranquila, pero Sirius seguía ahí, como un recuerdo de que él era un imposible y yo, era una estúpida por enamorarme de él.

Me había planteado tomar en serio la amenaza de irme de ahí, pero no por fastidiarle. Mi salud mental me hacía juegos muy desagradables, varias veces me había imaginado que Sirius estaba paseándose por la academia, y que cuando teníamos que comer él estaba sonriéndome, para más tarde ver que ni Sirius estaba sonriéndome mientras comíamos, y que en algún momento él no había dado una vuelta por donde estudiaba.

—Tengo que hablar contigo —mis clases habían acabado hacia horas, sin embargo, me había quedado pensando como decirle que me iría. Ni las horas, ni mi mente me ayudaron.

—Dime —él estaba sentado en uno de los sillones cerca de la chimenea que habían en esa casa que estaba muy limpia pero llena de humedad.

—La verdad no sé que es lo que pensarás después de lo que te voy a decir pero…

—Te vas —dijo cortándome. —Lo sé.

— ¿Cómo lo sabes?

—Lo intuía. O te puse más atención. Y lo supe.

—Yo te agradezco que haya podido vivir aquí, y aún más sabiendo que fue un pedido de parte de Harry. Y perdóname por las veces que fui irrespetuosa, sabía que era tú casa pero aún así…

—No. Perdóname tú a mí. Fue algo que me pidió Harry; para él eres como su hermana menor. Y me sentía en deuda con él, así que te cuide. Así que, perdóname.

En el fondo albergaba una pequeña esperanza de que toda esa preocupación se debía a que él tenía un poco de cariño hacia mi. Él que me pidiese perdón quebró toda esperanza. Y sabía que no debía permitírmelo, pero aún así, lo hice.

—No te preocupes. Bueno, creo que me estaré yendo en la tarde. Buenas noches.

—Buenas noches, pequeña.

Me largué a mi cuarto a llorar, porque yo estaba enamorada de él, porque tenía irme de ahí porque el quedarme sería masoquismo. Él estaba saliendo con alguien; lo supe de Harry cuando habíamos estado almorzando en la cafetería hacia un par de semanas. Me preguntó como era, pero no podía contestarle algo mas que "no se quién es", porque él no la había llevado a Grimmaund Place.

Me quedé dormida y a la mañana siguiente me levanté con un dolor de cabeza bastante fuerte. Al ir al baño que estaba dentro de la habitación, pude observarme detenidamente. Tenía los ojos rojos, ojeras y todo mi cabello parecía un nido de pájaros. Llevaba la misma ropa y estaba cansada.

No quería tener un aspecto tan deprimente pero mas allá de lucir presentable no podía hacer. Luego de asearme y cambiarme la ropa del dí anterior, me dispuse a arreglar todas mis cosas, botar lo que tenía por gusto, e intentar poner la mejor cara mostrando que tendría un nuevo comienzo. La cara más falsa. Porque me conocía, y sabía que borrar a Sirius de mis pensamientos era algo imposible.

Luego de un rato, bajé con mis cosas. Sabia que le había dicho en la tarde, pero hacer todo me costo menos tiempo, y tenia que salir — ¿o huir? — de ahí rápidamente.

Me encontré con él sentado en el mismo sillón del día anterior leyendo ElProfeta, luciendo indescriptiblemente guapo.

—Sirius, ya me voy.

—Kreacher preparó el desayuno. ¿Puedes tomar conmigo?

—Lo siento pero tengo que irme, por eso es que he empacado antes. Te había dicho que me iría en la tarde pero tengo cosas que hacer. Gracias por todo —dije, y le di un beso en una de sus mejillas.

Salí rápidamente. No quería que me hiciese alguna pregunta. No quería saber algo más. Sin embargo, mi mente me jugó sucio una vez más. "Adiós, hermosa", le escuché decir.


Here I go!

Si ya has leído una historia con este mismo nombre… Sí, es la historia que publiqué hace mucho tiempo y borré hace un mes. La he cambiado bastante porque un usuario me hizo darme cuenta que la estaba haciendo mal. Supongo que cuando tenia catorce no pensaba claramente, y dejaba la historia demasiado tiempo como para escribir algo que tuviese sentido. Pero ahora sí, aquí está.

¡Espero que les guste!

Besos.

N.