Pacto.
Yubel flotaba en el aire, tratando de decidir qué hacer. Su mente entablaba una guerra cruenta entre dos de sus principales prioridades: hacer a Juudai feliz y hacerse feliz a sí misma. No hay que decir que ganaba la primera, pero no sabía cómo exactamente llevarla a cabo. Ella solamente era un espíritu, aún cuando desease tocarlo y abrazarlo, no podía. Era imposible para ella confortarlo si lloraba o estaba triste, incluso besarlo era una tarea que no podía realizar... ¿cómo podía ser Juudai feliz sin eso?
La mujer estaba que echaba chispas, pues la única alternativa que tenía no le agradaba en lo más mínimo y ése era Johan Andersen. Juudai siempre lo había querido y preferido, incluso por sobre de ella y estaba segura que él podría hacerlo feliz, pero, ¿cómo entregarle a Johan lo que más quería? El muchacho era confiable, claro, lo había demostrado en su irrompible amistad hacia Juudai, pero ella temía que eso se transformara... y entonces volviese a quedar en segundo plano.
Johan se pegó más al cuerpo de Juudai en cuanto Yubel le ordenó que lo hiciese, le divertía mucho el asunto porque lograba entender qué ponía tan furioso al espíritu y porque tampoco le desagradaba la tarea que tenía que realizar. Era una noche fría y Juudai estaba destapado, por lo cual Yubel le había ordenado acercarse más para "mantener el calor".
Yubel y Johan habían estado manteniendo una relación cordial después de haber compartido un cuerpo y varios pensamientos y por eso podían comunicarse en secreto a Juudai. Por eso Johan había prometido no marcharse y cuidarlo, por eso Johan la sustituiría, sería sus brazos, sería sus labios, el hombro para llorar, la persona con la cual reír...
—Si alguna vez sientes la necesidad, ¿me pedirías que me acostara con él?—la sonrisa de Johan era curiosa, pero no por eso dejaba de tener un matiz burlón. Yubel siseó en respuesta.
—Si Juudai lo quiere así...—arrugó el ceño al recordar cómo siempre lo había preferido—Sólo quiero que él sea feliz...—su mirada se dirigió hacia su amado, que dormitaba pacíficamente, ajeno a la conversación, con una sonrisa pintada en los labios—Acércate más a él, parece aún tener frío.
Johan obedeció, no le costaba ningún trabajo.
Podía ser su reemplazo e incluso mucho más... si lo deseaba.
Porque en lo único que estaban de acuerdo, es en que él merecía ser feliz.
Notas de la Autora: Bueno, esta es otra de esas cosas locas que me pasan por la mente antes de quedarme dormida x'D. En parte fue inspirado por uno de los drabbles de Higuchimon x3. La verdad es que Yubel es muy, muy celosa, creo que todos lo comprobamos x'D, pero cuando se trata de Juudai... no dudo que hiciese algo así, so... tuve que escribirlo o me mataba. Ya tengo muchas más ideas para spiritshippings :3, tres longfics y varias series de drabbles, así que me seguirán leyendo por un muy, muy largo rato x'D. Críticas, comentarios, jitomatazos, correciones, lo que sea, aquí estoy. Gracias por haber leído.
Ja ne!
