Gui: Sólo quería ponerle palabras a la escena de la canción The Hanging Tree en Sinsajo parte 1. No tengo mucho más que decir, a parte de que se me ha puesto un poco la piel de gallina volviéndolo a ver. Podeís escucharlo mientras leéis.
Disclaimer: Me he inventado a los personajes. Collins y la gente de Lionsgate me dieron la idea.
The Hanging Tree
Esa canción da qué pensar. ¿Una historia de amor o un suicidio? ¿O bien el amor de la muerte? Los niños no la entienden, y puede que los adultos tampoco. Cosas exrañas… ¿Qué cosas extrañas? No es nada concreto. Es como resistencia pasiva.
Es un ataque suicida. Es imposible.
Escúchala. ¿La oyes cantar? Los sinsajos se callan cuando canta. Esa canción… ¿No ha sido el sonido más hermoso que has oído nunca? ¿Para qué vives? Igual puedes haber vivido todo este tiempo para oírla cantar…
Y llevar a cabo el ataque suicida.
Asiente.
Cantemos con ella.
Las voces se elevan en un murmullo constante, como el ruido de un panal de abejas cuando te acercas. Constante y simple, siempre igual. Las cajas largas, pesadas, se balancean entre los cuarenta y ocho brazos que las llevan. Doce cajas, veinticuatro personas. No pesan tanto cuando lo que pesa en ese mundo es el miedo y el dolor. Esto son cosas a lo grande. La presa, a lo lejos, ni siquiera se adivina. Sólo el murmullo del agua acompaña la canción.
El silencio es demasiado denso para los agentes de la paz. Todos tienen la piel de gallina. Los más brutos solo miran de reojo. Como si fuesen más listos que los demás.
Si de todas formas, de algo hay que morir. Y el agua siempre le ha apasionado, más que nada en el mundo. Así que por qué no. Al otro lado, Pez Fisher agarra la caja. Pez Fisher que le dijo que habían vivido para escuchar cantar al sinsajo. Pez Fisher que siempre ha cantado mejor, pero que le deja acompañarle desafinando. Y detrás de ellos, mucha gente. Muchísima gente, chicos y chicas y viejos y algunos que parecen niños. Y todos cantan.
Y en la pasarela, todos gritan.
¡Corre!
Fisher canta mejor pero corre más despacio. Da igual, se acomoda a su ritmo. Las balas silban pasando entre ellos, la gente se cae. Cuantos más caen, más gritan. Y corren y corren y Fisher acelera un poco. Pero se cae de repente, dejando la enorme caja rebotar contra el suelo. Las manos le vibran del golpe y casi se cae del parón.
Entonces alguien coge la caja y siguen corriendo. Llega un tercero y la usa de escudo a la vez que la hace avanzar. Ya no pesa nada y los tres vuelan contra los agentes de la paz. Una chica se ha llevado a uno por el barranco. Los otros dos acaban en el suelo.
Cuando entran, los tres siguen corriendo. No se paran hasta más tarde, bien metidos en la presa. Fisher le había enseñado cómo activarla, y se acuerda perfectamente. No tarda ni medio minuto. Los otros dos (un viejo y un chico que parece un niño, a menos que sea una chica) se han largado ya.
Corre como alma que lleva el diablo. ¿Hacia dónde? No sabe si Pez Fisher entendió lo que llamaba "suicidio". No era tanto meter bombas en la presa, sino estar del lado al que caería el agua cuando las bombas estallasen. Mientras corre coge de la mano a alguien que se acaba de tropezar con un cuerpo. Y tira con todas sus fuerzas mientras sigue corriendo.
Igual la estaba arrastrando. Igual sólo llevaba un brazo. El suelo se deshizo bajos sus pies y se sintió caer. Entonces cogió una bocanada de aire. ¡Qué bueno es respirar el aire! Ya ni siquiera se acordaba de Fisher, sólo llegó el agua.
Si no recuerdo mal son del D4, ¿verdad? En fin, el nombre es gracioso, encuentro... jiji
Gui
SdlN
