Cap#1: Aburrido como siempre

6:00 a.m., No sé porque dejo siempre el despertador, si ya estoy despierta cuando este suena. Me levante de mi cama con una pereza increíble, es lunes, me voy directo al baño y me doy una larga ducha.

Salgo de la ducha después de 20 minutos, me cepillo el pelo, luego lo plancho hasta dejarlo liso, me cambio con ese estúpido uniforme, falda larga hasta la rodilla de cuadros color rojo, una playera polo color blanca con rayas rojas a los lados de las mangas, en el lado izquierdo de mi pecho se puede leer Cambrish con letras doradasabajo del escudo del instituto, un sweater color rojo de lana con líneas negras a los costado, unos zapatos horribles color negro, y calcetas altas hasta la rodilla color blanco, el típico uniforme de secundaria.

Gracias a Dios en la secundaria Cambrish no tenían una política estricta sobre los uniformes, así que modifique el mío, en vez de usar esas patéticas calcetas llevaba unos leggins color negro que me llegaban al tobillo, y mis convers color blanco, cumpa de cuero color negro que nunca me quitaba por obvias razones.

Luego de vestirme me maquille, algo simple y típico en mi, delineado color negro, sombra de ojos color negro, lápiz labial rojo y un pequeño retoque en el esmalte color negro en mis uñas. Agarre mi mochila color negra, inspeccionando antes que estuvieran mis audífonos y mis repuestos allí dentro.

Baje las gradas para desayunar, y allí me los encontré como estatuas sentados en el comedor como siempre:

-Buenos días

-Buenos días – respondieron al unisón mis padres con poco interés, como siempre, poniéndole atención a todos menos a mí.

Mi madre es Reene Swan la más famosa y hermosa de las modelos con una esbelta figura, cabello color rubio, ojos azules y alta (1.80m) ella estaba bebiendo su jugo de naranja y dándole un mordisco al pedazo de papaya que tenia por desayuno mientras revisaba los chismes más jugosos que decían de los cantantes y viendo las fotos donde siempre la alagaban a ella.

Mi padre Charlie Swan, un exitoso empresario en la bolsa de valores, pelo color café castaño, ojos color miel, 1.70 de altura delgado, el bebía de su café mientras dejaba el tenedor donde antes avía estado el ultimo pedazo de su homelet, revisaba la prensa viendo las ultimas noticias del comercio.

Como se han dado cuenta obviamente me ignoran, no les importo, es muy extraño cuando están en casa más de dos días seguidos, ellos viajan mucho.

-Buenos días niña Bella, que va a querer de desayunar- me respondió la única Perona a quien le importo, Sue mi nana.

-Panqueques y jugo de naranja, por favor nana.

Sue se fue a la cocina asintiendo con la cabeza en respuesta de un está bien, mientras se hiso un gran silencio incomodo en la mesa, ¿Hija como amaneciste? ¿Qué tal con la tarea de química? Son preguntas que los padres hacen, pero no ellos no, si mucho mi nana es la única que me pregunta como estoy, y lamentablemente le miento.

Termine de desayunar, me despedí de mis padres con un típico Adiós a la única a quien me despedí como se debe fue de Sue.

-Adiós nana, ya regreso-le dije mientras le daba un beso en la mejilla.

-Que te vaya bien mi niña manejas con cuidado-me respondió ella dándome un cariñoso beso en la frente.

Salí de mi casa, con las llaves de mi carro en la mano, mi carro lo único bueno que han hecho mis padres, un lamborgine color rojo, hermoso, me subí a mi carro y conduje hasta la secundaria Cambrish, mi purgatorio, un lugar donde el dinero es quien te etiqueta como ser alguien y no ser nada, por lo menos en eso estoy bien, soy una de las mas millonarias de esta secundaria, pero eso no me importa, tengo mucho dinero sin embargo soy infeliz.

Me baje de mi carro, y camine a la entrada, me dirigí a mi respectivo casillero, abrí y saque mi libro de matemática y de química, las dos de mis clases siguientes.

-Quítate estúpida- me grito Tanya haciendo que se me cayeron los libros al suelo, y creando burla en Tanya y sus seguidoras.

Tanya, la chica más popular de la secundaria, es conocida por ser amada por todos los chicos, es hermosa, alta, esbelta, un cuerpo de 90-60-90, cabellera rubia y sedosa, ojos color azules, y una piel de color blanco. Su figura hacia que chicas comunes, como yo (1.60, pelo color café claro, ojos color chocolate, cuerpo sin gracias), la veneraran y quisieran ser como ella. Este no era mi caso. Tanya es la chica más hipócrita, la más fácil para llevar a la cama, y sin cerebro, al igual que sus clones Irina y Kate. Era extraño pero yo antes formaba parte de su grupo. ¿Cómo pude ser amiga de una cosa tan mala como ella?

Me agache, para recoger mis libros y parte de mis lápices que se cayeron al suelo, sin poner mucha atención escuche una vos.

-Déjame ayudarte.

-Gracias- dije sin levantar la mirada a quien me hablaba. De repente quise agarrar mi libro de matemática y el también lo agarro al mismo tiempo.

Mis manos y las suyas se tocaron un choque eléctrico me provoco que levantara mi vista y me topara fijamente con sus ojos.

Era un chico muy guapo, sus ojos eran color esmeralda, su pelo color cobrizo y algo despeinado, su nariz respingada, su piel pálida, por Dios era un súper modelo.

-Estas bien-me dijo con voz preocupada y en sus ojos había mucha sinceridad, esas simples palabras hicieron que mi corazón saltara, y que mi piel se volviera de gallina, por lo general odiaba cuando un hombre se me acercaba, pero con él las cosas eran muy diferentes.