Pues esta historia la escribí para participar en el reto "¡Que viva el crack! Del foro Multifandom is the new Black" pero no tengo la seguridad de que esta pareja sea del todo crack debido a acontecimientos reciente, tal vez si, tal vez no.
Ya tenia el 90% de esto antes que saliera así lo voy a publicar de todas formas.
Como sabran AU porque...yo quiero! :D
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Greg tenía 21 años cuando descubrió que el universo no era un lugar tan solitario después de todo. Él nunca fue al espacio pero no lo necesitó, los seres de otros mundos vinieron a él; chicas nacidas de piedras preciosas ni más ni menos.
Rose, su esposa; era robusta, alta y tenía voluminoso cabello en bucles como enormes pétalos. Amethyst, era una joya pequeña con forma de niña; Garnet era casi inexpresiva y decía poco; también había una cierta piedra blanca que siempre estaba con Rose, Pearl tenía cabello corto y ojos claros, era delicada y ni un centímetro más alta o más baja que él.
Por un tiempo él realmente fue feliz, nunca imaginó como terminarían las cosas. Una década más tarde Pearl puso a su bebé recién nacido en sus brazos, su esposa había muerto porque quiso a su hijo suficiente.
Para las gemas que eran casi inmortales sobrellevarlo no fue fácil y Greg estaba seguro de que en una u otra forma lo culparon, porque si él no hubiera aparecido Rose aún estaría con ellas.
Pasó un año antes que él lo notara, su cabeza había estado demasiado ocupada tratando de asimilar todo lo que había pasado.
Ella no dejo de hablarle, Pearl tampoco decía palabras crueles a la primera oportunidad, ella no trató de matarlo, no, y aún él sabía que todo había cambiado. La muerte de Rose había terminado con su amistad. Ella empezó a hablarle en una fría calma, su rostro tranquilo parecía no reconocer su existencia, era como si ella hablaba sola en voz alta.
Él debería entender, esto no debería molestarlo, pero cada vez que sus ojos se cruzaban él solo podía ver un vacío, él había sido borrado de su mente; para él ya no había odio o rabia, a estas alturas eso se había apagado, desaparecido como si ella ya no pudiera sentir nada por él, nada. Él hubiera preferido su desprecio.
La peor parte era la naturalidad con la que lo hacía, era como si él se hubiera vuelto un extraño; un rostro más en la calle, una voz de fondo entre el ruido del tráfico.
Él tenía esa sensación de haber perdido algo para siempre, de haber hecho algo que no podía ser reparado en ninguna forma. Greg sabía que no había sido su culpa, que Rose lo decidió cuando el bebé aún estaba en camino, Pearl lo sabía también pero él la conocía; Greg era para Pearl una miríada de emociones colapsadas unas contra otras y de alguna forma en el proceso todas se habían extinto.
Con Steven todo era diferente; ella sonreía, lo cargaba como quien protegía un tesoro y algunas veces él pudo oírla cantar, suave y dulce hasta que se quedaba dormido. Pearl quiso a Steven aun antes de que naciera, antes de que todos supieran lo que iba a pasar, a ella no le importó que fuese un humano…luego claro de un rato de incredulidad y cierto horror. Una gema "creando" un humano era más que un poco extraño.
Antes de nacer Steven tenía un nombre y una familia, eso seguía siendo así, Greg no podía estar más agradecido, pero a él realmente le afectaba ser tratado en esa manera.
Él quería decírselo, pero eso significaría discutir una memoria dolorosa. Algunas veces la gente simplemente no puede hacerlo, nadie quiere recordar esas cosas; así que guardas silencio y esperas enterrándolo todo, tal vez la siguiente vez que salga estarás mejor preparado.
Ellos estaban en la oficina del lavado de autos, ella solo tenía que decirle unas cuantas cosas e irse. Él no supo la mitad de lo que le dijo. Greg había esperado, pero ya eran tres años y ella aún… ni una sola vez…Greg bajó la mirada apretando los dientes en una mezcla de ira y frustración. Pearl no lo distinguió o tal vez solo decidió ignorarlo, habiendo terminado con lo que tenía que decir se dio media vuelta. Él ya no lo soportó más.
"PEARL, ¡YO AUN ESTOY AQUÍ!" Ella había ensanchado los ojos y él siguió con la vista su propia mano, había sujetado su brazo tal vez muy bruscamente. La soltó como si el contacto lo quemara "yo…lo siento"
La puerta se abrió de golpe Amethyst entro con una mirada aburrida "Cuánto más vas a tar-?" Ella vio raramente entre los dos que estaban inmóviles "… ¿qué? ¿Pasa…algo?"
Greg no sabía si Pearl entendió que no fue su intensión, si oyó la desesperación en su tono o si sencillamente no quiso involucrar a Amethyst, lo cierto es que ella negó sacudiendo levemente la cabeza "no pasa nada," hizo una pausa acercándose a la otra gema "podemos irnos ya si quieres"
"¡ya era hora!" exclamó Amethyst alzando los brazos exageradamente. "El helado se va a derretir"
"Ese es para Steven, Amethyst" respondió Pearl saliendo.
Greg conducía bajo la lluvia, era tarde, el fin de un mal día. Había llovido toda la semana, una semana sin sol o la claridad del cielo pero sobre todo ¡sin clientes! nadie lavaba su auto con ese clima así que una semana lenta y… se estaba muriendo de hambre. Normalmente esas cosas no hubieran sido suficiente para ahogar su eterno optimismo, al fin y al cabo por lo menos estaba de camino a recoger a su hijo, pero hoy el destino se estaba esforzando. La van se detuvo de repente en medio de la carretera, él cerró los ojos conteniéndose.
Ahora tenía que salir en la lluvia para tratar de ver qué pasaba. Abrió la puerta y fue como pasar por una cascada, inmediatamente quedó empapado. Él recibió lo inevitable con una murmurada protesta y resignación. ¿Por qué a veces parecía que la vida le escupía en la cara?
Tras una rápida inspección no encontró neumáticos pinchados y no se había quedado sin gasolina así que se metió bajo la camioneta murmurando de nuevo sobre "Esa maldita fuga" que había estado ocupado antes para arreglar.
De pronto vio un par botas aparecer junto a la van. "Sal de ahí Greg" dijo la cansada voz de Pearl. Él se paralizó, había emoción en su tono y era maravilloso escucharlo.
"Yo…necesito encontrar la fuga" explicó Greg.
"¡No puedes arreglar un auto en la lluvia!" Protesto ella y él casi podía verle girando los ojos. "Además seguro son las bujías" Murmuró viendo a un lado
Él salió, la lluvia era menos fuerte ahora, lentas pero constantes gotas seguían cayendo. Pearl estaba parada allá con un fondo de nubes grises, llevaba un impermeable, sostenía un paraguas en una mano medio apoyado en su hombro y una bolsa de compras en la otra.
Ella no dijo nada pero camino hasta la puerta del pasajero, entonces puso la bolsa y entro cerrando el paraguas. Greg despertó dándose cuenta que debería hacer lo mismo. Abrió la puerta del conductor, había una toalla en el asiento. Él la vio un par de segundos y entonces entró tratando de secarse por lo menos el pelo. Ella no prestaba atención, miraba a las claras gotas estrellándose contra el vidrio.
Se sentaron allá un largo rato, el silencio perturbado por el agua golpeando el techo y el duro pavimento de la calle.
Pearl siempre encontró este ambiente tranquilizante, ella dejo ir un suspiro "¿No podías haber dejado las cosas como estaban, verdad?" hablaba quietamente pero había un leve tinte de irritación en su voz. "Yo me rendí contigo…" su tono cambió en ese momento, su rostro perdió su serenidad "…sino podía…" ella forcejeaba con las palabras, sus ojos se estrecharon, fruncía "sino podía ordenarlo, yo…si tantas cosas me confundían" Pearl quien siempre sabía que decir, que hablaba complicado y hacia rimar las frases por diversión; no podía expresarse. "solo quería dejarlo atrás, sino podía tratar con esto entonces solo quedaba desistir, solo tenía que abandonarlo" Ella inhalo profundo "¿por qué insistes con esto?" preguntó con honestidad "Yo no quería tener nada más que ver contigo."
Él no respondió por largos segundos, ¿por qué insistía? Era una buena pregunta "Te echo de menos" él dijo simplemente y ella sintió algo desquebrajarse en su interior.
Ella casi se había reído pero inmediatamente el sonido se ahogó y un par de gotas cayeron de las esquinas de sus ojos.
"A veces realmente te odio," dijo ella desviando su mirada "siempre estás hablando, mirándome como si pidieras perdón"
Él entendió mejor la situación entonces, los últimos dos años si habían tenido un efecto, como cuando alguien sale de un shock, ella lentamente perdía su impasibilidad, él solo había hecho todo salir demasiado a prisa.
"Yo nunca quise que pasara así. No hubo nada que pudiera haber hecho."
"Entonces ¿por qué te disculpas?"
Ella lo vio de nuevo "La emoción no es racional Greg, solo...está ahí"
Su mano buscó la de la chica, ella tomó la suya débilmente solo dejando que la sostuviera. Él no era un extraño, no era solo un humano más, ni otra vida que miraba pasar con desinterés; mucho contra su voluntad él era importante para ella.
Después de un minuto él parpadeo, su mano estaba tibia; las gemas nunca tuvieron calor corporal, por supuesto que podrían de quererlo así pero Pearl nunca se molestó con esa clase de asuntos innecesariamente humanos, más aun, ella sentía cierto desdén por las características que las otras copiaban.
Ella sonrió un poco notando su sorpresa. "Steven siempre temblaba, cada vez que lo cargaba"
"¡¿Realmente hiciste eso por él?!" Ella podría haberlo envuelto en una manta vez tras vez, incomodo, pero Pearl haría mucho por evitar ciertas cosas propias de la vida orgánica; no tenía que hacer un cambio permanente "Jeezas, en realidad debes quererlo mucho"
Ella alzó una ceja "¿Por qué te impresiona tanto?"
Los ojos de Greg se movieron a un lado "bueno, es fácil ver que lo quieres pero…" él ya no sabía si debería decírselo, él fue muy tonto en pensarlo en primer lugar "…yo creí que estarías al menos un poco…enojada con él"
Ella lo vio casi con desconcierto, entonces frunció y abrió la boca como para decir algo pero no lo hizo "Nunca fue sobre escoger entre uno y otro. Yo podía entender que ella no quisiera separarse de él, que no quisiera verlo morir." Ella bajo la mirada "si te digo algo ¿podrías no decírselo a las otras?"
Esto se miraba serio, él asintió. "Rose necesitaba darle una gema, pero no necesariamente la suya…" el sonido de su voz bajo pero él pudo oírle de todas formas "le dije que podía tomar la mía…Rose se negó"
Los ojos de Greg se ensancharon, ella medio esperaba que él preguntara ¿Por qué?, él pudo haber tenido a ambos después de todo.
"¡Trataste de darle la tuya!" dijo con sobresalto, entonces su ojos se suavizaron "Siento haber preguntado Pearl, a veces pienso cosas muy estúpidas"
Ella lo miro con intensidad tratando de ver algo falso allá, pero él hablaba sinceramente y ella desvió la mirada tratando de ignorar ese nudo en su garganta. "Oh, mira! Esta dejando de llover, seguro podrá arrancar en un rato"
"Eh? Si, ya es de noche, Steven estará preocupado porque no llegué a tiempo" dijo con ánimo "y tal vez consiga algo de comer de regreso, Gosh realmente tengo hambre"
Ella dio una pequeña sonrisa entonces y se movió buscando sus compras. No fue hasta que ella lo soltó para alcanzar la bolsa que noto como mientras hablaban ella había apretado su mano entrelazando sus dedos.
Ella sacó una bolsa de papel, había un emparedado en una envoltura de aluminio y un vaso cerrado de capuchino que todavía debía estar algo caliente por el olor, olía tan bien. Ella le extendió la mano para darle el emparedado
"Garnet dijo que había una oportunidad de que me topara contigo de regreso a casa." Él elevo las cejas, desde el principio ella había venido a tratar de hacer las paces. "Gracias Pearl" dijo él con un poco de demasiado sentimiento para agradecer por un emparedado.
Steven tenía 15 y una apariencia que no había cambiado desde los ocho, él probablemente estaba detenido en el tiempo para siempre. Greg vio a la chica bailando con él, a quien Greg sostenía en un tipo de abrazo, ella era igual que Steven. Se habían conocido por 25 años y aquí estaba esta linda cosa que le sonreía quietamente. Ella era solo un poco distinta cuando se conocieron, él se preguntaba por qué había querido quedarse con esta forma y no reconstruido la que tenía antes, si él pudiera aun seria aquel chico que estaba de paso por Beach City.
"Él solía ser hermoso" Eso fue lo que le oyó decir a Pearl una vez cuando un Steven de 5 años preguntó
Hicieron un giro, y él sonrió. A él le gustaba esta sensación, un cuerpo algo más pequeño que el suyo que podía sostener entre sus brazos, manos frágiles y un toque gentil que reconocería con los ojos cerrados.
Pearl perdió un poco el ritmo, ella hacia eso a veces, cuando de estar con una gema se habrían fusionado.
"Nunca hiciste esto mucho con humanos, cierto? Bailar solo por diversión."
"Eres humano? Oh, sí, me mantengo olvidando" dijo como una broma susurrada por las cientos de veces que ella lo dijo en el pasado.
Entonces dijo con algo de gracia en su tono "Con nadie más". Ella se acercó dejándole saber lo que haría, un beso suave que le hizo cerrar los ojos.
Pearl se separó de él "No eres humana? Siempre me olvido"
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Iba a ser más larga pero tengo mucho trabajo pendiente, un saludo y dejen reviews que si lo hacen seguro me animo a escribir más luego.
