"Suspiro de Amor"

Introducción:

     Se encontraba la dama Galadriel charlando con El Sr. Elrond en el hermoso bosque dorado de Lothlórien, en casa de la dama Galadriel, protectora y señora de dicho bosque. Comentaban sobre aquélla vieja profecía que algún día, la Diosa Varda, o también conocida como Elbereth, retornaría físicamente para una renovación de la sangre élfica, y salvación para el pueblo de la gente hermosa.

-Pero tu crees que algún día esto llegará a suceder?- le preguntaba Elrond a Galadriel, un tanto curioso. -tu que sabes tanto y puedes ver en tu espejo líquido, no puedes ver algo que nos indique una señal?-

-Shhh! No lo sé querido Elrond-, -ni mi misma magia alcanza a ver algo así-

-Sólo es un fugaz recuerdo, cuándo mi abuelo escuchaba que los grandes jefes comentaban  este suceso, cuándo su padre lo llevaba a casa del jefe en un gran concilio, y él era muy pequeño. En sí, decían que esto estaba escrito en un pergamino, muy antiguo, pero de la existencia de éste pergamino, no te podría asegurar nada. Y a su vez, mi abuelo, nos heredó éste secreto. Es lo único que te puedo comentar. Pero debemos guardar silencio. Es un secreto demasiado precioso como para divulgarlo así, sólo traería confusión a nuestro pueblo  o quizás falsas esperanzas.-

-Tienes razón querida Galadriel, como siempre, no en balde, eres lo máximo para nosotros.-

-No Elrond, lo máximo, son los Valares y Elbereth-.

Y así continuaron discerniendo sobre el tema. Por un período. Ya que Elrond había ido a visitar a Galadriel para tratar asuntos relacionados con el pueblo élfico. Y demoraría allí un mes pues ya la guerra del anillo había terminado hacia muchos años, ya no se miraban orcos, aunque de vez en cuándo se llegaba a saber de algún pequeño grupo de orcos aislados que se dispersaron en la guerra del anillo. Aunque Elrond ya se encontraba empezando a preparar su viaje hacia tierras imperecederas. Pues deseaba ir a dónde se encontraba su mujer, Celebrian.