Era una noche fría aquel Halloween de 1981, en la plaza del Valle de Godric los niños salían de sus casas acompañados de sus padres para pedir dulces a los alrededores, todo estaba en perfecto orden para los seres no mágicos, en cambio para los magos eran tiempos difíciles pues estaban en guerra contra una organización supremacista cuyo objetivo era eliminar a todos los nacidos muggles y gobernar sobre ellos.

Lo que no sabían era que aquella noche seria crucial para el curso de la guerra.

Dos hombres se encontraban caminando por la fría calle del Valle de Godric, el que destacaba era un hombre alto, de complexión delgada a juzgar por su ropa y que estaba cubierto por una capucha; el segundo hombre era bajito, era regordete y en su cara se podía observar su nerviosismo.

El hombre alto era conocido por el seudónimo de Lord Voldemort, el segundo era conocido por el nombre de Peter Petigrew y el seudónimo Colagusano.

Los dos hombres caminaban por la calle de forma rápida para poder evitar miradas indiscretas, aunque más bien lo que quería era no poner sobre aviso a su presa. Después de caminar uno 40 metros Lord Voldemort se detuvo y miro a su acompañante.

-Dame la dirección Colagusano –dijo con voz fría y demandante.

-To-tome a-amo –dijo Colagusano dándole una nota temblando de miedo.

-La casa de los Potter se encuentra en el Valle de Godric –leyó Lord Voldemort en voz alta y de inmediato una gran casa apareció frente a sus ojos.

-Transfórmate –ordeno Voldemort a Colagusano y este se transformó en una rata y se alejó de ahí.

Lord Voldemort estaba extasiado. Por fin destruiría al niño que representaba una amenaza para su victoria, puso un encantamiento silenciador en sus pies y se acercó de forma sigilosa a la casa, una vez ahí asomo su cabeza por la ventana y lo que vio lo hizo sonreír de una forma macabra; en la sala de estar se encontraba un hombre alto con el cabello negro azabache que estaba desordenado, tenía en sus brazos a un bebe con el mismo cabello que su padre y en su rostro destacaban dos orbes esmeraldas que brillaban de felicidad, el padre del niño tomo su varita y de ella comenzaron a salir luces de colores que hicieron que el niño riera a carcajadas, una mujer pelirroja entro en la sala y le dijo algo al hombre el cual asintió y le dio al bebe dejando su varita en el sillón; esa era la oportunidad perfecta para Lord Voldemort.

Con la sonrisa macabra aun en su rostro apunto con su varita a la puerta y esta se abrió con un sonoro golpe, el hombre de cabello negro giro su rostro por el ruido y su cara apareció una expresión de horror.

-¡Lily, toma a Harry y vete! –Dijo el hombre con voz aterrorizada y Lord Voldemort solo lo miro con burla -¡Yo lo detendré! –dijo avanzando hacia Voldemort mientras la mujer pelirroja tomo al niño en brazos y subió las escaleras.

-Ingenuo –dijo Voldemort, la maldición asesina estaba en la punta de su lengua pero de último minuto decidió divertirse un poco más así que solo lo aturdió.

Después de atarlo con sogas mágicas Lord Voldemort subió las escaleras con lentitud, disfrutando el momento y escuchando como la madre del niño comenzaba a colocar cosas en la puerta; ¡Estúpidos! Pensó, él era imparable y nadie conseguirá detenerlo.

Cuando llego a la puerta apunto con su varita y esta voló en pedazos junto con todo lo que había tras ella, la mujer que había caído al piso se levantó rápidamente y se interpuso entre su hijo.

-A Harry no, por favor, a Harry no –suplicaba la mujer y Lord Voldemort solo sonrió con burla –mátame a mí, pero a él perdónale la vida –decía la mujer.

-No te preocupes querida –dijo Voldemort con voz fría –te matare a ti y a tu marido, pero antes verán morir a su hijo –la pelirroja abrió su boca horrorizada y antes de que pudiera hablar Lord Voldemort la aturdió.

Se acercó a la cuna y tomo al niño en brazos, curiosamente el niño no lloró cuando lo vio simplemente se le quedo viendo extrañado.

-Pronto acabara –dijo Lord Voldemort al niño que era una amenaza para su victoria.

Sentía que la cabeza le daba vueltas, intenta abrir los ojos pero los parpados le pesaban como si fueran de cemento, escuchaba que una voz la llamaba pero estaba demasiado confundida para poder reconocerla, poco a poco la voz se volvo más clara y cuando la reconoció despertó de golpe.

-Lily que bueno que despertaste –dijo James Potter mirándola con sus ojos llorosos, su esposo estaba atado a una silla con cuerdas y por lo que pudo deducir ella también. De inmediato Lily recordó lo que paso antes de que la hechizaran y entro en pánico.

-James ¿Dónde está Harry? –pregunto con voz aterrada y vio como James esquivaba su mirada.

-Él lo tiene –dijo con voz cargada de dolor –Colagusano nos traiciono –dijo con odio –dijo que lo matara frente a nuestros ojos –dijo llorando y Lily no pudo abrir la boca de la impresión y el terror.

La puerta se abrió y por ella entro un hombre alto cargando a un bulto en sus brazos, Lily abrió la boca con horror al ver quien era y lo que iba hacer.

-Veo que al fin despertaron –dijo Voldemort con voz fría mientras los aterrorizados padres luchaban por librarse de las cuerdas –dejen de luchar, solo matare a su hijo y después los matare a ustedes –dijo sonriendo –estén felices, pronto lo alcanzaran -dijo con voz fría.

-¡Suéltalo! –grito Lily con dolor.

-No grites o lo despertaras –dijo Voldemort disfrutando del dolor de la pelirroja –y si hay algo que odio es a los niños que lloran –dijo con voz fría y carente de emoción.

-Eres un maldito –dijo James mirándolo con odio –ya que nos vas a matar quisiera pedirte algo –dijo y Lily volteo a verlo sorprendida.

-Como soy generoso te concederé tu voluntad –dijo Voldemort.

-Sé que Peter nos traiciono –dijo con odio –quiero pedirte que lo mates –Voldemort se sorprendió por lo que dijo –así como nos traiciono a nosotros algún día lo hará contigo, así que mátalo y haz que sufra –dijo con voz cargada de un odio profundo.

-No te preocupes mi querido Potter –dijo con voz suave –te concederé eso –dijo sabiendo de antemano que la rata estaba por ahí en alguna parte.

-Hasta nunca Harry Potter –dijo Voldemort apuntando su varita al cuerpo del bebe mientras sus padres lloraban.

Peter estaba viendo la escena desde una esquina. ¡Su amo lo iba a matar! Pensaba con horror, después de todo lo que lo ayudo lo iba a matar. El no creía lo que escucho cuando James le pidió que lo matara por traidor, pero James debía entender que no lo traicionaba por gusto, sino que por sobrevivencia, pero todo se acabó en cuanto le hizo esa petición a su amo, sabía que el cumpliría su palabra y que lo torturaría hasta la muerte y ese pensamiento lo aterro, desde que se unió a los Mortífagos había visto como su amo mataba a sus enemigos y todo lo que los hacia sufrir antes de enviarles la maldición asesina, también sabía que por más que quisiera esconderse él lo encontraría, incluso en su forma de rata.

Pero él lo merecía. Sabía que moriría de una forma horrible desde que decidió traicionar a sus amigos, ya sea que lo matara su amo por no obedecer alguna orden o haber fallado una misión o que Sirius lo encontrara y cobrara su venganza por haber traicionado a su mejor amigo.

¡No iba a morir así! Prefería morir rápidamente a como lo iban a matar sus enemigos, con este pensamiento en mente y con la valentía corriendo por su sangre comenzó a roer las cuerdas que tenían prisioneros a Lily y a James y una vez que estuvieron rotas les dio sus varitas, su amo estaba demasiado ocupado apuntando al bebe que no se dio cuanta cuando James y Lily se pusieron de pie.

-Desmaius –gritaron los dos al mismo tiempo apuntando a la cabeza de Voldemort para no herir al bebe.

Lord Voldemort volteo a verlos sorprendido, cuando vio los dos rayos rojos volando en su dirección movió su varita y estos se disolvieron, furioso conjuro un escudo para evitar nuevos hechizos y apunto su varita a la cabeza del bebé, estaba a punto de lanzar la maldición asesina cuando sintió un dolor agudo en su mano y por inercia soltó al bebe, cuando estaba a punto de caer al suelo una rata se transformó en un hombre y lo atrapo antes de que impactara en el suelo.

Lord Voldemort estaba sorprendido por lo que paso, una vez recuperado de la conmoción levanto su varita y apunto al que creía era su servidor.

-Avada kedavra –dijo y un rayo de luz verde salió de la varita e impacto en el hombre que sostenía al niño el cual cayó muerto, de nuevo volvió a apuntar al bebé que se despertó por el ruido y estaba llorando pero no pudo hacer nada porque un rayo morado impacto contra su escudo rompiéndolo.

La distracción fue suficiente para que Voldemort centrara su atención en James y Lily, los cuales le lanzaban maldiciones a diestra y siniestra haciendo retroceder a Voldemort, mientras James mantenía ocupado a Voldemort, Lily aprovecho y, conjurando un escudo alrededor de ella, llego al cuerpo muerto de Colagusano y le quito al niño de sus brazos, una vez que lo tuvo en sus brazos se alejó de ahí y coloco al bebé en una esquina, coloco unos hechizos protectores a su alrededor y corrió hacia donde se encontraba James luchando con el mago oscuro, cuando llego vio que James estaba perdiendo así que sin perder tiempo conjuro una maldición que nunca había hecho.

-Avada kedavra –dijo Lily con voz firme y un rayo verde salió de su varita y se dirigió a Voldemort el cual se tuvo tirar al piso para no ser golpeado por la maldición.

-¡Maldita sangre sucia! –grito Voldemort con ira mientras le lanzaba a Lily una maldición rompe-huesos.

Lily esquivo el hechizo y James arremetió con otra maldición asesina.

Todo pasó en cámara lenta; el rayo verde disparado de la varita de James, Lord Voldemort distraído por atacar a Lily y con la guardia baja, cuando se dio cuenta era demasiado tarde, el rayo verde impacto en su pecho, Lord Voldemort dio un alarido de dolor y estallo en una nube de polvo, Lily y James vieron con horror como la sombra de Voldemort se alejaba dando gritos desgarradores y todo quedo en silencio.

Los Potter estaban paralizados aun sin creer lo que había pasado, salieron de su trance cuando escucharon el llanto de un bebé.

-¡Harry! –gritaron James y Lily al mismo tiempo, llegaron corriendo a donde el pequeño lloraba, rápidamente Lily quito los encantamientos protectores y tomo al niño en brazos mientras lloraba, sintió como James la abrazaba por detrás mientras abrazaba a su hijo.

Se mantuvieron abrazados y llorando cerca de media hora hasta que Lily hablo.

-¿Cómo estás? –pregunto con voz ronca.

-Estoy bien –dijo James con lágrimas cayendo de su rostro –lo siento –dijo mirándola a los ojos, esos ojos que siempre lo cautivaron.

-¿Por qué te disculpas? –pregunto Lily confundida.

-Hoy estuvieron a punto de matarte –dijo con voz quebrada –yo debía protegerlos a los dos y no pude, tuviste que poner en riesgo tu vida para salvarnos esta noche –dijo llorando desconsoladamente –y Harry, a Harry casi lo matan por confiar en quien creí mi amigo –a este punto James se encontraba llorando en el suelo incapaz de mirar a Lily a los ojos, antes de esta le pudiera decir que no era su culpa alguien entro a su casa, rápidamente los dos empuñaron su varita para encarar a quien fuera, pero respiraron aliviados al escuchar esa familiar voz.

-JAMES, LILY –gritaba un hombre a todo pulmón haciendo que Harry llorara aún más fuerte, la voz se escuchaba cada vez más cerca y cuando llego a la habitación de dónde provenía el llanto entro casi corriendo, en su apuro el hombre tropezó con el cuerpo de Colagusano.

-¿Qué demonios…? –mascullo desconcertado al ver el cuerpo muerto de Peter, volteo a ver a sus amigos con la confusión en su cara.

-Peter nos traiciono –dijo James mirando a su mejor amigo, Sirius Black, el cual abrió la boca con horror.

Después de recuperarse de la conmoción por la traición de Peter, los Potter le pusieron al tanto de todo lo que había pasado, desde su secuestro hasta lo que pasó con Voldemort.

-¿Lo mataste? –pregunto Sirius sin poder creerlo, pero James negó con la cabeza.

-No sé lo que paso, pero definitivamente no lo mate –dijo mientras Lily asentía.

-Pero me dijiste que le lanzaste la maldición asesina –dijo Sirius confundido.

-Sí, pero cuando le dio en el pecho no cayó muerto como Peter –dijo señalando al cuerpo sin vida –sino que grito de dolor y después se desintegro en una sombra y salió dando gritos de aquí –dijo James sin evitar estremecerse por lo que vio.

-Los Mortífagos llegaran en cualquier momento –dijo Lily de repente –será mejor irnos de aquí –dijo con voz preocupada.

-Tienes razón –dijo James levantándose del piso en donde estaba, ayudo a Lily a levantarse mientras le quitaba a Harry de sus brazos -¿Podemos ir a tu casa? –pregunto James a su amigo.

-Por supuesto –dijo el de inmediato –ahí convocaremos una reunión de emergencia de la Orden –dijo y James y Lily asintieron.

-¿Qué hacemos con él? –pregunto James sin emoción señalando al cuerpo de Peter, antes de que Sirius respondiera Lily hablo.

-Sé que nos traiciono –dijo la pelirroja –pero también se arrepintió de último momento y si no fuera por eso Harry habría muerto –un estremecimiento recorrió a los tres al imaginarse si eso hubiera sucedido.

-Hay que llevárselo a su madre –dijo James –que ella se encargue –dijo y su esposa y amigo asintieron.

Sirius se encargó de levitar el cuerpo, una vez que salieron de la casa atravesaron el campo anti desaparición y desaparecieron y así los 5 dejaron el Valle de Godric.

Aparecieron en una casa enorme, la casa era de 2 pisos y tenía un aspecto antiguo, el jardín era muy grande y en él había varias estatuas de piedra de Dragones, Hipogrifos y Serpientes, los cinco aparecieron en el jardín y se dirigieron a la casa.

-¿Es la casa que te heredo tu tío Alphard? –le pregunto James a su amigo.

-Así es –contesto Sirius –no te vayas a espantar pero tiene muchas cosas de Slytherin –dijo Sirius a modo de broma para romper un poco la tensión, algo imposible pues aun llevaba levitando el cuerpo de Peter.

-Creí que todos los Black era muy puristas –comento Lily.

-No, mi tío Alphard y mi prima Andrómeda son los únicos aparte de mí que no tienen prejuicios contra los nacidos muggles o mestizos –dio Sirius mientras abría la puerta de la casa y todos pasaban.

-Me imagino que debieron borrarlo del árbol como a tu prima Andrómeda al dejarte esta casa –dijo James a su amigo mientras miraba el salón principal el cual estaba decorado de verde, James y Lily hicieron una mueca al ver el escudo de Slytherin,

-Sí, debieron haber visto la cara de mi querida madre cuando leyeron el testamento –dijo Sirius riendo y James se le unió pues él había conocido a Walburga Black.

-Pondré el cuerpo de Peter en esa habitación –dijo Sirius señalando a una puerta que estaba al lado de las escaleras y los demás asintieron.

James y Lily se dirigieron al comedor y les agrado que al menos esa parte de la casa no tuviera relación con Slytherin, se sentaron en la mesa y Harry se removió un poco y Lily lo arrullo.

-Es raro que alguien de Slytherin no tenga pensamientos de sangre pura –comento Lily para olvidar un poco de lo que había pasado esa noche.

-La verdad es que si –dijo James –por ejemplo mi tía abuela era de Slytherin y pensaba igual que ellos hasta que se casó con mi tío abuelo y cambio –dijo James sorprendiendo a Lily.

-¿Tu tía abuela era de Slytherin? –pregunto sorprendida la pelirroja.

-Así es –respondió James con una mueca –de hecho era de la familia Black –dijo James sorprendiendo aún más a su esposa.

-Entonces tú y Sirius son como primos lejanos –dijo la pelirroja sorprendida.

-Algo así –dijo James –según lo que me conto mi tía la única razón de que no la borraran del árbol de la familia es que a los Black no les convenía estar en contra de nosotros –explico James.

-Ahora que recuerdo tu madre me conto que Sirius le agradaba por que le recordaba a Dorea Potter –dijo Lily.

-Era mi única tía y mi favorita –dijo James con una sonrisa –el hermano de mi abuelo, mi tío Charlus, me conto que cuando pidió su mano a su padre Cygnus, este se la negó pero al hacer un contrato que beneficiaba a los Black de forma económica aceptaron de buena manera –dijo James recordando la anécdota.

-¿Entonces es como si la hubiera comprado? –pregunto Lily sorprendida.

-Sí, mi tía Dorea al principio se negaba a casarse con el –dijo James con una sonrisa ladina –mi abuelo Henrry me conto que desde que estaban en Hogwarts mi tío Charlus la perseguía por todo el castillo, no importaba que ella lo hechizara el seguía insistiendo que se casara con él, pero mi tía no acepto y cuando salieron de Hogwarts, como en todas las familias elitistas, comenzaron a llegarle propuestas de matrimonio a mi tía y mi tío Charlus, muerto de celos, ideo ese plan para que se quedara con él –a este punto James estaba riendo –mi abuelo me dijo que cuando le ofrecieron el contrato matrimonial a Cygnus Black y este acepto, mi tía le lanzo una maldición que hizo que su cabello desapareciera pero mi tío estaba tan feliz que no le importo –dijo James entre risas –el caso es que mi tío ofreció un plazo de un año para conocerse y si mi tía aún se negaba a casarse con él, el contrato perdería validez pero aun así la familia Black recibiría la dote correspondiente, el caso es que no había pasado ni un mes cuando ellos se casaron –dijo James sonriendo de forma nostálgica –mi tía me conto que lo que la conmovió fue que mi tío no la obligo a casarse con él y que en verdad la amaba demasiado lo que hizo que ella igual se enamorara –cuando termino James de contar su historia Lily igual estaba riendo por lo que tuvo que sufrir Charlus Potter para que lo aceptara su esposa.

-Creo que eso de perseguir a las chicas es hereditario –comento Lily.

-Ahora ya vez de donde lo saque –dijo James con su típica sonrisa y Lily negó con la cabeza.

-¿Tu tía aún vive? –pregunto Lily con delicadeza.

-No, mi tía y mi tío murieron antes de que saliera de Hogwarts –dijo James con una sonrisa triste, antes de que Lily pudiera disculparse apareció Sirius.

-¿De qué se reían? –pregunto Sirius a Lily mientras le quitaba a Harry para cargarlo.

-De la pedida de mano de la tía Dorea –contesto y Sirius soltó una risa.

-Ahora sabes que eso de perseguir a las mujeres viene de familia –le dijo Sirius a Lily.

-Pero yo no tuve que hacer un contrato matrimonial –dijo James ofendido mientras su esposa y su amigo se reían de él.

Su conversación se vio interrumpida por la llegada de los miembros de la Orden. Los primeros en llegar fueron los Longbottom que de inmediato fueron a abrazar a los Potter mientras les preguntaban si Harry estaba bien, después llegaron Ojoloco, los gemelos Prewett, Emmiline Vance y Sturgis Podmore.

-¿Qué paso? –pregunto Ojoloco con su voz rasposa.

-En cuanto llegue Dumbledore les diremos –contesto Lily a pesar de las quejas de todos, estuvieron un rato en silencio hasta que un hombre mayor de barba blanca y ojos azules entro en la habitación, se sentó en la silla principal del comedor y observo a todos los presentes.

-¿A qué se debe esta reunión? –pregunto Dumbledore con calma mientras observaba al bebé en los brazos de Sirius.

-Peter nos traiciono –dijo James y todos lo vieron horrorizados, incluso Dumbledore –esta noche Voldemort ataco nuestra casa.

Todos jadearon al escuchar eso último y como si estuvieran sincronizados comenzaron a bombardear de preguntas a los Potter logrando que Harry despertara y que Sirius los mirara con reproche, una vez que Dumbledore impusiera calma y que Harry dejara de llorar, Lily tomo su varita y coloco la punta en su sien y extrajo una hebra blanca y haciendo un movimiento de varita se convirtió en una nube plateada y en ella se produjeron imágenes como en una película; los presentes vieron con horror como los Potter eran secuestrados y atados, vieron como Voldemort tenía al pequeño Harry y estaba más que dispuesto a matarlo, todos jadearon de sorpresa al escuchar la petición de James y como Voldemort le prometía que la cumpliría, vieron como Peter rompía las cuerdas que mantenían atados a James a Lily y les entregaba su varita para luchar, vieron como Voldemort creaba un escudo para bloquear las maldiciones y se disponía a matar a Harry, vieron con aun más sorpresa como Peter traiciono a su amo y salvo a Harry, vieron como Voldemort mataba a su sirviente, vieron con sorpresa el duelo de James y Lily en contra del mago oscuro, vieron como Lily ponía a Harry a salvo y como le lanzaba la maldición asesina, vieron con incredulidad como Voldemort bajaba la guardia al atacar a Lily y James le lanzaba la maldición asesina y por ultimo vieron con terror como Voldemort se desintegraba y salía de ahí dando gritos de la casa.

-¿No murió? –pregunto Ojoloco con incredulidad.

-Eso parece –dijo Dumbledore impresionado.

-¿Qué paso con el cadáver de Peter? –pregunto Emmiline Vance.

-Lo trajimos con nosotros –dijo Sirius –mañana se lo entregaremos a su madre.

-Es una buena idea –dijo Dumbledore –la traición de Peter pudo haberles costado la vida a ustedes y su hijo –dijo Dumbledore mirando a los Potter –pero también hay que tener en cuenta que se arrepintió de último momento, ¿Ese era tu intención James? –pregunto Dumbledore mirando al pelinegro bajo la incrédula mirada de todos.

-Así es –acepto James Potter –no quería que Peter muriera pero mi intención al hacerle la petición a Voldemort era que el recapacitara sobre lo que estaba haciendo y volviera al lado correcto –dijo James con tranquilidad mientras todos lo veían de forma aprobatoria.

-Dejando de lado esto –dijo Ojoloco -¿Qué pasara con los mortífagos ahora que Voldemort perdió su fuerza? –pregunto a nadie en específico.

-Yo propongo que comencemos a capturarlos –dijo Gideon Prewett –mientras más pronto los mortífagos sean enviados a Askabán serán menos las probabilidades de que traten de encontrar a su amo –dijo su hermano Fabián.

-Estoy de acuerdo –dijo Sirius –la loca de mi prima y la familia de su esposo son muy leales a su amo y no descansaran hasta encontrarlo –dijo con preocupación.

-Además ahora que Voldemort ya no está, los mortífagos están desprotegidos y será fácil tenderles una trampa –dijo Ojoloco.

-Entonces hay que organizarnos –dijo Dumbledore –sabemos de lugares en donde pueden estar los mortífagos así que eso no es problema, el problema es que no sabemos quiénes están en esos lugares –dijo Dumbledore mientras caminaba de un lado a otro por el comedor –no es lo mismo capturar a Augustus Rookwood que a Antonin Dolohov –dijo y todos asintieron ante la lógica.

-Antes de venir a esta reunión estaba a punto de entregar a Igor Karkarov al ministerio –dijo Ojoloco ganándose miradas impresionadas de todos –lo deje en mi casa encerrado en mi baúl así que mañana lo podemos interrogar antes de enviarlo al ministerio –dijo Ojoloco y Dumbledore asintió.

-Mañana comenzaremos los preparativos para la captura de los mortífagos así que por hoy se levanta la sesión –dijo Dumbledore y todos se levantaron –James, Lily, ustedes quedan exentos de esto, ya pasa… -estaba diciendo Dumbledore pero fue interrumpido por ellos.

-De ninguna manera –dijo James con voz firme y determinada.

-Ya estuvimos descansando demasiado tiempo –dijo Lily con la misma determinación que su marido.

-De acuerdo –dijo el anciano –entonces descansen todos y prepárense para mañana –dijo y sin más desapareció de ahí.

-Nos vemos mañana –dijeron todos y poco a poco se fueron a sus respectivas casas excepto los Longbottom.

-¿Podemos quedarnos aquí mientras pasa todo esto? –pregunto Frank a Sirius.

-Mientras más gente mejor –dijo con sinceridad.

-Iré por Neville –dijo Alice –nos vemos en un rato –y sin más se desapareció.

-Mañana será un día largo –dijo Lily mientras los demás asentían.

-No importa que mañana sea un día largo –dijo James –hoy tenemos que celebrarlo –dijo y los demás asintieron entusiasmados.

Esa noche la familia Potter, Longbottom y Sirius Black celebraron la caída del señor oscuro.