- ¿Nessie, como te hiciste esto cariño?- interrogo Jacob mientras limpiaba la enorme cortada que tenía su niña en el brazo

A la bella joven que acababa de cumplir 16 años no se le había ocurrido una mejor idea que correr con los tacones nuevos que le había regalado su tía Alice. Había perdido el equilibrio y había caído, rodando entre un montón de piedras que más bien parecían cuchillas, y una de esas tantas había conseguido abrirle el brazo. Desde el dorso de la mano, hasta el codo.

- Soy torpe Jake- susurro ella en respuesta

La cortada, que en un principio le había hecho brotar lágrimas, ahora le dolía poco. Aunque pensándolo bien, le había dejado de doler en el momento en el que Jacob la tomo en brazos y se dispuso a curarla. Tal y como cuando era una niña.

Sin embargo, la herida le importaba poco en ese momento. Debía hacerle una pregunta a Jacob, la duda le carcomía la mente y había jurado preguntárselo al momento de cumplir sus 16 años.

Nessie quería que Jacob le diera una respuesta especial en su cumpleaños.

- Jake- le temblaba la voz- tú… ¿estas imprimado de alguien?

El joven de piel morena y ojos encantadores se tensó ante la repentina pregunta, mientras trataba de mantener sus manos relajadas, siendo cuidadoso con la herida. Respiró profundo sin siquiera levantar la vista, aparentemente sereno.

- ¿Por qué me preguntas eso?- musito con la vista clavada en el brazo de Nessie

- Eres el único miembro de la manada que nunca me ha mencionado nada acerca de su impronta. Por eso quiero saberlo Jake ¿Tu estas imprimado?

Finalmente Jacob levanto la vista y la impaciencia que encontró en los ojos achocolatados de su niña hicieron que sus nervios afloraran. Buscando desesperadamente un cambio de tema, se giró para guardar el kit de primeros auxilios.

- ¡Jacob!- dijo Nessie, mientras elevaba su tono de voz, al darse cuenta que el joven estaba evadiendo el tema

- ¡No estoy imprimado!

La desesperación estaba patente en su voz. Quería gritarle la verdad, pero le había prometido a Bella que se lo diría hasta que tuviera 18 años.

- ¡Mientes- grito Nessie, aproximándose a el- lo estas!

Renesmee no era tonta, había notado el cambio de actitud de Jacob y la tensión en cuanto se lo había preguntado

- ¡Te dije que no!

- ¿Por qué Jacob? ¡Estas imprimado y nunca me lo dijiste!

Nessie creyó sentir que su corazón se estaba partiendo, se dejó caer en el sofá y comenzó a sollozar. El hombre que ella amaba estaba imprimado de alguna anónima, y ella se venía a enterar hasta ahora. Había guardado la esperanza de que la respuesta de Jacob hubiera sido: Si lo estoy, de ti.

El indeciso hombre lobo se acercó a ella, arrodillándose hasta quedar frente a frente, y comenzó a limpiar sus lágrimas tiernamente. Era consciente de que Bella lo mataría, pero no se lo podía guardar más, tenía que decírselo.

- Si estoy imprimado…

Nessie lo observo, y coloco el dedo índice sobre sus labios, acallándolo con dulzura. La mirada de Jacob era de total perplejidad mientras la joven lo observaba.

- Aun es mi cumpleaños- dijo en un susurro- ¿puedo pedirte una cosa?

- Lo que quieras

El silencio imperaba ahora, mientras las palabras brotaban lentamente

- Bésame

Sin dudarlo ni un segundo, Jacob aparto los tirabuzones cobrizos del rostro de su niña y junto sus labios a los de ella. Lágrimas de felicidad recorrían los pómulos de cada uno, al fundirse en ese beso perfecto que no dejaba lugar a ninguna duda.

¡Y qué mejor respuesta que la que Jacob le estaba dando ahora!

Quizá se lo diría en palabras algún día, pero no había apuro, tenían toda una eternidad por delante.

Nessie quería que Jacob le diera una respuesta especial en su cumpleaños. Nunca se imaginó de qué manera de lo iba a hacer,

Pero así es el amor, está lleno de sorpresas.

Yo quiero un Jacob en mi cumpleaños Jajajajaja Besos.