Fanfic para kmiya, por motivo del Intercambio de Reyes Magos en pifflefanfic, comunidad de LiveJournal.


Efectos secundarios

Kazahaya detesta con fuerza cada ocasión en la que ha usado un vestido. Cada vez se acostumbra un poco más con la resignación de quién enfrenta lo inevitable. Al menos el vestido de novia es tan largo que le cubre las piernas. A ratos su propia resignación le molesta un poquito. Hay cosas que los vestidos provocan en los demás, y las que más le indignan son aquellas cosas que los vestidos provocan en si mismo. No son cosas como descubrir que tiene cuidado al bajar las escaleras para no arruinar el trabajo hecho por el club de costura; no son las reacciones que tiene cada vez que le piden una pose y una sonrisa; las cosas que le aturden e indignan sin saber la razón suelen ser provocadas por Rikou.

-¡Por favor, novia, por favor!

Sonrisa forzada, Rikou se aparta, flash, varios ruegos por una pose, Rikou ríe, ofrece una pose que siente tonta, a todos les encanta, se sonroja. En el pasillo anterior los estudiantes hicieron un circulo a su alrededor y esta vez ni siquiera tiene que buscar la mirada de Rikou por ayuda, pues le atrae con el brazo de forma protectora y todos se apartan. Le late el corazón muy rápido. Tiene que ser culpa del vestido y sus mangas de raso y tul.

-¡Quiero quitarme este tonto vestido!

-No puedes hacerlo si no es de noche.

-¡¿Eh?!

-Las novias no se quitan el vestido hasta la noche de bodas.

-¡NO TE BURLES DE MI!

Llegan hasta la habitación de Kazahaya y se deja caer en su cama soltando un suspiro de alivio, y los faldones del vestido se elevan por el movimiento. La cama cede ante el peso de Rikou, y Kazahaya se apoya en un brazo para ver como le quita los tacones.

-¿Cómo pudiste correr con estas cosas en tus pies?

-No lo se.

-Debe ser la práctica ¿eh?

Le pega con su pie derecho en la cabeza, y no le duele lo suficiente al desgraciado porque continúa riendo. Entra al baño maldiciéndole durante todo el camino. Después de cuatro intentos, Kazahaya sale y no quiere verle cuando pide ayuda a regañadientes.

-¿Cómo dice, señorita?

-¡QUE ME AYUDES CON EL MALDITO CIERRE!

Rikou se incorpora de la cama, y a pesar de ya no llevar tacones, velo, y medias, a Kazahaya se le dificulta mirarle a los ojos. Se ha cambiado de ropa frente al maldito bastardo un montón de veces, pero el vestido lo hace todo diferente e incomodo y tiene que tragar saliva. Rikou baja el cierre del vestido apenas tocándole. Kazahaya tiene ganas de pegarse por sostener el aliento.

-También pude haberte ayudado con el velo.

Regresa al baño gruñendo un "gracias" avergonzado. Tarda en regresar y Rikou sigue en la habitación, recostado en la cama. Ya es de noche y Nayuki no ha regresado.

-Vinieron a buscar a la novia.

No le contesta. Kazahaya seca su cabello, muchísimo más cómodo vistiendo su ropa. De hombre. Incluso sonríe.

-¿Nos marcharemos mañana?

-A primera hora.

Con la toalla en los hombros, la cama hace ¡puf! cuando se sienta. No lo entiende. Sin la liga de novia en su muslo, con pantalones y un suéter, mirarle igualmente le deja nervioso, con esa sensación de sentirse burlado y como un tonto si Rikou descubriera que le mira.

De todas formas, y para asegurarse, se jura firmemente no volver a usar un vestido.