Hiiiii estoy de regreso, aunque esta historia es algo.. digamos que OCC x'D.. pronto continuaré Azul Dorado y Vicio. Lo prometo. Es que ahora no estoy en mi notebook ...
Dedicación especial: Hika. *-* Espero que te guste.
Parejas: SasoHika - DeiHika - ¿SasoDei? ... (xD)
Advertencias: por ahora no hay pero habrá lemon, o eso espero.
- Deseándote -
Prólogo.
Lo más extraño era que no podía parar de correr durante todo el trayecto. Sus piernas comenzaban a cansarse y a acalambrarse solas pero no paró. No quiso parar. Su sudor caía desde su frente hasta su mentón y su cuerpo entero estaba empapado.
Llevaba horas así cuando decidió parar. Jadeó durante varios instantes tratando de recobrarse. Luego de unos minutos para regular su respiración miró todo el trayecto recorrido.
-No puede ser- no podía creer que hubiera escapado así de su aldea, la impresión de que sus padres estaban muertos le había hecho tan mal que no paró de correr durante toda la noche. Las lágrimas se habían secado. Había decidido que no volvería a llorar porque eso le había prometido a los padres antes de que murieran. Lloró una vez pero no lo volvería a hacer. No podía...
-Quizás tenga que volver… se hace peligroso de noche por los bosques- murmuró mientras se recobraba más y se sacaba la bandana del cuello para poder guardarla en un bolsillo y sacarse el sudor de la frente con el dorso de la mano izquierda.
-Sí, se hace peligroso-
La voz que le había respondido era extremadamente suave pero a la vez con un toque burlón en el fondo. Se giró sobre si misma para encarar a la persona que le había hablado. A juzgar también por su voz, dedujo que era hombre.
-Sasori no danna quiere hablar contigo, hum- susurró otra vez pero acercándose para que la joven pudiera verlo completamente. –No te asustes, yo no muerdo… -dijo levantando las manos para que las viera, cosa que fue un error porque la joven lanzó un pequeño gritito al darse cuenta de las "bocas" que aquellas manos tenían… ¿Las manos tenían bocas?.-Oh…- las ocultó durante un instante al ver la cara de impresión de la niña.
-¿Quién…eres?- susurró la joven con una voz algo quebrada por el susto pero a la vez sorprendida y sonrojada porque nunca antes había visto a alguien tan…atractivo. Aunque solo pudiera verle la silueta debido a la noche.
-Disculpa.. bueno a lo que iba, hum.- sacó lo que parecía ser arcilla y las apretó durante unos instantes.- No tengo necesidad de informarte quién soy pero de todos modos lo haré debido a que pareces ser una niña muy simpática y eso me hace preguntarme… ¿qué querrá hablar Sasori no danna contigo?- murmuró mientras extendía la mano y le mostraba una palomita de arcilla. Muy linda.- Mi nombre es Deidara y este es mi arte...
La joven se quedó unos segundos mirándolo hasta que reparó en la palomita que se extendía en la mano de Deidara. -Es preciosa- dijo al tiempo en el que el sujeto sonreía sorprendido y agradecido a la vez.
-Que bueno que te guste porque será tu transporte- antes de que ella pudiera decir algo el ave había crecido lo bastante como para que ella tuviera que estirar su cuello unos 45º hacía arriba. –Súbete, hum-
Algo le dijo a la joven que se subiera pero a la vez que no lo hiciera. Ignoraba quien era ese sujeto pero era muy sexy. De todos modos era una Ninja que sabía defenderse bien por si intentaba algo así que subió siguiéndole el juego al hombre.
Encima de la ave abrió la boca pensando en presentarse pero la interrupción del rubio la obligó a mantenerse callada.
-Eres obediente…buena chica- dijo mientras acariciaba el mentón de la niña, ésta se sonrojó al más no poder mientras se elevaban haciendo que los árboles crujieran por debajo por las excesivas ventiscas provocadas por las alas de la hermosa ave. –...Deberías dormir, no sabes cuanto nos demoraremos- aquél tono de voz amable surgió de la nada misma pero el sueño de todos modos hizo estragos en el conciente de la joven haciendo que se recostara sobre la arcilla en movimiento e hizo que cerrara, casi automáticamente, los ojos.
..........
-Ese Deidara...¿Hasta cuándo me va a hacer esperar?- se preguntó un joven de cabellos rojos mientras miraba la luna. –Ya casi amanece…-susurró eso para sí mientras volvía a la cama y se sentaba en ella. Pensó que su compañero llegaría con la chica dentro de unas horas ya que el trayecto desde Suna a Konoha no se toma a la ligera. Se recostó y esperó que el sueño viniera por sí solo. Él también debía descansar.
Aaaaah! -3- y eso que solo es el prólogo, muaja! espero que se vengan muchas cosas más entre ellos...ñaca.
Besos Hika! o3o te quiero mucho!
