Hola, jeje, sí, he vuelto, con un nuevo fic que espero que sea de su agrado. Fic no muy largo, menos de diez capítulos. Bueno, inspirado en mi baile del diez de mayo¿historia verídica? Ojalá u.u pero bueno, gracias de antemano a todos los que dejen un review. Será un poco distinto a lo que he echo, será más ubicado en la época moderna. Bueno, sin más preámbulos, les dejo el primer capítulo.
-
-
Paso a Paso
-
-
Ella, una joven que tenía el don del baile. Él, un engreído chico que creía ser mejor que todos. ¿Podrán vencer sus diferencias, para convertirse en los mejores?¿ O simplemente su orgullo será mayor y lucharan para triunfar por separado?
-
-
-
-….- (Lo que dicen los personajes)
"-…-" (Lo que piensan los personajes)
…::::… (Separación)
(…) (Jeje, anotaciones o aclaraciones de la autora)
Disclaimer: Los personajes de InuYasha no me pertenecen, sino a la genial y única Rumiko Takahashi. Aunque últimamente he estado planeando un secuestro en contra de esos dos hermanos ;3
-
-
-
-
Cáp. 1: El Inicio de un Sueño
Año 2004, Colimbia, Bogotá, Casa Higurashi.
-¡Qué le bajes a esa música, niña!-
Esa era la frase más común en la humilde casa Higurashi. Japoneses que emigraron hace ya varias décadas, para buscar un lugar un poco más tropical, según las locas historias que su abuela solía contar a sus nietos y bisnietos. El señor de la casa, Gesshoku Higurashi, segundo en la línea familiar. Su esposa, Midori Tamashi, hija única de la dinastía Tamashi.
Tenían dos hijos, el más pequeño, Souta, de diez años de edad. Hiperactivo, travieso, desesperante, en pocas palabras, un niño normal. Adoraba ir a la playa y jugar fútbol con sus amigos. Pero, por el contrario, estaba Kagome, de dieciocho años. Chica joven, delgada, con finas facciones, muy atractiva para cualquier hombre. Y lo que más le gustaba, era el baile, sobre todo el merengue y la salsa, aunque de vez en cuando se soltaba con el reggaeton.
-¡Bájale a ese estúpido aparato!-
Caso omiso, la música siguió a todo volumen. La mujer, ya harta, subió las escaleras, abrió la puerta como pudo, y se un jalón desconecto el aparato, dejando a su hija, a la mitad del cuarto moviéndose como loca en el piso.
-¡Mamá!-
-Kagome, basta, ya me sé esa tonta canción.
-¿Y..?-
-No sabes lo frustrante que es escuchar "Drop it on me, drop it on me" todo el santo día
-Es que, tú bien sabes que tengo que poner la coreografía de esa canción.
-Sí, pero podrías hacerlo con un volumen un poco menor.
-Es que, así no me inspiro.
La mujer simplemente levantó la ceja, antes de soltar la conexión y salir de la habitación, advirtiéndole a su hija que si no dejaba de poner la música a tan alto volumen, le quitaría ese estéreo de su habitación.
-Hmp, siguen sin entenderme.
Miro el estéreo y sonrió maliciosamente antes de poner en la canción indicada, cerrar la puerta y subirle a volumen medio. La canción comenzó a sonar, una alarma, posiblemente de ambulancia resonó en toda la habitación. La gutural voz de un hombre sonó, antes de que empezara la canción, con un ritmo de reggeatón.
Al instante sus caderas se comenzaron a mover, al igual que sus brazos. El coro abrió la canción, haciendo que la chica se inspirara de golpe. Se tiro al piso, de rosillas con las piernas levemente abiertas, moviendo los hombros acompañados con la cintura. De un salto se puso de pie, antes de que sonora una parte muy lenta. Se movía sensualmente, al estilo danza árabe, haciendo que todo se viera en cámara lenta.
De nuevo el coro, un giro lento acompañado por un excitante movimiento de cadera. Para poco a poco ir descendiendo, y quedar a unos pocos centímetros del piso De golpe la canción cambio de ritmo, y de cantante. Haciendo que sus movimientos aumentaran de velocidad, sensualidad y carisma. Aplaudía, movía su cuerpo a todo lo que daba, se doblaba en distintas formas. Un giro antes de con fuerza jalarse hacia arriba, antes de que iniciara de nuevo el coro.
La voz de una mujer sonó, haciéndole actuar lo que decía, sin dejar de mover el cuerpo. La chica se fue callando, volviendo la voz del joven. La última parte, se movía cada vez más lento antes de dejarse caer, con la cabeza agachada y respirando con mucha dificultad.
-¡Kagome!-
-Ya, mamá, ya terminé.
-¡Eso me dijiste hace tres horas!-
Bufó, acercándose al estéreo, sacando el CD, apagándolo y desconectando el aparato. Dejo caer el cable, antes de dejarse caer a sí misma en la cama, respirando con dificultad a causa del cansancio.
-Demonios, ya casi la termino, pero los pasos, no sé-decía mirando el techo—Espero que les agraden.
…::::……::::……::::…
-¿Dónde demonios estará Kagome?—preguntaba una castaña, mirando a sus compañeras—Hace quince minutos que debía de estar aquí.
-Debe de estar en su cuarto practicando.
-¡Sí, pero debía de poner la coreografía!-
-No te exaltes Sango, ahí viene.
En efecto, a lo lejos se distinguía su esbelta figura, contoneándose como ya le era costumbre. Vestía con unos pans color de rosa, una camisa de tirantes blanca, unos tenis blancos y su pelo recogido con una coleta. Sus amigas sonrieron antes de correr hacia ella. Era bueno iniciar con un pre-calentamiento antes del ensayo.
-Llegas tarde.
-Oh Sango, tranquila, ya tengo gran parte de la coreografía.
-Sí, pero nosotras no sabemos nada de eso.
-Tranquilas, confío en ustedes, sin contar que no por nada nos llaman las reinas de la pista..
-Sí, y por eso mismo tú eres conocida como la emperatriz—decía una pelirroja sonriendo.
-Oh, mentira—respondía sonrojada.
-No seas modesta.
Se rieron juntas antes de entrar a un establecimiento, en el centro de la ciudad. Cerrando la puerta, antes de ver pasar a un grupo de chicos en autos sumamente veloces, seguramente era una carrera de calle para simple entretenimiento de estos.
-¡Idiota, que te quites!-
-No me ganarás Miroku.
-¡Si no se quitan los dos, los arroyaré!-
-¡Oh, Kouga, no tienes las agallas para hacerlo!-
-Déjame en paz Sesshoumaru.
-¡Jajaja, trío de imbésiles, ya les gané!-
-¡Eso lo veremos InuYasha!-
Los motores rugieron aún más; automáticamente los tres pusieron a trabajar el nitro de sus autos, haciendo que una llamarada saliera del escape. Al instante sólo se vieron la silueta de los autos pasar a gran velocidad, y la sirena de las patrullas a lo lejos, pues era demasiado obvio entender que les iba a ser imposible alcanzarlo con esos autos.
-¡Aigh¿Qué no pueden pasar por otro lugar¡me desesperan!-gritaba Sango dando vueltas por el salón de baile.
-Sabes muy bien, que ya es muy común oír las patrullas.
-Sí, pero ya deberían atrapar a ese grupo de babosos-murmuraba la pelirroja atándose las agujetas de sus tenis.
-Hmp, en eso tienes razón Ayame.
-Bueno, bueno, chicas, a trabajar.
Se acercó a un gran estéreo plateado, metió el CD y al instante la música comenzó a sonar. Se acomodaron antes de que la chica tomara el control y buscara la canción indicada. Un "clic" sonó, antes de que una rápida canción comenzara, y a la par iniciaron los pasos del grupo de chicas.
Movimientos perfectamente coordinados, ninguna fuera de lugar. Si supieran que eran distintas, muchas personas pensarían que son copias de una sola. Un giro, y hacia abajo. Ni un solo error. Caderas, derecha e izquierda, iguales. Un "camello" (movimiento de danza árabe) Ninguna fuera de lugar, ni adelantándose por milésimas de segundo. Un choque se escucha, antes de que se giraran, quedando de espaldas, antes de sonreír victoriosas. Lo habían logrado.
-Perfecto.
Se giraron, buscando a la persona que acababa de hablar. Una mujer, de largos cabellos negros, ojos cafés y tez blanca, recargada en el marco de la puerta. Vestía un sencillo vestido blanco, dejando a la vista sus delgadas piernas, que eran sostenidas por unas zapatillas rosas. Se enderezó antes de acercarse al grupo.
-Estuvo perfecto, ni un solo error.
-Eh, gracias¿y usted es?-preguntaba Kagome, mirando a mujer.
-Oh, disculpen, mi nombre es Izayoi Utsukushisa
-Muchos gusto, señora Izayoi, mi nombre es Kagome Higurashi.
-Yo soy Sango Natsu
-Yo, Ayame Tamashi.
-Y yo soy Rin Kaigai
La mujer les sonrió con gentileza antes de seguir hablando.
-Bueno, señoritas, vengo a hacerles una oferta.
-¿De qué se trata?-
-Bueno, quisiera invitarles a un concurso de baile en dos meses, patrocinada por la compañía de mi esposo.
-¡Oh wow!-gritaron las cuatro al unísono.
-Pero les advierto que es un concurso de talla internacional, así que encontraran a equipos tan buenos como profesionales.
-No se preocupe, tenemos todo lo necesario.
-Me alegra que estén interesadas, pero de todas maneras no se confíen, hay un equipo en especial al que deben tenerle cuidado.
-¿Cuál?-
-"Kuroi Kijutsu"
-Mmm…que se llamen como quieran, pero no podrán con nosotras.- ¿verdad chicas?-
-En efecto Kag, ellas no podrán con nosotras.
-¡Oh! No son "ellas" son hombres.
Los ojos de las chicas se abrieron de sorpresa, eso complicaba un poco más las cosas, pues podrían contra mujeres, pero, nunca lo habían intentado contra hombres.
-¿Es mixto?-
-Sí, por eso les digo que no se lo tomen a la ligera.
-¿Nos permite un segundo, sólo para que hablemos y todo quede aclarado?-
-Claro, no hay problema.
Se alejaron un poco, para poder hablar lo más privado posible. Cuando estuvieron a una buena distancia, comenzaron a hablar.
Bueno¿qué les parece?-
-No lo sé, nunca hemos competido contra hombres.
-Ni con hombres ni con mujeres¡es la primera vez que nos invitan a competir!-
-¡Shh! Ayame, cállate.
-Es que es la verdad.
-Lo sabemos, pero ésta podría ser una gran oportunidad de medir cuanto hemos aprendido con todos estos años.
-Pero…
-¿Si ganamos¿Cómo se sentirían?-
-Increíble, pero…
-Sería maravilloso, las cámaras alrededor, los autógrafos.
-Sí, pero…
-¿¡Pero qué!?-
-Nada, no te exaltes Sango.
-Bueno, entonces ¿aceptamos?-
Un suspiro escapó de sus bocas, antes de sonreír.
-¿Y bien chicas?-pregu8nto Izayoi al verlas acercarse.
-¡Aceptamos!-
-¡Perfecto, pero necesitan un nombre.
Se miraron por unos instantes, antes de que Rin hablara.
-Kokoro no Seiketsu
-Muy bien—decía la mujer anotando el nombre en una papel—Entonces, prepárense, pues en dos meses inicia el concurso.
La mujer salió, dejándolas solas, y entonces un grito se desató. Se abrazaron, dando saltos por todo el estudio, casi llorando de la alegría. Una cayó, jalándose a las dos que quedaban con ella, riéndose en el piso, como cuando eran niñas. Kagome se levanto, mirando a sus compañeras.
-Bueno, entonces, tendremos que poner mucho más empeño en todo lo que hacemos¿no?-
-Sí, tendremos que entrenar mucho más—dijo Ayame estirándose.
-Planear nuevas coreografías—decía Sango buscando CD´S
-Y convencer a nuestros padres de esto—agregó Rin inocentemente.
La cara de las presentes palideció, no habían pensado en ese insignificante detalle.
…::::……::::……::::…
Caminaba tranquila por la calle, escuchaba la música por todos lados, como ya le era costumbre desde hace mucho. En cuanto dio la vuelta en una esquina, se detuvo de golpe al ver como una ráfaga de color plateado pasaba frente de ella. Soltó una exclamación, dando un salto hacia atrás, antes de perder de vista a ese auto.
-Demonios, ahora también por aquí es la ruta ¿o qué?-
Gruño mientras cruzaba la calle rápidamente, lo que menos quería es ser arrollada por un estúpido fanático de la adrenalina. Entro a su casa, y subió a su habitación, pero antes saludó a su madre y padre, que se encontraban en la cocina, poniendo la mesa y preparando los sagrados alimentos. Al parecer estaba de buen humor, punto a su favor.
-Se los diré a la hora de la comida.
…::::……::::……::::…
Eran poco después de las seis de la tarde, se encontraban todos reunidos en la mesa, comiendo una carne asada, con verduras al vapor. La conversación, sobre el trabajo de su padre. Kagome no había dicho nada acerca de ello, pues debía de decirles a sus padres acerca del concurso.
-Mamá, papá…-
-¿Sí, nena?-
-Tengo que decirles algo.
Tomo aire, antes de comenzar a contarles, en su mente oraba a todos los dioses para obtener su aprobación acerca de ese evento.
-Es que, hoy al establecimiento llegó una mujer, diciéndonos sobre un concurso, es que nos vio bailar. Y nos pareció algo muy entretenido, y pues, aceptamos.
-¿¡Qué!?-
-No nos van a cobrar nada, creo.
-Kagome¿cómo pudieron meterse en algo así¿Qué tan si esas personas son secuestradores y…?-
-Mamá, no, su nombre es Izayoi Utsukushisa y tenía cara de muy buena persona.
-¿Utsukushisa?-
-Amor¿Que no esa mujer es la esposa de Inu no Taisho?
-¿Quién?-
-El jefe de tu padre, dueño de una de las compañías más poderosas del país, y mejor reconocidas en el mundo.
-Oh…
-No puedo creer que su esposa esté haciendo un concurso.
-Sip y la patrocinadora es su compañía, por eso el concurso es de talla internacional¡por favor, déjenme competir!—decía poniendo cara de borrego a medio morir.
Ambos padres se miraron antes de suspirar resignados.
-Esta bien, pero si algo pasa…-
¡¡Kyyyaaa¡Gracias, gracias, gracias!-grito interrumpiendo y abrazándolo a ambos.
…::::……::::……::::…
Un fuerte rechinido sonó fuera de la mansión. Seguido de una humareda y un aroma a caucho quemado. La mujer suspiro mientras se levantaba para dale la bienvenida a sus hijos. Se arregló un poco, justo cuando el portón se abrió, dejando ver a un par de adolescentes entrar, con el cabello alborotado y sonriendo victoriosos. Movió la cabeza de forma negativa mientras se les acercaba.
-¿Y cómo les fue?-
-Je, les gané.
-Por pura suerte.
-Bien hecho hijo, me alegra tener a dos campeones en la familia,
-Bueno, yo me voy a mi cuarto a ducharme y ponerme otra ropa.
-Yo también.
Se encaminaron hacia la escalinata, antes de escuchar la voz de su madre.
-¡Oh, InuYasha, Sesshoumaru!-
-¿Sí?—contestaron al unísono.
-Se acaban de inscribir un nuevo equipo para la competencia.
-¿Son buenos?-
-Muy buenas, y...-decía antes de ser interrumpida por sus, ahora, pervertidos hijos.
-¿Mujeres, eh?—decía InuYasha levantando una ceja.
-Jeje¿Están buenas por donde las veas?-agregaba Sesshoumaru con una sonrisa burlona.
-¡Oh, son iguales a su padre, cada frase que digo lo toman en doble sentido!-
-Ya ya, buenas o no¿serán duras rivales?-decía InuYasha dándole un codazo a su hermano mayor.
-¡Buff! Excelentes, por algo las escogí.
-Perfecto¿su nombre?-
-Kokoro no Seiketsu
-Bueno, lo anotaré.
-Pobrecillas, no saben con quienes se metieron-murmuraba Sesshoumaru embozando una perversa sonrisa.
-Ahora que están enterados, será mejor que le avisen a los demás.
-De acuerdo.
Terminaron de subir las escaleras, cada uno dando vuelta en dirección contraria, dejando a la mujer sola en la sala de estar. Se dirigió a uno de los ventanales, viendo hacia donde habían dejado estacionados los potentes vehículos, regalos de su padre.
-Yo le dije que esas cosas eran peligrosas, pero ese hombre es igual de terco y testarudo que ellos—decía sin quitar la mirada de ese hermoso Mitsubishi color blanco con finas líneas azules, y un Toyota rojo con líneas negras. Ambos con motores de alto rendimiento, con velocidad nitro y neumáticos para soportar altas velocidades, en pocas palabras, unas perfectas máquinas de accidentes. Se dio la vuelta, regresando al sillón donde minutos antes se encontraba sentada, analizando la lista de competidores. Tomó una pluma y subrayo algunos nombres, incluido el de Kokoro no Seiketsu.
-Estoy segura que esta competencia será muy diferente a las pasadas—murmuraba sonriendo, sin quitar la vista de la libreta.
-
-
-
-
-
-
-
-
-
Continuará….
Eso ha sido todo, esperare sus reviews y así veré si tendrá éxito o simplemente será un total fracaso u.u
...:::...atte: TanInu...:::...
(((((Reviews)))))
