¡¡BIENVENIDOS A ESTE RECIEN NACIDO FIC!!!
GRACIAS POR ESTAR AHÍ, AL OTRO LADO DE LA PANTALLA, A PUNTO DE COMENZAR LA AVENTURA DE
LA DAMA DEL AMANECER
1. El empujoncito de James
Un tren escarlata frenó en una estación envuelta en la niebla. El vapor que desprendía la locomotora no ayudaba en absoluto a sus ocupantes a ver un palmo más allá de sus narices. Los estudiantes del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería aguardan impacientes comenzar su nuevo curso. Impacientes y congelados.
-¡Ahhhhh, compañeros!- se desperezaba un chico que iba a comenzar su último curso. Era alto, de ojos marrones que se veían a través de unas gafas redondas y un pelo muy oscuro que nunca había visto un peine. Su nombre era James Potter.- ¡Ya llegamos! El último año de nuestras vidas aquí. Parecía que nunca iba a llegar¿eh?
-Cornamenta, -respondió uno de sus acompañantes, atractivo, de pelo reluciente y ojos grises.- cállate. Lo último que quiero hacer nada más llegar es saber que será la última vez que estaremos aquí.
-Lo voy a echar tanto de menos... - comentó otro ellos, Remus Lupin. Su era pelo castaño y sus ojos de miel tristes denotaban que lo consumía una gran pena.
-Anímate, Lunático. ¡Este año lo pasaremos genial y se te olvidará todo eso!- comentó otro chico, más bajito que el resto, de pelo castaño y ojos pequeños y húmedos, Peter Pettigrew o también llamado Colagusano.
-¡Claro que sí! Además, éste va a ser mi año, no tengo ninguna duda.- dijo el primer chico.
-¿Tu año de qué?- preguntó el segundo, el inigualable Sirius Black o Canuto, ya que él se transformaba en perro, el que estaba recostado en su asiento desparramadamente, tan a gusto como un rey en su trono.
-Año de conquistas.- explicó con énfasis.
-Como si no supieras a qué se refiere, Canuto... - recordó el todavía triste Remus, que tenía la desgracia, a veces alegría, de ser un hombre-lobo, por lo que recibía el nombre de Lunático.
-¡Ohh, noo!- replicó con fastidio.- Otra vez no. Ya me cansa esa conquista. Deberías cambiar un poco, como yo. Ése es un territorio inconquistable, ya lo sabes.
-Jaja, Sirius, no tan inconquistable. Creo que este año hay un atisbo de posibilidad...
-¿En serio?- preguntó sin interés sarcásticamente.-¿Dónde?. ¿Por qué no ha venido antes?
-La veo más rendida a mis pies que de costumbre... y más dispuesta...
-¿A qué?.¿A darte otra bofetada? Así fue como te despidió en junio... y como te ha saludado en la estación... y...
-¡Oye, no te pases, no me desanimes antes de tiempo! –cortó James.- ¡Lo digo en serio!
-Por supuesto que sí, James.-animó Remus.- Quien nunca habla en serio es Canuto, pero cuenta también con él para apoyarte.
-Gracias, Lunático, tú sí que eres un amigo, no como otros...- dijo con segundas.
-Yo también te quiero ... ¡Y no voy a defraudarte, compañero!- exclamó poniéndose en pie para salir del compartimento.
-¡Aquí estamos para apoyarte!-saltó Peter.
-Gracias a vosotros también, Canuto y Colagusano, amigos míos. Creo que me voy a emocionar... – dijo James llevándose una mano a los ojos.
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-Si yo fuera tú, ya me habría suicidado.
-Una se acaba acostumbrando.
-¡¿Cómo es posible que alguien se acostumbre a tener a ese... "esa cosa" detrás todos los días de su vida, durante tantos los siglos de los siglos?!
-Pudiendo.- contestó Lilian Evans distraídamente.
El territorio inconquistable de James Potter: una pelirroja de ojos verdes que pasaba bastante de él.
Lilian Evans tenía ese pelo y esos ojos, era curiosa, entregada y era una chica sincera. Pero aunque no quisiera ver a James Potter ni en pintura, ahí tenía que aguantarse, ni las más bordes y desagradables palabras servían para que desapareciera. Y Lily tenía una mente ingeniosa para dar al traste con todos sus intentos, porque también era inteligente, pero parecía no servirle de nada.
Una de las mejores amigas de Lily era Lorraine Dougal, llamada Aine o Lor por sus amigos. Era alta, tenía el pelo castaño y los ojos marrones con un brillo singular. Se definía por su carácter amable y alegre, y ella, que también era amiga especial de los merodeadores, estaba convencida de que James quería a Lily de verdad. Se podía decir que había estado toda su vida convenciendo a Lily mediante indirectas para que saliera con James, para que ella no se enfadara por su insistencia. En realidad era una romántica que no podía darse por vencida.
El mejor amigo de Lily era Alan Kent, que era moreno y de ojos azules. Era un chico de carácter leal y agradable. No soportaba en absoluto a James Potter, así que era un partícipe muy activo en la guerra que tenía Lily.
La otra amiga de Lily era Nicole Swallow, cuyo nombre se simplificaba en Nick. Ella prefería que la llamaran como a un chico, porque según sus creencias, si era demasiado "chica", podía volverse pija, lo que era considerado por ella un extremo de vida que no deseaba ni a su peor enemigo. Tenía verdadero miedo a convertirse en una de ellas, por que tenía algunas cualidades que hacían decir a otras que lo era. Ella había las visto y conocido a lo largo de su vida, y definitivamente, no quería ser así, de esa manera tan rara. De mediana estatura, con el pelo rubio oscuro y de rizado rebelde, era vivaz e ingeniosa, a veces demasiado. Demasiado porque el ingenio era su principal arma para el ligoteo. Los chicos eran para ella un divertimento superior, le gustaban desmesuradamente, todos eran valorados positivamente desde algún ángulo. Dentro una chica como ella se escondía una mente despierta y aguda.
¿Defectos? Simples: Lily era muy habladora, Aine un tanto celosa con sus cosas, Nick bastante coqueta y Alan irremediablemente cabezota.
-Más le vale frenar un poco este año, que a estas alturas, me merezco unas vacaciones.
-¡Si acabas de terminar las del verano, Lily!- exclamó Aine, divertida.
-Casi prefiero unas dentro del colegio, con Potter fuera de juego.- aseguró cruzándose de brazos.
-El tren ha parado. Venga, bajemos.- sugirió Alan.
Los cuatro descendieron del vagón y todos los que allí abajo estaban se pegaron unos a otros para combatir el horrible frío.
-Mi madre, cómo puede hacer tanto frío en septiembre, me voy a congelar...
-Eso te pasa por irte de vacaciones a la playa el verano entero.- se rió Nicole sacándole un poco la lengua.
-Espero que lleguen pronto los carros.- dijo Aine frotándose las manos.
-¡Ah!. ¡Julie, qué bien verte otra vez!- exclamó de pronto Alan a la chica de Hufflepuff que tenía al lado.
Todo el mundo tiene un amigo en otra casa, y Julie Carter era la amiga que los cuatro tenían. Era una chica muy simpática, a la vez que guapa. Pero Julie no oyó a Alan en aquella ocasión y en ese momento se marchó con otra chica de su casa. Alan no la llamó de nuevo.
-Tengo unas ganas de arrimarme a algo calentito... me siento como un cubito de hielo...
-¡Oh, Evans, tus deseos navideños se han hecho realidad!
-¡Ah!.¡Lo que me faltaba!- chilló Lily sobresaltada, con una mano en el pecho.- ¡Potter, qué susto me has dado!
-De nada, Evans, aquí estoy para lo que quieras. Ah, ahora que estás al lado de algo elevadamente caliente como soy yo,- dijo James con suficiencia.- y al ser de hielo, te vuelves agua,-rió tontamente.- ¿me dejas beberte?
¡¡PAF!!
-Bienvenido a Hogwarts, Potter.- y Lily se marchó seguida de sus amigos camino de los carruajes.
-¡Te lo dije, James!.¡Te lo dije!.¡Tortazo y tente tieso!- gritó Sirius alegre.
-Míralo por el lado bueno, has entrado en calor... - probó Remus.
-Pero sólo por un lado de la cara... - masculló James frotándose.- ¡Si quieres calentarme la cara, dame un beso!.- le gritó a la chica que se alejaba. Muchas caras se volvieron ante aquello y se rieron por lo bajo.
-¡De mí sólo recibirás "besos" como esos!- escuchó como respuesta.
-Sí, Cornamenta... yo también la veo más dispuesta... - comentó Sirius con los dedos en la barbilla, pensativo.
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-¡Si es que encima parece que le hecho un favor!- bramaba Lily minutos más tarde, camino del castillo.- ¡Le da exactamente igual lo que yo diga!.¡Él sigue en sus trece!
-Pues con un piropo como ese, podrías haber ligado... –susurró Nicole muy bajito, pero no tanto como para que Lily no lo oyera: la pelirroja tenía un oído muy fino.
-¿Perdona?.¿Con quién?-se molestó Lily.
-Con... ¡el tren! Sí, sin duda, al tren eso le habría gustado.
Pese a la escasa coherencia de estas palabras, Lily se conformó con que hubiera cambiado el objeto directo de la oración.
-Ah... creía... por que eso no era un piropo... ¡era una tontería de las buenas!
-Es un salido. Has hecho bien, Lily.- aseguró Alan.
-Si te parece, dejo que diga eso tan campante... –la chica se asomó a la ventana del carruaje, cosa un poco extraña, ya que era tan de noche que no se veía nada de nada. Entonces murmuró pausadamente.- Pensé que habría cambiado algo...
-¿Hum, qué dices?
-No, nada, que nunca cambiará.
-Oh, no me digas.- ironizó Alan. Suspiró al ver a Lily un poco triste.- Sí, ya lo sabía. Para mí que tendrá ochenta años y seguirá igual. Pero cuando acabe este año, creo que no volveremos a verlo nunca más.- añadió estirando los brazos cómodamente.
-Bueno, pero espero que también Black se quede así a los ochenta.- dijo Nick con una singular mirada y sonrisa.
-¿Ya quieres empezar a hablar de Black?- contestó Aine con las manos en la cara, cansada pero divertida. Por fin de nuevo estaban todas juntas.
-¿Qué pasa?.¡Sólo era un comentario!
-Ya... comentario... ¡Más te vale parar este año, que tanto comentar se te va a secar la boca!
-¡Cierto, tengo ganas del banquete!- saltó de repente.- ¡Voy a hincharme!
-No era eso...
-Sí, pues tendrás que contarme cómo haces para hincharte y luego deshincharte como si nada... ¡quien pudiera!- comentó Lily.
-Viene de nacimiento, los médicos me dijeron que es el "síndrome del globo flojo". Pero creo, Lily, que no es contagioso, lo siento... a mí no me importaría contagiarte.- explicó con resignación, poniendo la mano en el hombro de Lily, a modo de consuelo.
-Pero serás... –rió ella, que agarró un cojín que había para mayor comodidad y se lo lanzó. Aine, a quien le gustaban esas cosas, cogió otro y se lo tiró a Alan. Al poco rato ya la tenían allí montada.
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-¿Crees que mi táctica no es buena, Lunático?
-No sé, Cornamenta, pero piensa un poco. Siempre has hecho lo mismo con Evans, tal vez, si hicieras otra cosa, se lo pensaría mejor.
-¿Cómo qué cosa?
-Pues eso de "déjame beberte" o lo de "bonitas piernas¿a qué hora abren?", puede que, y recalco el puede, que no sea el mejor método. A ninguna chica le gustaría que le dijeran eso.
-A Swallow sé que no le importaría.- comentó Sirius.
-Swallow es un caso aparte.- puntualizó Peter.
-¡Y qué caso...!- exclamó, mordiéndose el labio.
-A lo que iba, que las chicas los prefieren más distintos.-siguió Remus.
-¿Más cómo?
-Distintos. Amables, atentos, divertidos, culto, sensible...
-Para el carro. Te olvidas de decir guapo, eso termina mi definición. Yo soy todo eso, no hay problema.
-El problema es que eso no existe, así que no inventes, Remus.
-Bueno, sí... – tosió un poco.- Pero deberías...
-Lunático, toda la culpa es de Evans. Se está perdiendo a todo un partidazo.- señaló Sirius.
-Vaya, gracias.- dijo James poniendo cara de sentirse muy halagado.
–Pero algo deberá hacer James, porque salvo insinuarse de esa manera tan suya, no hace nada.- intervino Peter.
-¿Y que propones que haga? Es más¿por qué debería hacer algo yo?
-Porque eres tú el enamorado y es ella la que está por enamorar. Ella sola no se va a convencer, necesita un empujoncito.-señaló con evidencia.- ¿O acaso crees que ella sola va a decir: "ah, pues resulta que acabo de darme cuenta de lo mucho que quiero a James"?
-Sí, sobre eso, - continuó Remus.- yo te puedo prestar un libro que tengo, a lo mejor puede ayudarte.
-¿Crees que un libro sabe conquistar a Evans mejor que yo?- preguntó señalándose ofendido.- Y yo ya tengo un libro para que me ayude, gracias.
-El libro es un apoyo, James. Espera... ¿un libro?.¿Qué libro?
-"Trucos para ligar: cómo meterte a una tía en el bolsillo y llevártela a dónde quieras".- contestó con orgullo sacando un pequeño libro de tapas fucsias.
-Cornamenta, no creo que eso sea lo que tú necesitas.
-¿Por qué no? Me lo regaló Canuto y a él le ha ido de maravilla.- se defendió acariciando el libro.
-¿Acaso tú quieres hacer las cosas como Sirius? Piénsalo bien.
-¡Oye!.¿Qué problema hay en como hago yo las cosas?- saltó el aludido.
-Bueno, olvidadlo si os sentís ofendidas, delicadas señoritas.- dijo ya harto.- Pero ese libro no te va a servir con Evans.- hurgó en su túnica.- Esto es lo que sirve con Evans.- y le entregó uno cuyo título era: "Cómo enamorar acertadamente a cada tipo de mujer, hombre o hermafrodita"
-¿Y se puede saber qué haces tú con un libro como este?- replicó Sirius.-¿Tienes un libro para ayudarte con las chicas, Remus, mi desesperado amigo?
-¿Qué? Yo también tengo derecho a una pareja estable. El 80 por ciento de los matrimonios se conocen en la escuela.
-Buen análisis, Lunático, pero el 70 por ciento de esos acaban con una demanda de divorcio cada uno.
-¿Qué pasa, que yo no puedo formar parte de ese 10?-chilló mientras el volumen de la discusión iba subiendo.
-Vamos a dejarlo.- terció Peter.
-Sí, mejor.- aseguró Sirius.
-Claro, por que sabes que tengo razón.
-¡Paz!- gritó James. Siguieron diciéndose de todo.- ¡¡Vale ya!!- en ese momento sí lo dejaron, ese grito les había dado hasta miedo.- Mejor. Pásame ese libro, Remus, que por un ojo que le eche no va a pasar nada.- Empezó a hojearlo.- Hum...
-¿Qué?
-Nada, que esto podría servirme... un poco... no está nada mal... –dijo con cautela.
-¡Bravo!.¡Llevo diciéndotelo todo el camino!-gritó muy alto, aún quemado por lo de antes.
-Te veo muy alterado, Lunático, vigila tu tensión.- Sirius comenzó a masajearlo por los hombros.- Eso es, tranquilo...
-Humm...
-¿Verdad que lo hago bien? Llevo muchos años practicando con chicas...
-¡Sirius!
-¿Qué?- exclamó sorprendido, sin saber por qué gritaba su nombre como si ocurriese algo.
-¡No me toques!.¡No hace falta, no quiero tus masajes!-dijo alejándose. Era como si temiera que los efectos de los masajes en chicas se le pegaran tambien a él...
-Entonces¿me lo prestas?- volvió James a Remus.
-Qué remedio, si te sirve de algo... Yo no lo necesito tanto como tú...
-¿Tan desesperado me ves?- señaló con pena.
-Un poco, sí.
-Lo que pasa contigo, James, es que eres demasiado entusiasta.- comentó Peter.
-¿Y eso es algo malo?.¿Qué quieres, que vaya como un alma en pena?
-Lo que yo digo es que te lo tomes con calma, porque esta vez lo harás bien. Pero no seas muy radical con el cambio, a ver si va a olerse algo.
-¿Cambio?.¿Qué cambio?
-¡Algo tendrás que hacer para encantarla! Lo que sabe no le gusta.-añadió Remus.
-No voy a cambiar, no me hace falta. Simplemente es un lado de mi personalidad que está dormido pero que por Evans puede estar despierto años.
-Pues ya lleva tiempo hibernando ese lado tuyo... - dijo Sirius.
-Además, -James obvió el comentario.- no quiero que quiera a alguien que no soy, eso lo tengo muy claro. Creo que mi fallo está en no enfocar bien el problema. Con ayuda de esto, lo haré. Evans esta vez no se escapará.
Al ver a James hablar tan en serio, Sirius se escurrió un lágrima inexistente, juntó sus palmas y las puso a la altura del pecho.
-¡Ahhhhh, nuestro Cornamenta se nos hace mayor; se va a echar una novia de verdad y todo!.¡Esto es tan... hermoso!
-¿Tomarás ejemplo?-preguntó Remus.
-¿Yo? Sí, claro, en eso estaba yo pensando... ¡Y nada de dejar a tus amigos!.¿eh, James?.¡Somos lo primero para ti!
-¿Cuánto creéis que puedo tardar?
-Si empiezas ahora mismo y ella se lo cree, yo le echo dos meses.
-¡Y dale!.¡Ella no se va a creer nada! En cuanto vea al nuevo James, dirá: "Oh, pero cómo no me di cuenta antes".
-Sí, seguro... –añadió Sirius poco convencido.
-¡Déjame soñar!- le espetó James.
-Es que antes eras un gamberro, así de claro te lo digo.- aseguró Remus con una sonrisa.
-Así me gusta, vamos a hablar en pasado.- dijo sin más.- A partir de hoy soy un hombre maduro. Pongo a los merodeadores por testigos que mis intenciones seguirán siendo igual de sospechosas y poco buenas, pero por ella, sólo por ella, sólo me compremeteré a que mis actos sean mejores. Por supuesto, esto no incluye a Quejicus...- mientras los demás se aguantaban la risa, lanzó un beso al aire mirando a un punto lejano.-Va por ti, Evans.
Ahí ya sí que los muchachos no pudieron más y se tiraron por los suelos riendo a carcajadas.
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Un poco más tarde el carruaje frenó. La niebla se había dispersado ligeramente, aunque con la noche cerrada daba un toque siniestro al castillo. Ninguno de los alumnos lo percibió, estaban alegres y satisfechos de encontrarse de nuevo en lo que muchos consideraban su verdadero hogar.
James Potter y sus amigos bajaron de su carro, mientras otros tantos los imitaban. James buscaba con la mirada su "territorio inconquistable", que encontró tres metros más allá, quitándose pedazos de algodón y plumas de la cabeza y quitando también a su amiga Aine.
-¡Allí está! Vais a ver al nuevo James Potter en acción...
-¡James, espera, no vayas de decirle...!- pero ya no estaba a su alcance, iba en dirección a ella sin remedio.
-Ejem, ejem.
Lily se volvió, la sonrisa que iluminaba su rostro se perdió levemente.
-Te noto la voz algo carrasposilla¿por qué no te vuelves en el tren hasta que mejores?
-Voy a pasar por alto tu sublime sarcasmo. Tengo algo que decirte¿puedes venir?
-Humm... no.
-Venga, ven.- la cogió de la mano y Lily no se resistió. En el fondo deseaba ver que quería.
-¿Qué quieres, aparte de secuestrarme?
-Evans,- comenzó como si de un discurso se tratara, con voz solemne.- a partir de hoy, de ahora mismo, vas a conocer a un James Potter que nunca habías visto antes.
-¿Vas a hacerte la cirugía estética y te vas a poner un cerebro nuevo?
Normalmente, habría estado muy seria y preparada para atacar a James sin dejarle hablar. En esa ocasión, sin embargo, sonreía de oreja a oreja sin motivo aparente, la lucha de cojines la había dejado muy relajada.
-No, no, no. Lo que quiero decir es que voy a ser bueno, eso que dicen de "estar contigo hace que quiera ser mejor persona" y eso... - explicó mirando al suelo tímidamente.- Voy a usar una parte de mi cabeza que estaba dormida.
-Entonces te quedarás igual¿no?- Lily volvió a reír.
A James le encantaba oír su risa tan espontánea, pero en aquel momento hacía falta seriedad.
-¡Evans!.¡Que me estoy sincerando contigo!
-Es que me lo pones muy a huevo, Potter. Que sí, eso que dices que me lo sé.
-Eso no puede ser porque acabo de comprometerme a ello.- sonrió James.
-Hogwarts va a convertirse en un lugar muy aburrido.- comentó con la cara apoyada en una palma de sus manos.-... Ah, ya, eso que has dicho lo oí... hace tres años.
-¡Oh, pero vamos, tenía catorce años! Me quedaba aún mucho por vivir. Ahora estoy concienciado y hablo en serio. Muy en serio.
Lily se frenó un poco y arqueó una ceja.
-No, Potter. Tú no hablas en serio conmigo desde que te conozco.
-No, sólo quiero... bueno, nada. Todos lo pensamos algún día. Yo, hoy.
-Adiós, Potter, eso que has dicho es muy bonito.
Lily se acercó donde estaban Aine, Nick y Alan y éste último preguntó:
-¿Qué te ha dicho?
-Tonterías suyas, ni caso...
James se sintió algo abatido. Para una vez que quería hablar sin soltar cualquier disparate... Volvió con sus amigos.
-Pero mira que haces mal las cosas, James. Va y te da por contarle a Evans el plan...
-¿Ha creído que vas a cambiar?
-Qué bien sabes que no, Colagusano.- contestó cabizbajo.
-Buenoooo...
-Tenemos que atacar desde dentro.- decidió Remus.- Se lo diremos a Aine y seguro que ella nos echa una mano.
-Mejor las dos manos, un pie y tres dedos del otro... esto va a ser complicadillo de realizar... pero nada que los merodeadores no puedan, eso no lo dudo.- dijo Sirius.
-Pero ya sabéis que Aine nos ha dicho muchas veces que no la metamos en estas cosas...
-Bah, esta vez nos ayuda fijo. Está a punto de caramelo. Os hemos visto de lejos y Evans estaba distinta. La maniobra "Nuevo James" está saliendo bien.
-¡Pero si aún no he empezado, Canuto!
-Tú, calla. Si yo digo que ya has empezado, es que ya has empezado. ¿Entendido?
James se encogió de hombros y Peter preguntó:
-Entonces¿cuándo hablamos con ella?
-¿Por qué no ahora?
En esto habían llegado al vestíbulo de Hogwarts, pero tuvieron que quedarse allí un rato porque estaban poniendo los últimos detalles.
-¡Aine, eh, Aine!.¿Qué tal tus vacaciones?
Ella los vio, fue corriendo alegremente hacia ellos y les dio un caluroso abrazo a cada uno.
-¡Qué bien volver a veros! He pasado un verano estupendo. ¿Cómo os ha ido a vosotros?
-El mío, muy bueno.- respondió Peter.
-Ídem, genial.- contestó Remus sonriendo.- Nos hemos visto muchos días.
-¡Yo me lo he pasado como nunca! Junto a Cornamenta, ha sido el mejor verano de mi vida.
-Sí, no veas lo que ha sido tener pegado a éste todos los días.
-Ya ha hecho más de un año que te fuiste de casa¿no?-preguntó a Sirius.
-Afirmativo.- respondió orgulloso.- Y créeme, es la mejor decisión que he tomado nunca.
-Me alegro por ti, Sirius.
-Aine, verás, ya sé que es principio de curso y que no te gusta que... - empezó Peter.
-¿Qué puedo hacer por vosotros? Salvo que sea ilegal, imposible de realizar o vaya contra mi moralidad, no me importa hacerlo.
-¡Oh, eres fantástica!
-Venga, James, no me sobes¿qué se ofrece?- pidió cuando él se le echó en encima.
-Es sobre Evans y él...
-Ya sabes que no me meto en los asuntos que Lily tiene con vosotros cuatro.
-Mejor di sólo con él.- señaló Remus apuntando a James con el dedo.
-Bueno, pues sólo con él.
-Escucha nuestra idea entera antes de decir que no¿vale?
-¿Acaso existe la opción "decir que no" con vosotros?- preguntó divertida.
-En realidad no, pequeña.- dijo Sirius con cara de malo.- Nuestro plan se basa en un algo tan simple que servidores no entienden como no pasó por sus cabezas antes. Servidor Cornamenta, aquí presente, tiene el propósito de acceder a cierto rinconcito escondido en el sujeto Lilian Evans mediante una conducta saludable y adecuada.
-En resumidas cuentas, que queremos, que James quiere, ser buena persona.- atajó Remus.
-James, si tú ya eres bueno...
-Pero me refiero a ser bueno a los ojos de Evans, es que ella no lo ve... ¡así que tengo que aspirar más alto?.¿Nos ayudarás?
-¿Cómo?.¿Qué puedo hacer yo?
-La cosa es decirle de manera sagaz y acertada que ves muy cambiado a James. Para bien, claro.- añadió Remus.
-Ya, pero de manera "sagaz y acertada" a mí no me sale. ¿No ves que si le digo algo a Lily sobre James va a saber que tengo segundas intenciones?
-Que desconfiada¿no?
-Es que a estas alturas, cuando se trata de vosotros, ya me conoce, y demasiado bien.
-Inténtalo. Seguro que aunque por fuera te pille, por dentro le irá dando al coco y acabará llegando a la conclusión de que James es su hombre.-aseguró Sirius.
-¿Y esa hipótesis?
-Llevo muchos años en el negocio.
-¡Ay, James, te imaginas que Lily te acabara diciendo que sí!- exclamó Aine entre suspiros.- ¿Podría ser la madrina?
-Dalo por hecho.
-¡Oye?.¿Y yo qué?- saltó Sirius.
-Tú el padrino, si te parece, eres la madrina...
-Pues estoy seguro de que lo haría muy bien...
-En fin¿dirás algo?
-Tal y como tú has dicho¡Dalo por hecho!
-¡Esa es Lorraine Dougal, más conocida como...!
-Te he dicho que no me llames así, parezco una india con ese nombre. ¿Acaso voy yo diciendo por ahí por qué te llaman Cornamenta?
-Tranquila, no es para tanto... - dijo Remus enseñando las manos.
-No quiero que Lily os oiga y me pregunte.- explicó en voz más baja.
Sí, Aine sabía que James era Cornamenta; Remus, Lunático; Sirius, Canuto y Peter, Colagusano y tambien de dónde venían los peculiares nombres. Aine los conocía desde primero, antes incluso que a Lily, Nick o Alan y aquellos siempre le había contado prácticamente todos sus planes e ideas, sus pensamientos y sentimientos, Aine parecía una caja donde meterlos todos. En los primeros años había sido partícipe también de las bromas, pero cuando conoció a Lily y ésta a James, decidió dejarlo "un poco apartado", aunque en ella seguía viviendo el espíritu que adoraba todas aquellas travesuras.
A todo esto, las puertas se había abierto y todos los alumnos (excepto los asustados de primero, a los que se veía llegar desde las barcas en las que habían atravesado el lago, según la costumbre) buscaban en su mesa un sitio donde acomodarse.
Nick comenzó a hacerle señas con la mano a Aine para que fuera con ellos. Sirius se volteó y la vio. Ella cambió el gesto y puso la mano en forma de garra que cerraba acompañada de una mirada capaz de encandilar al más friolero. Sirius se volvió con el rostro asustado y suspiró después.
-Cuento contigo, Aine.- concluyó James.
-De acuerdo, pero no prometo nada.
-Dale qué pensar y al resto llegará ella sola. Es lo que dije antes, no falla.
-Bueno, me voy a sentar. Ya os contare, adiós.
Aine se sentó entre Lily y Nick, a cuya derecha estaba Alan. Lily hacía mucho que había aprendido a tolerar, mal pero lo había hecho, la amistad de su amiga con los merodeadores. Cuando el resto hablaba de ellos, por norma general mal, Aine se callaba y cambiaba de tema cuando tenía ocasión. Evidentemente no le gustaba que hablaran mal de ellos, pero ya tenía la charla de Lily sobre "el respeto de los puntos de vista ajenos" muy oída.
La selección comenzó en ese instante y tuvieron que guardar silencio. Tras ella, el discurso del director Albus Dumbledore:
-¡Bienvenidos a Hogwarts! Queridos alumnos, estamos un año más en esta vieja escuela para comenzar un nuevo curso, que para algunos es su iniciación en el dominio de la magia y para otros, según espero, el principio del fin de los mejores años de su vida. Me ha quedado bien¿no? El del año pasado no me quedó tan bonito... –comentó en voz más baja a la profesora McGonagall, no obstante, todos lo oyeron.- Tras este obligado discurso¡que comience el banquete!
Como en todas las comidas, los platos de oro de llenaron hasta las trancas de deliciosa y olorosa comida, de la que Nick no tardó en apoderarse antes que nadie.
-¿Qué quería Potter de ti?-inquirió Alan.
-No era Potter, eran él y todos los demás, que querían verme.- respondió en un tono cansado.
-¿Te ha dicho algo de Lily?
-No, nada raro... - se volvió a Lily, que lo había oído- ¿No lo ves distinto?
-Sí, un poco sí. Para mí que en el carruaje le han implantado un cerebro, por que a la bajada esta muy raro. Estaba simpático.- y añadió inmediatamente.-¡Pero, vamos, que será otra de sus despiadadas tretas, el muy imbécil!
Aine sonrió. Sirius había acertado, Lily ya estaba pensando. Miró a James y sus ojos se cruzaron. La mirada afirmativa de Aine bastó para que James se sintiera el más feliz del mundo.
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¿Qué tal? Está bien para ser un comienzo¿no?
Os espero en el próximo capitulo. :D
¡¡GRACIAS!!
Como nota digo que me gustan los reviews... ;)
RL-P
