Capítulo 1
Otra vez aquí?—pensó Masamune… mientras veía al chiquillo haciendo un esfuerzo por trepar a los estantes.
Qué quieres leer? –
-Ese.. el más grande.. – dijo el pequeño Ritsu mirándolo con sus grandes ojos verdes. Eran como dos enormes y brillantes joyas. Hermosos, puros, dulces.
Masamune era el encargado de la biblioteca del Colegio. Era un trabajo bien pagado para alguien de su edad y para la carga de trabajo que había. Los chicos de elemental, eran juguetones y traviesos y no venían mucho a la biblioteca. Excepto uno. Ritsu. El de los ojos verdes. En las dos semanas que llevaban de vacaciones de verano, ya había leído el principito, moby dick, los tres mosqueteros, platero y yo y la lista continuaba. A pesar de sus seis años ese niño no tenía saciedad.
Masamune hubiera preferido pasar más tiempo sentado absorto en sus propios libros, privilegio del ser el bibliotecario en una biblioteca casi abandonada. Pero el pequeño leía a una velocidad espeluznante y siempre estaba haciendo cosas peligrosas para procurarse nuevos libros. Masamune terminaba haciendo maniobras de rescate en todas las situaciones más inverosímiles o absurdas.
Justo ahora acababa de evitar que se echara encima media docena de libros apilados sobre un estantero..
-Ritsu-chan.. ya te dije que no debes subirte a los estanteros.. Cuando necesites algo, sólo tienes que decirme a mí.
Ritsu bajó la cabeza apenado y evidentemente mortificado por haber vuelto a causar problemas.
-Gome.. Sempai… No volveré a hacerlo … Lo prometo. – dijo con una mirada tan tierna y brillante, que Masamune pensó que estaba alucinando.¿ No se veía el niño demasiado adorable para tener seis años?
En ese entonces Masamune tenía once. Era hijo único .. así que achacó su sobrecarga apreciativa, a la falta de hermanos menores. Si .. Eso debía ser.
El resto del verano convenció a Ritsu de quedarse cerca de él.
-Dime desde temprano cuáles son los libros que quieres. Los bajaré para ti y los pondré cerca de nosotros en la mesa. Y pasaremos el rato leyendo juntos.. ¿qué te parece?
Ritsu aceptó emocionado. Parecía que él también era hijo único y no había mucha gente dispuesta a convivir con él.
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Masamune
Había un enorme sillón viejo junto al ventanal principal y lo convertimos en nuestro lugar favorito. Yo me sentaba primero y luego Ritsu se acomodaba en mi regazo o se recargaba contra mi pierna y cada quien leyendo felizmente sus libros. Así pasábamos todas las tardes.
Descubrí muy pronto que Ritsu era de familia acomodada. Un chofer lo traía por las mañanas, regresaba a medio día para taerle su bento.. y regresaba por la tarde para llevarlo a casa. Ritsu no hablaba de su familia. Sólo de sus libros. Dios.. cuando descubrió que yo ya había leído la mayoría de los libros que él estaba leyendo.. Se volvió loco.. Quería comentarlo y compararlo todo. Al principio admito que lo encontraba irritante… pero después, me pareció fascinante que un niño tan pequeño se emocionara tanto con cada libro y la discusión consecuente. Era como si los libros le recargaran de energía y emociones y luego todo brotaba por cada poro de su cuerpo..
Ritsu era un niño tan adorable, inteligente y correcto para expresarse y comportarse, que en verdad, disfrutaba tenerlo sentado en mi regazo... Sin darme cuenta se volvió una compañía indispensable para mí...
-Sempai… Saga Sempai… ¿por qué haces eso?- me preguntó sin dejar de leer su libro, mientras tenía recargada su cabeza sobre mi muslo.
-Mj.. ¿ qué cosa?- pregunté sin querer distraerme de mi lectura. No me había dado cuenta .. pero a últimas fechas me sentía tan cómodo y relajado con Ritsu, que sin querer, leía mis libros, sosteniéndolos con una mano mientras con la otra jugaba con los mechones del cabello de Ritsu. Siempre estaba sentado sobre mí o recargado sobre mí.. Su cabeza estaba siempre a la mano. No me di cuenta que había adquirido ese hábito.
Ritsu era tan tierno como dulce. No era un reclamo. Sólo curiosidad. Quería saber por qué tenía un gesto cariñoso con él.
Eso me dolió .. porque eso quería decir que era un niño solitario. Como yo…
-Mmm.. No sé.. Tienes un cabello muy suave.. –brinqué nervioso.. y corregí el rumbo -este.. Quiero decir…Es como .. Me siento contento de poder estar leyendo contigo a mi lado. Y cuando hago esto..- seguí retorciendo juguetonamente los cabellos de Ritsu -.. me aseguro que sigues a mi lado…
Ritsu dejó de leer y me dirigió la más tierna e inocente de las sonrisas.
-Yo también Saga Sempai… Estoy muy contento de que leamos juntos todas las tardes. Eres mi mejor amigo en tooodo el mundo!- dijo y luego siguió leyendo de lo más despreocupado su libro.
Sentí a mi corazón retumbarme en el pecho.
-Qué… fue …. eso?! – pensé mientras me moría de ganas de apretar y abrazar a Ritsu hasta que ….
-Ok… Esto está mal….-pensé para mis adentros. ¿Seré alguna clase de pervertido?
Justo cuando terminó el verano, empezaron los problemas con mis padres.
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Al término de aquel verano, Saga fue transferido a otro instituto por su alto nivel académico.
Pasaron seis años para que Ritsu volviera a ver a su Sempai.
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Ritsu
Cómo odio el cambio de escuelas. Nunca fui bueno para hacer amigos. Sólo con mi Sempai había podido hacer amistad en automático. Después que lo transfirieron, no volví a saber de él. Y desde entonces como mis padres se preocupaban porque no hacía amistades con las personas correctas me estuvieron cambiando y cambiando de escuela. Cada año fue un infierno. Era el nuevo .. el inadaptado. DIOS… Ya bastante tenía que aguantar por mi color de ojos y cabello.. Tantas veces fuí el centro de burlas y bromas pesadas.
Pero este año va a ser diferente. Me defendí como fiera e hice a mis padres prometer que si este año lograba hacer buenas relaciones, me dejarían cursar la secundaria y la preparatoria en este lugar. No más cambios..
Bueno.. aquí es tan buen lugar como cualquier otro.- pensé suspirando para mis adentros. – En ningún lugar me encontraré con mi Sempai…
Y justo cuando pensaba que mi vida iba a seguir aburrida y sin emociones… Saga Sempai pasó caminando frente a mí.
Era él.. Alto. Mucho más alto de lo que recordaba. Iba con un uniforme de preparatoria, se veía impecable y venía caminando con dos chicas de preparatoria detrás de él. Traía el cabello más corto, más estilizado, y él se veía tan serio.. No serio tranquilo como lo recordaba en la biblioteca. Sino serio-extraño.
Antes de que meditara en mis acciones, ya estaba corriendo hacia él, llamándolo frenéticamente por todo el patio.
-¡Sempai!-… ¡Saga Sempai!... –supongo que me emocioné demás.. cometí la barbaridad de perder totalmente la compostura y sólo me tiré a abrazarlo.
Las niñas que lo acompañaban soltaron grititos y risas extasiadas.
-Ahwwww.. pero que tierno! Saga-kun… es tu amigo?
Levanté la vista sin soltarme de él y entonces me encontré con unos ojos cafés dorados. Opacos y sin expresión.
-Te conozco niño?
No me caí al piso de puro milagro.
Aún así hice un esfuerzo sobrehumano por ignorar la risa burlona de las chicas… y las miradas que se empezaban a clavar en mi espalda.
Por recuperar un poco de compostura, me separé de mi Sempai, pero traté de explicarle con los ojos.
-Soy yo.. Yo.. Sempai.. Soy Rit..su.. Onodera…
-Ritsu? – repitió él con una voz profunda y hueca… y fue a la velocidad de un relámpago pero sé que vi algo que brilló en sus ojos por un instante. Me reconoció .. verdad?
Las chicas seguían cuchicheando alrededor mío.
-Mira que tierno tu amiguito de la escuela..
-Saga Sempai… -traté de explicarme más para que reconociera que era yo.
-La ceremonia de inauguración va empezar novato… Chicas – dijo.. y sin más siguió su camino.
Las niñas rieron y siguieron felices revoloteando junto a él. Los otros chicos que nos miraban se rieron y luego siguieron su camino.
Estaba seguro que era mi Sempai. Pero tal vez él no sabía quién era yo.
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tbc.
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Espero que les guste.. Esta es mi otra pareja favorita.
