En primer lugar, mencionar que estos personajes no son de mi propiedad, sino que pertenecen a la franquicia de Dragon Ball y a su creador, Akira Toriyama. En segundo lugar, esta historia la he ido escribiendo por Wattpad anteriormente así que también existen personajes de otros usuarios que me los han querido prestar así que les daré mi crédito cuando sea necesario.

-¿Cómo ha podido ocurrir esto?-gritó un hombre histérico en el interior de su nave en dirección a un destino muy lejos de allí-¿cómo hemos podido ser derrotados por esos simios y esos malditos enanos? Echó un vistazo por el cristal y pudo ver como otras cuatro naves permanecían cerca de la suya- ¿cómo hemos podido fracasar en una misión tan aparentemente sencilla? - Sin embargo, una extraña luz le alcanzó por unos segundos, cortando sus pensamientos, y entonces, él pudo contemplar un horrible espectáculo en el que el entonces hermoso planeta Namek había dejado de existir para siempre, aniquilando con él cualquier forma de vida que tuviera la mala suerte de hallarse justo ahí en esos momentos. -Me pregunto- volvió a meditar-si nuestro maestro Freezer habrá logrado sobrevivir o si también él habrá sucumbido al poder de esos asquerosos saiyans- Y en ese preciso instante, Jeice, uno de los integrantes de las Fuerzas Especiales del tirano, sintiéndose completamente desmoralizado por aquella terrible humillación sufrida por quienes él había considerado seres inferiores e insignificantes, activó el sistema de hibernación, por el que no despertaría hasta que hubiera llegado a su incierto destino.-Las fuerzas especiales nunca pueden ser derrotadas por nadie, nosotros somos los soldados invencibles-susurró antes de cerrar los ojos.

Pero Jeice no era el único que se lamentaba de su situación actual. El capitán de las fuerzas especiales, quien antaño se jactaba de ser casi invencible, se encontraba destrozado y sumido en la desesperación más absoluta. Manteniendo su rostro enterrado entre sus manos, su mente empezó a acusarle a él mismo por el fracaso tan estrepitoso que habían protagonizado en el planeta al que habían acudido por orden de Freezer

-Todo esto quizás podría haberse evitado, si no hubiera ido a reunirme con nuestro jefe. Tal vez si me hubiera quedado con mis compañeros en el campo de batalla, no se habría producido esta situación. Todo lo he provocado yo mismo por no haber sabido ni haber querido preverlo. Nunca en mi vida había conocido la derrota, nunca había conocido semejante sentimiento de impotencia. Aún no puedo creerme que no hayamos estado a la altura de lo que el Maestro esperaba de nosotros- y tras este último pensamiento, Ginyu abrió los ojos aterrado-¿qué habrá pasado con él?-se preguntó a sí mismo - Si está vivo después de aquella explosión ¿Qué hará con nosotros cuando se entere de que hemos huido como unos cobardes? Con un poco de suerte, después de encontrarnos, tal vez nos elimine rápido, por lo bien que le servimos anteriormente- Y por un solo instante, él deseó que la persona a la que más admiraba en todo el universo se encontrara muerta para librarse de su más que probable castigo. Y se despreció por ello. -Me gustaría poder animar a mis amigos en estos momentos tan difíciles-reflexionó antes de activar la hibernación- es mi deber como líder y capitán hacerles saber que ellos no son los culpables de lo que ha ocurrido... que ellos sepan que la culpa ha sido solo mía... eso es... única y exclusivamente mía-

Y pronto, los cinco soldados de élite quedaron durmiendo en el interior de sus naves, sin ser conscientes de que su vida pronto tomaría un rumbo imprevisible, del mismo modo que sus vehículos, los cuales poco a poco fueron distanciándose entre ellos hasta casi perderse de vista en aquel vasto océano de oscuridad.