ADVERTENCIA A LOS NUEVOS LECTORES!
Ésta es una historia colateral a Harry Potter y la Última Profecía de las Guilmains (la cual a su vez es la segunda parte de "HP y la Magia Antigua") Si no has leido estas historia y quieres hacerlo... Te aconsejo no leas este mini fic porque las consecuencias serian que destrozarías toda la gracia de los dos fics anteriores, y lo digo de verdad!.
Solo una vez hayas pasado el capítulo 40 (creo que era) de UP, llamado "Secretos desvelados" es que podrías leer éste minific. Si alguno se spoilear solito no quiero reclamaciones okis?
De qué va la historia... pues bueno ya lo veréis, creo que van a ser cuatro capítulos pero el último aún no está hecho, lo advierto ahora para que cuando llegue pasado mañana no lo pidáis por que aún tiene la musa que gritármelo! Al menos eso creo por ahora! Espero que os guste! Ahí va!
Hola a todos, de nuevo Nigriv con vosotros, este el ultimo de los colaterales anunciados (bueno tal vez Mahe pronto os cuente otro) pero... hablando de Mahe ¿Nadie se ha leído "Tocando la luna" de Mahe? Me habeis dejado :s :'( y ella más. Espero que sea que no os cargó a tiempo y que luego leais, de verdad que es muy bonito si habeis seguido las historias de MA y UP. Y claro al no haber ni el rr de abel que lo estabamos esperando ambas pues solo tengo uno a responder.
Stiby: Pues sí, lo has dejado clarito ;) Bien te dire que yo seré una de las que fijo acabré spoliando en mis fics cuando lea en ingles el Principe! Ya lo hice con MA, cuando empecé a escribirlo, la primera vez que lo publqué en nuestro foro aún no habáa salido el libro en castellano 8o estaba a punto dehacerlo creo) y como ves yo ya andaba diciendo que Sirius estaba tras el velo. En fin, las cosas de las traducciones y la editorial Salamandra que es una casi inutil que no aprende y no se pone las pilas. ¿Matemaqticas? Eso o Física tenía que haber estudiado yo! Está claro que lo mio es deducir pero en fin, me quede con Veterinaria y aun intento acabarla si me dejan por que hasta me han cambiado de plan y estan por dar por detras. ¿Por que dices que no vas a leer en mucho tiempo? Te vas a dejar tantos fics sin leer? Bueno espero que cuando vuelvas nos digas algo al respecto vale? Te vamos a echar de menos. A ver si cuando vuelvas te encuentras la sorpresa de que ya henmos empezado a publicar HH aunque eso va para largo. Muchas gracias por tus palabras para mi historia, creo que no merece la ultima de las comparaciones que haces, pero en fin, me haces sentir feliz, que mas quisiera yo llegarle a la suela del zapato. Cuidate mucho y no nos abandones.
Bueno como ya sabeís esta es la historia que hay tras la relación de Severus y virginia guilmain, si eres un nuevo lector que te gusta mucho Snape y por eso estás aquí solo te diré que los dos fics anteriores tienen bastante del personaje de Snape así que casi mejor ponte a leerlos antes de estropearte la historia con este colateral (no te vas a rrepentir te lo aseguro) Pero sí aún así advertido quieres leer solo te diré que Guilmain ha sido la nueva profesora de DCAO en Hogwarts durante los cursos 6º y 7º que se relatan en esas dos historias, pero esta historia ocurre muchos años antes, cuando Severus apenas termina en Hogwarts y recordad que es de la época de James y Lily osea que estamos állá por el año 1979.A proposito cuando se habla de "lo antiguo" es un poder que en las otras historias hemos atribuido a algunos magos, no quiero perderos demasiado.
Bien ahora vamos allá con la historia, espero que os guste, y recordad que aún me queda que terminar un capítulo, el cuarto. Espero no tardarme demasiado.
HISTORIA DE UN MASTER
CAPITULO 1: REENCUENTRO
Oculto entre las sombras del portal comenzaba a desesperar seriamente preocupado, hacía casi dos horas que esperaba, ya debería de haber llegado. "Sabes que está bien, la viste. Es una aurora, ya conoces como trabajan, habrá tenido que pasar por el cuartel antes de volver." Andaba en estos pensamientos cuando se escuchó un leve 'plof' y aún antes de moverse, una voz inquieta preguntó a la vez que se giraba rápidamente al sentir su presencia.
-.¿Quién anda ahí?-La sabía varita en mano pero se había aparecido dándole la espalda, de haber sido otro hubiera podido acabar con ella.-Un amigo de la infancia.- Dijo para tranquilizarla. Automáticamente ella encendió su varita. "Lumus"
-. ¡Severus!- preguntó su voz dudosa. Él dio un paso al frente y entró en el círculo de luz. Se estremeció, él siempre vestía de negro, pero venía de luchar contra gente vestida muy similar, no pudo evitar realizar aquella macabra asociación.
-Hola Virginia.- Ella suspiró aliviada, por un momento pensó que la habían seguido, pero su presencia la desconcertó.
-¿Qué haces aquí a estas horas?- le preguntó fríamente. Se mantuvo en silencio.- Hace meses que no nos vemos Sev¿por qué esta noche?- No es que no se alegrara de verlo, al contrario, su corazón latía agitado en su pecho, pero la noche había sido muy larga y estaba exhausta.
-Por que vine a despedirme Virginia.
Estas palabras le paralizaron el corazón que inesperadamente pasó de la agitación a la ausencia de latido. Su expresión cambió y aún se sintió peor al escucharlo. Notó como se le acercaba, la abrazó y besó su mejilla. Suspiró ante el acumulo de sensaciones por su contacto y dejo que el estrés que la invadía fluyera fuera de sí cuando se perdió entre sus brazos. En ese momento olvidó sus palabras, se olvidó del mundo entero.
-. Te he echado de menos Sev- dijo en un susurro.
-Y yo a ti también.
Apretó su abrazo y la dejó reclinarse en su pecho mientras él mismo cerraba los ojos tratando de controlar su propia angustia. Sintió como ella también intentaba controlarse pero aún así pudo sentir su estremecimiento, el cual arrancó en él un suspiro inesperado mientras permanecían abrazados en las sombras del portal.
-. Estás exhausta Virginia¿qué ha pasado?- Preguntó intentando no demostrarle que sabía lo ocurrido.
-Fue una noche muy dura. - Respondió aún refugiada en su abrazo el cual la hacía sentir reconfortada- Hubo una redada contra mortífagos e incluso los alumnos de segundo fuimos convocados. Era una ceremonia de iniciación y temíamos que Voldemort mismo estuviera presente.
Enarcó las cejas y reprimió el escalofrío al escuchar su nombre. "¿Por qué ella nunca temió llamarlo así?" Era una de las pocas personas que no temían dar al Dark Lord su verdadero nombre. Le costó hablar aparentando serenidad.
-. ¿Y qué pasó?- Dijo manteniéndola aún entre sus brazos de los que ella parecía no querer apartarse.
-Cuando llegamos la ceremonia había concluido, en parte era lo que queríamos pero… Aunque él ya no estaba allí sus seguidores presentaron una dura batalla. Hemos perdido a dos de los nuestros, las imperdonables volaban sin cesar- Le oyó decir entre suspiros entrecortados y casi sin voz.- Me alcanzó una cruciatus a traición cuando ya se retiraban, de tú querido amigo Lucius, si no me equivoco.- Ella había volcado todo el desprecio en su voz. Intentó hacerla evitar ese tema, si había percibido a Lucius ¡había estado muy cerca!
-Pero tú luchaste mejor que algunos aurores ya graduados.- Se separó de él y lo miró intrigada, hablaba con tal certeza como si lo hubiera presenciado.- Y has forzado lo antiguo demasiado Virginia.- Ella suspiró, debió de ser su energía la que se lo contó, a pesar de esos meses de ausencia aún podría sentirla. Intentó dedicarle una sonrisa.- Déjame subirte a casa y prepararte una poción que te reponga, si es que aún conservas esa colección de hierbas que siempre guardabas para mí.- Ahora sí que le sonrió.- ¿El ático?- Ella inclinó la cabeza confirmando y volvió a acercarse a él, rodeándole el cuello con sus brazos.
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Cuando aparecieron en el salón él la llevaba en brazos. Había forzado tanto su poder aquella noche que casi no soportó una nueva desaparición. Tomó conciencia de que estaba en casa cuando él la depositó en el sofá. Al inclinarse para dejarla su media melena casi le cayó en la cara; su pelo era grasiento y él nunca se lo cuidaba, pero aún así a ella le gustaba pues siempre destilaba un olor especial, una mezcla de almizcle y ajenjo, ese olor tan característico a poción que nunca lo abandonaba. Inspiró su aroma y se dejó llevar por las sensaciones que en ella despertaba. La dejó reclinada sobre unos cojines y lo vio dirigirse al otro lado de la sala, donde un murete enmarcado con un arco separaba la cocina del salón. Era la primera vez que él venía a casa pero se movía igual que si estuviera acostumbrado a estar allí. En apenas unos segundos lo vio localizar el caldero y comenzar a preparar la poción.
Virginia lo miró extasiada, aquella era una imagen que estaba muy acostumbrada a ver, Severus parecía alguien distinto en cuanto ponía un caldero ante sí; toda la inseguridad que ocultaba tras su carácter desaparecía y ya no existía nada más que él y la pócima a realizar. Siempre le gustó esa imagen. La última vez que lo vio preparando una poción para ella aún era un adolescente que apenas dejaba de ser niño, hoy era todo un hombre al que tenía frente a sí, su viaje lo había obligado a madurar aún más.
Mantenía su porte serio, supuestamente concentrado en realizar correctamente el brebaje, pero tenía los ojos fijos en ella, con una mirada indescifrable y sus movimientos eran totalmente mecánicos. Ni por un segundo le preocupó esa notable falta de atención hacia la poción, sabía que podía lograrla incluso con los ojos vendados, pero sí le preocupó lo que descubrió en su mirada o, mejor dicho, lo que no logró descubrir. "¿Por qué me miras así Sev. ¿Qué está pasando por tu mente? No es propia esa actitud en ti…" Lo veía preocupado y no sabía por qué. Tal vez el encontrarla en aquel estado lo hubiera alterado. Ojalá su poder estuviera intacto para poder saber a qué se debía esa mirada.
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Tomó el caldero y lo colocó sobre el murete para poder realizar su trabajo sin dejar de observarla. No sabía cuanto tiempo pasaría hasta que volvieran a encontrarse, ni en qué circunstancias lo harían de ser así.
Cuando terminó Hogwarts unos meses atrás el Ministerio se negó a proporcionarle un tutor que guiara su trabajo para lograr el Master, alegaron que incluso para ser un Snape era demasiado joven para optar a ello. Aún sabiendo que ya tenía dos de las tres pociones nuevas o mejoradas, que se requerían al efecto se negaron a aceptarlo y pretendían hacerlo esperar al menos tres años para asignarle dicho tutor. No se resignó a ello y decidió viajar por el mundo tratando por sí mismo de que algún especialista accediera a avalar su trabajo. Esa fue la última vez que la vio… A principios del verano de su graduación en Hogwarts, cuando ella ya estaba en la academia de aurores. Aquella vez la despedida le resultó dolorosa, pero nada comparado con la de hoy.
No se atrevió a decirle nada aquella vez, a pesar de ser ya un adulto, tampoco entonces le abrió su corazón; hacía años ya que conocía sus verdaderos sentimientos hacia ella y sin embargo, nunca se los demostró. ¿La razón? No podía decirlo claramente… No es porque ella fuera mayor, era consciente de que eso nunca importó entre ellos, seguramente nunca dijo nada porque incluso ahora mismo él seguía pensando que ella solo lo veía como a un hermano, nada más, el que nunca tuvieron ninguno de ellos.
Con la vista fija en ella había ido añadiendo uno tras otro todos los ingredientes de la poción, en breve estaría lista, pero él aún estaba perdido en la mirada que Virginia le mantenía en la distancia. Había tratado de sonreírle, de mostrarle esa sonrisa que sólo a ella entregaba, pero el peso de su conciencia recaía sobre él y solo quedó en un amago.
Durante el tiempo en que viajó había tratado de olvidarla, sabía que si encontraba un tutor en otro país pasaría mucho tiempo antes de que pudiera volver a Inglaterra. Todo aquel que pensaba dedicarse a obtener un Master sabía que su trabajo podía incluso llegar a durar años; muy pocos lo conseguían tan sólo en meses y, en casi todos estos casos, el alumnos era excelente y había contado con un tutor de escesional poder. Pero durante ese tiempo no logró ninguno de sus objetivos: no encontró tutor que lo avalara, no uno lo suficientemente bueno; y tampoco consiguió sacarla de su corazón. Cuando regresó la amargura no le dejó buscarla y aunque tampoco es que la evitara no habían coincidido en el mismo lugar, no hasta ésta noche.
Rellenó un vaso con la poción y, a un toque de varita, dejó todo recogido. Mientras se encaminaba hacia ella pensó que había dejado que la debilidad le ganara, justo en el último momento. Cuando supo dónde se iba a meter se obligó a no buscarla, se juró y perjuró a sí mismo que ésta vez ni siquiera le diría hola para no tener que volver a decir adiós. El podría soportarlo, ella tal vez no. Pero encontrarla allí esa noche venció su resistencia y la preocupación lo empujó a venir. Hallarla en el estado en que llegó aún le infligió más dolor a su corazón. ¡Él no llegó a ver esa Cruciatus! Al alba partiría a un viaje sin retorno, lo sabía demasiado bien, era plenamente conciente de ello pues realmente ese viaje había comenzado ya tiempo atrás. Sólo le quedaba una última noche de vida 'normal' y el destino lo había llevado a ella, al final había sido inevitable.
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Lo vio acercarse y se sintió intensamente observada, como momentos antes, mientras realizó la poción. Ahora que estaba más cerca podía distinguir claramente como un halo de tristeza velaba la profundidad de sus negros ojos y también ella se entristeció. Recordó sus palabras en el portal y solo ahora las asimiló, sintió sus propias pupilas dilatárseles y le preguntó…
-. ¿Escuché mal o dijiste venir a despedirte?- El cansancio y toda su tristeza se transmitió en su voz.
Se paró frente a ella. No esperaba la pregunta en este instante, o tal vez temía tanto ese momento que intentaba ignorarlo. Asintió mientras le entregaba el vaso y se sentó al filo del sofàjunto a ella, sin dejar de mirarla. Una vez allí no quería desaprovechar ni un solo segundo del tiempo que le quedaba.
-. Pero…- dijo sintiendo como le temblaban las manos- … ¡Apenas si llegas Sev!- Él se mantuvo un momento en silencio, no quería reconocer que se mantuvo alejado voluntariamente. Ella lo miró y entornando los párpados añadió- ¿Verdad?- Tampoco ahora obtuvo respuesta de su parte.- Severus…
-Tómate la poción Virginia- le dijo casi serio.
Se llevó el vaso a la boca y la bebió de un solo trago. Ahora no tendría excusa para no responderle, en breve comenzaría a sentirse mejor. Un poco de poción se deslizó por la comisura izquierda de su boca pero antes de poder reaccionar, el acercó su mano para limpiársela. Todo su ser se estremeció al contacto inesperado de sus dedos casi rozándole los labios, mientras sus ojos aún se mantenían fijos en ella, perdidos en su propia mirada. Suspiró antes de continuar hablando.
-. ¿Porqué no viniste antes Sev? Ni siquiera me enteré de que había vuelto.
No sabía por dónde empezar, cómo contarle sin hacerla sospechar nada, pero al fin y al cabo sería mejor que lo hiciera ahora que aún estaba débil, mientras lo antiguo no retornara a la normalidad no advertiría que le ocultaba algo. Ese razonamiento lo animó a hablar.
-. No hace tanto que volví y apenas e parado en Londres. Unos amigos- contuvo el aire un momento al pensar en "los amigos" a los que se refería- me informaron de la posibilidad de encontrar un tutor dispuesto a guiar mi trabajo, pero debía de localizarlo yo y es un mago muy celoso de su intimidad, por ese motivo se la pasa viajando por todo el Reino Unido. Apenas hace dos semanas lo encontré.
-¿Y?- Lo escuchaba en silencio, sabía que era el deseo de su vida, llegar a ser Master en Pociones, algo que su padre no había logrado conseguir.
-Antes de ayer me notificaron que al fin me aceptó, y ésta misma noche lo confirmé yo.- Debería de estar feliz pensó Virginia y sin embargo le pareció ver una mueca en su cara. Cerró los ojos y retuvo el aire, sabía lo que significaban sus palabras.- Parto mañana tras el alba- lo escuchó terminar apenado.
Tuvo que apoyar el vaso en sus piernas pues las manos comenzaron a temblarle desorbitadamente; su corazón se encogió y sintió una violenta punzada de dolor en el pecho. Haciendo un esfuerzo se incorporó un poco más, él seguía mirándola y sus ojos además de tristeza ahora mostraban curiosidad. Sabía que la había provocado su expresión. Tras un breve silencio le habló.
-. Me alegro por ti Sev. Era, es, tu sueño.- Dijo en un hilo de voz, sin poder evitar el vacío que aquellas palabras le producían.
Sabía que no estaba siendo sincera, ir tras su sueño lo alejaría de ella, no podía evitar sentirse así. Con todo el miedo pasado durante el ataque había estando pensando mucho en él, como si su presencia hubiese sido palpable en la oscuridad de la noche. Pero era su propio miedo a perecer sin ni siquiera haber vuelto a verlo lo que suponía había propiciados sus recuerdos durante la redada: y ahora, pocas horas después, su presencia allí no era el reencuentro largamente esperado durante esos meses, sino una despedida tras otra, y ésta, sería más larga. Podía pasar mucho tiempo antes de que lograra su objetivo. Abatida y suspirando de nuevo, le preguntó.
-. ¿Volverás?- Él ladeó la cabeza hacia su derecha, evitando así su mirada.
-Sabes que ni siquiera yo se cuanto tardaré en lograrla.- El deje de inseguridad en su voz le sorprendió, si en algo Severus nunca se mostró inseguro fue en su trabajo. Era como si ella misma dudara de su poder de antigua.
-¡Pero eres un Snape! El don de la poción corre por tus venas y eres tan bueno que ya tienes dos de las requeridas.- dijo tratando de animarlo.
-Queda la última Virginia, la más difícil.
-Por que te empeñas en hacer una poción oscura Sev, sabes que son más difíciles.- El nerviosismo lo hizo ponerse en pie y avanzó unos pasos hacia la chimenea, "Incendio" dijo para que un leve fuego comenzara a arder, si él empezaba a tener frío, ella ya estaría helada.
-Pero también menos gente se dedica a ellas- Fue su respuestas tras unos segundos.
-De siempre te atrajeron las Artes Oscuras- le recriminó apenada.
-Como a ti la Defensa.- se mantuvo apoyado en la chimenea, mirando el fuego. Sabía que la poción comenzaba a hacerle efecto y si ella recuperaba todo su poder tendría que andar con mucho cuidado.
-Pero no es lo mismo Sev, en Defensa se aprenden los maleficios para contraatacarlos; con las Artes se utilizan para atacar.- Ella no se dio cuenta, pero él comenzó a ponerse nervioso.
-¿Acaso por conocerlas supiste nunca que las utilizara alguna vez…?- Intentó dar a su voz un tono ofendido pero hasta eso le resultó inútil ya.
-Se que tu voluntad es fuerte Severus, pero el límite en éste caso es una línea tan delgada que cualquier día la puedes transgredir.- Un estremecimiento recorrió su cuerpo, sin duda llevaba toda la razón, pero fueron sus siguientes palabras las que le dolieron aún más.- Y si te soy sincera… Siempre temí que lo hicieras, temo que lo hagas-dijo casi sin voz- Tus amistades no son muy aconsejables.
Sabía que no podía tratar ese tema con ella, así que permaneció quieto, callado, mirando el fuego, esperando que ocurriera algo. Lo vio parado, pensativo y comenzó a sentir su nerviosismo; empezaba a recuperar parte de su poder y ahora lo antiguo le transmitía los sentimientos que emanaban de él y supo que éste encuentro le estaba resultando muy duro. Sin saber muy bien porqué, descubrir esos sentimientos en él le dieron un atisbo de esperanza a su corazón y, en tan solo unos segundos se decidió. Pero antes de decir nada al respecto tenía que confirmar algo.
Bien, aquí vala primeraparte, mañana más... Un vago consuelo para la espera de HH pero... Espero que os guste!
