Hola, esta vez traigo mi segundo proyecto, el cual terminé justo ayer xD cómo un pequeño presente atrasado de San Valentín; aunque no me guste la fecha, pero bueno! espero que les guste!

(-) diálogo

(****) Cambio de momento

(()) Comentarios loquillos de la autora xD

Disclamer: Los personajes pertenecen a sus respectivos dueños, en este caso CAPCOM, lo único mío es la historia.

A leer!

Había pasado semanas trabajando casi sin descanso, durmiendo tarde y levantándose temprano para ir a esas aburridas reuniones de la D.S.O. y la CIA; y una que otra vez a una pequeña misión que requería de un poco de acción. Pero había llegado a su limite! La fatiga se notaba rápidamente en su rostro, tenía ojeras y cada vez hacía las cosas más desganado, al grado de parecer zombie. Entró sin ganas a la oficina de Hunnigan para recibir el informe sobre su próximo trabajo, al parecer Helena también estaba ahí (esto me huele a Hunniper xD ok no) ambas chicas miraron al hombre parado junto al umbral de la puerta –Dios mío, que cara – habló la mujer castaña de anteojos –Ya iba a dispararte, por un momento creí que eras un infectado – dijo Helena –No se burlen, ustedes se ven igual – era verdad, las féminas habían estado trabajando al mismo ritmo que él –Tienes razón, alguien debería de hablar con el superior – al momento de decir eso ambos miraron a la morena –¿Qué? – cuestionó la de los anteojos –Vamos Hunnigan, eres la que se lleva mejor con los superiores – dijo Leon –¿Están locos? No es tan fácil como creen! – exclamó –Por favor! Todos necesitamos descansar! – esta vez rogó Helena, Ingrid suspiró mirándolos a ambos y se levantó de su asiento –Bien, si no logro nada no se quejen por favor – salió de la oficina.

Leon tomó asiento en el lugar que la mujer acababa de desocupar -Y bien, ¿Ya planeaste algo para hoy? – preguntó sarcástico, además del cansancio tenía que lidiar con una fecha que no le agradaba, era 14 de Febrero, para él no significaba nada, ¿Por qué enfocarse en el amor solo ese día cuando se podía hacer los 365 días del año? Era tonto, y los vendedores aprovechaban eso para aumentar sus ganancias, simplemente le repugnaba –Tenía planeado ir a ver a Deborah, y después ir a comer algo – al pronunciar el nombre de su hermana pudo notar un dejo de nostalgia –¿Quieres que te acompañe? – volvió a preguntar –Gracias, pero no quiero que te sientas incómodo – él la miró divertido –¿Por? ¿Irá alguien más? – ella sonrió afirmando su suposición –Picarona! – soltó una carcajada –¿De qué te sorprendes? Ya lo conoces! –

Ah, si! Es el tal Mark, ¿no? –

Max – corrigió

Eso dije –

Dijiste Mark –

Ok, ok! Perdón! – exclamó divertido

Tonto – rió

Boba –

Tarado! – contraatacó.

Burra! – ahí iban de nuevo, peleando cómo infantes, (son un desmadre xD) su inmadura discusión no duró mucho, ya que llamaron a la puerta, ambos miraron expectantes y un hombre de cabello oscuro se asomó con una sonrisa en el rostro –Hola! ¿Podría hablar con la señorita Harper? – habló enérgico –Max! – la castaña no tardó mucho en lanzarse a sus brazos, Leon miró entretenido aquella escena, sonriendo al momento de verlos juntos (:foreveralone: xD ) –¿Te molesta si me la llevo un rato? – preguntó el azabache, era bastante amable –Para nada, es más! Encárgate de que no regrese – ambos hombres rieron ante el reciente comentario –Avísame si Hunnigan lo consiguió – el rubio sólo asintió mientras que ella salía de la oficina para dirigirse quien sabe a donde con su acompañante.

Se quedó solo en aquella oficina, con su mirada perdida en el techo –Permiso – sus ojos se encontraron con la chica de anteojos y se levantó, pues estaba en el lugar de ella –¿Lo conseguiste? – preguntó -Hice lo que pude – se sentó y comenzó a escribir en su ordenador –Rayos, ¿Ni siquiera un día? – siguió interrogando, lo mujer volteó y sonrió –Deberías irte ya, sólo nos dieron tres días, yo tengo que pasar el informe a alguien más y me iré a ver a mi familia – el rubio rió y le dio una palmada en el hombro.

Esa es mi chica –

Lo sé, soy genial –

Wow, a alguien se le subió el ego – dijo divertido

Solo bromeo, ve a avisarle a Helena –

Ok, ok! – salió de la oficina en busca de su compañera, pero no había ni el más mínimo rastro de ella, hasta que la vio salir de una oficina acomodándose la ropa (eeeh loquilla xD) –Así que ahí estabas – la voz del rubio la sacó de sus pensamientos –Leon! – no pudo evitar ruborizarse, su compañero no era tonto, y sabía que cualquier excusa sería en vano.

Te divertiste? –

Cállate! – habló dándole un codazo

¿Quién lo diría? Eres toda una salvaje – rió con descaro

Para ya! La gente puede oír –

Bien, lo siento… solo venía a avisarte que Hunnigan lo consiguió, aunque solo son tres días –

Con eso me basta – dijo para después soltar un pequeño suspiro.

Después de despedirse y agradecerle a la chica de anteojos se fueron caminando tranquilamente hacia la salida del edificio, teniendo una de sus tantas conversaciones sin sentido, y pequeñas peleas infantiles, una vez afuera sus caminos se separaron, Helena se fue con el hombre que la esperaba en el auto, y Leon… bueno, él siguió caminando, tal vez tomaría un taxi, pues conducir no era lo suyo. Su caminata fue interrumpida por su móvil, se paró a revisar, era una llamada la cual estaba registrada como "Número Desconocido", extrañado contestó y escuchó una voz distorsionada –Buenos días Kennedy – su extraña voz lo sorprendió, provocando que frunciera el entrecejo –¿Cómo sabes mi nombre? – pudo escuchar una risa del otro lado de la bocina –Lo sé todo sobre ti Leon… todo – esto ya era bastante sospechoso –Basta de bromas, dime quien eres – trató de sonar serio –Todo a su tiempo, si quieres saberlo tendrás que seguir mis instrucciones, tengo algo que tal vez podría interesarte – se quedó callado por un momento, tratando de ser racional, ¿y si era una broma? –¿Ah si? ¿Y qué es "eso" que podría interesarme? – preguntó –Ada Wong – la voz soltó el nombre sin más, y el rubio abrió los ojos cómo platos –Relájate, estoy cuidando bien de ella – volvió a escucharse esa risa –Bien, dime que quieres que haga – sin duda tenían algo que era de su pleno interés –Así me gusta, sigue caminando derecho, después vas a dar vuelta cuando encuentres el semáforo – no dijo más, sólo siguió las instrucciones de la extraña voz, caminó hasta donde se le indicó y dio la vuelta –Muy bien, ahora sigue hasta que veas la cafetería – estaba cansándose de ese juego tan enfermizo, pero aún así continuó hasta llegar a la mencionada cafetería –Buen chico – soltó con sarcasmo –¿Ya me vas a decir en donde está? – soltó molesto –Tranquilo, ya casi haz llegado… ¿Ves la bodega que está cruzando la calle? – el hombre volteó y se encontró con el edificio –Ajá – hubo silencio por unos segundos –Dirígete ahí, la puerta esta abierta – la llamada se cortó y en ese instante el rubio atravesó la calle corriendo, pero antes de entrar sacó su 9 mm, en ese momento agradecía llevarla con él todo el tiempo; abrió despacio la puerta y entró. Miró hacia todos lados, pero no había nada, la puerta a sus espaldas se cerró automáticamente poniendo el seguro, no había nadie ahí, era todo una trampa.

Maldijo internamente por haber caído en ese juego tan tonto, pero el sonido de unos tacones lo alertaron –Bien jugado, Leon – conocía esa voz, sin duda era ella, pudo ver a la elegante mujer saliendo de entre las sombras, caminando hacia él, y regalándole una de sus sonrisas llenas de arrogancia –Ada! ¿Qué demonios es esto? – Dijo confundido –Parece que no te gustó tu sorpresa – él se quedó con la boca abierta, todo fue una broma, y una de muy mal gusto –¿Estás loca? Por poco me da un infarto! – exclamó mientras la morena reía.

Lo sé! Debiste haber visto tu cara – seguía divertida con la situación del agente

No es gracioso –

Perdón! – dijo tratando de contener la risa, el rubio solo negó con la cabeza sin volver a dirigirle la palabra.

Leon, no seas así, fue sólo una broma – él desvió su mirada

Una pésima broma, eres mala – soltó

¿Qué hago para que me perdones? – lo miró fingiendo una cara de lastima

De pronto se encontró con la frente del ojiazul apoyada sobre su hombro, rendido ante ella, sin poder reprocharle nada –Sólo… no vuelvas a hacerlo – lo admitía, la simple idea de pensar que algo podía pasarle le aterraba, sabía que ella era lo suficientemente buena como para cuidar de si misma, pero eso no quería decir que era invencible, por eso muy en el fondo siempre se la vivía preocupado por ella, y más cuando no la tenía cerca. Sintió los brazos de aquella mujer rodear su espalda, y el hizo lo mismo entregándose a su abrazo –No volverá a pasar guapo – en cierto modo le daba ternura tenerlo así, mostrándose abiertamente, dejándole ver lo importante que era para él. Rió para sus adentros captando la atención del rubio cómo siempre lo hacía –¿Sabes? Tengo un par de días libres, y me preguntaba si querías hacer algo – dijo sin separarse de él –Yo también tengo días libres… ¿Qué es lo que quieres hacer? – besó su mejilla –Se me vino una idea muy buena… Tú, yo, alejados de todo un par de días – aquella proposición le pareció tentadora al instante, y por supuesto que no se negaría; una sonrisa ladina apareció en su rostro –Me parece bien – se separaron y salieron de aquella bodega dirigiéndose al auto de la mujer de rojo.

¿Y a donde quieres ir? – Preguntó ella mientras conducía –No lo sé – respondió sin más y la mujer suspiró –Vamos, sé que tienes algún lugar en mente así que decide – el rubio rió –Es que no se me ocurre nada, vayamos a donde tú digas –

Te estoy dando oportunidad de elegir –

Ya lo sé –

¿Y entonces? –

Ayúdame a decidir –

Si es así entonces te voy a llevar al infierno –

No me importaría ir allí contigo, podría pecar todo lo que quiera – habló pícaro mientras le guiñaba el ojo.

La mujer sonrió sin quitar la vista de enfrente –Creí que odiabas el calor – dijo haciendo referencia a lo anterior –Cierto, ¿Recuerdas Yellowstone? – Preguntó –Hmm… cómo olvidarlo – la verdad era que ambos tenían recuerdos bastante… buenos, sobre ese lugar –¿Seguro que quieres ir ahí? Queda a tres horas – -Está bien, mientras más lejos mejor – se decidió al fin.

Después de ir hasta el departamento del agente por su equipaje y conducir durante tres horas, llegaron al esperado lugar y se registraron en el hotel, era un lugar bastante bonito, y al parecer estaba a la altura de los gustos de la espía, por eso le gustaba ir ahí cuando no quería estar en algún lugar soleado de América, por la fecha adornaban casi todo el lugar con el color rojo, algo que le encantaba; al igual que Leon, no era aficionada de tal día, pero estaba segura de que disfrutaría mucho estando ahí.

No sabían si era por que no estaban a la vista de nadie conocido, o por la energía que se sentía particularmente ese 14 de Febrero, pero todo el día actuaron cómo cualquier pareja normal, incluso caminaron tomados de la mano (love is in the air (8) ), se olvidaron de todo y de todos, pues era un viaje solo para ellos dos. El reloj ya marcaba las 10 de la noche, y por alguna extraña razón decidieron volver al hotel. La puerta de la habitación se abrió y se pudo escuchar a un Leon quejándose por el cansancio, se tumbó en la cama mientras que Ada entraba al baño a lavarse la cara; el rubio cerró sus ojos, de verdad necesitaba descansar, pero la idea le fue imposible cuando sintió el peso de la morena sobre él. Entreabrió sus ojos y pudo verla acomodándose entre su cintura, sonrió complacido ante la reciente acción ejecutada por la mujer, mientras que esta se inclinaba para besar su cuello; definitivamente sabía cómo poner su mente en blanco, de momento él solo se dejó llevar por las sensaciones que aquella espía le brindaba.

Continuó con su camino de besos hasta llegar al lóbulo de su oreja derecha, a la vez mordiéndolo suavemente y arrancando un leve gruñido de la garganta del rubio; una mano se coló por debajo de la camisa negra que llevaba puesta el agente, haciendo que este se motivara para unirse al juego, entonces decidió darle la vuelta a las cosas, quedando él sobre ella. Tomó posesión de sus labios sin pensarlo dos veces, mientras que esta enredaba sus dedos en la cabellera del rubio para recibir mejor ese beso que iba cargado de pasión… Ansioso por recorrer su cuerpo bajó hasta su escote, besando la piel expuesta; abandonó su tarea para comenzar otra, desabotonando la elegante blusa de color rojo que poseía la mujer, una vez que lo logró se detuvo a contemplarla, era mágico verla así, con la respiración agitada y sus orbes verdes nublados de deseo –Eres hermosa – dijo casi en forma de susurro, justo después dirigió su boca hasta su pecho (conste que dije "pecho", no "pechos" xD ) para iniciar un camino de besos que terminaría en su abdomen, con la yema de sus dedos delineó aquella marca que obtuvo años atrás en Raccoon City. Podía escucharla suspirar consecutivamente con cada rose, lo cual lo hizo sonreír para sus adentros.

Ada terminó de sacarse por completo la prenda superior, mientras que su compañero se deshacía del calzado de ambos; acto seguido llevó sus manos hasta la hebilla del cinturón de la mujer y comenzó a desabrocharlo, para seguir con su pantalón, mayor parte de su ropa fue retirada sin que ella pusiera resistencia, pero no era justo; Leon aún seguía completamente vestido, y ella se encargaría de mostrarle que ese juego también podía jugarse de dos. Lo empujó para retomar su posición inicial y lo besó mientras sus manos lo despojaban de sus prendas, él se levantó de esa forma quedando los dos sentados y después la ayudó sacándose la camisa en su totalidad, sus pulmones rogaban para recibir algo de oxigeno haciendo que sus labios se separaran, se miraron fijamente mientras que el sonido de sus respiraciones inundaba la habitación, la pelinegra miró hacia abajo y llevó sus manos al pantalón del rubio, comenzando a desabrochar el botón y continuando con la bragueta. Antes de que siguiera el sonido de una fuerte explosión se hizo presente en el lugar provocando que ambos se sobre saltaran.

La espía se levantó rápido y entreabrió la puerta para mirar que ocurría, pero la escena que se encontró no era nada reconfortante, ¿a caso eran zombies? Su teoría se confirmó cuando los vió devorándose unos a otros; cerró la puerta de golpe y el rubio la miró intrigado –Tenemos que salir de aquí – habló exaltada –¿Por qué? ¿Qué pasó? – se asomó para saber de que hablaba la mujer de rojo y definitivamente no le gustó lo que vio, pudo ver que sacaba algo de una pequeña maleta –Toma! – le lanzó un arma, definitivamente venía bien prevenida, cuando iba a tomar su equipaje otra explosión se hizo presente destruyendo parte de la habitación y llevándose las maletas de ambos –Olvida eso, vámonos! – la jaló y salieron corriendo de la habitación, esquivando a todos los zombies que podían y abriéndose paso.

Bueno, ahí va nuestro tiempo libre… Feliz día de San Valentín Ada! –

Jaja! Tan lindo! – exclamó divertida ante la última frase, pero sin dejar de correr por su vida.