Magic Knight Rayearth y sus personajes son creación de CLAMP y por lo tanto no me pertenecen. Yo solo los uso por diversion.

La Parte Que Me Hacia Falta

Capitulo 1: El Comienzo de Otra Historia

Una pelirroja caminaba muy entusiasma hacia la torre de Tokio, este lugar era muy importante para ella, aunque no entendía el porqué. Allí la esperaba sus mejor amiga Anais, hacia cinco años la había conocido en ese lugar, Lucy aun recordaba ese día, porque según ella desde ese día su vida cambio por completo y no precisamente por haber conocido a Anais, ni haber por haberse topado con chocado con una chica presumida, sino porque desde aquel día Lucy siente que algo le falta, era como si una parte de su vida se hubiera perdido.

Después de varios minutos se detuvo y miró detenidamente la gran estructura frente a sus ojos — tal vez un día entienda porque cada vez que estoy acá siento tanta nostalgia — dijo suspirando — basta de pensar en cosas tristes Anais debe estar esperándome.


Una chica rubia de ojos verdes miraba por una de las ventanas de la torre — no sé porque, pero desde hace mucho tiempo no me siento tranquila, nada me emociona — Anais miró su celular —aish no pudo escoger otro momento —con algo de fastidio contestó — alo… hola amor, ¿como estas?... bien aquí esperando a Lucy… se supone que nos veríamos a las 3, ¿por qué?... no, no es necesario ella siempre se demora… si no te preocupes… bueno está bien yo te llamo — dijo haciendo muecas — aja yo también… te… te amo… adiós.

—Anais holaaa — saludó la pelirroja corriendo hasta donde ella — que pena contigo, pero como sabes la universidad, el gimnasio todo se junta.

—No te preocupes Lucy — dijo con tono triste — yo te entiendo.

—Amiga, ¿te ocurre algo? —preguntó Lucy mirándola fijamente.

—No me pasa nada, es solo que… —Anais hizo una pausa limpiándose una lágrima — estoy aburrida de esta situación.

—¿De qué situación? —preguntó confundida.

—Yo no quiero seguir forzando a mi corazón a querer a Takashi — contestó llorando — tu sabes que lo he intentado, pero por más que trato no puedo — Anais miró a su amiga —cada día que pasa esto es más difícil, el no hace más que estar pendiente de mí y a mí me fastidia eso, es mas creo que lo odio.

—Anais tu sabes lo que pienso respecto a eso, porque no sé si recuerdas que a mí me paso algo parecido — habló la pelirroja seria — no te atormente mas y no le hagas más daño, corta eso de raíz, esa es la solución.

—Pero Lucy me da miedo, a pesar de todo el se a portando tan bien conmigo — la rubia bajó la mirada — no me parece justo.

—Pero Anais, ¿no te das cuenta de lo que está pasando? — Lucy alzó la voz — amiga reacciona… ya no mas, por favor no te hagas más daño y no lo ilusiones mas.

—Creo que tienes razón — Anais se limpiaba unas lágrimas — tu siempre te preocupas por el bienestar de las personas — dijo abrazándola — tienes vocación de salvadora.

—No exiges — Lucy dirigió su mirada hacia la gran ciudad — salvadora…


Un hermosa chica de largo pelo azul y ojos azules bajaba de un avión, estaba muy emocionada de volver a ver su familia y a su prometido, estos cuatro meses lejos de su familia le habían sirvieron para darse del significado que tiene su familia. Marina siempre se había caracterizado por ser una persona presumida, materialista, un poco envidiosa, no le gustaba tratar con personas que no fuera de su mismo estatus. Esta personalidad se agudizó mas después de la visita a la torre de Tokio, sin comprender el porqué desde aquel día Marina sintió que había perdido algo, que había dejado olvidado algo muy importante, desesperada por no entender que le estaba pasando decidió convertirse en una persona fría, egoísta que pensaba solo en su bienestar, ella creía que quizás de esta manera recuperaría aquello que había perdido ese día.

En la sala de espera la esperaba un chico de ojos azules y cabello negro, Marina nunca entendió porque el estar con él hacía que sentía segura, había algo en su personalidad que le recordaba a alguien, pero ella no sabía a quien, a demás esa sensación de perderse en unos ojos azules no la experimentaba por primera vez.

—Hola mi amor — dijo el chico abrazándola y besándola.

En el rostro de Marina se dibujó una enorme sonrisa — Que bueno es volverte a ver — habló emocionada —no te imaginas la falta que me hiciste, estos cuatro meses han sido los más largo en toda mi vida.

—Yo sé, pero… — Yuki se aproximó dándole un beso — ahora que estas aquí no voy a dejarte ir otra vez, Marina te amo.

—Y yo a ti — dijo sonriendo — ahora si me permites quiero ver a mis padres no sabes cuánto los extrañe.

—Me parece muy bien — Yuki tomó la maleta — vamos mi amor — dijo tomándola de la mano.


En otro mundo, en otra dimensión, en un mundo lleno de recuerdos, donde el sacrificio y el esfuerzo de tres niñas del mundo místico, fue el ejemplo más claro de que la unión, la confianza y el amor era el camino para hacer de este mundo el más hermoso, sin que existiera la necesidad de que una persona sacrificara su vida para cuidarlo, tres personas las más importantes sentían que su vida no estaba completa, su felicidad se había ido junto con las guerreras mágicas. Al que más duro le había dado toda la situación fue a Guru Clef, pues tardó tiempo en entender el porqué de sus tristezas, todo era simple aquella niña que en un principio no tomó enserio la misión le había robado el corazón para siempre. Latis se había vuelto aun mas callado, por más que lo evitara su corazón no estaba tranquilo, necesitaba ver esos ojos color fuego que tanto le inquietaban, necesitaba decirle una vez más las palabras que le dijo antes de su partida. Paris se había vuelto amargado, se sentía triste e impotente, impotente por no haber dicho lo que sentía cuando puedo, el siempre supo que Anais lo quería de igual manera que el a ella, pero le daba rabia pensar que quizás todo habría sido diferente si le hubiera dicho cuanto la amaba.

A diferencia de ellos el resto de los que habitaban el castillo habían encontrado la felicidad. Pasado seis meses de la destrucción de Deboneir, Rafaga y Caldina se casaron, un año más tarde tuvieron una hermosa niña, haciendo más completa y felices sus vidas. Después de un tiempo Ascot se resignó y decidió darse la oportunidad de amar y ser amado, por más difícil que fuera el tenia claro dos cosas: la primera Marina jamás regresaría y la segunda así existiera un método que le hiciera regresar ella no lo amaba. El jamás imaginó que su felicidad estuviera cerca todo el tiempo, un día en el que Presea caminaba muy triste por otro desplante de Guru Clef, Ascot la encontró y decidió acompañarla, luego de escucharla cerca de dos horas y dejándose llevar por sus impulsos o tal vez por sus sentimientos reprimidos la besó, desde entonces juntos acordaron que intentarían estar pendiente uno del otro, poco a poco el amor fue naciendo, hasta convertirse en una pareja sólida.

—Alguien aquí sabe, ¿qué está pasando? — preguntó la bailarina poniendo sus manos en la cadera y mirándolos a todos.

—No sé, pero por la voz de Guru Clef puedo deducir que se trata de algo importante — comentó Ascot.

—Tienes razón, aunque lo mejor es no especular — dijo la armera tomando Ascot de la mano.

—Si mi amor, yo te conozco y ahorita mínimo te inventas quien sabe que cosas — intervino Rafaga mirando y sonriéndole a su amada esposa.

Confundido y pensativo Paris se acercó a Latis—¿tú crees que Guru Clef nos halla mandando llamar porque encontró una solución a nuestro problema?

—No creo, nos habría mandado llamar a los dos no a todos.

En ese momento entró el hechicero, su miraba estaba dirigida hacia el suelo y se notaba mas pensativo que de costumbre— quiero ser breve y rápido así que les diré que estaré lejos de Cefiro por un tiempo.

—¡Queeee! — la reacción no se hizo esperar, todos los presentes se miraban sin comprender que estaba pasando. Como era posible que el Guru de Cefiro se fuera sin más.

—Pero Guru Clef, ¿qué está pasando? —preguntó Latis acercándose.

—Déjenme terminar — contestó serio — Latis y Paris me acompañaran.

—Pero, ¿y a donde vamos? — el príncipe se notaba confundido.

—Iremos por ellas — Guru Clef sonrió — ahora mismo.

Paris y Latis sintieron algo de alivio en sus corazones, estarían cerca de las personas que tanto querían. El problema es que ellos no imaginaban que Lucy, Marina y Anais ya tenían una vida y lo más triste de todo… que no los recordaban, un parte de sus corazones se había quedado con ellos, pero eso no se convirtió en un obstáculo para tener una vida hecha en donde quizás ya no están ni estarían ellos.


Holas, espero que les guste esta historia ya saben criticas, consejos lo que sea sera bien recibido

Bye

Lina A