La vision de los Srs. Briefs

Yo, el gran inventor, el dueño de la empresa más importante del mundo, me encontraba meditando. En mí jardín, rodeado de todos mis animales y de la presencia de mi esposa, estabamos desgustando los ricos pásteles que siempre se encontraba en las tiendas. Era increíble, la mujer más sonriente del mundo. Bebí un sorbo de mi café y la admiré nuevamente, siempre tenía los ojos cerrados, pero yo era de las pocas personas que habían visto el color en ellos. Tan azules como los de mi querida hija.

Apoyé mi cabeza en mi mano y seguí contemplándola...¿Cuánto tiempo llevabamos juntos? puff! tanto tiempo que me era imposible recordar. Pero se que siempre fueron felices en nuestro matrimonio, jamás nos peleabamos, aunque teniamos nuestras disputas como cualquier matrimonio, nunca habiamos alzado una voz mas fuerte que la otra. Sonreí.

-Esposo mío..¿en qué piensas?...-me preguntó mi bella esposa..

-Simplemente que tienes la sonrisa más bonita del mundo...-le contesté al devolverle la sonrisa...-no hay nada que haga desaparecer tu bella sonrisa...

-¡Ay!..-suspiró con rubor...-siempre tan romántico.

Mordió un pastel de limón con fresas por encima y su rostro volvió al ser el mismo de antes. Tengo la sensación de que muchas personas no toman en serio a mi esposa, la verdad, es que estoy seguro de que piensan que esta en su propio mundo, pero ella es muy lista y siempre da esa imagen de ingenua, y mira que le he dicho muchas veces que diga lo que piensa, que les haga entender a la gente que no es tonta, simplemente observadora.

-Esposo..¿Sabes en qué pienso?...-apoyó su cabeza en sus manos y clavo sus ojos a los mios, nuevamente me observaba con ese azul tan maravilloso, el mismo que hace muchos años me enamoro de ella.

-¡Dime!...

-En Bulma..-su rostro se contrajo..

-¿Qué sucede con ella?...-le preguntó con mucho interés...

Me di cuenta que la felicidad se había esfumado de su rostro, y que sus ojos alegres se habían vuelto un poco tristes, no me gustaba verla de esa manera, siempre me prometí que nadie le robaría la sonrisa perfecta de sus labios y ahora alguién lo había echo..

-Creo que esta enamorando de Vegeta...-suspiró...-aunque yo lo encuentro muy atractivo, no se sí...¿Crees qué es el adecuado? es que...-se mordió los labios...-es tan frío y solitario, y Bulma, bueno...¡ya sabes como es ella!:.

-No creo que haya algo de eso...-me levanté y la abracé con todas mis fuerzas...-sabes que nuestra niña es muy lista y no se dejará embacuar por esas cosas, nuestra niña sabe que ese hombre es malo y muy frío...

-Ya lo sé pero...-me apretó el agarre...-en temas del corazón uno no se puede estar seguro...

Durante unos segundos nos quedamos quietos y en silencio, escuchando a mis animales, oyendo como el viento pasaba a nuestro alrededor y movía nuestros cabellos. La abrace con mas fuerza, no quería dejar de sentir su calor y a parte de eso, deseaba darle mi ayuda, no quería verla preocupada por nuestra hija. Yo no soy tonto, despistado todo lo que quieras pero no al grado anterior. Me había dado cuenta de que los ojos de mi hija indicaban algo nuevo en ellos, como un sentimientos innovador y el temor se adueño de mi, no quería que fuera esa clase de sentimientos y si lo eran, no deseaba que fueran exclusivamente para el saiyan. No le convenía.

-Nuestra niña y Yamsha rompieron hace bastante tiempo y...-agarró su cuchara y jugo con ella...-él era muy mujeriego, me he enterado que le hacía daño a la pequeña...-clavo su mirada nuevamente en la mía...-y hacía que nuestra niña fuera una cornuda a los ojos de todos, que lástima me da y lo que más he valorado de ella, ha sido la enteraza, la fortaleza de como ha afrontado esa separación pero...¡está el joven Vegeta!

-Cariño sabes que tienen un combate que enfrentar dentro de unos cuantos años contra esos androides y es algo normal verlos juntos...-le mentí, también sentía el miedo que tenía mi esposa con esa "supuesta" relación..

-¡No me entiendes!...-alzó la voz, para sorpresa mía...

Me quedé paralizado, jamás me había echo eso...nuestro matrimonio podía ser perfecto, pero hoy y concretamente en estos momentos no lo era. Mi expresión se entristeció mucho.

-No hace falta que me hables así cariño...-susurré dolido...-no estoy sordo..

-Pero no lo ves...-suavizo su tono...-nuestra hija si tiene algo con Vegeta, lo noto, en su mirada..

-¿Y qué ves?¿amor?...-pregunté yo...-no hay que confundir nada, puede que sienta admiración pero no ese sentimiento...

Mi esposa agachó la cabeza y unas débiles lágrimas resbalaron por sus bellos ojos, ahora cristalinos. Se levantó y se colocó a la altura de mi visión...

-Veo amor en ella, cariño y pasión...-noté como sus manos agarraban las mias...-y me da miedo de que él se aproveche de ella, ha sido un asesino peligroso, conquistaba planetas y hacía desastres por donde pasaba..-acercó mis manos a su rostro...-y ahora esta aquí con nosotros, sus modales son rudos y con egoismo, nuestra pequeña se enfrenta a él con palabras irónicas y él se defiende de la misma manera..-beso mis manos...-pero ¿Sabes qué? en sus miradas hay algo distinto, puede que distintos sentimientos pero que ambos tienen un denominador comun...¡DESEO!

-Nuestra hija no haría eso...-le aparté las manos con miedo...-es mi niña, no se dejaría embaucar con esa clase de artimañas, ella es lista y...

-Está enamorada...-sonrió...-cuando estás enamorado te ciegas y ahora esta asi.

Me desplomé al suelo, presa del pánico y del dolor que nuestra niña sufriría si no se daba cuenta de ese error. Ellos lo sabían...¿y ella? siempre había sido muy independiente y jamás tuvieron una pelea con ella, pero desde que Vegeta había venido, algo en ella cambio. Estaba más feliz que cuando Yamsha aparecía por aquí...

-Hay medidas...-susurré...-el que dueman juntos es algo que puede pasar o no, ella esta enamorada pero no ciega y tal vez haga una locura pero, yo le apoyaré, en mi encontrara un hombro en el que llorar, soy su padre y ella es mi hijita...

-Es toda una mujer...-agarró nuevamente mis manos...-y sé que le apoyarás en todo lo que necesite.

Y me abrazo. Tan fuerte fue el abrazo que me sentí como un niño pequeño, me encantaba estar rodeado de esos frágiles brazos. Y yo le devolví mi abrazo del mismo modo que ella. Era nuestro momento y nuestro deseo, sentir nuestros calores cerca del otro, la respiración pasar por todos los poros de nuestra piel. Cerre los ojos y la ví a ella, estaba tan enamorado de mi Sra Briefs que no podía imaginar no estar con ella.

Unos ruidos llamaron mi atención y allí en el pomo de la puerta, estaba nuestra hija, apoyada y con los ojos rojos. Me preocupe y apartando suavemente a mi esposa, me acerqué a mi niña...

-¿Qué ocurre Bulma?...

-Papá, perdóname...-se disculpo para tirarse en mis brazos...-soy una tonta...

-¿Qué pasa tesoro?..-escuche como la voz de mi esposa nos rodeaba...-¿qué te preocupa?..

Cerré el abrazo en torno a Bulma y escuché como lloraba desconsoladamente. Acaricie sus cabellos suaves y frescos, momentáneamente, desvié una mirada a mi esposa y esta encogió los hombros...

-No merezco perdón...

-¿Por qué?...-levanté la mirada de mi hija hacía la mía...-no se que es lo que ocurre y no te puede ayudar si no me lo cuentas, pero te aseguro que cuentas con mi apoyo...

-Estoy embarrazada...

Un balde de agua fría cayo sobre mi, mi niña...mi pequeña, estaba en cinta. ¡No! meneé la cabeza, ya no era mi hijita pequeñita, ahora era toda una mujer y se iba a convertir en mamá..

-¿Quién es el padre?...-preguntó su madre...

-Es...-trago saliva...-Vegeta.

Me congelé y pude apreciar que mi esposa solto un bufido de sorpresa. No podía ser, ese asesino e insensible ser había dejado a mi hijita en cinta y seguro que no quería saber nada de eso, había jugado con los sentimientos de mi hija y los había tirado por la borda. Apreté mis dientes con fuerza, yo un hombre pacífico deseaba destrozar a ese hombre.

-¿Y qué ha dicho él?...-le dije.

-Que no le interesa, que lo más importante ahora es destruir a los androides...

-¡Oh mi niña!...-exclamó su madre...-no estás sola y nosotros te ayudaremos, puedes contar con nosotros para todo lo que quieras..¿verdad esposo mio?

Las miradas de las mujeres más importantes de mi vida se clavaron en mi interior, ahí mirándome, esperando a que dijiera algo. Me quite las gafas para limpiarlas, estaba pensando en las palabras adecuadas y quería que fueran bien aceptadas, despuís de todo, mis sospechas y miedos, al igual que los de mi esposa se habían echo realidad. Estaba enamorada de Vegeta...¿y él?, lo dudaba, pero siempre creí ver algo en esa mirada, no solo deseo como dijo la Sra Briefs, si no, algo más. Un pequeño atisbo de amor.

-¿Estás preparada para estar sola en el parto?...-vio la afirmación de ella...-¡pues no lo estás!...-ahora alcé yo la voz...-estamos tu madre y yo y te apoyamos, además eres una mujer muy fuerte y puedes cuidar sin un padre a ese hijo, no le faltara cariño y te aseguro que no sufrirás sola, por que estamos nosotros siempre a tu lado y siempre sera asi, un embarazo no es lo más grave del mundo, al contrario es algo maravilloso.

Y besé a mi hija en la frente. Allí con el nuevo sentimiento de que iba a ser abuelo.¿Yo abuelo? que feliz me hacía pero triste me sentía, al ver como el padre de la criatura no se hacia responsable de ese vastago suyo.

Observé a mi alrededor y vi una silueta, entrecerré mi mirada y apreté mis puños.

-Cobarde...-pensé.

Fin

Holas! es la primera vez que hago un fic de ellos, aunque tambien es cierto que apenas escriben algo sobre los Srs Briefs.

Asi que espero que les haya gustado ese pequeño One-shot. gracias y saludos.