¿Puedes imaginarte cuan terrible es ver como la persona a quien más admiras te quita lo que más amas frente a tus ojos? ¿Puedes imaginarte como se sentirá el ver tu propia casa, después de semanas, envuelta en una abrumadora soledad? ¿Puedes siquiera imaginar la diferencia entre tocar el rostro de tu madre a tocar su lápida?

No, es imposible. Pero ese tipo de cosas imposibles de concebir en la mente es el tipo de cosas que una persona como él ha sufrido en carne propia. Y tal vez por eso mismo, es que uno no comprende como se puede vivir en un eterno sentimiento de odio, soledad, depresión y venganza. Pero claro, no una venganza cualquiera, sino una que el mismo objetivo incentivó.

Ese tipo de sentimientos, por más negativos que sean, aun sabiéndolo, son muy difíciles de borrar. Aun con la luz más cálida y hermosa a tu lado, puede que no sea suficiente. No importa que tan hermosa sonrisa tenga, que tanta preciosa sea su amistad o que tan importante sea su simple presencia, no es suficiente.

Pero si además de todo ello ¿el objetivo de tu vida no fuera más que una mentira? ¿Qué el supuesto odio y rencor que debiste desarrollar a través de años y años de amargura fueran en vano? ¿Qué sentirías? El ver como la persona a quien consideraste un monstruo, fue realmente tu verdadero salvados, tu verdadero protector, es algo indescriptible.

Y a pesar de su sacrificio, eso no puede acabar tan fácilmente con todo lo que tu vida ha significado. Aun si es horrendo, incluso así puede no ser suficiente. Habiendo vuelto al odio y rencor el alimento de tu vida, es imposible renunciar a ello con tanta facilidad. Es por ello que buscas una forma de seguir existiendo a través de alguien más, como un nuevo objetivo.

Y una parte de ti puede saberlo, puede saber que esa forma de vivir acabará contigo tarde o temprano. Pero a la vez te ha vuelto fuerte, y es esa fuerza la que te hace continuar. No para conseguir tú objetivo, sino por el simple hecho de no dejar de existir. Porque al final todo se reduce al miedo de ver como tu vida no era más que una mentira, y eso es lo suficientemente aterrador como para negarte a salir de tu único escondite. Aun cuando ese escondite sea la oscuridad más profunda de todas.

Al final, no importa que tan hermosa y maravillosa sea aquella luz que intenta salvarte, para ti no será más que una amenaza a lo único que consideras tu forma de vida, tu vida misma: la oscuridad.

Uchiha Sasuke sabe perfectamente como se siente ello, y es por eso que sin importar el amor de Uchiha Itachi o la luz de Uzumaki Naruto, el seguirá intentando sobrevivir en su propia oscuridad.