- - -
PRÓLOGO:
Lluvia
- - -
El reloj del colegio acababa de sonar por última vez en el día. Las clases se fueron vaciando rápidamente, resonando con la alegría de las vacaciones, y el grupo de jóvenes detectives se unió al reguero de estudiantes que se dirigían al patio. Ya a través de las puertas de cristal se veía el cielo, oscurecido a pesar de ser aún temprano, y hasta se presentía el frío que iba a hacer. Efectivamente: al salir de la escuela, el aire gélido de diciembre se coló por debajo del jersey de Conan, obligándole a estornudar. ¡Achís, achís, achís¡Tres veces! Haibara se rió en voz baja, bien calentita dentro de su abrigo de paño granate. Él simplemente la miró de reojo mientras se subía la cremallera del nórdico, que si no fuera por Ran se habría dejado en casa; con lo bien que le estaba viniendo ahora...
El grupo se puso en marcha, con Genta y Mitsuhiko a la cabeza y Ayumi entre ellos, riéndose de algún chiste; y detrás Conan y Ai, como siempre. De la escuela Teitan a sus casas quedaba un trecho, y mientras los demás parloteaban sobre videojuegos, Yaiba y más Yaiba, las orejas de Conan se iban poniendo más y más rojas, y más y más frías. Ah, pero qué pereza sacar las manos de los bolsillos para frotarlas...
- Se te van a congelar las orejas como sigas sin traer gorro a clase.
El detective dio un respingo al oír la voz seca y susurrante de Haibara. "Ya me acordaré un día de estos..." dijo, y por fin se decidió a darles un poco de calor a sus pobres orejas, que ya estaban como témpanos...
- ¡Eh, Conan...! - Ayumi retrocedió unos pasos hasta ponerse a su altura. Tenía las mejillas coloradas como manzanas: - ¿Ya sabes qué vas a hacer en Nochebuena?
Él se echó el aliento en sus manos frías, viéndolas venir: - Uhm... Bueno... Quedarme en casa viendo la tele, supongo. Es lo que hacen los niños de nuestra edad¿verdad? - preguntó, afinando la voz, con claras intenciones. Ayumi asintió a regañadientes, desencantada.
- Bueno, sí, pero...
En ese momento el móvil del chico empezó a sonar. Haibara reconoció la melodía y se llevó a la niña más adelante pese a sus protestas, adonde no pudiera escuchar. Conan rebuscó en sus bolsillos y sacó su pajarita antes de descolgar.
- Hola... ¿Ran?
- Hola, Shinichi - llegó su voz, algo tomada, por el auricular. El joven se extrañó un poco.
- ¿Te pasa algo? - preguntó - ¿Estás enferma?
Hubo una pequeña pausa, apenas unos segundos, y entonces la voz regresó apenas audible desde el otro lado de la señal telefónica. Conan se detuvo en el preciso instante en el que empezaba a lloviznar.
- - -
Shinichi miró al cielo azul plomizo; aún no se creía lo que había escuchado. Al otro lado de la línea, Ran murmuraba algo. Empezó a chispear sobre las gafas del joven, que no se apartó. Tampoco cuando el líquido chorreó por su mano y por su móvil, le empapó el pelo y los hombros de la chaqueta; no parecía reaccionar.
Los niños seguían caminando sin notar que se había detenido.
- Oh, vaya... - Ayumi alzó la cabeza al notar los indicios de lo que se les venía encima; de unas simples gotitas al aguacero en un segundo. De pronto ahí estaba el paraguas de Mitsuhiko, siempre servicial, y los cuatro se metieron debajo. La niña se giró de pronto, preocupada: - ¿Dónde está Conan?
Todos se giraron a buscar; ah, ahí estaba, varios metros por detrás y aún pegado al teléfono. Cuando el agua comenzó a arreciar, Haibara lo vio meterse debajo de un alerón. Pero... había algo extraño. La joven se puso la capucha del abrigo y se encaminó hacia él.
- ¡Oye, Ai...!
- ¡Haibara!
Sin girarse, les hizo señas para que no la siguiesen. Sólo eran unos pocos metros, ya estaba allí... El alero del edificio era estrecho y no cubría lo suficiente, por lo que al llegar a su altura, Haibara pudo ver que Edogawa tenía todo el pelo mojado. Al chaval le pasaba algo, estaba segura:
- Eh, Kudo... - le susurró. Él colgó el móvil en ese momento y la miró. Haibara se asustó. - ¿Qué pasa?
Él volvió la vista hacia la pantalla del teléfono, sobre la que resbalaban gotitas de lluvia. Las limpió con la palma de la mano y se lo guardó en el bolsillo del pantalón, y después bajó la cabeza. Ai no sabía cómo reaccionar, pero él tampoco: aquello no se lo esperaba. En casa todo parecía tan normal...
- Haibara... - comenzó, aunque no sabía muy bien si quería contárselo o no. Aunque tampoco hizo falta; intuición femenina, la llaman:
- ¿No fue capaz de esperarte? - murmuró. Él la miró sin fuerzas para sorprenderse.
- ...Tampoco puedo echárselo en cara.
Ella asintió. Fue entonces cuando empezó a granizar.
- - -
- ¿Eh¿Que te quedas en casa del profesor para probar un juego? - Ran estaba sorprendida - Pero...
- No pasa nada, mañana no hay clase - sonó la voz de Conan a través del aparato. Todavía no la había convencido.
- Ya, pero...
- ¡Hasta mañana, Ran!
Haibara colgó el teléfono y se dirigió a una de las habitaciones de la casa del profesor. Allí dejó la pajarita, junto al cabecero de la cama, y echó un vistazo a la misma: el bulto se revolvió y le dio la espalda, y ella suspiró y se fue, captando la directa.
- - -
Ran echó un vistazo a la habitación en penumbra. Acababa de colgar el auricular del teléfono después de recibir la llamada de Conan, y suspirando se sentó en la cama, recogiendo sus piernas bajo su barbilla y apoyando la espalda contra la pared bajo la ventana. De fuera entraba la luz bergamota de las farolas, y ya no llovía.
- - -
CONTINUARÁ
- - -
N. de la A: He aquí el prólogo de mi primer fanfic de Detective Conan, probablemente el segundo, si no el primero, de mis grandes fandoms. Recuerdo que lo primero que vi de esta serie fue un opening (Truth) y después me compré el tomo 12, que acababa de ser publicado aquí en España por aquel entonces, a raíz de una apuesta sobre dicho opening. (La gané, por cierto. XD) No entendí apenas nada de ese tomo, siendo yo una cría de trece años que no tenía ni idea sobre hiragana o katakana, pero aún así me enamoré perdidamente de este manga... Me compré todos los tomos que encontré, encargué los que me faltaban y lo leí todo salteado, también fue lo primero que busqué en internet. En definitiva, amor a primera vista. Lo que no entiendo es cómo no se me ocurrió escribir un fanfic antes, dado que con Slayers sí lo hice. Han tenido que pasar siete años para que me volviera a dar la vena y me diera por escribir... La de vueltas que da la vida.
En fin, que me podría pasar el gran rato hablando de fangirlismos, pero eso no os interesaría. XD Espero que os haya gustado esta historia y así me lo hagáis saber, y lo mismo digo para los fallos que hayáis encontrado... Como se suele decir, Read & Review!
PD: Quería ponerle de título "Reverse", pero llegué a la conclusión de que cuantos menos títulos en idioma extranjero ponga, mejor. Además, quiero traducir la historia al inglés en cuanto pueda, y ahí sí que la llamo así. XD De todas formas¿tenéis alguna sugerencia, algún título que os parezca más bonito o apropiado?
